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domingo, 27 de diciembre de 2020

La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo DLXXXIX.- Rogelio Campos; en la ruta que iba trotando, llegó a la casa de una familia que eran amigos; pero, encontró a doña Lusmila Tomapasca Troncos, que era viuda....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Ubelinda Cunyarache Jiménez y su amante Tiberio, quienes habían ocupado una casa abandonada, que la usaban como su refugio de descanso en sus trotadas buscando al bandolero Rogelio Campos; pero, llegaron los legítimos dueños Jovial García y su esposa Lindaura Cunyarache, quienes se reconocieron como familias, hubo mucha armonía y se curó la herida  del brazo de Ubelinda; durante la conversación que tuvieron, Lindaura dijo que vio a Rafael quien era hermano de Ubelinda, gastando dinero a raudales, al escuchar esta novedad, Ubelinda, desistió en buscar al bandolero Rogelio Campos, por que comprobó que fue su hermano quien le robó su tesoro, ellos decidieron regresar a casa y dejaron a los dueños disfrutar de su propiedad...............

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Rogelio Campos, quien se había distraído pernoctando en la casa de Elvira Yanayaco Morocho - "Viuda de los 12 Apóstoles", y cuando ella intentó matarlo, él huyó; en el camino se cruzó sin saberlo con Ubelinda Cunyarache Jiménez, quien lo buscaba por que supuestamente le robó un tesoro, siendo inocente; él continuó su camino hacia la frontera con el Ecuador, él iba en visita de asalto a la propiedad del adinerado agricultor Eriberto López Mija que aún estaba a 02 días de camino.
Rogelio Campos, quien tenía comunicación telepática con su caballo, que siempre le prevenía de los peligros que lo perseguían con facilidad, debido que él era un temible bandolero; que no temblaba las manos, haciéndose justicia cuando alguien se le cruzaba en el camino; pero, tenía una debilidad, él nunca era capaz de levantar la mano a una mujer, y eran justamente ellas quienes pretendieron asesinarlo, sobre todo Elvira Yanayaco Morocho, que lamentaba que se le escapó de las manos.
Rogelio Campos, quien trotaba a toda marcha para aprovechar la noche que era su aliada, y tomarse un descanso durante el día y esta vez, él estaba obligado a buscar una casa donde pernoctar, ya que no tuvo tiempo de cargar fiambre, para su largo viaje, debido a que la anfitriona Elvira Yanayaco Morocho, tenía planes para asesinarlo; él trataba de recordar la ubicación de una casa que haya tenido amistad suya, pero no había nada, siguió avanzando y llegamos a las 05:00 horas de la madrugada, el día se venía a toda luz, ya que el horizonte se notaba el reflejo del alba con la pronta presencia del astro rey.
Rogelio Campos, ya muy sereno, que olvidó por completo la imagen de Elvira que con machete en mano trató de asesinarlo, y vaya que recordó a una antigua familia, quienes vivían a poca distancia, sólo había que superar los desniveles del terreno, ellos eran un matrimonio, que regresaba después de unos 15 a 18 años, sólo recordaba el nombre de la esposa Lusmila Tomapasca Troncos y con esos pensamientos, cabalgó la ladera, subió una cuesta y llegó a la loma, donde se percibía al otro lado un extenso valle, y justo estaba la casa a comienzos del valle, él había trotado unos 50 minutos, ya el día estaba en su apogeo, solo tuvo que bajar una cuesta abajo, llegando a la zona plana.
Rogelio Campos, ubicó a la vivienda, llegó al patio, le salieron al encuentro un par de perros bravos, ladrando y con intenciones de rechazo a los visitantes; él detuvo s su caballo, aún así los perros acosaban dando vuelta al jinete, hasta que salió la dueña de casa en paños menores, solo llevaba puesta una combinación (enague), parece que ella no tuvo tiempo de vestirse y gritó a los perros a sosegarse, que le hicieron caso y se ausentaron y mirando a una distancia de unos 100 metros y levantando la voz le dijo:
--- Buenos días, pase señor, ya los perros se calmaron..
El jinete apuró a su caballo, con un ligero pique de espuelas y trotó hasta donde estaba la señora, quien al verla muy hermosa, ella ya frisaba con unos años bien entrados (algo más de 50 años de edad), quienes al reconocerse mutuamente y fue ella, quien le dijo:
--- Don Rogelio, que sorpresa verlo después de un largo tiempo ¿Qué le trae visitar a esta humilde Choza?
La anfitriona pecaba de modestia; por que la casa era de adobe y grande, muy bien construida y elegante techo a dos aguas, con un amplio corredor en medio de dos cuartos a los costados y descansaba el techo  en 06 pilares de madera, había una puerta central y a los costados poyos de descanso y le contestó:
--- Doña Lusmila, estaba pasando por esta ruta y recordé a ustedes, sobre todo a su esposo con quien nos bebimos una botella de aguardiente y usted también nos acompañó y al final entonó una linda canción.
Lusmila, se emocionó al recordarle a su querido esposo, quien murió asesinado por bandoleros y casi sollozando, le contestó:
--- Don Rogelio, me hace llorar recordar a mi querido Repe (esposo), él murió hace más de 05 años, lo mataron abajo en la huerta, unos bandoleros que pasaban buscando tesoros y como no encontraron nada, ellos los acuchillaron, para que declare donde había guardado(escondido) el entierro (tesoro), del que nosotros nunca tuvimos ni en sueños.
Rogelio Campos, quien era un temible bandolero; pero, él no asesinaba a la víctima, salvo que haya una fuerte oposición y ataque, que sintiéndose aludido, le contestó:
--- Cuanto lo siento doña Lusmila, siempre hay hombres brutos que masacran al dueño de casa y que piensan levantar el entierro (tesoro) que en muchas casas no existe, que pena no encontrarlo; estando usted le pido una posada hasta el anochecer.
Lusmila, viuda y sola, quien al ver a un hombre fuerte que llegó a su casa, lo consideró como una bendición y le contestó:
--- Don Rogelio, apéese, esta chosita está a su disposición...
Rogelio, desmontó de su caballo, le bajó la soga y lo haló hasta uno de los pilares y lo amarró, y estando en pie se acercó  a la viuda y le abrazó en signo de saludo y amistad y ella correspondió apegando su cuerpo con los senos sueltos (tapados con el enague), ellos se abrazaron efusivamente, luego se soltaron y ella le dijo:
--- Don Rogelio, desensille su caballo y lo lleva al huerto, allí hay una picota, lo amarra y le corta tarallas(tallos sin mazorca) de maíz, que están frescas, por que recién coseché el maíz gualo (choclo secando), yo iré a la cocina a preparar el desayuno.
El huésped acogido en la posada, desensilló el caballo y lo llevó al huerto, efectivamente había pasto que cortar, que justamente encontró el machete; pero, observó que un poco más allá pasaba una acequia llena de agua, llevó al caballo para que beba, lo trajo y lo amarró en  la picota, luego cortó las tarallas que las cargó y las amontonó junto al equino.
Rogelio Campos, sintió en su pecho los senos de la viuda, y le pareció tal como ella lo abrazó que habría alguna posibilidad de acostarse con ella; pero, él recordó a Amalia "Ojos verdes", que lo esperaba siéndole fiel y con esos pensamientos regresó a la casa, allí encontró una jerga limpia tendida sobre el poyo, se sentó y desde allí escuchaba los trajines en la cocina de la dueña de casa.
Lusmila había asado carne seca de res y la majaba con piedra sobre el batán para desmenuzarla, al mismo tiempo preparaba los aliños (aderezos) en la sartén para guisar mote de maíz sancochado con frejoles, así mismo la olleta pasaba tintura de café.
Rogelio, sentado sobre el poyo, esperaba que salga la dueña de casa con el desayuno, y efectivamente después de unos 20 minutos, salió doña Lusmila, con un mate lleno de comida, consistía en mote con frejoles guisados (aliñados) montado con un trozo de carne majada y en la otra mano un jarro lleno de humeante café de olleta y le dijo:
--- Don Rogelio, sírvase esta pobreza (una expresión de modestia).
Doña Lusmila, ya se había vestido con un traje largo que le llegaba casi a los tobillos abierto por la parte delantera que lo aseguraban botones, ella se había puesto el mejor vestido para impresionar al huésped.
Rogelio, quien tenía hambre y el aroma que se expandía el desayuno, le hizo agua la boca, recibiendo la comida, le contestó:
--- Muchas gracias doña Lusmila, no peque de modestia, ya que esta comida solo la tienen los ricos hacendados.. jajajajajaja
La anfitriona también se sonrió y sin contestar se fue a la cocina, el huésped, puso el jarro de café sobre el poyo que le sirvió como mesa y con el mate en mano comenzó a desayunar.
En aquellos tiempos en la mayoría de las casas campesinas no se acostumbraba acompañar al huésped cuando se le ofrecía comida; pero, a doña Lusmila no le faltaba ganas, al mismo tiempo se detuvo pensando que ella estaba ofreciéndose al recién llegado, que si lo quería así, pero se tenía que ser recatada.
Pasaron unos 40 minutos, ya Rogelio había terminado de desayunar y bebía el último sorbo de café y salió desde el interior doña Lusmila y le dijo:
--- Don Rogelio, si pudo pasar mi sazón, por que por aquí nos servimos mote, por la abundancia del maíz y de vez en cuando matamos un torete y secamos la carne para guardar y la vamos comiendo poco a poco.
Rogelio, muy contento y con el estómago lleno, le contestó:
--- Doña Lusmila, yo pocas veces estoy acostumbrado a comer esta rica comida...................
Continuaremos...................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

