Uadyet, la que posteriormente sería conocida como Uto o Buto por la mitología griega, era la conocida como Diosa Cobra de la mitología egipcia. Era originaria de la ciudad del nomo VI del Bajo Egipto y su nombre venía a significar algo así como “papiro de color verde” por lo que en ocasiones, además de Uadyet se le llamaba simplemente “La verde”.
Lo cierto es que este sobrenombre era bastante adecuado, pues era la diosa que representaba la fuerza del crecimiento y la vida, el suelo fértil y la viveza y poder de las aguas en libertad. Además, también era la Señora del Cielo, un manto protector del Bajo Egipto que cuidaba y velaba no sólo por esta región, también por el gran faraón.
Era la diosa del mes Epifi y fue la encargada de amamantar al dios Horus cuando era Horus niño para poder ayudar así a Isis. Además, también fue la encargada de protegerlo de Seth cuando pasaban por las marismas del Delta.
Cabe destacar que también formaba parte del título real de “Las Dos Señoras” junto a la Nejbet. Así, aparece junto a la conocida como la diosa buitre en las diademas reales o en las coronas.
Esta diosa era representada como una figura femenina con ureo y corona roja. Asimismo, en ocasiones, también era representada como una gran cobra sobre un cesto que resguardaba la corona del Bajo Egipto. Otras veces, las que menos, esta diosa pasaba a convertirse en una gran y fiera leona.
Se le atribuye un carácter solar, por eso asumió la cabeza leonina que a su vez estaba coronada por el gran disco solar y el ureo. No obstante, con posterioridad, en una época más tardía, se le terminó asignando como animal sagrado el icneumón.
Era la patrona de Buto. Allí contaba con un famosísimo oráculo en la época, un oráculo que enviaba sus profecías a través de los sueños. Además, también era adorada en Tanis.
Como muchos dioses contaba con una fecha señalada en la que sus fieles celebraban rituales y diferentes ofrendas. Este día era el 7 del mes de Paini.
Un equipo de arqueólogos egipcios ha descubierto en el templo de la diosa cobra Uadyet en el yacimiento de Tell el-Farain (la antigua ciudad de Buto), en el delta del Nilo, una serie de objetos que los sacerdotes emplearon en las ceremonias de culto que tuvieron lugar en este santuario.
Elementos rematados con la cabeza del dios halcón Horus.
EL TEMPLO DE LA DIOSA COBRA
Buto (en egipcio Per-Uadjet) fue capital del Bajo Egipto durante el Período Protodinástico, hasta su conquista por el reino sureño de Nejen, en el Alto Egipto. Posteriormente, durante el Reino Antiguo (2543-2120 a.C.) continuó teniendo cierta relevancia, pero el sitio pasó a ser una población de segundo orden durante los Reinos Medio (1980-1760 a.C.) y Nuevo (1539-1077 a.C.). A partir del siglo VIII a.C., al parecer el lugar recobraría algo de importancia y fue sede de un oráculo. Según explica Mustafa Waziri, Buto fue el hogar tradicional de la diosa cobra Uadyet, deidad tutelar del Bajo Egipto, que junto con la diosa buitre Nekhbet, patrona del Alto Egipto, eran las divinidades protectoras de la realeza (ambas componían el ureo real que los faraones ceñían en su frente).
Por su parte, la diosa vaca Hathor, una de las divinidades más importantes del panteón egipcio, y que a menudo se representa sosteniendo un disco solar, protegía a los reyes y también a las mujeres durante el parto. Por lo tanto, Hathor fue adorada aquí como la "niñera" del dios Horus niño, que también era conocido como el "Ojo de Uadyet".
Pilar tallado con la forma de la diosa Hathor, hallado en Tell el-Farain.
Entre los instrumentos rituales encontrados hay un pilar de piedra caliza que representa a la diosa Hathor y un grupo de quemadores de incienso de loza.
Los instrumentos rituales que los arqueólogos han localizado en el templo de Tel al-Farain incluyen parte de un pilar de piedra caliza que representa a la diosa vaca Hathor y un grupo de quemadores de incienso elaborados de loza, uno de ellos decorado con la cabeza del dios halcón Horus, hijo de Isis y Osiris, y divinidad con la que se identificaba el faraón en vida. Los objetos descubiertos también incluyen un grupo de vasijas de arcilla que se usaron en los rituales religiosos y ceremoniales realizados en honor de Hathor, una colección de estatuillas que representan a la diosa hipopótamo Taueret, deidad a la que las mujeres se dirigían para quedar embarazadas y tener un buen parto, y al dios lunar Thot, así como una pequeña silla de maternidad, un gran soporte para ofrendas, un Ojo de Uadyet de oro puro y los restos de algunas láminas de oro que se emplearon en el dorado de algunas piezas.
Recipientes de cerámica encontrados durante las excavaciones en Tell el-Farain.
Ojo Udayet de oro descubierto en Tell el-Farain.
MARFILES Y LÁMINAS DE ORO
Aymen Ashmawy, responsable del Sector de Antigüedades del Antiguo Egipto, señaló que durante los trabajos los arqueólogos también han sacado a la luz un magnífico grupo marfiles con escenas de mujeres llevando ofrendas, de vida cotidiana, plantas, pájaros y animales, además de un gran dintel de piedra caliza cubierto de textos jeroglíficos, junto con parte de una pintura que muestra a un monarca llevando a cabo rituales religiosos en el templo. También se han descubierto inscripciones jeroglíficas con los cinco nombres del faraón Psamético I (664-610 a.C.) y el nombre de Amasis (570-526 a.C.), ambos de la dinastía XXVI.
Marfiles hallados en Tell el-Farain que recrean momentos de la vida cotidiana.
Bajorrelieves con inscripciones jeroglíficas.
Los arqueólogos también han sacado a la luz un magnífico grupo marfiles con escenas de mujeres llevando ofrendas, de vida cotidiana, plantas, pájaros y animales.
Hossam Ghoneim, director general de Antigüedades de Kafr El-Sheikh y director de la misión arqueológica, ha añadido que en el transcurso de las excavaciones también se descubrieron un gran pozo de piedra caliza pulida que se usó para contener el agua sagrada y un baño de época ptolemaica hecho con ladrillos de barro que consta de una tina, un recipiente y un lugar para calentar el agua destinada a los rituales.
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