domingo, 3 de junio de 2018

La Historia del Amor Cruel : Capítulo CCCXLVI.- Olzagon en el bus comparte servicio de ayuda a Clorinda Manzanares y ella en agradecimiento lo invita a su departamento, para después del almuerzo...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capitulo anterior; Olzagon se había convertido en el "personaje del año", que a criterio del Gerente General de la empresa Import & Export S.A., por haber efectuado una gran venta a la cadena más grande de supermercados de la Ciudad; ese logro era de suma importancia para los objetivos de la poderosa empresa comercial; ya que era política de ellos, llegar directamente al consumidor final, mediante la venta masiva, por medio de los supermercados, algo que perseguían desde hacía mucho tiempo, y nadie lo había logrado; ese mérito se debía reconocer; ya el joven vendedor iba en el bus de los ejecutivos al Restaurante, donde se compartiría un almuerzo conmemorando un aniversario más de la fundación de la empresa; a él, le tocó ir junto a la escultural y hermosa ejecutiva Clorinda Manzanares, quien parece tener intenciones de seducirlo...................


Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen la consistencia del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derecho de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Olzagon, subió al último bus, que fue destinado para los ejecutivos, tal vez ya empezaba a disfrutar su nuevo cargo de Coordinador de la Gerencia en ventas; él no lo sabía aún, pero así lo permitió  el Supervisor de Personal Conrado; ambos subieron como los últimos, y Olzagon encontró un asiento junto a Clorinda Manzanares, ella le digo que lo reservó para él, durante el trayecto hubo una amena conversación entre ellos; ella le había dado un papelito con un pequeño discurso, por si él, tenga que agradecer o responder a la presentación que le hará el Gerente General e el discurso de orden por la conmemoración del aniversario de fundación de la empresa.
Pero, mientras Olzagon, leía y releía el papelito se concentró en aprender lo escrito allí, que no se dio cuenta que su compañera de asiento se había desabotonado el elegante vestido, que era abierto en la parte delantera, asegurado con llamativos grandes  botones a lo largo de todo el talle, ella había abierto los botones que cubrían las rodillas y parte de los muslos y con el movimiento del bus, se había descubierto las dos rodillas y buen parte de los muslos que se podía ver casi hasta el límite de la trusa.
Olzagon, que había disfrutado una noche entera con María Elena, pero siendo aún muy joven, rápidamente se le subió la testosterona al cerebro y mirando de reojo a la bella acompañante, quien aparentaba estar concentrada mirando hacia adelante.
Entonces, Olzagon, pensó que juzgó mal el comportamiento muy insinuante de ella, que seguramente tan solo buscaba airear sus piernas  con el aire acondicionado que ofrecía el interior  del bus, dado que el medio ambiente hacía mucho calor.
Seguramente, solo fue una fracción de segundo, que la dama provocativamente abrió más sus piernas que eran hermosas como su rostro de un color blanco rosáceo, este espectáculo nuevamente activó la testosterona de Olzagon, quien para disimular su estado anímico desvió la mirada hacia el centro del bus, para evitar cometer una imprudencia; pero ella en voz muy baja y en el oído le dijo:
--- Olzagon, tengo mucho calor y un escozor en la planta del pie derecho, ¿por favor puedes ayudarme a sacarme el zapato, estoy muy incómoda y no puedo hacer?
El joven Olzagon muy azorado  y tratando de controlar su temperamento, accedió al pedido de la dama y de inmediato bajó la cabeza hacia el piso del bus y con la mano izquierda le retiró el zapato a la dama, y ella agregó en el mismo tono de tono de voz:
--- Gracias, pero puedes darme una rascada a la planta del pie, como te vuelvo a repetir: yo estoy muy incómoda y no lo puedo hacer, allí tengo una comezón insoportable.