La Historia del Amor Cruel : Capítulo CDLXXX.- Zoraida Fuentes Plata; pide 10´000,000 Millones de monedas nacionales al Banco de Fomento Comercial, el gerente Moisés Brenzitti le ofrece el 50% con desembolso rápido y el otro 50% con una hipoteca...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; la empresaria Zoraida Fuentes Plata, tiene una entrevista con Moisés Brenzitti, gerente del Banco de Fomento Comercial, ella ya llegó y fue recibida por el funcionario bancario; ambos personajes tuvieron excelente impresión al conocerse; mientras tanto, Olzagon y los empleados de "Comercial Tapal", están en pleno traslado de los cajones con los productos a los nuevos almacenes, el joven coordinó con los responsables y todo marcha como lo programado, a la vez él, entrenará a los nuevos empleados que se harán cargo de estos almacenes, por otro lado Clorinda Manzanares, amenaza con llegar a Tapal.

Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.



Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Zoraida Fuentes Plata, ya está en la oficina de Moisés Brenzitti, quien es el gerente del Banco de Fomento Comercial, ella se sentó en un mueble sofá, que al hacerlo levantó su vestido hasta las rodillas, que al cruzar los miembros inferiores mostró sus sensuales piernas.
Moisés Brenzitti, estaba acostumbrado a este tipo de "presentaciones de las clientes mujeres", él continuaba parado y conversando dando la suficiente confianza  a su flamante cliente y le dijo:
--- Señorita Zoraida, créame lamenté mucho con su ausencia en la inauguración de nuestra oficina en Tapal, incluso se retrasó la hora esperándola; bueno eso es historia, antes que entrevistas llenas de protocolos, quiero brindar a usted mi amistad y desde esa perspectiva ofrecerle todos los servicios bancarios que convidamos a todos nuestros clientes.
Zoraida, que efectivamente necesitaba liquidez financiera para pagar obligaciones a corto plazo, y tener una caja disponible para las inversiones, quien haciéndole caso al joven Olzagon se encontraba allí, con una sonrisa picarona le contestó:
--- Señor Brenzitti, lamento mucho mi ausencia a la inauguración de la oficina bancaria, motivos de fuerza mayos me impidieron mi asistencia, y como bien dice el refrán: Más vale tarde que nunca, mi presencia es para hacer negocios bancarios, con la institución que usted representa.
Moisés Brenzitti, se sentó sobre el mueble que estaba frente a Zoraida y apegándose al protocolo, le dijo:
--- Señorita Zoraida, el banco está a su disposición, usted dirá en que la podemos servir.
Zoraida, quien siempre llevaba un maletín ejecutivo, lo abrió y sacó un folder lacrado con información de la situación financiera de la empresa "Comercial Tapal", quien al entregarlos al funcionario bancario, le dijo:
--- Señor Brenzitti, he traído un informe financiero, de mi empresa "Comercial Tapal", que incluye un balance de situación, se lo dejaré para que lo estudie con detenimiento y según usted lo analice, quiero pedir un préstamo a largo plazo.
Justamente los negocio bancarios eran a largo plazo, para dar soltura financiera a los clientes y le alegró sobremanera al funcionario, que por fin iba a tener como cliente a la empresaria más exitosa de Tapal, y le contestó:
--- Gracias señorita Zoraida, por el informe sobre la situación contable de su empresa, cumpliendo las formalidades lo estudiaremos y no será por largo tiempo, le aseguro que en tres días tendremos resultados, que incluirá una visita al negocio, ya que es un requisito del banco.
Zoraida, se alegró mucho al escuchar al funcionario, ella pensó: "Si, él desea visitar mi empresa, mejor que lo haga por la tarde, tal vez después terminar bebiendo unos tragos después del cierre del negocio" y le contestó:
--- Encantada de recibir su visita a mi empresa, estoy llana a recibirlo a usted y los funcionarios contables.
Brenzitti, se sonrió, y le contestó:
--- Sólo seré yo, los funcionarios estarán trabajando en analizar su documentación contable.
Zoraida, consideró conveniente hacer la tentativa del monto de su préstamo y le dijo:
--- Señor Brenzitti, como pediré un préstamo a largo plazo, he considerado tentativamente solicitar unos 10´000,000 Millones de monedas nacionales, tal vez es una suma muy alta, pero considero que tengo la solvencia para sustentarlo y los inmuebles del negocio son de mi propiedad y libres de hipotecas; tango además una ampliación que se inaugurará en pocos días y con una selecta clientela, que es fiel por los precios y la atención; disculpe que me eche flores, por que estoy orgullosa de mi empresa que es toda una vida de trabajo.
Moisés Brenzitti, al escuchar 10´000,000 Millones de monedas, casi salta de su asiento, ya que el monto era más de lo que él, le podría ofrecer y necesariamente se tendría una autorización con visto bueno de la Central, ubicada en la Capital, y eso demora mucho tiempo en los trámites burocráticos, él estaba obligado a dar una respuesta afirmativa, por lo que pensó: "Que tal si le ofrezco 5´000,000, que es lo máximo de mi autoridad y el resto con una hipoteca de las propiedades", y le contestó:
--- Señorita Zoraida, como usted comprenderá, nuestra sucursal tiene montos máximos, para atender a los clientes, y el monto solicitados necesariamente sería aprobado con el visto bueno de la Central del banco; en tal caso, previa visita a su negocio, se desembolsarán 5'000,000 Millones de monedas nacionales y los otros 5´000,000 con la aprobación de la Central; así mismo se necesitará una hipoteca de sus activos (locales comerciales), por ser un monto elevado, le aseguro que se atendrá todo lo solicitado pero en armadas.
Zoraida, no le gustó mucho la hipoteca, pero si era necesario habría que hacerlo; en cambio le alegró que lograría 5´000,000, que era el total de su deuda con la banca privada en Tapal, y era más de lo que le habían ofrecido 2´500,000, ella pensó: "Con los montos logrados, amortizo el 50% de mis deudas y me quedo con el otro 50% como capital de trabajo; el problema era que tiempo me harán el desembolso" y le contestó:
--- Señor Brenzitti, le seré sincera, no me gustó sobre la hipoteca de mis bienes; pero, si es necesario, lo haré únicamente si ustedes me conceden los 10´000,000, nunca por menos.
Brenzitti, le pareció bien la franqueza de la empresaria, y que él podría resolver, se levantó de su asiento y de pie  dirigiéndose a Zoraida, le dijo:
--- Señorita Zoraida, hoy mismo, por la tarde visitaré a su empresa y luego estudiaremos los desembolsos, que será por armadas, así funcionan los protocolos de nuestro banco, ya que estamos considerando sumas muy elevadas.
Zoraida, también se levantó de su asiento y con una sonrisa a flor de labios, le contestó:
--- Señor Brenzitti, será un placer recibirlo, si usted gusta lo espero a las 14:00 horas sin público, para que visite mis almacenes de mercaderías, ya que las 15:00 horas se apertura al público, que le permitirá observar la llegada de la clientela.
Brenzitti, consideró brillante la idea de conocer las existencias de las mercaderías y estirando su mano derecha hacia la empresaria, le contestó:
--- Gracias señorita Zoraida, por la invitación, allí estaré en punto, ha sido un placer comenzar los negocios bancarios con usted.
Ambos personajes se estrecharon las manos y con sonrisas mutuas que les auguraba que se iniciarían grandes negocios bancarios.
Luego, Brenzitti invito a salir a Zoraida y la acompañó hasta la puerta de salida a la calle, de nuevo se dieron otro apretón de manos, era una deferencia para clientes exclusivos.
Después de la despedida, Brenziti ingresó apurado y convocó al "Comité de Créditos", para que esos funcionarios estudien la solvencia económica de "Comercial Tapal", les entregó el folder que recibió de la empresaria y los conminó a dar una respuesta a la brevedad posible.
Mientras tanto, en los grandes almacenes, Olzagon y el personal de la empresa, hacen mucho trabajo en el desempaque de los productos que serán almacenados; él consulta con Zózimo jefe de almacenes, que le indique los movimientos rotativos de los productos más vendidos que serán colocados próximos a los mostradores de los vendedores, para una atención rápida y oportuna a los clientes.
Siendo las 12:00 horas del día, llegó Zoraida, muy jovial, alegre y divertida, por que al entrar a su negocio, un cliente estaba en la puerta de salida, y mirándola impactado por la belleza de la empresaria, se le cayó de las manos una bolsa de productos, ella muy acomedida, se inclinó y recogió el bolso del suelo y le dijo:
--- Tenga estimado amigo, no soy tan bonita, como para que usted pierdas sus productos... jajajajaja
El cliente ruborizado, también se sonrió a carcajada limpia.... jajajajaja..
Continuaremos.....................................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN : Capítulo LVIII.- Siekik y Chamokik; batiéndose cuerpo a cuerpo contra los invasores de la tribu Chamasachok, a quienes los vencieron, muriendo todos los invasores en el campo de batalla...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los : Orígenes del Señor de Sipán; la tribu Chamasachok, invadió el flanco Norte de la vivienda del señor Chonkik, sin saber que eran esperados por los defensores de la vivienda, que en grupo de unos 40 guerreros hicieron frente a una masa invasora de más de 100 enemigos, fue toda un batalla campal cuerpo a cuerpo; Siekik a la cabeza peleaba usando su porra y derribaba a cuanto enemigo lo tenía a su alcance, no había que tener piedad estaba haciendo uso de su legítima defensa, y también caían heridos parte de sus hombres.

