Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., la Revista National Geographic, nos ofrece un amplio reportaje sobre la existencia de los Mamuts, que se extinguieron según estudios científicos hace 3,800 años, estos gigantes vivieron y se desarrollaron durante la Edad del Hielo y compartieron el territorio europeo con los Neandertales, quienes los cazaban y constituyó el 80% de su dieta alimenticia, sigue siendo un misterio como hicieron para cazarlos, se conjetura que aprovechaban su carne cuando estos animales morían por muerte natural, o crías más fáciles de cazar o animales enfermos.
Siberia, constituye el almacén natural de fósiles de Mamuts, por lo gélido del lugar y por permanecer enterrados que nunca estuvieron expuestos a la intemperie.
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/siberia-hay-mas-fosiles-mamuts-lanudos-machos-que-hembras-como-explica_12068
Un equipo de investigadores sospecha que los mamuts machos vivían con mayor frecuencia fuera de la manada y expuestos a todo tipo de trampas naturales
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/craneo-excepcional-mamut-desconcierta-los-cientificos_10693
El cráneo fosilizado, hallado en la isla
Santa Rosa (Estados Unidos), es demasiado pequeño para ser de un mamut
de Columbia y demasiado grande para ser de un mamut pigmeo
https://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/mamut-rey-animales-edad-hielo_13878/1
Durante miles de años, los mamuts
recorrieron el gélido territorio de Europa. Neandertales y humanos
modernos pusieron en práctica diversas estrategias para cazarlos
Mamut lanudo representado en la cueva francesa de Rouffignac
Estos enormes herbívoros de origen
africano colonizaron el continente euroasiático durante casi cuatro
millones de años. Sus antepasados eran los elefantes, que se adaptaron
al frío de la Edad de Hielo como hicieron más tarde los humanos primitivos con los que convivieron.
FOTO: Granger / Album
La caza del mamut, una visión idealizada de la lucha
Los neandertales fueron grandes
consumidores de carne de mamut y rinoceronte lanudo, que llegó a suponer
el 80 por ciento de su dieta. Existen pruebas evidentes de su caza,
pero no se conocen con certeza las estrategias que se empleaban.
FOTO: Mathias Dietze / Alamy / ACI
Figura de mamut incisa en un hueso del mismo animal
El declive del mamut comenzó hace
unos 21.000 años. Su baja tasa de reproducción no favorecía su
supervivencia –el período de gestación alcanzaba los 22 meses– y su
desaparición definitiva pudo estar provocada por la caza, el aumento de
las temperaturas o alguna enfermedad o mutación; o quizá por una mezcla
de todo ello. La pieza de la imagen fue hallada en el Abrigo de la
Madeleine, Francia.
FOTO: SPL / AGE Fotostock
Rosa M. Tristán
El mamut, rey de los animales en la Edad de Hielo
Para algunos eran las "bestias de las nieves", que infundían
pavor cuando salían en estampida. Para otros, gigantes que garantizaron
la supervivencia humana. Y hay quien sueña con "resucitarlos". Son los mamuts, los grandes elefantes lanudos que convivieron con diferentes especies de humanos hasta desaparecer hace apenas 3.800 años.
Estos enormes herbívoros de origen africano colonizaron el continente euroasiático durante casi cuatro millones de años. Sus antepasados eran los elefantes, que se adaptaron al frío de la Edad de Hielo como hicieron más tarde los humanos primitivos con los que convivieron, también originarios de África.
La antigua relación entre unos y otros queda patente en los restos
fosilizados de un cementerio de mamuts en Orce (Granada) excavado por el
paleontólogo Bienvenido Martínez-Navarro. Se sabe que aquellos
paquidermos iban a morir allí, lo que al parecer aprovecharon los
homínidos hace 1,4 millones de años para conseguir su carne, como sus
antepasados ya habían hecho en África con los elefantes. Dadas sus
dimensiones –podían pesar ocho toneladas y medir más de cinco metros de
alto–, su caza debía de ser complicada, por lo que los humanos aprovecharían la carne de ejemplares muertos, o bien de crías o de individuos débiles o enfermos.
Cementerios de mamuts
En el Paleolítico Medio, los mamuts se habrían convertido en un recurso gastronómico habitual para preneandertales y neandertales.
Así lo demuestran yacimientos como los situados en los cursos medio y
bajo de los ríos Manzanares y Jarama y en las cercanías de Torralba y
Ambrona (Soria). En Madrid, el cerro de San Isidro acogía tal
acumulación de huesos que en el siglo XIX se pensó que pertenecían a los elefantes con los que Aníbal cruzó los Alpes.
La relación entre homínidos y paquidermos fue tan profunda que algunos investigadores hablan de "etno-elefantología".
