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viernes, 11 de enero de 2013

La Historia del Amor Cruel: Capítulo LXXXIV.- Melany inflingue tremenda humillación al soberbio y mujeriego Humberto Dineros en Restaurante "La Alameda del Paladar"

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; Humberto Dineros, hijo de Don Eduardo, encuentra la ocasión en el Restaurante "La Alameda del Paladar" de conquistar a una bella joven llamada Melany.quien está sola esperando ser atendida; el empedernido mujeriego al abordarla y tomar asiento en la mesa donde ella está, es sacudido por intentar galantearla como estaba acostumbrado y ante tal defensa y con mucha serenidad; todo indica que ella captó las intenciones del repentino acompañante y lo envolvió en su propia rutina de "conquistador" y avanza más al tener que ordenar él, la comida y con el cargo que sean los mejores potajes, asimismo él, estaba asombrado de la elegancia como vestía ella con ropa costosa y de la última moda; claro está él, desconocía que ese vestido fue obsequiado por su padre.

Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen la consistencia del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derecho de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Humberto Dineros, era un apuesto y petulante individuo, quien estaba acostumbrado  a ser servido y jamás servir; ahora tenía el reto de ser él,  el anfitrión que ordenará sean servidos los mejores bocados del Restaurante, y como de costumbre se  acercó el mesero acompañado de una cartilla con la lista de los platillos a la carta y una lista adicional de los manjares que como especialidad se preparaban en aquel día, y como estaba sumido en su estúpido orgullo no sabía que pedir, ni siquiera lo que el mismo acostumbraba servirse usualmente y parece que el mesero captó el mal humor del cliente y como una ayuda a su decisión, le dijo:
--- Señor Dineros, hoy han preparado la ensalada criolla como usted suele pedirla y puede ser acompañada con Pechuga de Gallina a la Peruana como un plato de fondo y como postre Pie(pay) de fresa batida con miel de abeja, y clara de huevo de gallina criolla.
El taciturno anfitrión, aceptó de buena gana  la sugerencia del mesero, pero había que consultar a la dama, si era de su parecer lo que él, desea comer y mirándola, le dijo:
--- Señorita Melany, el mesero nos está sugiriendo un platillo a  la carta que  constituye la especialidad de la casa, aceptaría usted servirse lo que pienso pedir para el almuerzo.
Melany, encontró la oportunidad de bajarle los humos soberbios de su acompañante, y le contestó:
--- Señor Dineros, acabo de sufrir una tremenda decepción de su parte, según se supone que usted ordenará  que le sirvan los mejores potajes y como usted no desea hacerlo, ordenaré yo:
Y dirigiéndose al mesero, le preguntó:
--- Amigo, soy una visitante y deseo llevarme el mejor recuerdo de esta ciudad, y no precisamente comiendo pechuga de gallina que se come en cualquier lugar,  por lo que le ruego llamar al administrador por unos instantes que deseo hablar con él.
El mesero un poco sorprendido y viendo al señor Humberto Dineros que siendo de tez blanca, se había vuelto de  color rojo a morado el cutis de su cara, le contestó:
--- Señorita, el trabajador soy yo y quien debe atenderla, pero no sé por qué desea ver al Administrador, quien podría regañarme.......
Pero, Melany se mantenía firme  en su pedido, e interrumpió al mesero, y le dijo:
--- Si usted no puede llamarlo, iré yo misma a buscarlo
El mesero, se apresuró a obedecer y de inmediato fue  hasta le mostrador de entrada donde estaba el Administrador y al ver al jefe, le dijo:
--- Señor, la señorita que está sentada con el señor Dineros, quiere hablar con usted, yo insistí que no era necesario, por que yo estaba para atenderla, aún así ella quiere ver a usted.
El Administrador, cambió de semblante tal como estaba atendiendo  a sus clientes por una cara de color cenizo y masculló:
--- "Seguramente Humberto se le pasó la mano y ha insultado a la joven mujer y me ha creado una inaceptable molestia, que tengo que responder a Don Eduardo, quien tanto me recomendó la atendiera lo mejor posible.."
Y de inmediato se acercó a la mesa de Melany y al llegar, le preguntó:
--- Señorita Melany,... en qué puede servirla?... o tal vez el señor Dineros le ha faltado el respeto, por lo que le pido disculpas...
Melany, dueña de la situación reinante y con un tono sonriente, y a la vez con una mirada de picardía, le contestó:
--- Señor Administrador, al llegar a este establecimiento por sugerencias del señor Eduardo Dineros;  fue para saborear lo mejor que ustedes preparan; entonces, repentinamente fui acompañada por alguien a quien nunca invité, pero el ocasional cortejante no sabe pedir y como desconozco .. cuáles son los potajes, solicito a usted indicarme lo que debo comer, por que usted como el dueño del negocio sabe que es lo más exquisito y delicioso que toda visitante como yo debe saborear
El Administrador mirando fijamente a Melany y de reojo a Humberto Dineros, le contestó:
--- Señorita Melany, aquí tengo la lista de los potajes que son nuestra especialidad y que será el deleite para su paladar.
En seguida el Administrador comenzó a explicar las bondades de cada platillo, lo que fue escuchado con suma atención por Melany, y el acompañante se había puesto de un color verde por semejante humillación, que él, mismo buscó y en ese momento deseaba que la Tierra se lo trague, el infeliz estaba mudo, sin iniciativa, más bien sumido en cólera(ira) que como un volcán estaba a punto de erupcionar con tremenda fuerza destructiva; hasta había perdido la ilusión de conquistarla, pero se negaba aceptar una probable derrota "amorosa" y como era tan notorio el semblante que exhibía, todos los presentes allí lo habían notado, y el Administrador tratando de salvar la incomodidad de su amigo, ordenó se sirva  de inmediato cócteles de licor para apaciguar los ánimos y a la vez como un aperitivo para Melany y pueda así abrir el apetito y dirigiéndose a su cliente, le dijo:
--- Señorita Melany, he ordenado se sirva unos tragos por cuenta de la casa, le ruego los beba con toda confianza, no tienen mucho licor, pero si un exquisito sabor que al catarlo usted, descubrirá un sabroso bouquet con aroma de ensueño a su paladar, y al finalizar el Administrador ofreciendo las bondades del restaurante, recién resucitó el galán de feria y dijo:
--- Yo deseo un trago fuerte como un whisky en las rocas, o un coctel de pisco sour.
En cambio, Melany, agradeciendo la gentileza del Administrador y dirigiéndose a él, le dijo:
--- Señor le estoy infinitamente agradecida por el tiempo dispensado a mi persona, es usted un encanto de persona y de las tantas maravillas que me ha ofrecido, no sé cuál pedir....empezaré aceptando el trago y pediré los dos últimos platillos que son la ensalada de vegetales y la parrilla de lomo a la criolla que según usted son los más deliciosos y dirigiéndose a su acompañante con cierta ironía, le dijo:
---  Señor Dineros.... mantiene su pedido que le sugirió el mesero?
Humberto Dineros, a esta pregunta la tomó como una estocada final a su hígado y como lo que había pedido ella, coincidía con sus gustos y haciendo un esfuerzo para no perder los papeles de la buena conducta, le contestó:
--- Señorita Melany, le ruego no se burle, igual que usted cambiaré el pedido y pediré lo mismo que usted ordenó, lamento no haber podido ser su guía culinario.
Melany, con una seguridad de su persona digna de encomio, dio por aceptada la disculpa de su acompañante y dirigiéndose al Administrador, finalizó diciéndole:
--- Señor Administrador, recuerde usted, que todo lo que yo consuma, ya fue cancelado por anticipado por el señor Eduardo Dineros.
El Administrador mirando de reojo a Humberto, le contestó:
--- Por su puesto señorita Melany no le olvidado lo ordenado por el señor Eduardo Dineros, ..... continuaremos....
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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