Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; cuando caminaba Erasmo Huamán por las cercanías de las entradas a la Hacienda "La Pampa Encantada", se encontró con tres jinetes, que según ellos eran viajeros, que se habían extraviado del camino; era la expresión clásica de bandoleros, que al ser descubiertos, se preparan estrategias para desviar su atención y no ser detectados; pero, gracias a la rápida capacidad de percepción, se descubrió que los tres jinetes eran parte de los sobrevivientes de los cuatreros y cuando los tenía a su alcance, los dejó huir, por que él ya no quería más muertos sobre la hacienda, .... sigamos la historia.................
Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria.
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI
Los siete cuatreros, quienes fueron sobrevivientes, ellos ya muy cansados en sus aventuras y que nada les salía bien, se pusieron a discutir si era o no Erasmo Huamán, el que los descubrió tan fácilmente; y que ellos sintieron que los dejó escapar sin hacerles ningún daño.
Hasta que uno de ellos, dijo:
--- Muchachos, nosotros somos siete guerreros que clamamos venganza y no retrocederemos para engañar a nuestros enemigos; pues, los asaltaremos hoy por la noche; pero, no atacaremos a nadie, sino que arriaremos un lote de vacas, tenemos la ventaja de conocer los corrales; pues, nos toca hacer algo, ya que los defensores de la hacienda estarán en los caminos y descuidarán a los corrales, que quedarán a nuestra disposición sin pelear con nadie.
Otro, le contestó:
--- Oye hombre, eres un escaso de cerebro, ya que nosotros no podemos arrear nada, por que ellos controlan el camino, por lo que simplemente postergaremos el ataque para una fecha lejana.
Entonces, intervino el sobreviviente directo, quien si tenía carácter para imponer sus órdenes y les dijo:
--- Muchachos, ya hemos perdido mucho tiempo, y nos estamos agotando muy hambrientos, hoy atacaremos; pero, lo haremos por la madrugada y no por la puerta que descubrieron a los exploradores, sino que lo haremos por la parte trasera, por que allí nadie nos espera y empezaremos incendiando las chozas y corrales para distraer a los defensores y nosotros dispondremos del espacio con suficiente soltura para ir a la casa hacienda que estará desguarnecida, que tendremos el tiempo suficiente para apoderarnos de los caudales.
Pero, no todos estaban de acuerdo, por lo que otro le respondió, así:
--- Es muy fácil dar órdenes; pero, otra cosa es hacerlo.
Sin embargo, el que hacía las veces de ser un jefe, le replicó:
--- Hombre, estás con nosotros o quedas fuera, hoy es el día de la venganza y lo haremos nos cueste lo que cueste, no hay marcha atrás.
Mientras tanto, en el lado de la defensa de la hacienda, Erasmo Huamán, que pensaba más rápido que ellos, dispuso y ordenó a 10 hombres, vigilar el camino conocido como el Portillo, que era la parte trasera y que efectivamente había sido descuidada y les puso como jefe a su amigo Irenio Campos; él redobló la vigilancia de las otras entradas y conversó con los caporales que ordenen a los peones no encerrar vacas en los corrales, por que se ofrecería en bandeja la oportunidad de ser arreadas muy fácilmente por los cuatreros.
Pues, eran los movimientos, con los que se preparaban los defensores; era algo parecido como la caza del gato contra el ratón; por lo que, había que adivinar el punto del inicio del ataque del enemigo.
Mientras tanto, en la casa hacienda, don Luciano Castillo, si estaba muy preocupado que su hacienda haya sido elegida por los cuatreros, que nunca antes sufrió algo parecido, y al mismo tiempo agradecía al Supremo Creador, que le permitió, encontrar al hombre capaz (Erasmo Huamán) para enfrentar a los asaltantes y pasó por su mente: "Si éste arriero, ha sabido enfrentar a los asaltantes y recuperó todas las reses; él, sabe exactamente los siguientes pasos de los vengadores; pues, tendré que premiarlo..."
En esos momentos llegó su cuñado Juan, quien era uno de los caporales y le preguntó:
--- Juan, sabes si el nuevo arriero (Erasmo Huamán), ya dispuso de todos los peones que custodian por las noches todas las entradas; pero, no sé si el Portillo (retaguardia) tiene protección, creo que por allí pueden atacarnos fácilmente aún de día claro.
