La próstata es parte del sistema reproductor del hombre. Está ubicada enfrente del recto y debajo de la vejiga; rodea la uretra, el tubo por el que fluye la orina. Una próstata sana es casi del tamaño de una nuez.
La próstata produce una parte del fluido seminal. Durante la eyaculación, el fluido seminal ayuda a transportar los espermatozoides hacia afuera del cuerpo del hombre como parte del semen.
Las hormonas masculinas (andrógenos) hacen que crezca la próstata. Los testículos son la fuente principal de hormonas masculinas, incluyendo la testosterona. Las glándulas suprarrenales también producen testosterona aunque en pequeñas cantidades.
Si
la próstata crece demasiado, comprime la uretra. Esto puede causar
problemas urinarios al hacer lento o detener el flujo de la orina desde
la vejiga al pene.
El proceso del cáncer
El cáncer empieza en las células, las cuales son las unidades básicas que forman los tejidos. Los tejidos forman los órganos del cuerpo.
Normalmente,
las células crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que
el cuerpo las necesita. Cuando las células envejecen, mueren, y células
nuevas las reemplazan.
Algunas veces este proceso ordenado se
descontrola. Células nuevas se siguen formando cuando el cuerpo no las
necesita y las células viejas no mueren cuando deberían morir. Estas
células adicionales forman una masa de tejido, que es lo que se llama tumor.
- Los tumores benignos no son cancerosos.
- Los tumores benignos rara vez ponen la vida en peligro.
- Generalmente, los tumores benignos se pueden operar y pocas veces vuelven a crecer.
- Las células de tumores benignos no invaden los tejidos de su derredor.
- Las células de tumores benignos no se diseminan a otras partes del cuerpo.
La hiperplasia prostática benigna (HPB) es el crecimiento anormal de células benignas de la próstata. La próstata crece más y presiona contra la uretra. Esto obstruye el flujo normal de orina. La hiperplasia prostática benigna es un problema muy común. En Estados Unidos, la mayoría de los hombres mayores de 50 años tienen síntomas de HPB. Para algunos hombres, los síntomas pueden ser suficientemente graves como para requerir tratamiento.
Para información acerca de la hiperplasia prostática benigna y otros cambios de la próstata que no son cancerosos, lea el folleto del NCI Understanding Prostate Changes: A Health Guide for Men. - Los tumores malignos son cancerosos.
- Los tumores malignos generalmente son más graves que los tumores benignos. Pueden poner la vida en peligro.
- Los tumores malignos generalmente pueden extirparse, pero algunas veces pueden volver a crecer.
- Las células de tumores malignos pueden invadir y dañar tejidos y órganos cercanos.
- Las células de tumores malignos pueden diseminarse (presentan metástasis) a otras partes del cuerpo. Las células cancerosas se diseminan al desprenderse del tumor original (primario) y entrar en el torrente de la sangre o en el sistema linfático. Estas células invaden otros órganos y forman tumores nuevos que dañan estos órganos. Cuando el cáncer se disemina, se llama metástasis.
Cuando
el cáncer de próstata se disemina (se extiende) fuera de la próstata,
las células cancerosas se encuentran con frecuencia en los ganglios
linfáticos cercanos. Si el cáncer ha llegado a estos ganglios, es
posible que también se haya diseminado a otros ganglios linfáticos, a los huesos o a otros órganos.
Cuando
el cáncer se disemina desde su sitio original a otra parte del cuerpo,
el nuevo tumor tiene el mismo tipo de células anormales y el mismo
nombre que el tumor primario. Por ejemplo, si el cáncer de próstata se
disemina a los huesos, las células cancerosas en los huesos son en
realidad células cancerosas de próstata. La enfermedad es cáncer
metastático de próstata; no es cáncer de huesos. Por esa razón, se trata
como cáncer de próstata, no de hueso. Los médicos llaman al tumor nuevo
enfermedad "distante" o metastática.
Factores de riesgo
No se conocen las causas exactas del
cáncer de próstata. Los médicos pueden rara vez explicar por qué un
hombre sí padece cáncer de próstata y otro hombre no. Sin embargo,
sabemos que el cáncer de próstata no es contagioso. A nadie se le puede
"pegar" esta enfermedad de otra persona.
La investigación ha mostrado que hombres con ciertos factores de riesgo
tienen más probabilidad que otros de padecer cáncer de próstata. Un
factor de riesgo es algo que puede aumentar la posibilidad de que se
presente una enfermedad.
Los estudios han encontrado los siguientes factores de riesgo de cáncer de próstata:
- Edad: La edad es el factor de riesgo principal de cáncer de próstata. Esta enfermedad es rara entre hombres menores de 45 años, y las probabilidades de padecerla aumentan considerablemente al envejecer el hombre. En Estados Unidos, la mayoría de los hombres que tienen cáncer de próstata tienen más de 65 años.
- Antecedentes familiares: El riesgo de un hombre es mayor si su padre o hermano tuvo esta enfermedad.
- Raza: El cáncer de próstata es más común en hombres afroamericanos que en hombres blancos, incluyendo hombres blancos hispanos. Es menos común en hombres asiáticos o en indígenas americanos.
- Ciertos cambios de la próstata: Los hombres que tienen células llamadas neoplasia intraepitelial prostática de alto grado (prostatic intraepithelial neoplasia, PIN, en inglés), pueden tener un riesgo mayor de padecer cáncer de próstata. Estas células de la próstata se ven anormales al microscopio.
