Andrew Alexi Almazán Anaya “el niño genio mexicano”, según Discovery
Channel, tiene ahora 18 años. Nació el 16 de octubre de 1994, en la
Ciudad de México y al ingresar a los 12 años a la Universidad, se
convirtió en el universitario más joven de México y entre los más
jóvenes del mundo, con la particularidad de haber cursado previamente
los estudios obligatorios de educación básica, media y media superior,
con excelencia académica.
CEDAT.Joven prodigio mexicano pide rescatar el talento de superdotados |
Joven prodigio mexicano pide rescatar el talento de superdotados.-
(EFE)
–
27/07/2013
México,
27 jul (EFE).- El joven mexicano Andrew Almazán Anaya pidió hoy mayor
ayuda y atención para los niños superdotados, así como un diagnóstico
correcto, ya que de otra forma se pierde "una mente brillante que podría
haber hecho algo benéfico para el país"."No sabemos si (en un niño superdotado) hubiera estado el futuro descubridor de la cura para alguna enfermedad, o el inventor de algún artefacto que hubiera permitido mejorar las condiciones humanas", dijo a Efe el joven.
Almazán, que acaba de ser elegido representante de México por el Consejo Mundial de Sobredotación (WCGTC), aseguró que esta pérdida "podría evitarse" con la concienciación de la sociedad y el apoyo de instituciones para lograr un diagnóstico a tiempo y adecuado.
"Al fin y al cabo estamos hablando de un millón de niños sobredotados que cuando crezcan podrían ser gente que aporte su talento a la humanidad" y genere "un desarrollo de la ciencia mucho mayor", dijo el joven de 18 años sobre el 3 % de niños prodigio que hay en México.
Sobre su país, Almazán quiere que sea una nación "donde la mayor riqueza fuera una menor pobreza, pero no solamente económica, sino también intelectual, cultural y moral".
Andrew nació en la capital mexicana y fue diagnosticado a los cuatro años con "sobrecapacidad", pero también equivocadamente con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), un error que se comete en el 96 % de los casos y que da lugar a tratamientos inadecuados.
Ante la ausencia de instituciones que apoyasen a los niños prodigio, dejó el sistema escolarizado y comenzó a estudiar "en la educación abierta, indirectamente en la Secretaría de Educación Pública" con ayuda de sus padres.
Con un coeficiente intelectual de más de 162 (se reconoce a un superdotado a partir de 130 puntos), acabó el bachillerato en dos meses y medio y entró con 12 años a la universidad, donde obtuvo las licenciaturas de Medicina y Psicología, convirtiéndose en el psicólogo más joven del mundo.
Actualmente preside la Federación Mexicana de Sobredotación Intelectual y es director del Departamento de Psicología del Centro de Atención al Talento (CEDAT), además de representante mexicano ante el WCGTC.
Almazán considera que su designación para representar al país en el WCGTC es un "honor" porque se trata de un asunto que "no ha sido atendido durante muchos años en México y en varios países de Latinoamérica", y sobre el que se celebrarán reuniones para decidir políticas internacionales.
El WCGTC es una organización mundial que apoya desde hace 35 años a los niños prodigio, y que reconoce como la única institución de este tipo en Latinoamérica a la CEDAT, fundada por Andrew y sus padres para subsanar la falta de apoyo que él encontró.
"Lo que voy aprendiendo quiero que sirva para que otros niños no tengan un camino educativo tan complicado", explicó por teléfono el también maestro en Educación, quien afirmó que el 95 % de los niños prodigio de México no han sido diagnosticados como tales.
La superdotación se puede identificar a partir de rasgos como hiperactividad, distracción, aburrimiento con tareas monótonas y una conversación sobre temas más avanzados con otros niños, entre otros indicios.
Almazán criticó el "rezago de 70 años" en este tema, ya que no ha habido una investigación exhaustiva desde la que realizó el psicólogo estadounidense Lewis Terman en la década de 1930.