Juan, quien ya veía con cierta envidia a Erasmo Huamán, aún así admiraba el trabajo del nuevo arriero, por ese don de mando muy propio del arriero, ya que se imponía con mucha facilidad, le contestó:
--- Luciano, él tiene todos los hombres a su disposición, ya ordenó a su compañero como jefe de 10 peones que cuidarán el Portillo, hay que reconocer, que él se adelanta a los pasos de los asaltantes y piensa como ellos; por lo que en contra de tu voluntad, ya escogí a 15 hombres que los entrene, aún así no lo sabe, sólo que te estoy informando que tenemos que estar preparados para defendernos, por que ya los cuatreros nos han elegido y no los dejaremos actuar hasta rechazarlos para siempre.
Don Luciano Castillo, ya había cambiado de opinión y que ahora afianzada por su cuñado; pues, si era necesario entrenar gente y estar preparada para defender a la hacienda y le respondió:
--- Juan, cuanto me alegro que tu también pienses como el peón arriero, por que él, me propuso exactamente lo mismo que tu; pero, me opuse temiendo que tener hombres entrenados para pelear se conviertan en asesinos y como te repito me negué aceptar semejante idea; pero, Erasmo bajó la cabeza y se fue; ahora, entiendo que todo lo que se haga en defensa de la hacienda es acertado para proteger a nuestras vidas; por lo que cenaremos la familia en compañía de Erasmo, ve, búscalo y dile que el patrón lo invita a cenar esta noche.
Juan, no le gustaba mucho ser muchacho de mando y menos para invitar a un peón a cenar juntos; pero, la necesidad de la hacienda primaba por encima de los sentimientos personales y le respondió:
--- Luciano, muy acertada tu invitación, hay que darle la suficiente confianza a Erasmo, que apoyamos su trabajo; pues, en estos momentos voy a buscarlo y le haré saber tu decisión.
Pero, parece que una vez más, la invitación a cenar juntos, parece que no será posible al menos esta noche, por que Erasmo Huamán se encuentra muy ocupado, ya que él tuvo la acertada decisión de enviar a uno de sus rastreadores para que siga los pasos de los tres jinetes fugitivos que se hicieron pasar como viajeros y que se habían extraviado, él descubrió que eran parte de los sobrevivientes de los cuatreros, quienes se habían asentado en una hoyada profunda fuera de los límites de la hacienda.
El rastreador, llegó al escondite y pudo contar a siete caballos que pastaban fuera de la hoyada, se acercó e ingresó y escuchó algo de los planes, ya que no podía acercarse demasiado y lo descubran, pero si pudo oír que hoy atacarán y lo harán al amanecer.
El rastreador, con esa información valiosa, salió de la hoyada y regresó y le informó a Erasmo Huamán, que lo que él calculó de siete hombres era verdad y ya decidieron atacar; con semejante información, Erasmo Huamán, se preguntó que haría él en un plan de venganza y llegó a la siguiente conclusión: "Distraer al contrario (enemigo) para que descuide las defensas, pero: ¿Cómo saber que harán ellos?"
En esos momentos llegó el caporal Juan, y le dijo:
--- Erasmo, el patrón quiere cenar esta noche contigo y te haremos compañía en aras de agradecimiento a tu trabajo muy acertado en defensa de la hacienda.
Erasmo Huamán, estaba resentido con el patrón; quien ya fue rechazada su idea de entrenar a un grupo de peones y ahora quiere cenar, con el debido respeto le contestó:
--- Señor Juan, agradezco la cortesía del patrón; pero, no será hoy, por que estoy en plenos preparativos para defender a la hacienda de un ataque que muy probablemente lo hagan por el sector del Portillo, ellos nos atacarán con todo, como allí hay chozas, la gente debe salir, por que ellos pueden incendiar, esos atacantes no tendrán compasión con nosotros, o también pueden atacarnos por la puerta principal, ellos son sólo siete, pueden dividirse en dos grupos: ¿Cómo saberlo qué es lo que harán?
Erasmo Huamán, hizo una pausa y agregó:
--- Dígale al patrón, que envié mucho fiambre para los muchachos.............
Continuaremos...............
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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