- Dieta: Algunos estudios sugieren que los hombres que comen una dieta alta en grasa animal o carne pueden tener un riesgo mayor de presentar cáncer de próstata. Los hombres que comen una dieta rica en frutas y verduras pueden tener un riesgo menor. (Hay más información acerca de estudios de la dieta en la sección "La promesa de la investigación del cáncer".
Muchos
de estos factores de riesgo pueden evitarse. Otros, como los
antecedentes familiares, no pueden evitarse. Usted puede ayudar a
protegerse a sí mismo al mantenerse alejado de los factores de riesgo
conocidos siempre que sea posible.
Los científicos también han estudiado si la hiperplasia prostática benigna (benign prostatic hyperplasia, BPH, en inglés) la obesidad, el fumar, un virus
transmitido sexualmente o la falta de ejercicio pueden aumentar el
riesgo de cáncer de próstata. Por ahora, estos no son factores claros de
riesgo. Asimismo, la mayoría de los estudios no han encontrado un
riesgo mayor de cáncer de próstata entre hombres que han tenido una vasectomía. La vasectomía es una cirugía para cortar o ligar los tubos que conducen los espermatozoides fuera de los testículos.
Muchos
hombres que tienen factores de riesgo conocidos no padecen cáncer de
próstata. Por otra parte, muchos otros que sí padecen la enfermedad no
tienen ninguno de estos factores de riesgo, con excepción del
envejecimiento.
Si usted piensa que puede tener el riesgo de
padecer cáncer de próstata, usted deberá hablar con su médico. Su médico
podrá sugerir cómo reducir su riesgo y hacer un plan de exámenes
programados.
Exámenes selectivos de detección
Su médico puede examinarlo para detectar cáncer de próstata antes de que usted tenga síntomas. Los exámenes selectivos de detección (screening)
pueden ayudar a los médicos a detectar y tratar el cáncer temprano. Sin
embargo, los estudios no han demostrado hasta ahora que los exámenes
selectivos de detección reducen el número de muertes por cáncer de
próstata. Usted querrá hablar con el médico acerca de los beneficios y
daños posibles de hacerse exámenes selectivos de detección. La decisión
de hacerlos, como muchas otras decisiones médicas, es personal. Usted
deberá decidir después de conocer las ventajas y desventajas de los
exámenes selectivos de detección.
Su médico puede explicar estas pruebas con más detalle:
- Examen rectal digital: El médico inserta un dedo enguantado, lubricado, en el recto y siente la próstata a través de la pared del recto para buscar áreas endurecidas o abultadas de la próstata.
- Análisis de sangre para antígeno prostático específico (Prostate-specific antigen, PSA, en inglés): Un laboratorio examina el nivel de PSA en la muestra de sangre del hombre. Un nivel elevado de PSA es causado con más frecuencia por hiperplasia prostática benigna o por prostatitis (inflamación de la próstata). El cáncer de próstata también puede causar un nivel elevado de PSA.
El
examen rectal digital y el análisis de PSA pueden detectar un problema
en la próstata, pero no pueden mostrar si el problema es cáncer o una
afección menos grave. Su médico usará los resultados de estas pruebas
para ayudarse a decidir si es necesario hacer más exámenes para buscar
signos de cáncer. La información acerca de las pruebas adicionales está
en la sección de "Diagnóstico".
Síntomas
El hombre que padece cáncer de próstata puede no
tener síntoma alguno. Para quienes tienen síntomas de cáncer de
próstata, estos generalmente son:
- Problemas urinarios
- Inhabilidad para orinar
- Dificultad para empezar o detener el flujo de orina
- Necesidad de orinar frecuentemente, especialmente durante la noche
- Flujo débil de orina
- Flujo de orina que comienza y se detiene
- Dolor o ardor al orinar
- Dificultad para tener erecciones
- Sangre en la orina o en el semen
- Dolor frecuente en la parte baja de la espalda, las caderas o la parte superior de los muslos
En
muchos casos, estos síntomas no se deben al cáncer de próstata. Pueden
ser causados por hiperplasia prostática benigna, por una infección o por
otro problema de salud. Cualquier hombre que tiene estos síntomas
deberá comunicarlo a su médico para que cualquier problema sea
diagnosticado y tratado tan pronto como sea posible. Él podrá ver a su
médico familiar o a un urólogo. Un urólogo es un médico que se especializa en enfermedades del sistema urinario.
Diagnóstico
Si usted tiene síntomas o resultados de exámenes
que sugieren la presencia de cáncer, su médico deberá saber si esto se
debe a cáncer o a alguna otra causa. Su médico preguntará acerca de sus
antecedentes médicos personales y familiares; le hará un examen físico y
es posible que ordene pruebas de laboratorio. Su consulta puede incluir
un examen rectal digital, análisis de la orina para buscar la presencia
de sangre o una infección, y un análisis de sangre para medir el
antígeno prostático específico.
Usted puede también hacerse otros exámenes:
- Ecografía transrrectal: El médico inserta una sonda en el recto del hombre para buscar áreas anormales. La sonda envía ondas sonoras fuera del alcance del oído humano (ultrasonido). Las ondas sonoras rebotan en la próstata, y una computadora usa los ecos para crear una imagen llamada ecografía.
- Cistoscopia: El médico utiliza un tubo delgado y luminoso para mirar dentro de la uretra y la vejiga.
- Biopsia transrrectal: Una biopsia es la extracción de tejido para buscar células cancerosas. La biopsia es el único método seguro para diagnosticar cáncer de próstata. El médico inserta en la próstata una aguja por el recto. El médico toma muestras pequeñas de tejido de varias áreas de la próstata. La ecografía puede usarse para guiar la aguja. Un patólogo revisa el tejido en busca de células cancerosas.
