Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma y como informamos en el capítulo anterior, Séfora Huamán Morocho, llevó sus "vacas mañosas" al fundo "El azote negro" y estando allí llegaron los peones que custodian la propiedad que pertenece a la familia Sánchez Calerón y Mulatillo, y ella espera ver al señor Sánchez para entregarle su amor que inicialmente rechazó aceptar; entonces, ella se escondió en un altillo (lomita) llena de chopes que le permiten observar todo el paisaje ; sin embargo, la presencia de los peones originó el cambio de planes por que as vacas se retiraron y ella permaneció escondida, pero los pesares continúan contra ella por que los trabajadores simularon abandonar el lugar y encogieron un lugar donde esconderse para esperar el regreso de las "vacas mañosas" y subieron justamente al lugar donde estaba Séfora y ella par ano ser descubierta se arrastró hacia otro lugar y se quedó tumbada y sin saberlo lo hizo encima de un hormiguero, ante tanto peso los insectos sofocados salieron a buscar aire fresco y comenzaron invadiendo el cuerpo de la "intrusa" y un grupo de estos insectos tomaron las enormes piernas y se dirigieron al interior por el olor a humedad que existe en los genitales y lamnetablemente ella estaba "curucha"(sin calzón) y los insectos ya estaban llegando a los labios de la vulva y ese hormigueo producía un escozor insoportable a todo el cuerpo de Séfora que no puede moverse por el riesgo de ser descubierta. Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA" , esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI. Fuente de imagen: Archivos del blog.
El comando hormiguero que ingresó al interior del cuerpo de Séfora llaga a los labios de la vulva y con todo su aroma y humedad embelese a los sentidos de los insectos y comenzaron a succionar las secreciones que salían desde la vagina de Séfora por el terror que se había apoderado de todo el cuerpo de Séfora y como ya no tenía otra alternativa dio un fuerte sacudión a todo su cuerpo, exponiéndose al eminente peligro de ser descubierta y el ruido fue detectado por Pedro, pero no le dio la importancia necesaria y comentó así:
--- Escucharon muchachos, parece que por allí están los guayazos( expresión usada en Socchabamba para nombrar a un culebra no venenosa y muy común en la comarca) cazando pájaros.
Los otros peones no escucharon el comentario y siguieron atentos observando el regreso de las vacas ladronas.
Séfora, con este sacudión sintió alivio pero sólo momentáneo, por que los insectos hormigueros que hasta ese momento habían estado arrastrándose pacíficamente; su mecanismo de auto defensa fue activado por instinto, y actúan sintiéndose agredidas y comenzaron a atacar con sus pinzas algunas partes del cuerpo de Séfora; felizmente el comando de hormigas que estuvo por los genitales fue desintegrado, pero no los cientos de de insectos que estaban sobre las piernas, brazos y otras partes, ante semejante ataque no hay cuerpo que pueda soportarlo, y Séfora estaba a punto de dar un alarido de dolor que padecía por cada picotón con esas pinzas o mandíbulas llenas de ácido fórmico propio de las hormigas para adormecer a sus víctimas, para luego matarlas y finalmente devorarlas; causa estupor esta afirmación pero así funcionan las reglas de la supervivencia en la naturaleza. Ante la emergencia del sufrimiento de Séfora, las fuerzas positivas del universo acudieron en auxilio de la "china" y asustaron a las " vacas mañosas" de su escondite y con tanto hambre que tenían salieron directo a atacar el cerco para entrar al potrero, y los peones que estaban sentados se pararon al detectar el ruido de los rastros que producían en tropel las vacas y como era seguro la vaca jefe más conocida como "mañosa cuernuda" (cornuda) la emprendió contra el cerco con toda la fuerza de su cabeza que levantó ramas secas por los aires y llegó a falsear las consistencias del cerco, el animal acostumbrado a estos trajines arremetió por segunda vez y retrocedió unos pasos atrás y luego avanzó hacia adelante cerrando los ojos y asestó un duro golpe con sus cuernos, destrozando lo que quedaba de cerco y lo derribó hacia adelante y las demás vacas que hasta ese instante se mantenían a la expectativa, "fueron invitadas" por la invasora y entraron al potrero y comenzaron a engullir la mayor cantidad de pasto que cabía en sus voraces bocas.
Los peones abandonaron sus puestos de control, bajaron al llano y se dirigieron al portillo que había sido abierto por las "vacas mañosas".
Séfora aprovechó de este valioso tiempo para sacudir su cuerpo invadido por molestas hormigas que ya la habían considerado como su presa; se calcula que por lo menos unas 2,000 hormigas se habían posesionado sobre el cuerpo de Séfora y el ataque de sus tenazas cuyas mandíbulas prensoras ya habían producido muchos salpullidos en las piernas de Séfora, ya logrado el control del ataque de los insectos, comenzaba ahora el gran lío por el ingreso de sus "vacas mañosas" rompiendo cercos a las invernas del fundo "El azote negro" propiedad del señor Sánchez, justamente aquien ella deseaba ver aprovechando ese incidente. Los peones llegaron hasta el portillo abierto a un cerco muy bien hecho, estaban asombrados de la potente fuerza de los cuernos de la vaca que no se detuvo hasta abrir la entrada; y como las instrucciones de Porfirio Cueva, el caporal, era lacearlas para luego amarrarlas en las picotas y así esperar a los dueños y cobrar el pasto consumido.
Los tres peones sacaron de sus alforjas sus vetas( expresión usada en Socchabamba a unas sogas confeccionadas con tiras de cuero seco)les pusieron lazo y abrieron formando una redondeta para lanzarlas a la cabezas de las vacas y así poder lacearlas, pero toda "vaca mañosa" sabe los peligros que corre por ingresar a potreros ajenos y también han aprendido a defenderse contra los asechos tales como caer enlazada y ser amarrada en una picota por días sin agua ni forraje.
Las vacas observaron a los trabajadores que iban por ellas con vetas listas, ante el peligro la vaca "mañosa cuernuda" (cornuda) hizo un balido de muy bajo sonido, sólo perceptible para las otras compañeras, anticipándoles el peligro, los animales captaron la alerta, dejaron de comer y comenzaron a correr hacia el portillo pero lo hicieron con la cabeza y los cuernos gachos (expresión usada en Socchabamba para decir que la cabeza con cuernos de la vaca van inclinados hacia el suelo), impidiendo de tal suerte que los lazos tirados (lanzados) por los peones se quedaban en el aire sin dar en el blanco y no lleguen a la cabeza, como fueron tres los peones se distribuyeron dos en arrear las vacas y el tercero lanzaba la veta para apresar a la vaca, pero fracasaron en su intento y el peón que estaba en el portillo tuvo que hacerse a un lado con su veta y todo para evitar ser embestido y corneado por la vaca cornuda y las cuatro reses salieron del potrero y estando afuera levantaron la cola y emprendieron veloz fuga a su corral. Los peones quedaron anonados por tanta astucia que emplearon las vacas, era algo increíble que unos cuadrúpedos se burlaron de tres diestros peones y con el agravante que pueden ser despedidos por inútiles en el cuidado del potrero.
Mientras tanto, Séfora luego de limpiar todo su cuerpo de las molestas hormigas, no tuvo más remedio que seguir a sus vacas rumbo a casa, ella quedó asombrada de como los rumiantes evadieron el acoso de los trabajadores, evitando ser capturadas y como ese día no estaba por allí el señor Sánchez, no se había perdido tiempo, más bien las "vacas mañosas" llenaron media panza con forrajes frescos, pero los peones con Pedro a la cabeza decidieron seguir los rastros de las fugitivas vacas para conocer quien era la dueña o dueño de tan astutos bovinos.... continuaremos......
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui El comando hormiguero que ingresó al interior del cuerpo de Séfora llaga a los labios de la vulva y con todo su aroma y humedad embelese a los sentidos de los insectos y comenzaron a succionar las secreciones que salían desde la vagina de Séfora por el terror que se había apoderado de todo el cuerpo de Séfora y como ya no tenía otra alternativa dio un fuerte sacudión a todo su cuerpo, exponiéndose al eminente peligro de ser descubierta y el ruido fue detectado por Pedro, pero no le dio la importancia necesaria y comentó así:
--- Escucharon muchachos, parece que por allí están los guayazos( expresión usada en Socchabamba para nombrar a un culebra no venenosa y muy común en la comarca) cazando pájaros.
Los otros peones no escucharon el comentario y siguieron atentos observando el regreso de las vacas ladronas.
