Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., para los habitantes del Pueblo Chimpa, es horroroso llegar cada año al 31 de Octubre, por que un gran porcentaje de ellos; han sido asustados en "La Casa de las Cinco Penas"; y como siempre hay valientes que no tienen miedo a nada y se arriesgaron a vivir en la mencionada casa; uno de estos envalentonados fue Don Valentín Lopez y su esposa Inés; lo hicieron por cinco días y ahora ambos están recuperándose en un manicomio ya están allí por mucho tiempo, en otra ocasión el valentón Don Hilario, retó al pueblo que si le regalaban la casa, la habitaría de por vida, el pueblo se la dio y luego de tres días de vivir en aquella casa, el infeliz se suicidó tirándose desde el techo de la misma casa, cayendo destrozado su cuerpo al piso. Alguna vez un sacerdote quiso exorcizar la casa y terminó loco de remate y murió de paro cardiaco.
Aún así, hubo un gringo de nombre Harold Smith, quien desafió al pueblo acusándolos de cobardes y alquiló la casa; luego de cinco días de habitarla, murió desangrado por un corte en la vena yugular, que accidentalmente el mismo se ocasionó.
Ahora la casa está deshabitada, cuentan los moradores que todos los 31 de Octubre, escuchan gritos desesperados implorando perdón o pidiendo auxilio para que no los maten; además, ven sombras humanas vestidas de negro en número de cinco, que salen todos al mismo tiempo a la vieja y tenebrosa puerta y que espantan hasta a los mismos perros que aúllan aterrorizados.
Bien para satisfacer la curiosidad del lector le vamos a narrar : La Historia de "La Casa de las Cinco Penas":
Aquí en la imagen observamos una recreación, del asesinato en masa que sucedió en la casa de Otoniel, un día 31 de Octubre; donde murieron: Otoniel, su esposa Cleotilde, y sus tres hijos, Elias, Daniel y José, a manos del asesino Nemesio. Esa es la Historia de "La Casa de las Cinco Penas", por que fueron cinco los asesinados. Imagen de los archivos del Blog: A vuelo de un quinde.
En el Pueblo de Chimpa, en una noche del brumoso Otoño, el 31 de Octubre, dentro de la casa de Otoniel, casado con doña Cleotilde y sus tres hijos: Elías, Daniel y José; se produjo el más sangriento asesinato en masa, por que sencillamente aquella noche Otoniel había bebido muchas botellas de licor, que lo compartió con un grupo de amigos.
Especialmente contratados por uno de ellos que años atrás fue el primer enamorado de Cleotilde, quien intentaba retomar sus amoríos con ella, sabiendo que ya estaba casada, tanto la acosaba, que Cleotilde lo amenazó con denunciarlo al Juez; advertencia que no le gustó a Nemesio como se llamaba el granuja rechazado. Éste, tenía una obsesión fatídica y letal contra Cleotilde.
Nemesio, al ser rechazado; por esa razón, entonces decidió eliminar a toda la familia de ella, y preparó un plan junto con los otros amigos para invitar a Otoniel a beber licor y durante ese tiempo, Nemesio, irá a la casa de su ex novia Cleotilde y así sucedió, en efecto eran las l8:00 horas del día (6:00 de la noche).
Doña Cleotilde y sus hijos; sin presagiar nada de su terrible masacre que se les venía encima; se aprestaban para la merienda; en ese mismo instante, alguien se acercaba a la casa, los perros ladraban a un desconocido; pero éste intruso había preparado su plan minuciosamente y había llevado un bocado de carne con veneno, que lo arrojó al suelo junto a los perros y el perro más bravo devoró el bocado arrojado por el intruso.
De inmediato surtió efecto el veneno y el perro comenzó a echar espuma por el hocico y cayó retorciéndose de dolor, y el otro perro viendo caído a su compañero, dejó de ladrar y desapareció, abandonando su misión de guardián de la casa; con el camino libre Nemesio, ingresó a la vivienda y fue descubierto por el último de los hijos de Cleotilde.
El niño José, quiso anticipar la presencia del desconocido, pero éste, lo atrapó, tapándole la boca con su sangrienta mano derecha y la izquierda le segó con la afilada chaveta el débil cuello, degollando en el acto al indefenso niño; con la sangre aún caliente que manchó la ropa del agresor, éste siguió avanzando, cuando justo abría la puerta de la calle el segundo hijo Daniel, que viendo horrorizado al ensangrentado y desconocido hombre, dio un grito como alarma que nadie escuchó.