Joaquín Panera, arqueólogo del Centro Nacional de Investigación sobre
la Evolución Humana y codirector en los yacimientos de Torralba y
Ambrona, apunta que los proboscídeos tienen conciencia de sí mismos y
una gran memoria, elaboran complejos mapas mentales y controlan el
territorio. Así, por ejemplo, pueden encontrar agua cuando hay sequía,
de manera que es muy probable que los humanos supieran que seguirles les
llevaría a lugares interesantes en regiones que desconocían.
Pese a esta aparente alianza, los humanos practicaron la caza del
mamut para aprovechar su carne. En Getafe, cerca de Madrid, se han
localizado los restos de un banquete neandertal de hace 84.000 años: 82 fósiles de mamut y 754 herramientas con las que trocearon su carne y machacaron los huesos en busca de la médula. Los neandertales fueron grandes consumidores de carne de mamut y rinoceronte lanudo, que llegó a suponer el 80 por ciento de su dieta. En Siberia
se halló una punta de lanza musteriense (de hace unos 40.000 años)
clavada en una vértebra de mamut, y restos fósiles con heridas mortales,
prueba evidente de su caza. No se conocen con certeza las estrategias
de caza que se empleaban.
Hace unos años, en la isla de Jersey (hoy frente a la costa de
Normandía, pero unida al continente durante el Paleolítico) apareció una
gran acumulación de huesos de mamut, lo que hizo pensar que los humanos
los acosaban hasta lograr que se despeñasen por un precipicio. Esta
tesis se ha repetido hasta la saciedad, pero nuevos estudios indican que
tal vez dicha acumulación sea natural. Con la llegada del Homo sapiens, la caza del mamut se extendió, pero tampoco hay evidencias suficientes sobre las técnicas de caza.
El declive del mamut comenzó hace unos 21.000 años. Su baja tasa de
reproducción no favorecía su supervivencia –el período de gestación
alcanzaba los 22 meses– y su desaparición definitiva pudo estar provocada por la caza, el aumento de las temperaturas o alguna enfermedad o mutación; o quizá por una mezcla de todo ello.
Adornos y pinturas
La imagen del mamut ha quedado inmortalizada en numerosas obras de arte que muestran su conexión con los humanos. Se conservan muchas figurillas y adornos elaborados con su marfil
–como la talla del Hombre-León de Ulm, de hace 40.000 años–, así como
múltiples representaciones parietales, como las de la cueva francesa de
Rouffignac, con más de cien mamuts pintados, y, en el Cantábrico, las
cuevas de El Pindal o El Castillo. Sus grandes huesos también se
utilizaron para construir cabañas durante el Paleolítico Superior, como
las halladas en Rusia, Ucrania y Polonia.
En los últimos años, el hallazgo en la tundra siberiana de ADN de
mamut bien conservado ha dado pie a hablar de una posible clonación de
estos animales mediante técnicas que usan genes de elefante asiático.
Pero, de momento, la resurrección de estos gigantes sigue siendo una
quimera.
Un cráneo excepcional de mamut desconcierta a los científicos
El cráneo fosilizado, hallado en la isla Santa Rosa (Estados Unidos), es demasiado pequeño para ser de un mamut de Columbia y demasiado grande para ser de un mamut pigmeo
Unos 13.000 años de antigüedad
El extraño cráneo de mamut tendría
unos 13.000 años de antigüedad, según los geólogos del Servicio
Geológico de los Estados Unidos.
Foto: NPS
Excavación del fósil
Excavación del fósil de mamut en la isla Santa Rosa, en las Channel Islands, frente a la costa californiana, en Estados Unidos.
Foto: Brent Sumner
Alec Forssmann
Un cráneo excepcional de mamut desconcierta a los científicos
Un cráneo completo de mamut está siendo excavado en la ribera
erosionada de un arroyo en la isla Santa Rosa, perteneciente al
archipiélago de Channel Islands, frente a la costa californiana, en Estados Unidos. El cráneo fosilizado es "extremadamente raro y de una gran importancia científica",
según el paleontólogo Justin Wilkins, y "parece que estuvo en las
Channel Islands más o menos en la misma época que los humanos". El
espécimen fue descubierto en 2014 por el biólogo Peter Larramendy, quien
detectó un colmillo de marfil sobresaliendo de la superficie, pero se
ha dado a conocer recientemente a través de un comunicado del Servicio
de Parques Nacionales de Estados Unidos.
El cráneo fosilizado tendría unos 13.000 años de antigüedad,
según los geólogos del Servicio Geológico de los Estados Unidos, que
han fechado unas muestras de carbón vegetal que había junto al fósil. La
fecha es importante porque coincide con la de los restos del Hombre de
Arlington, unos huesos humanos descubiertos en la isla Santa Rosa en los
años 1959 y 1960 y que a fecha de hoy son los restos humanos más antiguos de Norteamérica.