Destacó el 80 % de acoso escolar que sufren estas "mentes brillantes" hacia las que siente un "deber social" para ayudarles a encontrar "el camino correcto en el área educativa y puedan aprovechar sus capacidades".
Según sus datos, "si nace un niño sobredotado y no es diagnosticado, las probabilidades de que conserve su inteligencia al llegar a los tres (años) es de menos del 4 %".
"La inteligencia, si no se usa, simplemente se pierde", agregó.
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“En niños sobredotados, el diagnóstico marca la diferencia" Andrew Almazán Anaya (Director del Departamento de Psicología del CEDAT)
Los niños sobredotados sufren discriminación y acoso escolar. También tienen problemas de integración. Si son detectados a tiempo, se puede elevar su autoestima. Su vida y la de sus familiares, cambia positivamente con un diagnóstico oportuno. Andrew Almazán Anaya®, el joven sobredotado de México, presentó su investigación; "Proceso de Cambio en la Vida de un Niño Sobredotado a partir de su Diagnóstico".
Si un niño sobredotado es diagnosticado a tiempo, no perderá ninguna parte de sus extraordinarias aptitudes, ni vivirá situaciones de discriminación, por parte de sus compañeros de clase y de sus maestros. Un diagnóstico preciso y un adecuado manejo de sus capacidades, lo librará del acoso escolar y de sufrir problemas de integración o aislamiento, además de evitarle el padecer la paradoja de tener malas calificaciones a consecuencia de su inteligencia. Sin embargo lo mejor es que su autoestima no será minada por nadie.
“Una gran parte de los diagnósticos que marcan a los niños calificados de hiperactivos, con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) no son acertados. Hay grandes posibilidades de que sean sobredotados y la única forma de saberlo es aplicando una prueba de inteligencia. Si el niño en cuestión, tiene más de 130 puntos de coeficiente intelectual, es sobredotado. Al tener el diagnóstico correcto, la vida de ese niño cambiará de una manera rápida y sorprendente”, explicó Andrew Almazán Anaya, director técnico del Centro de Atención al Talento (CEDAT®), quien padeció en su infancia a causa de diagnósticos poco acertados.El joven psicólogo de 18 años realizó la investigación denominada "El Proceso de Cambio en la Vida de un Niño Sobredotado a partir de su Diagnóstico", entre niños con capacidades especiales, de 6 a 9 nueve años de edad, que han acudido al CEDAT®.
“En todos los casos, los niños antes de ser diagnosticados dijeron sentirse como personas raras en sus entornos escolares y familiares, tenían mal comportamiento, una mala relación con sus compañeros de clase, y el 50% recibía regaños y castigos por parte de maestros y familiares”, aseguró el licenciado en Psicología Andrew Almazán Anaya®.Al ser detectados como sobredotados, los niños revelaron que se sintieron felices al descubrirse como seres inteligentes, por lo que su autoestima se fortaleció, también aumentó su número de amistades y el aprovechamiento escolar mejoró notablemente: “Además la investigación reveló que todos los niños ya habían definido su vocación, rasgo común de todos que poseen sobrecapacidad”.
En términos generales un niño sobredotado y diagnosticado como tal que reciba un manejo profesionalizado, dejará atrás su vida de incomprensión, aunque seguirá mostrarando interés por las áreas académicas: “Asimismo, los padres de estos niños al saber la realidad de sus hijos, se sienten finalmente tranquilos, porque tienen la certeza de que no padecen trastornos psicológicos”.
En el CEDAT® se realiza este tipo de diagnósticos, los cuales son aplicados por psicólogos calificados en la materia. “Si al diagnóstico de superdotación se le agrega de forma inmediata una metodología pedagógica y psicológica que le ayude al niño a desarrollar sus capacidades cognitivas, tal como se hace en el CEDAT®, tendremos en un futuro a seres humanos brillantes y con salud mental, que con certeza aportarán su talento al país”, concluyó el psicólogo más joven del mundo –conforme al registro de la World Records Academy.
