FLORENCIO DE LA SIERRA.......................UN POETA AYABAQUINO COMPROMETIDO CON LA REDENCIÓN DE LA RAZA ANDINA. Poemario : "Aúllan los Perros"..... SOMOS RAZA

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., éste Blog, fiel a su razón de ser, salta de alegría por que ha llegado  directo a la obra maestra del Poeta Florencio de la Sierra: "Aúllan los Perros"; para todo ayabaquino como lo soy, es un altísimo honor publicar los poema escritos por el Poeta Florentino Gálvez Saavedra, más conocido como : "Florencio de la Sierra" que publicaremos en adelante con ese nombre.

El Poemario : "Aúllan los Perros", fue publicado por la Revista : Ediciones Folklore, el 23 de mayo de 1,951, en los Talleres de la Imprenta Editora Rimac S.A. sito en Jirón Puno (Calle Padre Jerónimo) N° 127. Lima, Perú.

Firmaba todos sus poemas con el seudónimo de "Florencio de la Sierra", pero en realidad era el profesor FLORENTINO GALVEZ SAAVEDRA, nacido el 14-03-1903, Publicó entre otros libros de poesía: “Aúllan los perros” (1951) con portada del artista plástico Essquerriloff, “Capullos de Rocío” (1959) con portada de César Calvo de Araujo, y “La Danza de las serpientes” (1963) con portada de Raúl Vizcarra. murió en Lima en 1964. Su existencia real fue después de 61 años vividos en su tierra natal, Lima, Piura, Bolivia y Chile. Foto: Cedida por Rosa Hortencia Morocho Sánchez.

Leer su Biografía:
http://piuraenlambayeque.blogspot.com/2009/01/florencio-de-la-sierraun-poeta.html

Tal vez, no es ético mencionarlo; sin embargo, es un  venturoso orgullo que embarga a mi persona, ser un sobrino del poeta; pero como no tengo alternativa trato de explicar; Florencio de la Sierra, fue hermano de madre de mi padre Don José María Sánchez Saavedra; es decir tuvieron ambos la misma madre Doña Esther Saavedra Guerrero, perteneciente a una familia muy arraigada en la Ciudad de Ayabaca.

Hago la promesa de ser imparcial en los comentarios de cada poema, al mismo tiempo ruego un perdón por mis errores  a los literatos que alguna vez por casualidad ojeen este Blog: A vuelo de un quinde; por ser un aprendiz  de descifrador de poemas.

Aquí en la imagen observamos la portada del libro de poemas llamado : Aúllan los Perros, publicado el 23 de mayo de  1,951 por el poeta Florentino Gálvez Saavedra más conocido con el seudónimo de Florencio de la Sierra 

Imagen de archivo del  Blog: A Vuelo de un Quinde.

Presentación del Poemario: "Aúllan los Perros" por el Poeta:

Hago entrega de este primer libro, sin más co-

mentario que el contenido de sus páginas, escritas

a la sombra de mi mejor amigo, el silencio.

Si al tiempo se le ocurriera conocer de cerca la
trayectoria de mi vida, ha de encontrarla en el vera
de los caminos trajinados por el remolino de los vien_
tos, flagelados por la tempestad de los páramos; ha
de encontrarla en el grito multitudinario de las bo_
cas resecas del laberinto de las calles,, y ha de en_
contrarla en la polvareda de los barrios proletarios.

He allí mi biografía. De ella brota este poema_
rio explicando así mi vocación literaria, tan primi_
tiva, como el canto de un pájaro solitario que de tan_
to madrugar, despierta al afán del labrador.

Florencio de la Sierra

 Contiene este Libro :

MAREJADAS  DE SIERRA

***

Yantuma
Somos Raza
Recluta
Taita
Flagelo
Remolimiento
Folklore Ayavaquino
El Indio y la Naturaleza
El Campesino y su único Amor
Lavanderas del Alba
Músculos de Tierra

VOCES HUMANAS

Aúllan los Perros
Horas de Silencio
Lluvia de Trigo
Meditación
Proscrita
Dolor y Miseria
Madres del Mundo
Tres Antenas que sostienen el Planeta

HUELLAS DEL HOMBRE

Imagen del Silencio
Grito de la Sombra
Bagaje Nocturno
Pila
Nísperos
Sólo Ella
Remembranzas
Alboradas de Labriego

SEGUNDO POEMA

Somos Raza

INDIO!
Es la nota musical que añora
en todas las flautas del Ande
y danza ebrias alegrías
en la ronda de las noches
incendiadas de estrellas;
de esas noches,
pálidas
por el serpentear de las neblinas
que pasan en sombra de viejas hilanderas,
tejiendo en cada picacho:
un cuento,
una leyenda.

¡ Indio !

Es la palabra
hueca, sombría
para el mundo de los hombres sin horizonte;
pero para entrañas de América,
eres hijo con corazón de roca,
y de invencibles músculos de acero.

En esencia eres estirpe,
que la pupila madrugadora de Los Amautas
forjaron del sudor de las moles
una raza que no ha muerto.
¡ No ha muerto ! Al voraz incendio de los rayos
que atropellando peñascos se avientan
dejando en la ventisca de los horizontes
marejadas de truenos y relámpagos.

Supervives como una tea encendida,
en las alboradas del aprisco,
en el follaje solitario del ichu
en donde apenas como una aurora
que rasga el silencio de los horizontes,
brotan los arroyos
en blancos gorgoritos de plata
y luego corren libres como el viento,
recogiendo de los poros de las faldas,
de las vertebras de las piedras,
del sudor incoloro de las cordilleras,
y corren en albura de romances
por el quema sol del valle de las arenas;
bajo la sombra silente de las montañas
en donde los pájaros de alegre plumaje
pían todas las mañanas
el despertar lírico del paisaje,
Allí.
Amaneces,
Como el alba de todos los días,
embanderando con tu poncho a los cerros
con ese poncho de vivos colores
que pinta en todas las jalcas.

El iris eterno del Tahuantinsuyo
y tu silbido, prolongado, triste,
también corre parejas con el viento pasajero.
Entre el balido enclenque de los somnolientos rebaños,
duermes hecho ovillo de silencio
duermes sobre el camastro que cruje
al crudo hielo que sopla en tus carnes
morenas de oloroso capulí.

Pero al despertar de los gallos
con su canto al caserío,
tiritando, tiritando de frío,
sacudiendo las sombras de media noche,
te levantas, ojo a las siete cabrillas
que se apuntan como un embrujo
sobre el empinado silencio de las cordilleras.

Caminas a tranco largo
talando en cada curva, las lágrimas del alba,
y siempre caminas,
con tu puñal color de la mañana
listo para destrozar a cuanta víbora
quiera estorbar en el nuevo amanecer de tu camino.

FLORENCIO DE LA SIERRA

Comentario : El poeta que vivió en el mismo campo de la miseria, junto a los campesinos, conocía el sufrimiento del campesino explotado, por aquellos tiempos que trabajaban desde las 06:00 de la mañana hasta las 18:00 horas del día (6:00 p.m.), sin embargo sacando fuerzas con energía ayabaquina (ayavaquina)reconoce y admira al Indio, como se llamaba en aquella época y lo reivindica con este poema : Somos Raza. Demostrando su compromiso por la redención de la raza andina.

Continuaremos.....................

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

ayabaca@gmail.com

ayabaca@yahoo.com

ayabaca@hotmail.com

Inscríbete en el Foro del blog y participa : A Vuelo De Un Quinde - El Foro!