La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCLXXVII.- Jacinto Pérez Maza; con sus macheteros enfrentaron a un grupo de seis asaltantes, quienes pretendían asaltar la casa - hacienda, una vez más la astucia del caporal triunfó...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el caporal Jacinto Pérez Maza, distribuyó a los 13 macheteros, quienes tendrán la responsabilidad de defender la casa - hacienda; que un grupo de seis asaltantes pretenden asaltarla a la media noche de aquel día, ellos son parte de los asaltantes que también pretendieron asaltar, que fueron esperados sorprendiéndolos en su intento y todos murieron; ahora, ellos ya están ubicados a 500 metros de la casa, protegidos por la oscuridad de la noche y están muy confiados, que creen que nadie los detectó, y que efectivamente los defensores de la casa aún no los han visto .... ..sigamos la historia..............

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 

Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Jacinto Pérez Maza, quien fue un avezado asaltante de haciendas y casas de adinerados agricultores, no tenía miedo en enfrentarse aprovechando la sorpresa que era su arma decisiva; él era acompañado por un grupo de secuaces, de quienes se separó; pero, por cosas del destino él se apartó del delito por fruto de la casualidad y pretende reformarse trabajando honestamente, tal como lo está haciendo en su trabajo como caporal de la hacienda "La Encalada Vieja", ya tuvo sus primeros encuentros exitosos, recuperando las 40 reses que habían sido arreadas por cuatreros.

En esta noche, él y sus pastores macheteros se enfrentarán a un grupo de seis asaltantes bandoleros tal como él lo fue; quien conoce todas las tetras de ataque, gracias a su basta experiencia y con el apoyo de sus tres jinetes macheteros está cumpliendo su trabajo honesto y leal.

En la Hacienda "La Encalada Vieja", que es muy grande, está dividida por sectores, que son inmensas lomas; ya el hacendado don Miguel Valverde Torres, está llegando a una edad avanzada y no tuvo hijos hombres que lo ayuden, tan sólo una hija mujer la señorita Melania Valverde Torres, quien está soltera y frisa una edad de unos 30 años; cabría la posibilidad de iniciar un romance con el caporal, no podemos afirmar ni desmentir; en estas tierras nada está dicho, o que el caporal se vaya del trabajo, no olvidar que él nunca rompió del todo con sus compinches, que según ellos iban a Socchabamba para asaltar a la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo.

Tal como están sucediendo los hechos en la defensa de la hacienda "La Encalada Vieja", hace prever, que no se descarta, otra acción exitosa del caporal Jacinto Pérez Maza, que haga inclinar la balanza a su favor y haya la esperanza del algún romance con Melania.

Volviendo a la historia, Jacinto Pérez Maza, aplicando su experiencia, distribuyó a los macheteros para la defensa de la casa - hacienda, los asaltantes totalmente confiados que iban a sorprender, sólo esperaban la media noche para iniciar el asalto que lo harán a tropel, dando gritos para intimidar a los defensores, que según sus planes serán dominados.

Jacinto Pérez Maza, permanecerá tumbado sobre el suelo entre el patio y el lado derecho que son los caminos obligados para llegar a la casa y desde su ubicación dará las órdenes para sorprender a los atacantes.

Los macheteros todos ellos estaban tumbados sobre el suelo con su machetes desenvainados, esperando la orden de ataque; si había alguna preocupación por que ellos desconocían el número de asaltantes, se suponía que serían más de 10 individuos, que tal vez no podrían defender los macheteros, ya que su experiencia aún era muy corta, ellos recién aprendieron a pelear en la recuperación de las reses.

Esa preocupación, también pasaba por la mente de Jacinto, quien para envalentarlos fue visitando machetero por machetero, que les infundió valor y fuerza; todo indica que con el apoyo del caporal ellos se sentían fuertes, por que lo conocían que no tenía miedo a nadie.