El CEDAT® es una división del Grupo Alianza Mexicana
por la Sobredotación, el organismo más grande de América Latina de
sobredotados
"La Sobredotación Hecha Excelencia"
Biografía de:
ANDREW A. ALMAZAN ANAYA
Andrew Alexi Almazán Anaya “el niño genio mexicano”, según
Discovery Channel, tiene ahora 18 años. Nació el 16 de octubre de 1994,
en la Ciudad de México y al ingresar a los 12 años a la Universidad, se
convirtió en el universitario más joven de México y entre los más
jóvenes del mundo, con la particularidad de haber cursado previamente
los estudios obligatorios de educación básica, media y media superior,
con excelencia académica.
A muy temprana edad, 2 años y medio, comenzó a dar muestra de su interés cultural, de su avidez de conocimientos. Paralelamente adquirió el gusto por la música culta, pues el primer músico que le interesó fue Bach y sus conciertos de Brandenburgo y luego Vivaldi, Mozart, Chopin. Es la única música que escucha.
Recibió de regalo un esqueleto de plástico y jugando jugando, se aprendió de memoria todos los huesos del cuerpo. Más tarde le fue obsequiado un microscopio y empezó a internarse en un mundo invisible a los ojos. Todas estas revelaciones de su excepcional capacidad de aprendizaje ocurrieron antes de que supiera leer, por lo que tuvo que memorizarlas. Cuando ingresó a la primaria escolarizada ya sabía mucho más de lo que podrían enseñarle de geografía, música, anatomía, astronomía, mundo microscópico, geología. Daba muestras de un interés renacentista. A los 4 años y medio le pidió a su padre médico que le consiguiera un corazón de vaca para poder “operarlo” y en efecto lo abrió para encontrarse con otro universo que desde entonces le atraería y le procuraría por una parte satisfacciones, pero por otra contrariedades con sus maestros que no entendían su ansia de saber, sus inquietudes intelectuales, a las que confundieron con “déficit de atención”.
Cursó sus primeros estudios en sistemas escolarizados, pero
a los 9 años abandonó este tipo de enseñanza que no le permitía
aprovechar sus capacidades especiales de aprendizaje, para adoptar la
modalidad abierta y continuó sus estudios en un sistema de educación a
distancia (Homeschool) de la Academia Alfa y Omega, de Phoenix, Arizona,
para aprender de manera autodidacta.
Para acreditar oficialmente sus estudios de 4° a 6° grado, presentó en 4 meses los exámenes de educación primaria ante la Secretaría de Educación Pública, por lo que esta dependencia le extendió el certificado que reconoce los estudios correspondientes. Luego, en 7 meses y en la misma modalidad abierta de educación aprobó en la SEP los exámenes de cada una de las materias de la enseñanza secundaria, para acreditar los correspondientes estudios, que culminó con una calificación promedio de 9.8.
Para acreditar oficialmente sus estudios de 4° a 6° grado, presentó en 4 meses los exámenes de educación primaria ante la Secretaría de Educación Pública, por lo que esta dependencia le extendió el certificado que reconoce los estudios correspondientes. Luego, en 7 meses y en la misma modalidad abierta de educación aprobó en la SEP los exámenes de cada una de las materias de la enseñanza secundaria, para acreditar los correspondientes estudios, que culminó con una calificación promedio de 9.8.
Después comenzó a cursar la preparatoria abierta en la SEP,
pero tras haber acreditado 8 materias con alto promedio, se inscribió
en el Colegio de Bachilleres en la modalidad abierta y presentó en 2
meses y medio las 49 materias exigidas, que lo hicieron acreedor al
Certificado correspondiente, con un promedio de 9.5. El Colegio de
Bachilleres lo considera el egresado más joven que ha tenido, así como
“el estudiante que concluye en menor tiempo sus estudios de
bachillerato”. También lo registra como el mejor estudiante del proyecto
de Bachillerato en Línea “y uno de los mejores resultados de
aprovechamiento general de la Modalidad Abierta”.