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.  Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Renkik y Monkik; quienes eran mandos en los otros flancos, que al detectar que los defensores a cargo de Siekik y Chamokik se batían contra los invasores acudieron en su ayuda, ellos se abrieron para envolver al enemigo, que seguía concentrado batiéndose, por lo que se abrieron y avanzaron alrededor de ellos y los envolvieron, quedando el enemigo en el centro de la batalla.
Monkik, quien fue un gran guerrero, antes de ser vasallo del señor Chonkik, él aplicó su experiencia del ataque por la retaguardia, que justamente lo hizo aquí, cuando algunos guerreros enemigos pretendían retroceder y huir, pero ahora no tenían por donde escapar y estando heridos eran presa fácil para Monkik, quien aplicó su técnica guerrera de limpiar el terreno de enemigos de no dejarlos vivos.
Aquella noche trágica para toda la comarca, por la matanza de guerreros que obedeciendo órdenes morían; ya que solo se escuchaban golpes  sobre las cabezas de invasores y defensores, los gritos y alaridos de los guerreros que caían y los cadáveres ya constituían sombras negras tumbadas sobre el suelo, era un espectáculo deprimente ver la carnicería humana.
El señor Chonkik, como jefe mayor, quien se batía junto a su hijo Siekik, lo hacía con todo su valor, ya que estaba en juego el nacimiento de su Señorío, y no era fácil derribar a tanto enemigo, ellos llegaron en masa y por oleadas aparecían en el campo de la batalla.
Siekik, era imbatible, como todo un líder guerrero, que había aprendido  tanto a combatir siendo aún muy joven; sobre sus pies se contaban por decenas de muertos, lo mismo lo hacía su lugarteniente Chamokik, que entre ellos se entendían perfectamente, habían momentos que se cubrían las espaldas protegiéndose mutuamente, eran dos líderes guerreros unidos por la misma causa.
Seguramente habrían pasado unos 70 minutos (una hora y diez minutos) y ya habían resultados de la batalla, los invasores habían sido vencidos y estaban siendo aniquilados, quienes en número reducido pretendían defenderse, pero todo intento era en vano, por que desde la retaguardia avanzaba Monkik con sus guerreros ilesos, gran estratega en la guerra que había logrado que ninguno de sus guerreros sea herido, y a los costados avanzaba Renkik, quien no siendo un guerrero, por que nunca peleó, esta vez demostró su capacidad de intuición que le permitió atacar con bastante acierto en el sector que él tenía a su cargo.
Entonces, alguien de los invasores gritó a todo pulmón, pidiendo un alto al combate, pero el dialecto era desconocido y como estuvo cerca a Siekik, éste lo derribó con un golpe contundente sobre la cabeza y cayó muerto; pero, si lo escuchó Monkik, quien era un traductor y desde su posición le gritó a Siekik,  y al señor Chonkik, así:
--- Oh Guerreros Siekik y Chonkik, el enemigo se rindió y piden el cese de la batalla.
Y lo que quedaba de guerreros invasores aún vivos, levantaron sus porras en señal de rendición, ya era muy tarde por Siekik y Chamokik, habían tomado la decisión de eliminaron a todos, para demostrar a las otras tribus vecinas que si se atreven invadirlos correrán la misma suerte.
Pero, el señor Chonkik, pensaba diferente, quien había peleado toda su juventud antes de establecerse donde ahora vivía, sabía muy bien las artes de la guerra, cuando el enemigo se rinde, hay que darle opción que sobreviva para que cargue con sus muertos, y gritó a su hijo:
--- Siekik, detén a tus guerreros, los invasores ya no tienen opción de batirse, han perdido a casi todos sus guerreros y los que quedan vivos dales la oportunidad de que recojan sus cadáveres; es honor del vencedor permitir al vencido sepultar a los suyos.