Antes de hacerse una biopsia, tal vez usted querrá hacer estas preguntas al médico:
- ¿En qué lugar se hará la biopsia? ¿Tendré que ir al hospital?
- ¿Cuánto tiempo se llevará? ¿Estaré despierto? ¿Dolerá?
- ¿Cuáles son los riesgos? ¿Cuál es la posibilidad de que haya una infección o sangrado después de la biopsia?
- ¿Cuánto tiempo me llevará recuperarme?
- ¿Qué tan pronto sabré los resultados?
- Si tengo cáncer, ¿quién hablará conmigo sobre los pasos a seguir? ¿Cuándo?
Si no se encuentra cáncer
Si
los resultados de la biopsia no indican que hay cáncer, su médico puede
recomendar alguna medicina para reducir los síntomas causados por una
próstata agrandada. La cirugía puede también aliviar estos síntomas. La
cirugía que se usa con más frecuencia en tales casos se llama resección transuretral de la próstata
(transurethral resection of the prostate, TURP ó TUR, en inglés). En
ésta, se inserta un instrumento por la uretra para extraer tejido de
próstata que está presionando contra la parte superior de la uretra y
que restringe el flujo de orina. Usted deberá hablar con su médico
acerca de la mejor opción de tratamiento.
Si se encuentra cáncer
Si hay cáncer presente, el patólogo estudia muestras de tejido de la próstata al microscopio para dar un informe del grado
del tumor. El grado quiere decir qué tan diferente es el tejido del
tumor al compararlo con el tejido normal de próstata. Sugiere la rapidez
con la que posiblemente crecerá el tumor. Los tumores con grados más
elevados tienden a crecer más rápidamente que los tumores de grados más
bajos. Asimismo, tienen más probabilidades de diseminarse. Un sistema
para graduar el cáncer de próstata usa del G1 al G4. Otro método de
graduar es el sistema Gleason.
El patólogo clasifica cada área de células cancerosas con un grado del 1
al 5. El patólogo suma juntos los dos grados más comunes para obtener
la puntuación del sistema Gleason o puede sumar el grado más común y el
grado más elevado (más anormal) para obtener la puntuación. Las
puntuaciones del sistema Gleason tienen un rango del 2 al 10.
Estadificación
Para planear su tratamiento, su médico necesita saber la extensión (estadio o etapa)
de la enfermedad. El estadio (etapa) se basa en el tamaño del tumor, si
el cáncer se ha diseminado fuera de la próstata y, si es así, a qué
partes del cuerpo.
Usted puede hacerse un análisis de sangre para ver si el cáncer se ha diseminado. Algunos hombres también pueden necesitar estudios de imágenes:
- Escanograma óseo: El médico inyecta una pequeña cantidad de material radiactivo en un vaso sanguíneo. El material viaja por el torrente de la sangre y se concentra en los huesos. Una máquina llamada escáner detecta la radiactividad y la mide. El escáner crea imágenes de los huesos en la pantalla de la computadora o en película. Las imágenes pueden mostrar cáncer que se ha diseminado a los huesos.
- Escanograma de tomografía computarizada: Una máquina de rayos X conectada a una computadora crea una serie de imágenes detalladas de las áreas internas del cuerpo. Los médicos usan escanogramas de tomografía computarizada para ver la pelvis o el abdomen.
- Imágenes de resonancia magnética, IRM: Un fuerte magneto conectado a una computadora produce imágenes detalladas de las áreas internas del cuerpo.
Los estadios (etapas) de cáncer de próstata son los siguientes:
- Estadio I es cáncer que no se puede sentir durante un examen rectal. Se encuentra por casualidad cuando se hace una operación por otra razón, generalmente por hiperplasia prostática benigna. El cáncer está localizado sólo en la próstata.
- Estadio II es cáncer más avanzado, pero no se ha diseminado fuera de la próstata.
- Estadio III es cáncer que se ha diseminado fuera de la próstata. Se puede encontrar en las vesículas seminales, pero no se ha diseminado a los ganglios linfáticos.
- Estadio IV es cáncer que puede estar en los músculos u órganos vecinos (además de las vesículas seminales). Se puede haber diseminado a los ganglios linfáticos. Es posible que se haya diseminado a otras partes del cuerpo.
- Cáncer recurrente es cáncer que ha regresado (recurrido) después de un tiempo durante el cual no podía ser detectado. Puede recurrir en la próstata o cerca de ella. También puede recurrir en cualquier otra parte del cuerpo, tal como los huesos.
Tratamiento
Obtención de una segunda opinión
Métodos de tratamiento
Cirugía
Radioterapia
Terapia hormonal
Espera vigilante
Métodos de tratamiento
Cirugía
Radioterapia
Terapia hormonal
Espera vigilante
Muchos
hombres con cáncer de próstata quieren tener una parte activa en la
toma de decisiones sobre su atención médica. Es natural que usted quiera
saber todo lo que sea posible acerca del cáncer de próstata y de las
opciones que usted tiene de tratamiento. Sin embargo, el choque y la
tensión después de un diagnóstico de cáncer pueden hacer difícil pensar
en todo lo que usted quisiera preguntar a su médico. Ayuda muchas veces
hacer una lista de las preguntas antes de una cita.