Ese avance tan espectacular en su preparación, le mereció
debutar a los 12 años como orador especial, representante de su
generación de bachilleres, ante un público de 10 mil personas que
colmaban el Auditorio Nacional y aunque confesó que le impuso tanta
gente, no por ello dejó de cautivarlo con la candidez de algunas frases,
pero también con la profundidad de otras y su singular sentido del
humor, que motivó varias felicitaciones.
Después fue invitado para participar en diversas ceremonias encabezadas por el gobierno federal.
Andrew ha sido ponderado como estudiante ejemplar ante personajes nacionales y extranjeros.
En julio de 2007 comenzó a estudiar dos licenciaturas simultáneamente: Medicina y Psicología en una Universidad de Puebla. Allí cursó dos semestres y alcanzó en Medicina un promedio de 9.95 y en Psicología una calificación promedio de 9.82. En agosto de 2008 tuvo que salir de allí y prosiguió sus estudios en otras universidades de la Ciudad de México.
Andrew ha sido ponderado como estudiante ejemplar ante personajes nacionales y extranjeros.
En julio de 2007 comenzó a estudiar dos licenciaturas simultáneamente: Medicina y Psicología en una Universidad de Puebla. Allí cursó dos semestres y alcanzó en Medicina un promedio de 9.95 y en Psicología una calificación promedio de 9.82. En agosto de 2008 tuvo que salir de allí y prosiguió sus estudios en otras universidades de la Ciudad de México.
Concluyó en agosto del 2011 la Licenciatura de Psicología en la Universidad del Valle de México.
En abril del 2013 terminó la Maestría en Educación con
Acentuación en Desarrollo Cognitivo en el Instituto Tecnológico de
Estudios Superiores de Monterrey con la Tesis titulada "El Liderazgo
Docente en la Educación de Niños con Sobrecapacidad Intelectual".
Andrew fue invitado a escribir y depositar una carta suya
(la única de un niño mexicano), en la Caja del tiempo, que será abierta
en 200 o 300 años. Es uno de los pocos escritores que tienen asegurado
que se les leerá en el futuro. Se le presentó en la ceremonia como “el
niño prodigio mexicano”.
En dicha carta Andrew asegura que “el saber me divierte y el esfuerzo de estudiar ha sido placentero y gozoso”. Reconoce que su deber moral cívico, consiste en prepararse profesionalmente, “pues entiendo que es la mejor manera de contribuir a que mi país alcance niveles de desarrollo y competitividad, para que la felicidad personal y social se amplíe a toda la población” Andrew afirma: “Yo tuve la fortuna de encontrar una alternativa en la educación no escolarizada que ofrece nuestro sistema educativo, pero es muy probable que sean numerosos los niños que necesitan esa posibilidad“ y que su caso puede contribuir a “apoyar a los estudiantes que hemos optado por esta alternativa de aprendizaje y aprovechar las condiciones especiales, en provecho del país”.
En dicha carta Andrew asegura que “el saber me divierte y el esfuerzo de estudiar ha sido placentero y gozoso”. Reconoce que su deber moral cívico, consiste en prepararse profesionalmente, “pues entiendo que es la mejor manera de contribuir a que mi país alcance niveles de desarrollo y competitividad, para que la felicidad personal y social se amplíe a toda la población” Andrew afirma: “Yo tuve la fortuna de encontrar una alternativa en la educación no escolarizada que ofrece nuestro sistema educativo, pero es muy probable que sean numerosos los niños que necesitan esa posibilidad“ y que su caso puede contribuir a “apoyar a los estudiantes que hemos optado por esta alternativa de aprendizaje y aprovechar las condiciones especiales, en provecho del país”.
Su preparación no es sólo académica, ya que se ejercita en
deportes. A los 10 años consiguió la cinta negra en taekwondo y en la
actualidad practica hockey sobre hielo. Toca el piano y le encanta leer
libros y ver documentales.
Está escribiendo una novela de ciencia ficción en la que interviene la Psicología y la Sobrecapacidad Intelectual.
Está escribiendo una novela de ciencia ficción en la que interviene la Psicología y la Sobrecapacidad Intelectual.