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío.
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Pero, todo fue una patraña, por que los embustes eran clásicos en ellos, que viéndose perdidos, que al inicio de la batalla si lograron escapar un grupo de ellos con prisioneros del grupo de los defensores de Chamokik; que los cubrió la oscuridad de la noche que no se distinguían los guerreros faltantes, que aún no habían notado Chamokik ni Siekik, y haciendo caso al señor Chonkik cesaron las hostilidades.
Rápidamente, en previsión por los antecedentes de los invasores;  Siekik y Chamokik, pasando por encima de los cadáveres enemigos, ellos comenzaron a verificar si estaban vivos los 20 guerreros que ellos seleccionaron antes y que eran para la batalla y no habían 05 de ellos, esta ausencia cundió en alarma y el ardid de los atacantes sobrevivientes que estaban cubriendo a su amigos que huyeron con los prisioneros.
Por lo que Siekik, informó a su padre que había sido una argucia del enemigo, quienes si habían logrado tomar prisioneros a 05 de los suyos, por que no se les encuentra ni vivos ni muertos.
El señor Chonkik, con porra en mano, muy agotado y herido en parte de la espalda, cambió de parecer y ordenó extermino total de los que se rindieron, por haber mentido, y que salgan a buscar a los desaparecidos por que serían víctimas de ceremonias de los Chamasachok ofreciéndolos vivos a sus dioses con la sangre y sus corazones.
Efectivamente un grupo de guerreros invasores, muy bien entrenados, aprovechando que eran muy numerosos al comienzo de la batalla, lograron tomar prisioneros y simplemente retrocedieron dejando a sus compañeros en pleno combate; aún no se sabe: ¿Cómo y por qué tan fácil los 05 guerreros de Siekik se dejaron tomar prisioneros?  Y había que salir con urgencia en su búsqueda antes que sean sacrificados con crueldad.
Entonces, Monkik, que conocía los antecedentes de sacrificios humanos de los atacantes, y que él traducía por que entendía casi todos los dialectos, agarró por el cuello a un invasor herido y lo acosó para que declare que harían con los prisioneros y donde se habían ido o estaban escondidos; pero, el invasor que nada tenía que perder por que igual iba a morir se negó a declarar.
Ante esta negativa, Monkik, que conocía partes débiles del organismo para torturar, que vuelven vulnerable a cualquier guerrero, lo atacó, que el invasor no soportando el dolor, esta vez declaró: que sus compañeros que tomaron a los prisioneros eran sacerdotes al servicio de los dioses y que ellos nunca peleaban ante y frente al enemigo, sino que aprovechando el inicio de los combates tomaban prisioneros para sacrificarlos con su sangre y corazones ofrecerlos a los dioses, esa era la misión de los adoradores de los dioses.
Al escuchar Siekik la traducción de Monkik, tomó la decisión de ir rápido y buscar a sus guerreros, junto con Chamokik y sus guerreros, salieron y emprendieron la búsqueda, la noche era muy oscura y no se podía avanzar con rapidez, aún así había que hacerlo, ellos llegaron a una loma que cubría por completo la visión desde la  vivienda del señor Chonkik, era peligrosa saber que había la otro lado.
Siekik, ante este obstáculo de la naturaleza, ordenó a todos a tumbarse sobre el suelo y avanzar rampando hasta llegar a la cima de la loma.
Quienes al llegar a la cúspide, se sorprendieron que los invasores no habían caminado mucho, por que la parte baja que la formaba una pampa (llanura) y habían hecho una fogata y estaban en plenos preparativos de ofrecer a los prisioneros a los dioses por el "Éxito de la invasión".
Estos sacerdotes guerreros, creían que los dioses protegían a sus compañeros y que ellos suponían que ya habían tomado la vivienda del señor Chonkik y en agradecimiento a los dioses se les ofrecería la sangre y los corazones de los prisioneros.
Ante semejante espectáculo, Siekik se puso de acuerdo con Chamokik de atacar sin opción de vida al enemigo y avanzaron rampando, ahora era a cuesta abajo para no hacer bultos que puedan ser descubiertos por el enemigo.
Los defensores llegaron a la parte llana, pero no se levantaron del suelo, había que dar un asalto certero y destruirlos sin que puedan atacar a los prisioneros, quienes estando maniatados no podían defenderse.
Entonces, Siekik y Chamokik seguían avanzado tumbados sobre el suelo y estando cerca a la fogata se levantaron y atacaron sin piedad a todos los enemigos, quienes siendo sorprendidos no tuvieron opción a defenderse muriendo todos ellos; Siekik, recuperó a sus guerreros sanos y salvos...........
Continuaremos........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

sábado, 26 de diciembre de 2020

NATIONAL GEOGRAPHIC : SIGLO XX .- El Universo oculto de la Gran Guerra.... Los Túneles en la "Guerra de Trincheras"....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., los estragos de la Primera Guerra Mundial, que se libró como una "Guerra de Trincheras", por una inmensa cantidad de construcciones de túneles que estuvieron instalados debajo de los choques armados en la superficie,  que combatían los contrincantes; tanto los alemanes como los aliados se mantuvieron atrincherados por largo tiempo, que algunos túneles fueron instalados como "mini ciudades" que constaban de capillas, escuelas, con luz eléctrica hasta cabinas de teléfonos.  Túneles
El trabajo de los zapadores fue asombroso, que inspiró a los soldados en sus momentos de ocio a elaborar, y pintar creaciones artísticas como retratos, y símbolos nacionales, como efigies del gobierno, la bandera y otros dieron rienda suelta para pintar y tallar sobre la roca retratos a la novia, u otras creaciones como verdaderas obras de arte, firmando sus obras con lápiz.
NATIONAL GEOGRAPHIC.- nos entrega una colección de 23 fotografías que describen lo que fueron los túneles de la Gran Guerra, tal como se le denominó a la Primera Guerra Mundial.....

Te mostramos algunos túneles olvidados que se usaron durante la Primera Guerra Mundial.









Foto: Jeffrey Gusky

Un lugar donde rezar

Hace cien años, en una capilla subterránea, un artista anónimo talló esta imagen de un soldado francés rezando. Muchos túneles del Frente Occidental están repletos de obras de arte.