Para ayudarse a
recordar lo que dice el médico, usted puede tomar notas o puede usar
una grabadora si lo permite el médico. Quizás usted también querrá que
le acompañe un familiar o amigo cuando hable con el médico, para que
participe en la discusión, para que tome notas o solo para que escuche.
Usted
no necesita hacer todas sus preguntas a la vez; tendrá otras
oportunidades para pedir a su médico o enfermera que le expliquen algo
que no está claro o si necesita más detalles.
Su médico lo puede
referir a un especialista, o usted puede solicitar una referencia
médica. Los especialistas que tratan el cáncer de próstata son los urólogos, oncólogos urólogos, médicos oncólogos y oncólogos radioterapeutas.
Obtención de una segunda opinión
Antes
de comenzar un plan de tratamiento, usted querrá obtener una segunda
opinión acerca de su diagnóstico y tratamiento. Muchas compañías de
seguro cubren una segunda opinión si usted o su médico la solicitan. Se
puede llevar algo de tiempo y esfuerzo para reunir el expediente médico y
hacer arreglos para ver a otro médico. En general, no es un problema
tomarse varias semanas para obtener una segunda opinión. En la mayoría
de los casos, el retraso en empezar el tratamiento no hace que éste sea
menos efectivo. Para cerciorarse de esto, usted deberá hablar con su
médico sobre esta demora. Algunos hombres con cáncer de próstata
necesitan el tratamiento de inmediato.
Hay varias formas de encontrar a un médico para obtener una segunda opinión:
- Es posible que su médico le refiera a uno o a varios especialistas. En los centros oncológicos, varios especialistas trabajan con frecuencia en equipo.
- El Servicio de Información sobre el Cáncer, en el teléfono 1-800-4-CANCER, le puede proporcionar información acerca de los centros de tratamiento en su área.
- La asociación médica local o estatal, un hospital cercano o una escuela de medicina pueden proporcionar generalmente los nombres de especialistas.
- El NCI proporciona una útil hoja informativa titulada "Cómo encontrar a un doctor o un establecimiento de tratamiento si usted tiene cáncer".
Métodos de tratamiento
Los
hombres con cáncer de próstata cuentan con muchas opciones de
tratamiento. El tratamiento que es el mejor para un hombre, puede no ser
el mejor para otro.
El tratamiento para cáncer de próstata puede implicar, cirugía, radioterapia o terapia hormonal. Usted puede tener una combinación de tratamientos. Si su médico le recomienda la espera vigilante, su salud será observada de cerca. Usted recibirá tratamiento sólo si se presentan síntomas o si estos empeoran.
El tratamiento de cáncer consiste en terapia local o terapia sistémica:
- Terapia local: La cirugía y la radioterapia son tratamientos locales. Ambos extirpan o destruyen el cáncer en la próstata. Cuando el cáncer de próstata se ha diseminado a otras partes del cuerpo, la terapia local se puede utilizar para controlar la enfermedad en esas áreas específicas.
- Terapia sistémica: La terapia hormonal es terapia sistémica. Se administran hormonas para controlar el cáncer que se ha diseminado.
El
tratamiento que es más adecuado para usted depende principalmente del
estadio del cáncer, del grado del tumor, de los síntomas que usted
experimenta y de su salud en general. Su médico le describirá sus
opciones de tratamiento y resultados esperados.
Como los
tratamientos de cáncer con regularidad causan daños a células y tejidos
sanos, los efectos secundarios son comunes. Los efectos secundarios
dependen principalmente del tipo y extensión del tratamiento. Los
efectos secundarios pueden no ser los mismos para cada hombre y pueden
cambiar de una sesión de tratamiento a la siguiente.
Usted debe
tomar en cuenta tanto los beneficios esperados como los posibles efectos
secundarios de cada opción de tratamiento. Tal vez usted querrá
consultar con su médico los posibles efectos sobre la actividad sexual.
Usted puede trabajar con su médico en el diseño de un plan que refleje
sus necesidades médicas y sus valores personales.
En cualquier estadio (etapa) de la enfermedad, hay cuidados médicos de apoyo
disponibles para controlar el dolor y otros síntomas, para aliviar los
efectos secundarios de la terapia y para mitigar problemas emocionales.
La información sobre los cuidados médicos de apoyo está disponible en el
sitio web del NCI en http://www.cancer.gov/espanol/pdq/cuidadosdeapoyo y por especialistas en información en 1-800-4-CANCER.
Quizás usted querrá hablar con su médico sobre la participación en un estudio clínico, un estudio de investigación de métodos nuevos de tratamiento. La sección sobre "La promesa de la investigación del cáncer" contiene más información sobre estudios clínicos.
Antes de empezar su tratamiento, tal vez querrá hacer las siguientes preguntas a su médico:
- ¿Cuál es la etapa de la enfermedad? ¿Muestra alguno de los ganglios linfáticos signos de cáncer? ¿Se ha diseminado el cáncer a otras partes del cuerpo?
- ¿Cuál es el grado del tumor?
- ¿Cuál es el objetivo del tratamiento? ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento? ¿Cuál me recomienda? ¿Por qué?
- ¿Cuáles son los beneficios que se esperan de cada tipo de tratamiento?
- ¿Cuáles son los riesgos y efectos secundarios posibles de cada tratamiento? ¿Cómo se pueden controlar los efectos secundarios?
- ¿Qué puedo hacer para prepararme para el tratamiento?
- ¿Necesitaré quedarme en el hospital? Si es así, ¿por cuánto tiempo?
- ¿En qué forma afectará el tratamiento mis actividades normales? ¿Es posible que afecte mi vida sexual? ¿Tendré problemas urinarios? ¿Tendré problemas del intestino?
