Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., los habitantes de este querido planeta llamado La Tierra, ya llegamos al 2013, para muchos el número es signo de mala suerte, para otros significará ganancias y mucho dinero, y por su puesto cada uno de nosotros lo hemos celebrado recibiéndolo según nuestras costumbres, y desde luego nadie puso tanto interés que existe un creador que nos permite vivir y disfrutar y él es Dios, en todos los casos nosotros les deseamos mucha suerte y ventura en todos sus actos que hagan a través de este año que cualquiera que sea nuestro punto de vista será dichoso y venturoso por que así lo deseamos y así lo disfrutaremos. FELIZ AÑO 2013 !!!!!!
Las uvas de la suerte en España o los besos a las 12, en Estados Unidos, son sólo algunas de las costumbres que miles de personas renovarán esta noche. En esta nota, el origen de cada una de ellas y un bonus track con costumbres argentinas que se practican también en Mendoza.
Bienvenido 2013 !!!
Uvas en España. Fuente: Internet
En España... las doce uvas. ¿Y en el resto del mundo? El planeta está lleno de tradiciones curiosas y quizá poco conocidas.
- Uvas de la suerte: La tradición de Nochevieja más
seguida en España es comer doce uvas acompañando las doce campanadas que
anuncian la llegada del nuevo año. El origen de esta práctica se
remonta 103 primaveras atrás, cuando en 1909 hubo un excedente de
cosecha y en las casas se aprovecharon las uvas para tomarlas la última
noche del año. Algunas referencias apuntan a que, incluso en el siglo
XIX, los burgueses ya habían instalado la costumbre de tomar este
producto para dar la bienvenida a 365 nuevos días.
El número de uvas coincide con dos puntos clave. En primer lugar,
doce son los meses del año. Además, las doce es una hora que coincide
con el final del año y el principio del siguiente, por lo que ese número
está cargado de un fuerte simbolismo al que los más supersticiosos le
auguran todo lo bueno. El problema llega cuando las campanadas van más
rápido de lo que nuestras mandíbulas pueden aguantar... ¡Cuidado, no te
atragantes!
- Besos en Estados Unidos: La tradición más
romántica la encabeza Estados Unidos, un país donde no puede faltar el
beso de medianoche. Aunque no se conoce con precisión el origen de este
rito, hay explicaciones para todos los gustos. La más curiosa sitúa la
fecha de inicio en la época romana, cuando durante el festival de
Saturnalia –con fecha próxima al Año Nuevo– todos los asistentes se
besaban.
Los estadounidenses creen que no dar un beso justo después de las
doce de la última noche del año asegura 365 días de soledad. Incluso hay
estudios sobre el tema, como el que llevó a cabo el Washington Times.
En su análisis se afirmaba que dos tercios de la población de Estados
Unidos esperaban compartir el beso de Año Nuevo con alguien, y
únicamente un 10% de ellos no tenía expectativas de poder cumplir con la
tradición.
La parte más curiosa del estudio llega en cuanto al tiempo que se
deseaba que durase el contacto. El 69% afirmaban que el beso sería de
unos segundos, mientras que el 11% confesaba que el encuentro labial se
demoraría durante un minuto o dos. El 6% más atrevido esperaba no
separarse de su pareja hasta la mañana siguiente.
- Las lentejas italianas... a la mesa: Símbolo de
riqueza y dinero, un buen plato de lentejas no puede faltar en la mesa
de ningún italiano durante la cena de Nochevieja, y poco a poco esta
costumbre va instalándose en España. Cuantas más se comen, más se gana.
Una creencia que viene de lejos, puesto que los romanos regalaban a
principio de año estas legumbres con la intención de que se convirtieran
en monedas de oro que incrementaran su poder adquisitivo.
Se crea o no en viejas supersticiones, las lentejas son un plato muy
sano con muchas cualidades nutricionales para el organismo, así que
nunca está de más comerse un plato de esta riquísima receta.
- Dinamarca rompe la vajilla: ¿Peligrosa? Sí.
¿Desestresante? También. La manera en la que los daneses dan la
bienvenida al nuevo año es una mezcla de estos dos adjetivos. La
tradición manda romper los platos tras la cena de Noche vieja.
Antiguamente –y todavía en algunas zonas– la vajilla se estampaba contra
la puerta de los seres queridos, que quedaban encantados con la acción
puesto que representa cariño y buenos presagios para el año siguiente.