Ahora, pasemos al bando de los asaltantes, que eran gente que arriesgaba su vida asaltando propiedades para adueñarse de sus bienes, ellos ya tuvieron la pérdida de cuatro de sus secuaces en este intento en la hacienda "La Encalada Vieja", por lo que demostraron estar unidos se abrazaron dándose valor para ganar el asalto, pero sólo eso no es suficiente; era pues, una lucha entre el bien y el mal, ya pronto veremos que esas fuerzas invisibles del destino muy imprevisibles, a cual de los bandos se inclinarán.

Mientras tanto, en el interior de la casa - hacienda, donde estaban don Miguel Valverde Torres y su hija Melania Valverde Torres, ellos no estaban tranquilos y ¿quién lo podría estar conociendo que un grupo de asaltantes pretendían apropiarse de sus bienes por la fuerza?; ellos encerrados confiaban en las acciones de la defensa del caporal Jacinto Pérez Maza, que si le tenían mucha confianza, él les indicó que descansen y duerman tranquilos, pero ellos no lo podían hacer.

Melania, ya admiraba el valor de Jacinto y le tenía fe, y le dijo a su padre:

--- Padre, parece que Dios me dio la oportunidad de encontrarme con el caporal, que nos ha demostrado su valor y sobretodo inteligencia, ya que se adelanta a los hechos y hasta ahora ha tenido éxito, creo que esa fe en él, nos salvará una vez más.

Don Miguel, que era un hacendado apegado a las viejas reglas, consideraba inaceptable un romance de su hija con un peón, ya que así lo percibió al escuchar las palabras de admiración de su hija por el caporal, pero no hay que apresurarse el tiempo será testigo de muchos cambios por venir.

Melania, por primera vez en su vida, sentía un "algo" que le estaba brotando de su corazón; aunque ella asimismo se había prometido nunca enamorarse, y menos de un peón; pero, nada se puede afirmar que será perenne; las circunstancias cambian y las acciones acercan a los personajes bajo las vías tendidas de la amistad y del bendito amor:  ¿Quién lo puede desmentir o afirmar?

Parece que en el corazón del caporal, aún estaba distante el amor, por que al igual que Melania, él no había pensado en enamorarse por tener una vida errante y peligrosa que nunca asentaba cabeza; pero, estas circunstancias inestables fueron antes del trabajo de caporal; él si comprendía, que lo separaba una distancia abismal con la hija del hacendado aún teniendo la misma edad, el linaje era diametralmente opuesto: él un bandolero y ella hija de un hacendado, pero las distancias se acortan y superar las barreras que pretenden impedir la cercanía amorosa que es siempre un reto.

Jacinto Pérez Maza, pensaba en cumplir su contrato por un año, era su primera vez que trabajaba honestamente y empezó cumpliéndolo muy bien, ya se ganó el respeto de todos los pastores y sobre todo la fe de los dueños; incluso Melania, si le dijo en persona que lo admiraba por su valentía e inteligencia.

Volviendo a la historia, esa noche el tiempo transcurría lentamente, reinaba el silencio con un aire funesto de presagios por definir, recién llegamos a las 22:00 horas de la noche, según el trino nocturno del ave que canta cada hora; los asaltantes que se habían mantenido sentados, se levantaron confiados que nadie los observaba, ellos estaban impacientes y el que hacía de "jefe", les dijo:

--- Muchachos, aquí hay algo raro, ya que esa casa está en completo silencio, ni siquiera un mechero aparece, por que es normal que alguien vigile por las noches dando vueltas alrededor de la casa, pero ya estamos llegando a la media noche y no hay nadie.

Ellos habían hecho un ruedo para conversar, por lo que otro le respondió:

--- Parece que en esta casa no se cuidan mucho.

El jefe le respondió en el acto, así:

--- Eres un sonsonazo pensando así, no recuerdas a los cuatro muchachos, que los estuvieron esperando y fueron presas fáciles matándolos a todos.