- ¿Cuánto costará el tratamiento? ¿Cubre mi seguro médico este tratamiento?
- ¿Sería apropiado para mí participar en un estudio clínico (estudio de investigación)?
Cirugía
La
cirugía es un tratamiento común para cáncer de próstata en estadio
inicial. El médico puede extirpar toda la próstata o solo una parte. En
algunos casos, su médico puede usar una técnica conocida como cirugía conservadora de nervios. Este tipo de cirugía puede salvar los nervios
que controlan la erección. Sin embargo, si usted tiene un tumor grande o
un tumor que está muy cerca de los nervios, es posible que usted no
pueda tener este tipo de cirugía.
Cada tipo de cirugía tiene riesgos y beneficios. El médico puede describirlos con mayor detalle:
- Prostatectomía retropúbica radical: El médico extirpa toda la próstata y los ganglios linfáticos cercanos por medio de una incisión (corte) en el abdomen.
- Prostatectomía perineal radical: El médico extirpa toda la próstata a través de una incisión entre el escroto y el ano. Los ganglios linfáticos cercanos pueden extirparse por medio de una incisión aparte en el abdomen.
- Prostatectomía laparoscópica: El médico extirpa toda la próstata y los ganglios linfáticos cercanos por medio de pequeñas incisiones, en vez de una sola incisión larga en el abdomen. Se utiliza un tubo delgado y luminoso (laparoscopio) que ayuda a extirpar la próstata.
- Resección transuretral de la próstata (transurethral resection of the prostate, TURP, en inglés): El médico extirpa parte de la próstata usando un instrumento largo y fino que se inserta por la uretra. La parte cancerosa de la próstata se corta. La resección transuretral de la próstata puede no extirpar toda la próstata, pero sí extirpa el tejido que bloquea el flujo de orina.
- Criocirugía: Este tipo de cirugía para el cáncer de próstata está en estudio en algunos centros médicos. (Más información acerca de la criocirugía se encuentra en la sección "La promesa de la investigación del cáncer").
- Linfadenectomía pélvica: Este procedimiento se lleva a cabo de rutina durante una prostatectomía. El médico extirpa los ganglios linfáticos de la pelvis para ver si el cáncer se ha diseminado a ellos. Si se encuentran células cancerosas en los ganglios linfáticos, es probable que la enfermedad se haya diseminado a otras partes del cuerpo. En este caso, el médico puede sugerir otros tipos de tratamiento.
El tiempo que toma
en recuperarse después de la cirugía es diferente para cada hombre y
depende del tipo de cirugía a la que se haya sometido. Usted puede
sentirse incómodo los primeros días. Sin embargo, las medicinas pueden
ayudar a controlar el dolor. Antes de la cirugía, usted deberá consultar
el plan para controlar el dolor con su médico o enfermera. Después de
la cirugía, su médico puede hacer ajustes a ese plan si usted necesita
más alivio.
Después de la cirugía, la uretra necesita tiempo para sanar. Usted tendrá un catéter.
El catéter es un tubo que se coloca por la uretra en la vejiga para
drenar la orina. Usted tendrá el catéter de 5 días a 3 semanas. Su
médico o enfermera le enseñará cómo cuidarlo.
La cirugía puede causar problemas a corto plazo, tales como la incontinencia. Después de la cirugía, algunos hombres pueden perder el control del flujo de la orina (incontinencia urinaria). La mayoría de los hombres recuperan el control de la vejiga después de unas pocas semanas.
Algunos hombres pueden volverse impotentes.
La cirugía conservadora de nervios tiene el propósito de evitar el
problema de la impotencia. Si a un hombre se le puede hacer la cirugía
conservadora de nervios y la operación tiene éxito, es posible que la
impotencia no dure. En algunos casos, los hombres quedan impotentes en
forma permanente. Usted puede hablar con su médico sobre las medicinas y
otras formas de ayudar a controlar los efectos sexuales del tratamiento
del cáncer.
Si su próstata es extirpada, usted ya no podrá producir semen. Usted tendrá orgasmos secos. Si desea tener hijos, puede pensar en un banco de semen o en un procedimiento de recolección de semen.
Antes de decidirse por la cirugía, tal vez usted querrá preguntar al médico lo siguiente:
- ¿En qué tipo de cirugía puedo pensar para mí? ¿Es la cirugía conservadora de nervios una opción para mí? ¿Qué tipo de operación me recomienda usted? ¿Por qué?
- ¿Cómo me sentiré después de la operación?
- Si tengo dolor, ¿cómo podemos controlarlo?
- ¿Tendré algún efecto secundario permanente?
- ¿Hay alguien con quien yo pueda hablar que haya tenido esta misma operación que me van a hacer a mí?
Radioterapia
La
radioterapia usa rayos de alta energía para destruir las células
cancerosas. Afecta únicamente a las células del área bajo tratamiento.
En
el caso de cáncer de próstata en etapa (estadio) inicial, la
radioterapia puede ser usada en vez de cirugía. También puede ser usada
después de cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que quede en
el área. En etapas avanzadas de cáncer de próstata, la radioterapia
puede usarse para ayudar a aliviar el dolor.
Los médicos usan dos tipos de radioterapia para tratar el cáncer de próstata. Algunos hombres reciben ambos tipos:
- Radiación externa: La radiación procede de una máquina grande fuera del cuerpo. Los hombres van a un hospital o clínica para tratamiento. Los tratamientos generalmente son 5 días a la semana durante varias semanas. Muchos pacientes reciben radioterapia de conformación tridimensional. Este tipo de tratamiento se concentra más de cerca en el cáncer y conserva el tejido normal.
