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sábado, 15 de diciembre de 2012

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo CLXXXVIII.- Don Elmer entrena a los hombres al mando de Teodoro "El pendenciero" y comprueba que éste es solo un costal pesado

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma y como informamos en el capítulo anterior, el hacendado Elmer Valladares Ontaneda, presagiando un asalto contra la Casa Hacienda del por ahora desconocido asaltante quien sólo desarmó a cuatro de sus hombres y se adueñó de las carabinas que estos portaban y al no tener otra alternativa para la defensa, se vio obligado a llamar a su "gran peleador" que aún así no era de la entera confianza del hacendado y este hombre es Teodoro "El pendenciero" quien al darle instrucciones le encomendó escoger a cinco (5) hombres que asumirían la defensa , pero antes había que entrenarlos para que no se dejen sorprender por los hábiles bandoleros.
 Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA" , esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI. Fuente de imagen: Archivos del blog .

Don Elmer, después de inspeccionar la ubicación de sus caudales, salió al Gran Patio, donde lo esperaba Teodoro y sus hombres, al ver a los nuevos defensores o guardianes, sintió cierta desconfianza por que no veía en ellos un espíritu decisivo de la lucha; sin embargo, no hay peor guerra que la que no se pelea,  y  como le anticipó Teodoro que ellos son expertos  peleadores en la lucha cuerpo a cuerpo, no le quedó más remedio que tomarle la palabra y dirigiéndose a todos ellos, les dijo:
--- Amigos míos, los he llamado para formar un grupo de hombres encargados en la defensa de la Casa Hacienda y ustedes son los mejores peleadores; estos grupos de guardianes se han establecido en todas las haciendas, para  defendernos de los ladrones y asaltantes nocturnos que siempre andan merodeando por los linderos de la finca.
Los hombres se miraron entre ellos y les llamó la atención no ver en el grupo a Sixto y su gente y alguno intentó satisfacer su curiosidad y dirigiéndose al patrón Elmer, le preguntó:
--- Señor Elmer, nosotros nos sentimos agradecidos por la confianza para defender la Hacienda, pero tengo entendido que ya había un grupo a cargo de Sixto a quien justamente no lo veo por aquí.
Don Elmer, quien justamente temía estas preguntas, se había preparado para contestarlas y dijo:
--- A Sixto y su gente los envié a Cuenca para entrenar a un grupo de defensores y por esa ausencia que será de varios días, los llamé a ustedes bajo el mando de Teodoro, que cumplirán el trabajo de Sixto.
La respuesta del hacendado pareció lógica, por que el dueño podía disponer de los peones y enviarlos al lugar donde se les necesite y ya no hubo más comentarios y como iban a entrenar, el dueño que ya tenía las armas listas, dijo:
--- Teodoro, ya seleccioné 5 carabinas, todas están cargadas, pero hay dos más sin municiones, por lo que ve a la sala y trae las armas para enseñar a la gente el manejo y uso cuando haya peligro de ataque.
De inmediato Teodoro y dos hombres más entraron a la Casa Hacienda para recoger las armas y cuando las tenían salieron y las colocaron junto al señor Elmer, quien en posición de una escopeta armada, comenzó a explicar todo el proceso que debía hacerse antes del disparo, en aquellos tiempos todas las armas de fuego se cargaban una sola vez con una bala y luego del disparo, había que cargar de nuevo y para acelerar había que entrenar a los hombres, para que el rival, si no fue herido o muerto y se levante y se apropie de las armas.
Don Elmer,  siguió explicando con pausa el uso de las carabinas, en aquel instante tenía una vacía y comenzó cargándola echando la pólvora al cañón, luego una carga de cabuya hilachada tomando la forma de  un ovillo y con un cargador en forma de barra delgada empujó hasta el fondo del cañón las municiones, en seguida colocó la bala que era un plomo recortado y modelado en forma redonda; así quedó cargado el cañón; luego colocó un fulminante en la parte externa para ser accionado por el percutor al disparar lo que produce la explosión encendiendo la pólvora que empuja a la bala al exterior .