Foto: Jeffrey Gusky

Fortificación de la Gran Guerra

Las cicatrices de las descargas de artillería todavía horadan las ruinas de un fuerte en el Chemin des Dames, donde unos 30.000 soldados franceses murieron en el transcurso de 10 fatídicos días de abril de 1917. Las fuerzas francesas y alemanas intentaban penetrar en los túneles del enemigo, y a veces combatían cuerpo a cuerpo en pasadizos del subsuelo, negros como boca de lobo.


Foto: Jeffrey Gusky

Un laberinto de trincheras

El punto muerto impuesto por la guerra de trincheras condujo a ambos bandos a excavar galerías por debajo de las posiciones enemigas para volarlas. En el valle del Oise, los zapadores alemanes abrieron esta red secreta de túneles bajo las líneas francesas. El 26 de enero de 1915 detonaron una carga que acabó con la vida de 26 soldados franceses e hirió a otros 22.


Foto: Jeffrey Gusky

Escaleras talladas en la roca

Desde una cantera subterránea, las tropas accedían a las trincheras por una escalera tallada en la piedra.


Foto: Jeffrey Gusky (foto compuesta por dos imágenes)

500 relieves en 6 semanas

Los soldados de la División Yanqui, alojados en una cantera subterránea del Chemin des Dames, tallaron unos 500 relieves durante seis semanas de 1918: nombres, direcciones, símbolos patrióticos y religiosos, y otras imágenes.


Foto: Jeffrey Gusky (foto compuesta por dos imágenes)

El abandono de los refugios

Algunas canteras podían alojar a miles de hombres y contaban con luz eléctrica. En 1918 la introducción de tanques y aviones de combate, además de la artillería, rompió el estancamiento, y los ejércitos empezaron abandonar sus refugios.


Foto: Jeffrey Gusky

Puesto de control

Un puesto de observación custodia uno de los fuertes que protegían Verdún, en el nordeste de Francia. Los refugios subterráneos y túneles de los fuertes fueron el escenario de batallas terribles, entre ellas los intentos repetidos de las tropas alemanas de expulsar de los túneles a los franceses mediante lanzallamas.


Foto: Jeffrey Gusky

Relieve artístico

Algunos soldados se valían del arte para hacer comentarios sobre la guerra, como en este relieve del buque Liberté, hundiéndose bajo el rótulo «Los desastres del siglo xx». El mensaje del artista, un soldado francés cuyo regimiento fue prácticamente aniquilado en la batalla del Chemin des Dames, pudo ser de desesperación ante las espeluznantes cifras de bajas o de protesta por los ataques alemanes contra la marina civil.


Foto: Jeffrey Gusky

Humor negro

De vez en cuando los artistas parecían combinar el humor negro con la practicidad más absoluta, como ocurre con esta imagen de un soldado con bigote atravesado por un clavo herrumbroso. Los soldados colgaban sus ropas, equipos y provisiones de clavos como este para que se secasen; además así quedaban fuera del alcance de ratas, ratones y otras alimañas.


Foto: Jeffrey Gusky

Retrato gatuno

Este tosco grabado de un gato quizá fuese un mensaje de anhelo a la vista de los roedores que plagaban el subsuelo. Muchos soldados se desentendían de la política y dedicaban el tiempo a grabar imaginativos dibujos de mascotas y otros animales. «Las imágenes cómicas del día a día aportaban alivio mental frente al insoportable estrés de la guerra que se libraba en la superficie», apunta Jeff Gusky.


Foto: Jeffrey Gusky

Mujer alsaciana

Esta mujer luce un gran lazo en la cabeza, como en el traje tradicional de Alsacia, una región disputada que Alemania entregó a Francia al término de la Primera Guerra Mundial. En el subsuelo abundan las imágenes femeninas, desde caricaturas hasta retratos idealizados de esposas y novias, además de las que constituyen símbolos patrióticos, como Marianne, icono francés de la libertad y la razón.


Foto: Jeffrey Gusky

Retrato de un mariscal

Un relieve del mariscal de campo Paul von Hindenburg, uno de los prohombres del esfuerzo de guerra alemán, observa desde la pared de una cantera. Los muros subterráneos están cubiertos de retratos de figuras insignes. Otros túneles tienen imágenes del káiser Guillermo, del primer ministro francés Georges Clemenceau y del presidente de Estados Unidos Woodrow Wilson, además de relieves de Buffalo Bill y el Tío Sam.


Foto: Jeffrey Gusky

Retratos de la guerra

La mirada atormentada de un soldado de infantería alemán deja entrever el horror de la guerra de trincheras. Alemania tuvo más de seis millones de bajas durante la Primera Guerra Mundial, entre ellas la del recluta Erich Maria Remarque, que sufrió heridas de metralla. Años después escribiría en Sin novedad en el frente: «De pronto aprendimos a ver. Y vimos que nada quedaba de su mundo».


Foto: Jeffrey Gusky

Caballería francesa

Un oficial de la caballería francesa aparece representado en el muro de una cantera. Al iniciarse la guerra, el arma de caballería formaba parte de todos los ejércitos contendientes, pero en cuestión de semanas el alambre de espino y las ametralladoras desterraron a la obsolescencia los ataques montados tradicionales. Los caballos se emplearon entonces para transportar suministros, armas y heridos.


Foto: Jeffrey Gusky

26ª división de infantería

El soldado raso Archie Sweetman, de la 26ª división de Infantería –la División Yanqui–, grabó su autorretrato vestido de uniforme y en actitud resoluta e inscribió su nombre mientras estuvo alojado en una cantera del Chemin des Dames a principios de 1918. Sweetman, nacido en Boston, sobrevivió a la guerra con heridas de poca consideración.


Foto: ADOC-Photos/Corbis

Detectando al enemigo

Zapadores franceses usan un estetoscopio de mecánico para detectar movimientos enemigos en los túneles. El silencio podía ser desquiciante, una señal de que en cualquier momento podían detonar las cargas.