- Radiación interna (radiación por implante o braquiterapia): La radiación procede de material radiactivo colocado usualmente dentro de semillas pequeñas. Estas semillas son colocadas directamente en el tejido y emiten radiación por varios meses. Estas semillas son inofensivas y no necesitan removerse.
Los efectos
secundarios dependen principalmente del tipo y dosis de radiación. Es
probable que usted sienta mucho cansancio durante la radioterapia,
especialmente en las últimas semanas de tratamiento. El descanso es
importante, pero los médicos generalmente aconsejan a sus pacientes que
traten de estar tan activos como sea posible.
Si usted recibe
radiación externa, usted puede padecer diarrea o malestar al orinar u
orinar con frecuencia. Algunos hombres padecen problemas intestinales o
urinarios duraderos. La piel del área tratada puede enrojecerse,
resecarse y hacerse sensible. Es posible que el pelo del área tratada se
caiga y no vuelva a crecer.
La radioterapia interna puede causar
incontinencia. Este tipo de efecto secundario generalmente desaparece.
Los efectos secundarios duraderos como resultado de la radioterapia
interna no son comunes.
Tanto la radioterapia interna como la
externa pueden causar impotencia, aunque es menos probable que la
radioterapia interna tenga este efecto.
Antes de decidirse por la radioterapia, tal vez usted querrá preguntar a su médico lo siguiente:
- ¿Cómo se administrará la radiación?
- ¿Cuándo comenzará el tratamiento? ¿Cuándo terminará? ¿Con qué frecuencia tendré tratamiento?
- ¿Qué tengo que hacer para cuidarme antes, durante y después del tratamiento?
- ¿Cómo me sentiré durante el tratamiento de radiación? ¿Podré manejar al lugar de tratamiento y regresar por mi cuenta?
- ¿Cómo sabremos que el tratamiento está funcionando?
- ¿Cómo me sentiré después del tratamiento de radiación?
- ¿Hay algún efecto duradero?
- ¿Cuál es la probabilidad de que el cáncer regrese a mi próstata?
- ¿Con qué frecuencia necesitaré examinarme?
Terapia hormonal
La
terapia hormonal impide que las células cancerosas obtengan las
hormonas masculinas (andrógenos) que necesitan para crecer. Los
testículos son los productores principales de la hormona masculina
testosterona en el cuerpo. La glándula suprarrenal produce otras
hormonas masculinas y una cantidad pequeña de testosterona.
La terapia hormonal usa fármacos o cirugía:
- Fármacos: Su médico puede sugerir un fármaco que puede bloquear las hormonas naturales producidas por su cuerpo.
- Agonistas de la hormona liberadora de hormona luteinizante (luteinizing hormone-releasing hormone (LH-RH) agonists, en inglés). Estos fármacos pueden impedir que los testículos produzcan testosterona. Ejemplos son la leuprolide y la goserelina.
- Antiandrógenos: Estos fármacos pueden bloquear la acción de las hormonas masculinas. Ejemplos son la flutamida, la bicalutamida y la nilutamida.
- Otros fármacos: Algunos fármacos pueden impedir que las glándulas suprarrenales produzcan testosterona. Ejemplos de esto son el ketoconazol y la aminoglutetimida.
- Cirugía: La operación para extirpar los testículos se llama orquiectomía.
Después
de la orquiectomía o del tratamiento con un agonista de la hormona
liberadora de hormona luteinizante, su cuerpo ya no obtiene testosterona
de los testículos. Las glándulas suprarrenales todavía producen
pequeñas cantidades de las hormonas masculinas. Es posible que le den un
antiandrógeno para bloquear la acción de las hormonas masculinas que
quedan. Esta combinación de tratamientos se conoce como bloqueo total de andrógenos.
Los estudios no han mostrado si el bloqueo total de andrógenos es más
efectivo que la cirugía o que un agonista de la hormona liberadora de
hormona luteinizante solo.
Los médicos generalmente pueden
controlar el cáncer de próstata que se ha diseminado a otras partes del
cuerpo con terapia hormonal. A menudo, el cáncer no crece por varios
años. Eventualmente, sin embargo, la mayoría de los cánceres de próstata
pueden crecer con muy pocas hormonas masculinas o sin ellas. Cuando
esto sucede, la terapia hormonal ya no es efectiva. En ese momento, su
médico puede sugerir otras formas de tratamiento que están siendo
estudiadas.
Es posible que la terapia hormonal afecte su calidad de vida.
Con frecuencia causa efectos secundarios tales como impotencia,
bochornos o sofocos, pérdida del deseo sexual y debilidad en los huesos.
Los antagonistas de la hormona liberadora de la hormona luteinizante
pueden hacer que sus síntomas empeoren por un periodo corto de tiempo
cuando usted comienza a tomarlos. Este es un problema temporal durante
el cual los síntomas pueden acentuarse. El tratamiento causa una
reducción gradual en el nivel de su testosterona. Sin testosterona, el
crecimiento del tumor se hace lento. Su situación puede mejorar. (Para
evitar este período en el que los síntomas se acentúan, su médico puede
darle un antiandrógeno por un tiempo junto con el agonista de la hormona
liberadora de hormona luteinizante).