Rápidamente fue silenciado por el intruso, atrapándolo igual que a José, y de nuevo utilizó la chaveta y le segó el cuello matándolo en el acto, no sin antes poner mucha resistencia y su sangre se derramó por el piso; el intruso estando solo en la puerta, llamó así:
--- "Cleotilde, sal a recibir a tu novio de la juventud, que te he estada esperando por muchos años; no te preocupes por Otoniel, él, está bebiendo licor y no retornará en mucho tiempo. "
Pero, la señora Cleotilde, quien estaba muy atareada en la cocina en la preparación de la cena para sus hijos, no escuchó al visitante indeseado, sino que si fue escuchado por el primer de los hijos Elías, quien era un niño de 13 años de edad, que al ver al desconocido totalmente ensangrentada su ropa, él creyó inocentemente que era alguien herido y se le acercó para ayudarlo, este grave error del niño fue aprovechado por el intruso, atrapándolo de nuevo por el cuello como lo hizo con otros dos niños y le segó el cuello, utilizando su mortífera chaveta.
Nemesio, esta vez libre de guardianes(opositores), que tal vez nunca lo hubiesen sido contendores , por que fueron inocentes niños; y gritó a todo pulmón, diciendo:
--- ¡¡¡ Cleotilde, Cleotilde, Cleotilde, aquí estoy para ser tu marido, ya estoy en la sala listo..!!!!
Esta vez la señor Cleotilde, si escuchó los gritos desaforados del intruso, que ella si conocía , y era Nemesio, el apestoso y necio novio frustrado a quien ella detestaba y como sus hijos no respondían, ella salió a la sala; ya la noche había avanzado y no había nadie; ella avanzó hasta la puerta de la calle, pero allí estaba el intruso escondido como un cobarde, que cuando la tuvo a su alcance se lanzó contra ella.
La tumbó al suelo, el porrazo aturdió a la señora, por que su cabeza sufrió el golpe del peso de su cuerpo y perdió el conocimiento; quedando tumbado el cuerpo en posición cúbito ventral; la fiera endemoniada en que se había transformado Nemesio, desgarró el vestido y le sacó las prendas íntimas dejando desnudo parte del cuerpo indefenso de la "soñada" (sin conocimiento) Cleotilde.
Nemesio, sabiendo que el marido de ella Otoniel, estaba bebiendo licor muy lejos de la casa, se tomó su tiempo y empezó a manosear el casi inerte cuerpo, tocándola e introduciéndole sus grasosas manos a los genitales de la infeliz mujer, incluso besó y mordió los pezones y después de darse ese lujo sin oposición de nadie; se colocó encima de ella--- su frustrada novia ----- y la violó y lo hizo por tres veces; pero nunca reaccionó, lo que fue notado por el agresor.
Entonces, le tocó el pulso y no había signos de vida, siguió manoseando y el cuerpo estaba completamente frío sin vida; ante semejante fúnebre estado de "su novia de toda la vida", el depredador estalló en gritos destemplados pronunciando la frase: "Cleotilde por que me haz abandonado"
Esta vez la señor Cleotilde, si escuchó los gritos desaforados del intruso, que ella si conocía , y era Nemesio, el apestoso y necio novio frustrado a quien ella detestaba y como sus hijos no respondían, ella salió a la sala; ya la noche había avanzado y no había nadie; ella avanzó hasta la puerta de la calle, pero allí estaba el intruso escondido como un cobarde, que cuando la tuvo a su alcance se lanzó contra ella.
La tumbó al suelo, el porrazo aturdió a la señora, por que su cabeza sufrió el golpe del peso de su cuerpo y perdió el conocimiento; quedando tumbado el cuerpo en posición cúbito ventral; la fiera endemoniada en que se había transformado Nemesio, desgarró el vestido y le sacó las prendas íntimas dejando desnudo parte del cuerpo indefenso de la "soñada" (sin conocimiento) Cleotilde.
Nemesio, sabiendo que el marido de ella Otoniel, estaba bebiendo licor muy lejos de la casa, se tomó su tiempo y empezó a manosear el casi inerte cuerpo, tocándola e introduciéndole sus grasosas manos a los genitales de la infeliz mujer, incluso besó y mordió los pezones y después de darse ese lujo sin oposición de nadie; se colocó encima de ella--- su frustrada novia ----- y la violó y lo hizo por tres veces; pero nunca reaccionó, lo que fue notado por el agresor.
Entonces, le tocó el pulso y no había signos de vida, siguió manoseando y el cuerpo estaba completamente frío sin vida; ante semejante fúnebre estado de "su novia de toda la vida", el depredador estalló en gritos destemplados pronunciando la frase: "Cleotilde por que me haz abandonado"
Lamentablemente para el asesino y depredador; su víctima murió y nunca cedió a sus impulsos y deseos sexuales salvajes; ya que si ella esta vez fue ultrajada, pero solo fue a su cadáver, su alma ya había salido del atormentado y atropellado cuerpo.