Foto: Print Collector/Getty Images

La vida bajo tierra

Unos soldados británicos excavan un túnel en la cresta de Messines, en Bélgica, al sur de Ypres, donde la detonación de al menos 19 minas bajo las líneas alemanas mató a miles de personas. Son tantos los hombres que murieron a lo largo del Frente Occidental que aún hoy se está exhumando cuerpos.


Foto: Print Collector/Getty Images

Un momento de respiro

Unos hombres se toman un respiro de las líneas del frente en un sistema de túneles cavados debajo de Arras, Francia. Las tropas neozelandesas construyeron la mayor parte del laberinto, que era lo bastante grande para dar cabida a 25.000 hombres, para preparar un asalto en abril de 1917.


Foto: Collección Jérôme y Laurent Triolet

Soldados alemanos

Unos soldados alemanes posan frente a la entrada de una cantera en Chavigny, Francia, el 6 de junio de 1915. Las fuerzas alemanas convirtieron estos refugios subterráneos en miniciudades con agua corriente, luz eléctrica, línea telefónica en incluso panaderías.


Foto: Colección Jérôme y Laurent Triolet

Capilla y escuela

No lejos de los campos de batalla del Chemin des Dames (el Camino de las Damas), unos niños del pueblo francés de Paissy asisten a una clase en una cantera de caliza que hacía las veces de capilla y de escuela.


Foto: Colección Jérôme y Laurent Triolet

Refugiados de la Gran Guerra

Unos refugiados franceses se resguardan en una cantera del valle del Oise el 30 de agosto de 1918. En los meses anteriores los alemanes habían lanzado su última gran ofensiva, obligando a muchos civiles a huir de sus casas y refugiarse bajo tierra.


Foto: DPA/Corbis

Cocina bajo tierra

Unos soldados alemanes conversan a la entrada de una cocina subterránea en una fotografía sin fecha.


Foto: Colección Jérôme y Laurent Triolet

Unidad de transporte

En 1915, un soldado francés de una unidad de transportes posa sentado entre los relieves de Napoleón y la república victoriosa, esculpidos en las dependencias de una cantera cerca de Soissons.


La entrada es un agujero húmedo abierto en la tierra, un poco más grande que el de una madriguera, disimulado por los arbustos espinosos de un bosque apartado del nordeste de Francia. Acompaño al fotógrafo Jeffrey Gusky, un médico de Texas que ha explorado decenas de espacios subterráneos como este. Juntos nos deslizamos al interior de la cavidad embarra­da y nos sumimos en la oscuridad. Enseguida el pasadizo se ensancha y nos permite avanzar a cuatro patas.

El resplandor de nuestras linternas frontales parpadea sobre las polvorientas paredes calizas del túnel centenario, que desciende hacia las tinieblas. Al cabo de unos cien metros el túnel termina en un pequeño cubículo excavado en la piedra que recuerda a una cabina telefónica.

Aquí, poco después de estallar la Primera Guerra Mundial, los ingenieros militares alemanes hacían turnos para escuchar, en silencio total, el menor sonido que pudiese revelar la presencia de zapadores enemigos. Unas voces apagadas o el golpe de una pala significaban que un equipo de minadores del otro bando podía estar a unos metros de distancia, cavando una galería directamente hacia ellos. El peligro se multiplicaba si se detenía el sonido de las labores de zapa y los oían apilar sacos o latas: señal de que el enemigo estaba llenando de explosivos el final del túnel. Lo más desquiciante de todo era el silencio posterior. En cualquier momento las cargas podían detonar y hacerlos pedazos o enterrarlos vivos.

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Un poco más allá, en una de las paredes del túnel, nuestras linternas iluminan unos graffiti dejados por los zapadores alemanes destacados en aquel «puesto de escucha». Sus nombres y regimientos aparecen coronados por un lema: «Gott für Kaiser!» (¡Dios con el Káiser!). Los trazos a lápiz parecen haber sido escritos ayer. El lecho de creta y caliza sobre el que se asienta la región francesa de la Picardía era perfecto para abrir galerías, pero también lo era para que los soldados de la Gran Guerra dejasen pruebas de su presencia con firmas a lápiz, bosquejos y caricaturas, motivos grabados y minuciosos relieves. Este arte subterráneo es relativamente desconocido fuera del círculo de expertos y entusiastas de la Primera Guerra Mundial, además de alcaldes y terratenientes, con muchos de los cuales Gusky ha invertido años en llegar a conocer. 

Los soldados dejaron en los túneles firmas a lápiz, bosquejos y caricaturas, motivos grabados y minuciosos relieves.

Sus fotografías revelan el mundo subterráneo en el que los soldados resistieron mientras se gua­recían del incesante fuego de artillería. Dejaron nombres, figuras femeninas, símbolos religiosos, historietas… Vestigios que, según Gusky, iluminan un mundo olvidado de la Gran Guerra y nos acercan a los soldados en tanto que individuos, muchos de los cuales no sobrevivieron al infierno de la guerra de trincheras.

UNA GUERRA INESPERADAMENTE LARGA

Cuando estalló el conflicto ambos bandos te­­nían un arma de caballería y la convicción de que por Navidad todo habría acabado. A finales de 1914 el avance alemán se había frenado y los ejércitos se habían atrincherado en una vasta y sinuosa línea de posiciones que se extendía desde el mar del Norte hasta la frontera suiza. La carrera armamentística se tradujo en el estreno de los gases tóxicos, los ataques aéreos y los tanques. En el Frente Occidental, millones de soldados murieron en fútiles ofensivas y contraataques.

Los británicos llegaron a detonar unas 750 minas a lo largo de sus 160 kilómetros de frente.