Ya tiene escritas dos novelas, de unas 600 cuartillas cada
una, pero considera que aún debe revisarlas, pues no están listas para
ser publicadas. En una de ellas, de ciencia ficción, la medicina
participa, pero también su otra gran pasión: la historia. Es una
complicada trama en la que se combinan el pasado, el presente y el
futuro.
Su vocación didáctica lo ha llevado a participar en cursos de verano para niños y a dar conferencias en la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán, en la Escuela de Enfermería del Hospital General 2 de Octubre del ISSSTE, en el IX Congreso Nacional de Biología del Desarrollo en Querétaro y en el Congreso Universitas 2009, convocado por la Universidad Panamericana y en el II Foro de Investigación de Estudiantes de Medicina [que se efectuó en Veracruz] donde obtuvo Mención Honorifica por su ponencia.
Le han solicitado que presente los resultados de sus
investigaciones en sobrecapacidad intelectual en distintos congresos
entre los que figura el "World Congress of Gifted and Talented
Children".
Participó 3 años en una investigación sobre diabetes en el
Instituto de Neurociencias de la Universidad Nacional Autónoma de
México.
Dirige desde hace 3 años las investigaciones científicas
del Centro de Atención al Talento (CEDAT) en niños sobredotados, entre
los proyectos en los que ha trabajo se encuentran:
- El perfil del niño sobredotado (con más de 700 casos, la investigación en sobredotados más grande del siglo XXI a nivel mundial)
- El proceso de diagnóstico de los niños sobredotados
- Efectos fisiológicos de la sobrecapacidad intelectual
Ha publicado a la fecha más de 10 artículos científicos en
revistas nacionales e internacionales acerca de sus investigaciones en
Psicología, Filosofía, Medicina y Sobrecapacidad Intelectual.
En enero del 2010, por su trayectoria académica, le fue
otorgado el primer lugar del Premio de la Juventud del Distrito
Federal 2009, en el área de Actividades Académicas.
Al hablar a nombre de los premiados, Andrew expuso: “…lo
que nos mueve a los premiados es precisamente contribuir a hacer de
México un país donde la mayor riqueza sea una menor pobreza, no sólo
económica, sino también intelectual, educativa, moral y social”
Su caso ha sido difundido en México y otros países como "El niño genio
mexicano"( La cadena televisiva Discovery Channel)
"El caso de Andrew es único en México, nunca antes en la
historia de la educación de este país, un niño había entrado a estudiar a
la Universidad"(Telemundo, E.U.)
“Andrew Almazán, garoto de 12 anos de idade, cursará duas facultades ao mesmo tempo" (Tigre de fogo, Brasil).
"Un supercerebro -Doogie Houser de la vida real- ha
aparecido en México: tiene 12 años y se llama Andrew Almazán"(Vivir
latino, de Los Angeles, California)
“En México, Andrew está a punto de convertirse en el médico más joven de Latinoamérica”.(National Geographic Channel)
Andrew ya está involucrado en proyectos de investigación,
que prepara con esmero y dedicación, convencido de que si bien él es
“orgullosamente mexicano”, también pretende ser “algún día orgullo de
este país”.
Actualmente Andrew apoya a niños con sobrecapacidad en el
Centro de Atención al Talento (CEDAT), donde es el Director del
Departamento de Psicología.
Su graduación como licenciado en Psicología, el 18 de
agosto de 2011, lo convirtió, según registro de la World Records
Academy, en el “más joven psicólogo del mundo”.
En el 2011 apareció su primer libro, un cuento titulado “Las preguntas del hiperactivo Adrián”, en el que con una combinación de elementos literarios y científicos, presenta su «Terapia Nouménica. La organización de las inteligencias», una novedosa teoría que plantea la necesidad de que los niños sobredotados sean atendidos por profesionistas de la mente y la conducta, igualmente sobrecapacitados, porque son quienes pueden atender y dar seguimiento a estos niños, discriminados por la sociedad y la familia –a veces–, por no entender que se trata de seres de talento excepcional.
"La Sobredotación Hecha Excelencia"
CEDAT
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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