Entonces, el asesino siguió en su espeluznante agresión y decidió eliminar también, al causante según él, que le quitó a su novia y este era el esposo Otoniel y tenía que morir igual que toda su familia y como el agresor estaba con el cuerpo endemoniado de matar a cualquiera que se le cruce en el camino, pero aún así tuvo un ligero lucimiento a su mente y su conciencia le ordenó que salga de esa casa, por que ya mató a mucha gente; pero vino de nuevo los nubarrones asesinos y siguió con sus planes de asesinar a Otoniel; para que no queden testigos de su execrables crímenes.
Y como sabía que el dueño de casa regresará totalmente ebrio; lo esperó y pasaron varios minutos, tal vez una hora u hora y media, cuando escuchó los pasos tambaleantes del borracho Otoniel; el agresor escondido se frotó las manos para dar el golpe final.
Mientras tanto, Otoniel sabía que había llegado a su casa, pero nadie lo recibía, entró a la sala completamente oscura al caminar justo tropezó con el cadáver de su esposa y cayó chocando su cabeza con el piso; el impacto fue demoledor por que perdió el conocimiento igual como le sucedió a su consorte.
El agresor hizo una sonrisa y asestó la puñalada final, cuya punta llegó al corazón, atravesando a los pulmones, no duró mucho la agonía en pocos minutos murió Otoniel. El asesino que previamente había escondido cerca de la casa las herramientas para cavar la tierra: barretas y lampas, cogió una de ellas y regresó a la casa y comenzó a perforar el piso de la sala y cavó un profundo hoyo que le demandó 5 horas, ya casi al amanecer tenía la fosa y "sepultó" uno a uno los cinco cadáveres.
Luego les arrojó un odre completo de aguardiente de caña, en seguida echó la tierra de la excavación sobre los restos mortales de sus víctimas, terminando su macabra acción justo a las 6:00 a.m. y como el piso tenía manchas de sangre, con la ayuda de un balde de aluminio, juntó agua sucia de un desagüe que pasaba cerca a la casa y también mojó la tierra movida de la sepultura, luego con una vieja escoba, barrió haciendo las veces de un lavado de piso.
En seguida el asesino, huyó desapareciendo en la aún fría mañana del brumoso otoño; según cuentan los antiguos moradores que las almas nunca abandonaron los cuerpos de los difuntos y que todos los 31 de octubre se aparecen dando terribles y funestos gritos.
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
ayabaca@gmail.com
ayabaca@hotmail.com
ayabaca@yahoo.com
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Entonces, el asesino siguió en su espeluznante agresión y decidió eliminar también, al causante según él, que le quitó a su novia y este era el esposo Otoniel y tenía que morir igual que toda su familia y como el agresor estaba con el cuerpo endemoniado de matar a cualquiera que se le cruce en el camino, pero aún así tuvo un ligero lucimiento a su mente y su conciencia le ordenó que salga de esa casa, por que ya mató a mucha gente; pero vino de nuevo los nubarrones asesinos y siguió con sus planes de asesinar a Otoniel; para que no queden testigos de su execrables crímenes.
Y como sabía que el dueño de casa regresará totalmente ebrio; lo esperó y pasaron varios minutos, tal vez una hora u hora y media, cuando escuchó los pasos tambaleantes del borracho Otoniel; el agresor escondido se frotó las manos para dar el golpe final.
Mientras tanto, Otoniel sabía que había llegado a su casa, pero nadie lo recibía, entró a la sala completamente oscura al caminar justo tropezó con el cadáver de su esposa y cayó chocando su cabeza con el piso; el impacto fue demoledor por que perdió el conocimiento igual como le sucedió a su consorte.
El agresor hizo una sonrisa y asestó la puñalada final, cuya punta llegó al corazón, atravesando a los pulmones, no duró mucho la agonía en pocos minutos murió Otoniel. El asesino que previamente había escondido cerca de la casa las herramientas para cavar la tierra: barretas y lampas, cogió una de ellas y regresó a la casa y comenzó a perforar el piso de la sala y cavó un profundo hoyo que le demandó 5 horas, ya casi al amanecer tenía la fosa y "sepultó" uno a uno los cinco cadáveres.
Luego les arrojó un odre completo de aguardiente de caña, en seguida echó la tierra de la excavación sobre los restos mortales de sus víctimas, terminando su macabra acción justo a las 6:00 a.m. y como el piso tenía manchas de sangre, con la ayuda de un balde de aluminio, juntó agua sucia de un desagüe que pasaba cerca a la casa y también mojó la tierra movida de la sepultura, luego con una vieja escoba, barrió haciendo las veces de un lavado de piso.
En seguida el asesino, huyó desapareciendo en la aún fría mañana del brumoso otoño; según cuentan los antiguos moradores que las almas nunca abandonaron los cuerpos de los difuntos y que todos los 31 de octubre se aparecen dando terribles y funestos gritos.
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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