El joven Olzagon, algo incómodo por el saco que llevaba puesto, le levantó la pierna que ardía de calor, le rascó suavemente toda la planta del pie, y viéndola se notaba el alivio en su rostro, pero él también aprovecho y miró las entrepiernas y ella lucía un calzón rojo; como la tentación domina a los instintos en estos casos, él también en voy muy baja y casi al oído le dijo:
--- Señorita Clorinda, desea que le haga una masaje a toda la pierna para suavizar el exceso de calor.
Ella algo ruborizada y pero centrada y controlando la situación, cerro sus piernas y aceptando la sugerencia le contestó esta vez al oído:
--- Olzagon, más tarde al regreso del Restaurante, te invito a mi departamento y allí me darás todos los masajes que quieras.
Ella se acomodó en el asiento muy segura y cambió la mirada hacia adelante; mas bien Olzagon ante semejante invitación no prevista tan rápido, casi dio un sobresalto y mirándola con ojos pasionales, le contestó:
--- Gracias y encantando será un honor, pero yo solo intentaba ayudarle en este momento, si usted así lo desea, acepto su invitación....
Entonces,  Clorinda rápidamente se abotonó su vestido, por que se acercaban a su destino: el Restaurante Campestre "El Buen Aire", y finalmente llegaron, el bus se estacionó en la playa de altos ejecutivos, así se leía en los letreros de señales, todo el personal bajó, Olzagon siempre con la cortesía  se paró de su asiento de retiró hacia atrás en el pasillo para ceder la preferencia a Clorinda, ella gustosa siguió adelante seguida por Olzagon, ya cuando todos estaban abajo, apareció Conrado y al juntarse con Olzagon le dijo:
--- Nos vemos adentro, yo por estar dentro del protocolo, compartiré con los gerentes y supervisores, en cuanto a ti siéntate donde lo creas conveniente.
El joven vendedor, vio una mesa que señalaba la destinada a la Supervisión de Ventas, se dirigió allí, pero cuando estaba por sentarse, pasó repentinamente por su lado pero a la espalda María Elena Ramos, quien muy sorprendida al verlo de nuevo y  vestido con elegancia, le dijo:
--- Olzagon, que elegante te has vestido, Bienvenido una vez más al Restaurante, no sabía que trabajabas en esta empresa, es muy poderosa, ellos han reservado medio local para su uso exclusivo y toda la música del proscenio será suya.
Olzagon, aún de pie y casi tartamudeando por el compromiso que estaba metido, y sobretodo que ya aceptó la sugerencia de Clorinda, y no podría pasar una nueva noche con María Elena;  le contestó:
--- María Elena, es una sorpresa verte de nuevo, gracias por tus palabras de bienvenida, imagínate que soy  el sorprendido, no lo sabía, hasta hoy cuando llegué a la empresa y recién me enteré que estaba de aniversario, dime: ¿Cantarás ahora en el proscenio?
María Elena se apresuró a contestar:
--- Si por su puesto: ¿Quieres una canción para ti?
Olzagon, casi interrumpiéndole le contestó con una mentira:
--- No por favor, ahora soy una persona más en este almuerzo y quiero pasar desapercibido.
María Elena, ya caminando hacia adelante, y con una sonrisa muy picarona,  le contestó:
--- Como quieras bomboncito mío....
Olzagon se sentó muy inquieto por la última expresión, felizmente era el último de la mesa de los vendedores, no los conocía casi a ninguno, pero si en la cabecera estaba el Supervisor Homero junto a otros personajes; él no había sido invitado a la mesa de los altos ejecutivos, o tal vez prefirió estar junto a sus vendedores.
El joven Olzagon le hizo una venia de saludo desde lejos, a lo que el jefe le contestó muy alegre, levantando  el abrazo., en señal que algo bueno había por allí, lo que quería  decir que él ya estaba enterado de lo que vendría después con el discurso del Gerente General.
Pero, toda la conversación que tuvo Olzagon con María Elena, no pasó desapercibida, por que fue observada desde una mesa distante de damas, por Clorinda Manzanares quien se incomodó por la belleza de la competencia.....
Continuaremos.....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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