El cráneo tiene 13.000 años de antigüead, igual que los restos humanos más antiguos de Norteamérica
El cráneo de mamut es raro o excepcional porque es demasiado pequeño para ser de un mamut de Columbia y demasiado grande para ser de un mamut pigmeo.
Los científicos creen que podría tratarse de un mamut de Columbia joven
o de un mamut de tamaño intermedio. La teoría dice que los mamuts de
Columbia emigraron a las Channel Islands durante los dos últimos
períodos glaciales, cuando el nivel del mar estaba más bajo y la masa
insular estaba más cerca de la actual costa californiana. Con el tiempo se desarrolló un caso de enanismo insular: la limitación de recursos propició la aparición de una nueva especie endémica conocida como Mammuthus exilis o mamut pigmeo.
Los colmillos del mamut también han desconcertado a los científicos:
el derecho sobresale 1,4 metros y es característico de un mamífero de
edad avanzada, mientras que el izquierdo es más corto y es típico de un
individuo joven. Los dientes fosilizados del mamut ofrecerán detalles más concretos sobre su edad y especie:
podría tratarse de un mamut de Columbia, un mamut pigmeo o, con menos
probabilidad, de una especie de transición. Cuando el ejemplar esté
totalmente excavado se protegerá con una capa de yeso y se transportará
con helicóptero y barco al continente, donde finalmente se procederá a
su limpieza, estudio y conservación en el Museo de Historia Natural de
Santa Bárbara.
En Siberia hay más fósiles de mamuts lanudos machos que de hembras... ¿Cómo se explica?
Un equipo de investigadores sospecha que los mamuts machos vivían con mayor frecuencia fuera de la manada y expuestos a todo tipo de trampas naturales
Colmillo de mamut
Colmillo fosilizado de mamut hallado en Siberia durante la campaña de 2017.
Foto: Patrícia Pečnerová
Fósiles de mamut
Los fósiles de mamut lanudo, recogidos en diferentes partes de Siberia, con mayor frecuencia proceden de machos que de hembras.
Foto: Patrícia Pečnerová
Dos investigadores
Patrícia Pečnerová y Love Dalén, dos de los autores del estudio, con un colmillo fosilizado de mamut.
Foto: Patrícia Pečnerová
Búsqueda de fósiles
Búsqueda de fósiles de mamut en Siberia durante la campaña de 2017.
Foto: Patrícia Pečnerová
Chukotka
La solitaria costa de Chukotka, en Siberia.
Foto: Patrícia Pečnerová
Alec Forssmann
En Siberia hay más fósiles de mamuts lanudos machos que de hembras... ¿Cómo se explica?
Una investigación a largo plazo sobre los genomas de las poblaciones
de mamut lanudo, para la cual era necesario conocer el sexo de los
individuos, ha permitido descubrir un desequilibrio entre los restos
fosilizados de esta especie extinta: los fósiles, recogidos en
diferentes partes de Siberia, con mayor frecuencia proceden de machos que de hembras.
"Hemos usado los datos genómicos para determinar el sexo de 98 especímenes de mamut lanudo (Mammuthus primigenius)
con el fin de inferir pautas sociales y de comportamiento en los
últimos 60.000 años de existencia de esta especie", declaran los
investigadores en un estudio publicado en Current Biology,
entre ellos Patrícia Pečnerová y el español David Díez del Molino,
ambos del Museo Sueco de Historia Natural. "Informamos sobre un exceso notable de machos entre las muestras identificadas (un 69% frente a un 31%)", añaden.
Love Dalén, también del Museo Sueco de Historia Natural, explica que
"la mayoría de huesos, colmillos y dientes de mamuts y de otros animales
de la era glacial no ha sobrevivido" y que los restos hallados en
Siberia "se han conservado porque acabaron enterrados y, por tanto,
protegidos de los efectos de la intemperie". Los nuevos hallazgos
sugieren lo siguiente: los mamuts machos a menudo morían de tal forma
que sus restos quedaron enterrados, "quizá al caer en el agua helada de los lagos en invierno o al quedar atrapados en las ciénagas".
Los investigadores creen que los mamuts lanudos vivían de forma similar a los elefantes actuales,
con manadas de hembras y de elefantes jóvenes dirigidas por una hembra
adulta. En cambio sospechan que los mamuts machos, como los elefantes,
con mayor frecuencia vivían en grupos de solteros o solos y exhibiendo
comportamientos de riesgo, por lo que "tenían más posibilidades de morir en trampas naturales como las ciénagas, las grietas y los lagos", afirma Dalén.
NATIONAL GEOGRAPHICGuillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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