Los antiandrógenos (como la
nilutamida) pueden causar náuseas, diarrea o crecimiento o sensibilidad
de los senos. Raramente, pueden causar problemas de hígado (dolor en el
abdomen, ojos amarillentos u orina oscura). Algunos hombres que usan
nilutamida pueden tener dificultad para respirar. Algunos pueden tener
dificultad en ajustarse a cambios repentinos de luz.
Si se usa por
largo tiempo, el ketoconazol puede causar problemas de hígado, y la
aminoglutetimida puede causar erupciones de la piel. Si a usted se le
hace un bloqueo total de andrógenos, es posible que tenga más efectos
secundarios que si recibiera un solo tipo de terapia hormonal.
Cualquier
tipo de tratamiento que reduce sus niveles hormonales puede debilitar
sus huesos. Su médico puede sugerir medicamentos o suplementos dietéticos que pueden reducir su riesgo de fracturas de huesos.
Antes de decidirse por la terapia hormonal, tal vez usted querrá hacer las siguientes preguntas al médico:
- ¿Qué tipo de terapia hormonal recibiré? ¿Recomendaría usted fármacos o cirugía? ¿ Por qué?
- ¿Cuándo empezará mi terapia? ¿Con qué frecuencia se administrará la terapia? ¿Cuándo terminará?
- ¿A dónde debo ir para recibir tratamiento? ¿Podré manejar de regreso a casa?
- Si me someto a cirugía, ¿cuánto tiempo voy a necesitar estar en el hospital?
- ¿Cómo me sentiré durante el tratamiento?
- ¿Qué puedo hacer para cuidarme durante la terapia?
- ¿Cómo sabremos si la terapia funciona?
- ¿Qué tipos de efectos secundarios debo reportar a usted?
- ¿Habrá efectos secundarios duraderos?
Espera vigilante
Usted
puede escoger la espera vigilante si los riesgos y los efectos
secundarios posibles del tratamiento sobrepasan los beneficios posibles.
Su médico puede ofrecer esta opción si usted es una persona en edad
avanzada o tiene otros problemas serios de salud. Asimismo, su médico
puede sugerir la espera vigilante si usted ha sido diagnosticado con
cáncer de próstata en estadio inicial que parece estar creciendo
lentamente. Su médico ofrecerá tratamiento si se presentan síntomas o si
estos empeoran.
La espera vigilante evita o retrasa los efectos
secundarios de la cirugía y de la radiación, pero esta opción presenta
riesgos. Puede reducir la posibilidad de controlar el cáncer antes de
que se disemine. También, puede ser más difícil sobrellevar la cirugía y
la radioterapia a medida que avanza su edad.
Usted puede decidir
en contra de la espera vigilante si no desea vivir con un cáncer que no
ha sido tratado. Si usted se decide por la espera vigilante, pero
empieza a preocuparse después, usted deberá expresar sus sentimientos a
su médico. Casi siempre hay disponible un enfoque diferente.
La espera vigilante está en estudio. Vea la sección: "La promesa de la investigación sobre el cáncer" para información acerca de este estudio.
Antes de decidirse por la espera vigilante, tal vez usted querrá hacer las siguientes preguntas al médico:
- Si yo escojo la espera vigilante, ¿puedo cambiar de parecer más tarde?
- ¿Será más difícil de tratar la enfermedad más tarde?
- ¿Con qué frecuencia tendré exámenes?
Medicina complementaria y alternativa
Algunos hombres con cáncer de próstata usan medicina complementaria y alternativa (complementary and alternative medicine, CAM, en inglés):
- Un enfoque se llama, en general, medicina complementaria cuando se usa junto con el tratamiento estándar.
- Un enfoque se llama medicina alternativa cuando se usa en vez del tratamiento estándar.
La acupuntura,
terapia de masaje, productos a bases de hierbas, vitaminas o dietas
especiales, visualización, meditación y curación espiritual son tipos de
medicinas complementarias y alternativas.
Muchos hombres dicen
que la medicina complementaria y alternativa les hace sentirse mejor.
Sin embargo, algunos tipos de medicina complementaria y alternativa
pueden cambiar la manera en que el tratamiento estándar trabaja. Estos
cambios pueden ser perjudiciales. Asimismo, algunos tipos de medicina
complementaria y alternativa pueden ser peligrosos, aun cuando sean
utilizados por sí solos.
Algunos tipos de medicina complementaria y alternativa son caros. El seguro médico puede no cubrir el costo.
Usted
puede solicitar publicaciones del Centro Nacional de Medicina
Complementaria y Alternativa del Gobierno Federal; los números para
llamar sin costo a su centro de distribución son 1-888-644-6226. Además,
usted puede visitar la página web del centro en http://www.nccam.nih.gov/health/espanol, o enviar un correo electrónico a info@nccam.nih.gov.
Nutrición y actividad física
Es importante que los hombres
con cáncer de próstata se cuiden a sí mismos. El cuidarse a sí mismo
incluye comer bien y mantenerse tan activo como sea posible.
Usted
necesita la cantidad suficiente de calorías para mantener un buen peso.
Y necesita también suficientes proteínas para conservar las fuerzas. El
comer bien puede ayudarle a que se sienta mejor y tenga más energía. Su
médico, dietético u otro proveedor de servicios para la salud pueden
sugerir una dieta saludable. También, el folleto del Instituto Nacional
del Cáncer Consejos de alimentación contiene muchas ideas útiles y recetas.
Muchos
hombres se dan cuenta que se sienten mejor cuando se mantienen activos.