Curioso también el rito de saltar desde lo alto de una silla a las
doce en punto. Esta tradición afirma que trae buena suerte a todo el que
lo hace, por lo que no es raro ver a grandes y pequeños encaramándose
al mobiliario de sus casas para atraer todos los vaticinios positivos
que les sea posible.
- Ropa interior roja para atraer el amor: Con
encaje, de pedrería o liso. Da igual el tipo de estampado o tela con el
que se haya fabricado la ropa interior que lleves en Noche vieja, siempre
y cuando sea roja. Como casi todas las tradiciones, tiene un origen un
tanto disperso y confuso. No hay ninguna fuente fiable que determine
categóricamente por qué y cuándo nació esta costumbre que está
totalmente arraigada en nuestro país.
No hace falta irse muy lejos para descubrir que la lencería se tiñe
de rojo cuando se acerca la última noche del año: los escaparates de
todas las tiendas se bañan en carmín. La tradición asegura que portando
este color bajo la ropa no faltará el amor ni la pasión durante el nuevo
año que comienza.
- Lunares filipinos que traen fortuna: Un estampado
tan andaluz como los lunares es el que usan en Filipinas. En este país
se asocian los topos con las monedas debido a su forma circular. También
se vincula este tipo de telas a la buena suerte, por lo que las calles
filipinas se visten de lunares durante el 31 de diciembre.
Da igual el tipo de prenda que sea –vestidos, faldas, camisas...–,
pero es importante que, si es posible, la ropa lleve al menos un
bolsillo. En él se meterán unas cuantas monedas que se harán sonar
cuando el reloj anuncie la media noche.
- Monstruos en Escocia: Edimburgo no se conforma con
una única fiesta. Esta ciudad escocesa ofrece una despedida única cada
al año en la que las cales se llenan de gente asombrada por el
espectáculo al que asisten sus ojos. «Hogmanay» es el nombre de esta
celebración plagada de costumbres ancestrales de la que no se conoce la
procedencia exacta. La palabra con la que se bautiza a esta fiesta
también trae de cabeza a los expertos, que no han determinado con
precisión si es de origen francés, celta o normando.
La fiesta engloba una cabalgata de luz, fuego y actores vestidos de
vikingos –«Torchlight Proccession»– que enciende la hermosa Royal Mile,
calle por excelencia de Edimburgo. La exhibición de danzas «Off Kilter»
tampoco defrauda, que engloba desde baile contemporáneo hasta bailes
antiguos con la tradicional «kilt» –falda escocesa–. Gaiteros, teatro
callejero, fuegos artificiales... Un derroche de diversión.
- «First footing» o el arte de llegar el primero:
Que Reino Unido es el país de la puntualidad nadie lo niega. Algunos
incluso llegan a afirmar que los británicos llevan un reloj integrado en
el estómago. Este tópico se podría extender también a sus tradiciones
de fin de año, puesto que la prontitud es clave en la «first footing».
Esta costumbre consiste en ser el primero en visitar a familiares o
amigos después de que hayan dado las campanadas de las doce de la noche.
La persona que llegue antes a la casa de la celebración será la
portadora de la buena suerte durante el resto del año. Debe ir
acompañado de algún tipo de regalo –la tradición popular destacaba entre
ellos dinero, pan o carbón– para asegurar que la familia no tendrá
carencia de estos productos.
- Carnaval en Ciudad del Cabo: Un día después de Año
Nuevo, las calles de Ciudad del Cabo se visten de arco iris para pasear
su «Tweede Nuwe-Jaar». Literalmente, el nombre que recibe este carnaval
tiene que ver con el momento en el que se celebra, puesto que significa
«Segundo Año Nuevo».
Cientos de personas salen a disfrutar de la música, el colorido y las
comparsas que transitan por las avenidas. Bailes, disfraces, comida
típica... diversión asegurada en esta original celebración de fin de año
que ya se ha convertido en tradición. La cita que no te puedas perder
es el día 2 de enero de 2013.
- Toque de campanas nipón: En Japón también despiden
el año con campanadas... pero no doce. La tradición –que recibe el
nombre de «joya no kane»– obliga a que durante la transición de
Noche vieja a Año Nuevo se toquen hasta 108 veces las campanas de los
templos budistas nipones. Con cada tañido del metal se esfuma uno de los
108 pecados que el ser humano tiene por defecto en la mente, evitando
así caer en la tentación de llevarlos a cabo. Entre estos pecados
estaría la ira, la envidia o el deseo.
Respecto a las costumbres gastronómicas, es muy típico comer
«toshikoshi-soba» con la esperanza de que la fortuna de la familia se
extienda tanto como este tipo de fideos largos.
Informe21.com
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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