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16 de Mayo de 2023
El conjunto BlackGEM, compuesto por tres nuevos telescopios ubicados en el Observatorio La Silla de ESO, ha comenzado a operar. Los telescopios monitorizarán los cielos del sur para detectar los eventos cósmicos que producen ondas gravitacionales, como las fusiones de estrellas de neutrones y agujeros negros.
Algunos eventos cataclísmicos que tienen lugar en el Universo, como la colisión de agujeros negros o estrellas de neutrones, crean >ondas gravitacionales, ondulaciones en la estructura del tiempo y el espacio. Observatorios como LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory, Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser) y el nterferómetro Virgo, están diseñados para detectar estas perturbaciones. Pero no pueden determinar su origen con mucha precisión ni ver el brillo fugaz que resulta de las colisiones entre estrellas de neutrones y agujeros negros. BlackGEM se dedica, utilizando luz visible, a escanear rápidamente grandes áreas del cielo para captar con precisión las fuentes de ondas gravitacionales.
"Con BlackGEM pretendemos ampliar el estudio de estos eventos cósmicos empleando tanto las ondas gravitacionales como la luz visible", afirma Paul Groot, de la Universidad de Radboud (Países Bajos), investigador principal del proyecto. "La combinación de ambas nos proporciona mucha más información sobre estos eventos que el estudio de una sola de ellas".
Al detectar tanto las ondas gravitacionales como sus contrapartes visibles, la comunidad astronómica puede confirmar la naturaleza de las fuentes de ondas gravitacionales y determinar sus ubicaciones de forma precisa. El uso de luz visible también permite realizar observaciones detalladas de los procesos que ocurren en estas fusiones, como la formación de elementos pesados como el oro y el platino.
Hasta la fecha, sin embargo, solo se ha detectado una contraparte visible de una fuente de ondas gravitacionales. Además, ni siquiera los detectores de ondas gravitacionales más avanzados, como LIGO o Virgo, pueden identificar con precisión sus fuentes de origen. En el mejor de los casos, pueden reducir la ubicación de una fuente a un área de aproximadamente 400 lunas llenas en el cielo. Utilizando luz visible, BlackGEM escaneará eficientemente regiones tan grandes a una resolución lo suficientemente alta como para localizar, de manera sistemática, fuentes de ondas gravitacionales.
Los tres telescopios que componen BlackGEM fueron construidos por un consorcio de universidades: la Universidad de Radboud, la Escuela de Investigación de Astronomía de los Países Bajos y KU Leuven, en Bélgica. Los telescopios tienen cada uno 65 centímetros de diámetro y pueden estudiar diferentes áreas del cielo simultáneamente. La colaboración tiene como objetivo final expandir el conjunto a 15 telescopios, mejorando aún más su cobertura de escaneo. BlackGEM se encuentra ubicado en el Observatorio La Silla de ESO, en Chile, lo que lo convierte en el primer conjunto de este tipo en el hemisferio sur.
"A pesar del modesto espejo primario de 65 centímetros, alcanzamos la misma profundidad que otros proyectos con espejos mucho más grandes, ya que aprovechamos al máximo las excelentes condiciones de observación en La Silla", declara Groot.
Una vez que BlackGEM identifica con precisión una fuente de ondas gravitacionales, telescopios más grandes como el Very Large Telescope o el futuro Extremely Large Telescope, ambos de ESO, pueden llevar a cabo detalladas observaciones de seguimiento, que ayudarán a arrojar luz sobre algunos de los eventos más extremos del cosmos.
Además de su búsqueda de las contrapartes ópticas de las ondas gravitacionales, BlackGEM también realizará estudios del cielo del sur. Sus operaciones están totalmente automatizadas, lo que significa que la matriz puede encontrar y observar rápidamente eventos astronómicos "transitorios", que aparecen repentinamente y se desvanecen rápidamente. Esto dará a la comunidad astronómica una visión más profunda de los fenómenos astronómicos de corta duración, como las supernovas, las enormes explosiones que marcan el final de la vida de una estrella masiva.
"Gracias a BlackGEM, La Silla ahora tiene el potencial de contribuir de forma importante a la investigación de fenómenos transitorios", afirma Ivo Saviane, gerente del Observatorio La Silla de ESO. "Esperamos que este proyecto aporte numerosos resultados destacados, lo cual ampliará el impacto del observatorio tanto para la comunidad científica como para el público en general".
Información adicional
Están implicados en el consorcio BlackGEM: NOVA (Netherlands Research School for Astronomy, la Escuela de Investigación de Astronomía de los Países Bajos, una alianza nacional holandesa en astronomía entre la Universidad de Amsterdam, la Universidad de Groningen, la Universidad de Leiden y la Universidad de Radboud); Universidad de Radboud, Países Bajos; KU Leuven, Bélgica; el Instituto Weizmann, la Universidad Hebrea de Jerusalem y la Universidad de Tel Aviv, Israel; la Universidad de Manchester y el Observatorio y Planetario de Armagh, Reino Unido; la Universidad Texas Tech, la Universidad de California en Davis y el Observatorio Las Cumbres, EE.UU.; la Universidad de Potsdam, Alemania; la Universidad Técnica Danesa, Dinamarca; la Universidad de Barcelona, España; y la Universidad de Valparaíso, Chile.
El Observatorio Europeo Austral (ESO) pone a disposición de la comunidad científica mundial los medios necesarios para desvelar los secretos del Universo en beneficio de todos. Diseñamos, construimos y operamos observatorios de vanguardia basados en tierra -utilizados por la comunidad astronómica para abordar preguntas emocionantes y difundir la fascinación por la astronomía- y promovemos la colaboración internacional en astronomía. Establecida como organización intergubernamental en 1962, hoy ESO cuenta con el apoyo de 16 Estados Miembros (Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza), junto con Chile, país anfitrión, y con Australia como socio estratégico. La sede de ESO y su planetario y centro de visitantes, el ESO Supernova, se encuentran cerca de Múnich (Alemania), mientras que el desierto chileno de Atacama, un lugar maravilloso con condiciones únicas para observar el cielo, alberga nuestros telescopios. ESO opera tres sitios de observación: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope junto con su interferómetro VLTI (Very Large Telescope Interferometer), y telescopios de rastreo como VISTA. También en Paranal, ESO albergará y operará el Cherenkov Telescope Array South, el observatorio de rayos gamma más grande y sensible del mundo. En Chajnantor, junto con socios internacionales, ESO opera ALMA, una instalación que observa los cielos en el rango milimétrico y submilimétrico. En Cerro Armazones, cerca de Paranal, estamos construyendo "el ojo más grande del mundo para mirar el cielo": el Telescopio Extremadamente Grande de ESO (ELT, Extremely Large Telescope). Desde nuestras oficinas en Santiago (Chile), apoyamos el desarrollo de nuestras operaciones en el país y nos comprometemos con los socios chilenos y con la sociedad chilena.
Las traducciones de las notas de prensa de ESO las llevan a cabo miembros de la Red de Divulgación de la Ciencia de ESO (ESON por sus siglas en inglés), que incluye a expertos en divulgación y comunicadores científicos de todos los países miembros de ESO y de otras naciones.
El nodo español de la red ESON está representado por J. Miguel Mas Hesse y Natalia Ruiz Zelmanovitch.
Enlaces
- BlackGEM en la web de ESO
- Página web de BlackGEM
- Telescopios de ESO observan la primera luz de una fuente de ondas gravitacionales (nota de prensa)
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Esta es una traducción de la nota de prensa de ESO eso2308.
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