Los hombres escucharon con atención las instrucciones del uso de armas; luego el hacendado sacó de sus bolsillos dos navajas, accionó las hojas hacia afuera, y brillaban por que eran de acero europeo que recién se estaba conociendo  en Ecuador; entonces, llamó a Teodoro que se ponga frente a él, y estando allí le dio una navaja y le ordenó que lo ataque, el peón se sintió sorprendido ante semejante orden del Patrón e intentó reclamar la orden, pero el dueño calculando la reacción del peón, y su indecisión  se adelantó  con estas expresiones:
--- Ataca hijo de la mierda o te faltan cojones, pedazo de mojón de vaca en celo, ataca carajo que te estoy esperando....
Teodoro un "pendenciero" que había dominado a casi todos sus compañeros, sintió en su alma los insultos del patrón y no podía perdonar semejante atropello delante de ellos y sin más que hacer, dijo entre dientes:
--- Usted lo ha pedido, pues jodase.
Y el retado atacó directo al pecho de su Patrón, pero él, nunca se había enfrentado a un hombre entrenado en al defensa personal, quien con agilidad inusitada le cogió el brazo al atacante y con la otra mano haciendo un puño con la navaja le golpeó la mano armada y soltó la navaja quedando Teodoro desarmado y con esa misma  velocidad, le puso el pié derecho a la altura de los talones  y lo empujó hacia atrás, cayendo pesadamente de espaldas al suelo y luego el atacando ahora atacante saltó encima del cuerpo caído y con su navaja a la altura de la yugular, le dijo:
--- Teodoro, que pena me das, solo eres un costal de manteca que no sabes pelear y puedes ser carne de cañón para cualquier asaltante, tu solo te creías un gran bronquero con gente indefensa, siento mucha pena por ti.
En seguida Don Elmer, soltó el cuerpo de su "víctima" y lo invitó a pararse, y lo dijo:
--- Así que habías sido muy pendenciero con gente que no sabe defenderse; pues, ahora has demostrado que con uno de tu igual fuerza, sólo eres una mujercilla puta.
Teodoro, estaba derrotado y desmoralizado frente a sus compañeros, en ese instante deseaba que se lo trague la tierra por la impotencia que sentía no poder sacarle el alma a su Patrón tal como estaba acostumbrado con sus compañeros.
Don Elmer, viendo lo afligido que estaba su peón, soltó una carcajada tan sonora que aturdió más a los sorprendidos peones que conocieron los nuevos dotes de su patrón, quien dueño de la situación, les dijo:
--- No se preocupen, lo que hice con Teodoro es para dar coraje al ensayo que sea más real y le he provocado a propósito a este hombre que me ha servido de "cholito" para que entiendan que los bandoleros y asaltantes atacan de la misma manera como lo hice con Teodoro, y te pido mis disculpas no hay nada   contra ti, eres el hombre de mi confianza, pero tienes que entrenar para  estar en forma y  defender a la Casa Hacienda...
Y haciendo una pausa, agregó:
--- Teodoro, toma el mando y entrena a sus compañeros, tal como lo hice contigo  y por su puesto olvida que eres un "pendenciero".
Luego, el patrón Valladares Ontaneda se retiró a hacer otras obligaciones, dejando a los hombres tan sorprendidos y admiraban a Don Elmer que sabía pelear dándoles el mismo con el ejemplo; el que no estaba muy gustoso fue Teodoro y aprendió la lección que ser un "pendenciero" no es un atributo, si no se sabe hacer la bronca con uno de su igual condición.
En el otro extremo. No debemos olvidar que Aurelio "mata ricos" quien es justamente el próximo bandolero que puede atacar a la Casa-hacienda, también está entrenando a sus hombres de la misma manera y que muy pronto se enfrentarán dos grupos especialmente diestros para la defensa y ataque que se les ha encomendado... continuaremos.....
Guillermo Gonzalo sánchez Achutegui
ayabaca@gmail.com
ayabaca@hotmail.com
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