Séfora, con este sacudión sintió alivio pero sólo momentáneo, por que los insectos hormigueros que hasta ese momento habían estado arrastrándose pacíficamente; su mecanismo de auto defensa fue activado por instinto, y actúan sintiéndose agredidas y comenzaron a atacar con sus pinzas algunas partes del cuerpo de Séfora; felizmente el comando de hormigas que estuvo por los genitales fue desintegrado, pero no los cientos de de insectos que estaban sobre las piernas, brazos y otras partes, ante semejante ataque no hay cuerpo que pueda soportarlo, y Séfora estaba a punto de dar un alarido de dolor que padecía por cada picotón con esas pinzas o mandíbulas llenas de ácido fórmico propio de las hormigas para adormecer a sus víctimas, para luego matarlas y finalmente devorarlas; causa estupor esta afirmación pero así funcionan las reglas de la supervivencia en la naturaleza. Ante la emergencia del sufrimiento de Séfora, las fuerzas positivas del universo acudieron en auxilio de la "china" y asustaron a las " vacas mañosas" de su escondite y con tanto hambre que tenían salieron directo a atacar el cerco para entrar al potrero, y los peones que estaban sentados se pararon al detectar el ruido de los rastros que producían en tropel las vacas y como era seguro la vaca jefe más conocida como "mañosa cuernuda" (cornuda) la emprendió contra el cerco con toda la fuerza de su cabeza que levantó ramas secas por los aires y llegó a falsear las consistencias del cerco, el animal acostumbrado a estos trajines arremetió por segunda vez y retrocedió unos pasos atrás y luego avanzó hacia adelante cerrando los ojos y asestó un duro golpe con sus cuernos, destrozando lo que quedaba de cerco y lo derribó hacia adelante y las demás vacas que hasta ese instante se mantenían a la expectativa, "fueron invitadas" por la invasora y entraron al potrero y comenzaron a engullir la mayor cantidad de pasto que cabía en sus voraces bocas.
Los peones abandonaron sus puestos de control, bajaron al llano y se dirigieron al portillo que había sido abierto por las "vacas mañosas".
Séfora aprovechó de este valioso tiempo para sacudir su cuerpo invadido por molestas hormigas que ya la habían considerado como su presa; se calcula que por lo menos unas 2,000 hormigas se habían posesionado sobre el cuerpo de Séfora y el ataque de sus tenazas cuyas mandíbulas prensoras ya habían producido muchos salpullidos en las piernas de Séfora, ya logrado el control del ataque de los insectos, comenzaba ahora el gran lío por el ingreso de sus "vacas mañosas" rompiendo cercos a las invernas del fundo "El azote negro" propiedad del señor Sánchez, justamente aquien ella deseaba ver aprovechando ese incidente. Los peones llegaron hasta el portillo abierto a un cerco muy bien hecho, estaban asombrados de la potente fuerza de los cuernos de la vaca que no se detuvo hasta abrir la entrada; y como las instrucciones de Porfirio Cueva, el caporal, era lacearlas para luego amarrarlas en las picotas y así esperar a los dueños y cobrar el pasto consumido.
Los tres peones sacaron de sus alforjas sus vetas( expresión usada en Socchabamba a unas sogas confeccionadas con tiras de cuero seco)les pusieron lazo y abrieron formando una redondeta para lanzarlas a la cabezas de las vacas y así poder lacearlas, pero toda "vaca mañosa" sabe los peligros que corre por ingresar a potreros ajenos y también han aprendido a defenderse contra los asechos tales como caer enlazada y ser amarrada en una picota por días sin agua ni forraje.
Las vacas observaron a los trabajadores que iban por ellas con vetas listas, ante el peligro la vaca "mañosa cuernuda" (cornuda) hizo un balido de muy bajo sonido, sólo perceptible para las otras compañeras, anticipándoles el peligro, los animales captaron la alerta, dejaron de comer y comenzaron a correr hacia el portillo pero lo hicieron con la cabeza y los cuernos gachos (expresión usada en Socchabamba para decir que la cabeza con cuernos de la vaca van inclinados hacia el suelo), impidiendo de tal suerte que los lazos tirados (lanzados) por los peones se quedaban en el aire sin dar en el blanco y no lleguen a la cabeza, como fueron tres los peones se distribuyeron dos en arrear las vacas y el tercero lanzaba la veta para apresar a la vaca, pero fracasaron en su intento y el peón que estaba en el portillo tuvo que hacerse a un lado con su veta y todo para evitar ser embestido y corneado por la vaca cornuda y las cuatro reses salieron del potrero y estando afuera levantaron la cola y emprendieron veloz fuga a su corral. Los peones quedaron anonados por tanta astucia que emplearon las vacas, era algo increíble que unos cuadrúpedos se burlaron de tres diestros peones y con el agravante que pueden ser despedidos por inútiles en el cuidado del potrero.
Mientras tanto, Séfora luego de limpiar todo su cuerpo de las molestas hormigas, no tuvo más remedio que seguir a sus vacas rumbo a casa, ella quedó asombrada de como los rumiantes evadieron el acoso de los trabajadores, evitando ser capturadas y como ese día no estaba por allí el señor Sánchez, no se había perdido tiempo, más bien las "vacas mañosas" llenaron media panza con forrajes frescos, pero los peones con Pedro a la cabeza decidieron seguir los rastros de las fugitivas vacas para conocer quien era la dueña o dueño de tan astutos bovinos.... continuaremos......
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