Pero, el que había hablado, volvió a responder:

--- Es que esos compañeros, actuaron como unos estúpidos, mataron a un trabajador y con ello dieron la voz de alerta que eran bandoleros; los hacendados al darse cuenta del peligro se pusieron en guardia y los esperaron; en cambio nosotros no nos encontramos con nadie y seremos los vencedores... jajajajaja.

El "jefe", le reprochó que no se ría tan fácil y dirigiéndose a todos les dijo:

--- Muchachos, tengo una idea, como aún falta para la media noche, quiero que uno de ustedes me acompañe para ir caminando a la casa, aprovechando la oscuridad de la noche que nos protege, quiero sacarme de la duda: ¿Por qué no hay vigilancia?

Pues, grave error, como bien dice el refrán: "La curiosidad mató al gato" ( ya lo veremos por qué), se originó un murmullo entre ellos, que fue escuchado por Jacinto (recién él sabía donde estaban ellos), quien se había levantado antes y avanzó a un sitio para hacer sus necesidades fisiológicas, sin saber que se había aproximado muy cerca a la ubicación de los asaltantes; él al escuchar voces humanas, se levantó el pantalón y regresó rápidamente donde estaba "Macetudo" y en voz baja, le dijo:

--- "Macetudo", los asaltantes están muy cerca, hubo bulla entre ellos y parece que se vienen caminando, así que avisa a los muchachos que tendremos visita.

Efectivamente, el que hacía de "jefe" y uno más de sus secuaces emprendieron el camino a la casa - hacienda, lo hacían a tientas por la oscuridad de la noche, ellos caminaban lentamente, sus pasos casi eran imperceptibles y cuando estaban cerca a los macheteros, uno de ellos se tropezó y cayó al suelo, hizo tanto ruido que su compañero se apresuró a levantarlo, no comentaron nada, y cuando iban al emplazamiento de los defensores, Jacinto se levantó y ordenó:

--- ¡¡¡¡ Muchachos ataquen a los asaltantes !!!!

Se levantaron los seis macheteros y atacaron a los sorprendidos asaltantes que no tuvieron tiempo de desenvainar sus machetes, sólo es escuchó gemidos moribundos:

--- AAAAyyyyyyyyyyyy me cortaron el brazo ..........

Los infelices cayeron muertos, que si fueron escuchados por sus secuaces, quienes montando sus caballos y desenvainando sus machetes se lanzaron al ataque, ya los hombres de "Orejas grandes" se unieron a "Macetudo", por lo que 12 hombres más la dirección de Jacinto se enfrentaron a los cuatro jinetes, quienes pretendían usar sus machetes estando montados, pero, poco pudieron hacer, por que Jacinto, ordenó:

--- ¡¡¡ Muchachos ataquen a la panza de los caballos !!!

Los macheteros descargaron sus armas sobre el cuerpo de los caballos tocándoles: pecho, panza, ancas que los animales corcovearon lanzando por los aires a sus jinetes, quienes caían al suelo y eran presas fáciles para los macheteros; en el  fúnebre silencio de la noche se estuchan chirridos de los cuchillos y los gemidos de muerte de los asaltantes, la pelea no duró más de unos 20 minutos, ya todo había terminado, sólo habían seis cuerpos tirados por el suelo y los caballos heridos.

Otra victoria más para Jacinto Pérez Maza, relativamente muy fácil, por los errores de los atacantes, que fueron muchos, ellos menospreciaron la capacidad de defensa de la casa - hacienda, fueron demasiado confiados, y la peor estupidez, pretender investigar por que la defensa de la casa no salía a rondar; para asaltantes experimentados, ese "silencio" era una voz invisible de alerta que los estaban esperando y que ellos nunca se dieron cuenta, tal vez la ambición desmedida turbó sus mentes.......

Continuaremos..................

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

ayabaca@gmail.com

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