Caminar, hacer yoga, nadar y practicar otros ejercicios pueden
mantenerle fuerte y aumentar su energía. El ejercicio puede reducir el
dolor y hacer que el tratamiento sea más fácil de manejar. También puede
ayudar a aliviar el estrés. Antes de practicar cualquier tipo de
ejercicio que usted elija, asegúrese de consultar antes con su médico.
Asimismo, si su actividad le causa dolor u otros problemas, asegúrese de
comunicarlo a su médico o enfermera.
Cuidados de seguimiento
Los cuidados de seguimiento después
del tratamiento de cáncer de próstata son importantes. Aun cuando
parezca que el cáncer haya sido extirpado o destruido por completo, la
enfermedad a veces regresa porque quedaron células cancerosas sin
detectar en alguna parte del cuerpo después del tratamiento. Su médico
vigilará su recuperación y estará al pendiente de la recurrencia
del cáncer. Los exámenes ayudan a asegurar que cualquier cambio en la
salud se tenga en cuenta y se trate si es necesario. Los exámenes pueden
incluir análisis de laboratorio, rayos X, biopsias u otras pruebas.
Entre las citas médicas, usted deberá comunicarse con su médico si
padece algún problema de salud.
Siga adelante: la vida después del tratamiento de cáncer
es un libro del Instituto Nacional del Cáncer para personas que han
completado su tratamiento. Responde a preguntas sobre cuidados de
seguimiento y otras inquietudes. Contiene sugerencias para sacar el
mejor provecho de las visitas médicas. También sugiere maneras para
hablar con su médico con el fin de crear un plan de acción de
recuperación y salud para el futuro.
Fuentes de apoyo
El saber que usted padece cáncer de próstata
puede cambiar su vida y las vidas de quienes están a su derredor. Estos
cambios pueden ser difíciles de manejar. Es normal que usted, su
familia y sus amigos tengan muchos sentimientos diferentes y a veces
confusos.
Puede ser que usted se preocupe de atender a su familia,
de conservar su trabajo o de continuar sus actividades diarias. La
preocupación relacionada con los tratamientos y el control de los
efectos secundarios, con la estancia en el hospital y la cuenta por
gastos médicos es también común. Los médicos, el personal de enfermería y
los otros miembros de su equipo de atención médica pueden responder
preguntas sobre el tratamiento, el trabajo u otras actividades. Reunirse
con un trabajador social, un asesor o un miembro de su iglesia puede
ser útil si usted quiere hablar sobre sus sentimientos o preocupaciones.
Con frecuencia, un trabajador social puede sugerir recursos para
obtener ayuda económica, transporte, cuidado en casa o apoyo emocional.
Los
amigos y familiares pueden ser una fuente de apoyo. Los grupos de apoyo
también pueden ayudar. En estos grupos, los pacientes o sus familiares
se reúnen con otros pacientes o sus familiares para compartir lo que han
aprendido en cuanto a sobrellevar la enfermedad y los efectos del
tratamiento. Los grupos pueden ofrecer apoyo en persona, por teléfono o
en línea. Tal vez usted querrá hablar con un miembro de su equipo de
atención médica sobre cómo encontrar un grupo de apoyo.
Quizás
usted y su pareja se preocupen de los efectos del cáncer de próstata en
sus relaciones sexuales. Tal vez ustedes querrán hablar con su médico
sobre los efectos secundarios posibles del tratamiento y de la
posibilidad de que sean duraderos. Independientemente de las
probabilidades, usted y su pareja pueden encontrar alivio al conversar
sobre sus preocupaciones. Usted puede encontrar formas de intimidad
durante y después del tratamiento. Para algunas parejas, ayuda que
hablen con un consejero sexual.
Los especialistas en información
de cáncer en el 1-800-4-CANCER pueden ayudarle a localizar programas,
servicios y publicaciones.
La promesa de la investigación del cáncer
Médicos en todo el
país están llevando a cabo muchos tipos de estudios clínicos (estudios
de investigación en los cuales uno participa voluntariamente). Ellos
están estudiando formas nuevas de prevenir, detectar y tratar el cáncer
de próstata.
Los estudios clínicos están diseñados para responder
cuestiones importantes y para saber si los enfoques nuevos son seguros y
efectivos. La investigación ha llevado ya a importantes adelantos, y
los investigadores continúan buscando métodos más efectivos para tratar
el cáncer de próstata.
Los hombres que ingresan a estudios
clínicos pueden ser los primeros en beneficiarse si se demuestra que un
enfoque nuevo es efectivo. Y si los participantes no se benefician
directamente, sí hacen una contribución importante a la ciencia médica
al ayudar a los médicos a saber más acerca del cáncer de próstata y cómo
controlarlo. Aunque los estudios clínicos pueden presentar algún
riesgo, los científicos hacen todo lo posible para proteger a sus
pacientes.
Si le interesa participar en un estudio clínico, hable con su doctor. Quizás querrá leer la Guía para entender y participar en estudios clínicos
del Instituto Nacional del Cáncer. En esta página web se describe cómo
se llevan a cabo los estudios clínicos y se explican sus beneficios y
riesgos posibles.
El portal web del NCI incluye una sección sobre estudios clínicos en http://www.cancer.gov/espanol/cancer/estudios-clinicos
que contiene información general acerca de los estudios clínicos así
como información detallada sobre estudios específicos de cáncer de
próstata en curso. Especialistas en información del cáncer, en inglés y
español, en el teléfono 1-800-4-CANCER pueden contestar preguntas y
proporcionar información sobre estudios clínicos.
Fuente: Instituto Nacional de Cáncer de Los Estados Unidos de América
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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