Atrapados en aquel estancamiento, los alemanes y sus adversarios franceses y británicos recurrieron a técnicas bélicas de asedio que apenas habían variado con el paso de los siglos. El objetivo era excavar el subsuelo bajo los puntos estratégicos enemigos y volarlos por los aires; para frustrar los contraataques, volaban también sus propios túneles. En el punto álgido de la guerra subterránea, en 1916, las unidades tuneladoras británicas detonaron unas 750 minas a lo largo de sus 160 kilómetros de frente; los alemanes res­pondieron con casi 700 cargas. Las colinas que constituían unas atalayas imprescindibles quedaron agujereadas como un queso suizo, y las minas más grandes dejaron enormes cráteres que aún hoy perviven como cicatrices en el paisaje.

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CAPACIDAD PARA MILES DE SOLDADOS

Pero la guerra subterránea no se limitaba a aquellos túneles angostos. Bajo los campos de cultivo y bosques de la Picardía hay canteras seculares abandonadas, algunas de ellas con capacidad para albergar a miles de soldados. Una mañana exploramos una de ellas, situada a lo largo de un despeñadero desde el que se domina el valle del Aisne. Nos guía el dueño de la antiquísima propiedad, cuyo nombre no desvelamos para proteger la cantera de los vándalos.

Orgulloso, nos muestra una monumental talla de Marianne, símbolo nacional de la República Francesa, que guarda la entrada. Más allá, en la penumbra de esa caverna artificial, escudriñamos toda una gama de insignias y memoriales finamente labrados que proclaman la presencia de los regimientos franceses que se cobijaron aquí. Y nos topamos con varias capillas en las que se tallaron y pintaron símbolos religiosos, insignias militares y los nombres de importantes victorias francesas. El terrateniente nos muestra una escalera de piedra que conducía desde una de las capillas a la furia de la artillería en las po­­siciones de la superficie. «Se me encoge el corazón cuando pienso en los hombres que subieron estos escalones para no volver a bajarlos», dice.

La vida en las canteras era muy preferible al infierno embarrado de las trincheras.

En 1915, un periodista que visitaba una de aquellas cuevas observaba que «un cobijo seco, paja, un par de muebles y un fuego encendido son grandes lujos para quienes retornan de las trincheras». Pero tal como escribía un soldado francés en una carta a los suyos, «los bichos se nos comen vivos y es un nido de piojos, pulgas, ratas y ratones. Y no solo eso, también hay mucha humedad y los hombres enferman». Para pasar el tiempo, los exhaustos combatientes se entregaban a la fantasía. Las paredes de la cantera están repletas de imágenes femeninas, muchas de ellas retratos idealizados.

VERDADERAS CIUDADES SUBTERRÁNEAS

Ambos bandos convirtieron las canteras más amplias en verdaderas ciudades subterráneas. Por muchas de ellas se diría que no ha pasado el tiempo. No lejos de la propiedad del terrateniente cruzamos el campo de patatas de un primo suyo, un joven de veintitantos años que rehabilitó las tierras extrayendo personalmente decenas de obuses, granadas y morteros sin explotar.

UN LABERINTO INTERMINABLE

Bajo tierra nos encontramos con un laberinto asombroso, una cantera medieval de más de 11 kilómetros de largo, con corredores sinuosos y techos altos. En 1915 los alemanes conectaron esta vasta madriguera con sus trincheras del frente. Instalaron luz eléctrica y línea telefónica, puestos de mando, una panadería y una carnicería, un taller mecánico, un hospital y una capilla. Aunque oxidados, el generador diésel y los alambres de espino originales siguen en su sitio, lo mismo que decenas de nombres de calles estarcidos en cada esquina, referencias imprescindibles en el confuso laberinto de pasadizos

En los muros, los soldados inscribieron sus nombres y regimientos, esculpieron símbolos religiosos y militares, caricaturas y retratos.

Entre los decoradores más prolíficos de las ciudades subterráneas estaba la 26ª división de Infantería, la «División Yanqui», una de las primeras unidades estadounidenses que llegaron al frente cuando el país entró en el conflicto en abril de 1917. Para visitar la cantera del Chemin des Dames (el Camino de las Damas) en la que se alojaron, bajamos por dos escalas hasta la cueva situada nueve metros más abajo. Pasamos horas explorando un complejo de 40 hectáreas. Nuestras linternas revelan una cápsula del tiempo extraordinaria: galerías sembradas de bo­­tellas, botas, cartuchos de munición, cascos, somieres oxidados fabricados con malla de ga­llinero y hasta una cocina, con ollas y sartenes.

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FEBRERO DE 1918

Desde principios de 1918 y durante seis semanas, aquellas galerías se llenaron con los sonidos y olores de cientos de estadounidenses. Reclutas novatos en su mayoría, entraban y salían de la cantera por turnos para estrenarse en las trincheras. Aquellos chicos pasaron horas decorando hasta el último centímetro de algunos muros. Hay decenas de símbolos religiosos y patrióticos. De entre los nombres escritos a lápiz, reparo en el de Earle W. Madeley, un cabo de Connecticut que indica tener «20 años». Según los registros, Madeley murió el 21 de julio de 1918; fue una de las 20.000 bajas sufridas por la División Yanqui antes del armisticio de noviembre.

¿Por qué una cantera llena de nombres es tan importante?. Porque al leer sus nombres, les devolvemos la vida por un instante.

A salvo del caos inhumano que se libraba sobre sus cabezas, los hombres de la Gran Guerra dejaron estas expresiones personales de identidad y supervivencia. Pero este legado único corre peligro. Cuando unos vándalos intentaron serrar y llevarse la imagen de Marianne, el terrateniente cerró con rejas metálicas todas sus canteras. En la de la División Yanqui, un mecánico de coches jubilado comprometido con su conservación construyó grandes puertas metálicas que cerró con candados. Pero muchos otros lugares siguen a merced de vándalos y ladrones.

El mecánico cierra el candado y volvemos al coche. Azotados por el crudo viento de enero que barre el campo de batalla, le pregunto por qué una cantera llena de nombres de estadounidenses es tan importante para él. «Porque al leer sus nombres, les devolvemos la vida por un instante», responde.

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NATIONAL GEOGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui