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domingo, 27 de abril de 2014

Juan Pablo II.- Un Beato amigo de los desamparados. Capítulo VI.- Una familia sin dinero ni boletos de viaje retorna a su país milagrosamente. Canonización.- Juan Pablo II y Juan XXIII

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., un viernes del mes de abril del año 2,011, en pleno otoños en el hemisferio austral y específicamente en la Ciudad de Chilcapmpa; una familia de moradores de esta ciudad, deciden hacer un viaje de turismo al Gran País del Norte, lleno de maravillosas paisajes dotados por la generosa naturaleza.
La familia de viajeros la componían: Don Gonzalo, casado con Doña Inés y con tres hijos: Adrián, Julián y Domitila; como es lógico un viaje de tan numerosa familia, demanda gastos para financiar los boletos de pasajes, estadía en hoteles y la alimentación de los mismos y como Don Gonzalo, dispone de terrenos agrícolas con sembríos de alta producción en legumbres y frutales de fácil acceso al mercado y comercialización de rápida aceptación del consumidor, y como todos los cultivos agrícolas son estacionarios; justamente en otoño se siembran las plantas, para aprovechar la estación fría del invierno en su crecimiento y se inicia la cosecha a comienzos del verano.


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Aquí en la imagen observamos al Beato Juan Pablo II, muy bondadoso tocando la cabeza de su devoto Olzagon, derramándole sus bendiciones. Foto: Archivos del Blog: A vuelo de un quinde.

Don Gonzalo, acude al banco para solicitar un préstamo para financiar su viaje de ocio; que lo aprovechará para de alguna manera convertirlo en "negocios", algo muy natural en un empresario con visión y olfato de identificación de mercados.
Al ser atendido por su sectorista, quien le advierte que no tiene ningún inconveniente en atender el pedido, pero que las cuentas están sobregiradas y caminando en la curva de rojas en su calificación crediticia. Pero como tiene un historial de "Buen Cliente", por lo que el banco accede gustosamente a cualquier solicitud de préstamos;  por ser política del banco en colaborar con sus buenos clientes en sus necesidades crediticias, el préstamo se sella con un apretón de manos y con mutuas expresiones de : "Buena suerte".
Don Gonzalo,  con el dinero en mano (autorizado en tarjetas de crédito), regresa a su casa para dar la buena noticia a su familia y se ponen de acuerdo en salir al extranjero el siguiente sábado, dándose un plazo de 15 días para la compra de boletos de viaje y realizar las gestiones administrativas para pasaportes y visas; aunque siendo un "hombre de negocios" su presencia es admitida en cualquier país de economía social de mercado (naturalmente con las tarjetas de crédito y la chequera).
En efecto, Don Gonzalo  para poder ausentarse encomienda a un hermano de su esposa de nombre Rodolfo, para que éste asuma en su representación la marcha productiva de los campos de sembríos y las funciones administrativas como el pago de salarios, impuestos y cualquier otra gestión propia de una empresa agro exportadora.
El susodicho Rodolfo, acepta en  el acto tal responsabilidad y le bailan los ojos por la tremenda satisfacción de asumir la dirección de la empresa, que era su sueño acariciado de muchos años atrás, ni el mismo lo creía, que por fin tendía en sus manos la propiedad de los campos productivos; aunque por ahora, era por encargo y que aprovechando sus contactos de Altas Autoridades, buscará la transferencia a su nombre y para su "suerte", tenía unos papeles firmados en blanco, que en cierta época iban a gestionar un préstamo.
Pero por motivos desconocidos, desistieron y olvidaron romper esos documentos que les fue devuelto por la Banco; esos documentos cayeron en manos de Rodolfo, quien los guardaba celosamente como la mejor joya; buscando el día y hacer realidad su ambición de apropiarse de lo ajeno utilizando métodos vejados por la justicia.
Don Gonzalo, completamente inocente a los planes de su cuñado Rodolfo, le firmó varios cheques en blanco para ser utilizados en la marcha administrativa y financiera de la empresa; él, no sabía que estaba cavando su tumba; pero quien iba a pensar mal que dentro de la familia había un Judas, lleno de codicia por la propiedad ajena.
Mientras tanto Doña Inés, quien era una dama dotada de valores y profundamente religiosa, era una ferviente y creyente que el "Papa Viajero", tal como ella le llamaba a Juan Pablo II, que había muerto el 2 de abril del 2005, era un "Santo" por haber sido un hombre lleno de bondad y amor al prójimo y que toda su vida pastoral la dedicó a luchar contra la injusticia contra los desamparados y desposeídos y brindó su apoyo al afianzamiento de la Fe en Dios, como máximo exponente de la Creación Divina de todo cuanto existe y lo disfrutamos los habitantes terrenales.
Entonces, Doña Inés fue al templo donde ella asistía regularmente para las misas y orar los domingos y fiestas de guardar, esta vez era un martes muy temprano, al ingresar al templo había una monja con muchas estampas de Juan Pablo II, que ese día lo distribuía a todos los feligreses que ingresen, por orden del párroco, por que se hará una misa por el eterno descanso del "Papa Viajero".
Doña Inés, se emocionó tanto que decidió quedarse a escuchar la misa (aunque ella tenía que hacer gestiones muy urgentes para alistar el viaje); ella se dijo:
--- "Que Dios me perdone y ayude, pero esta misa  no me la pierdo, por que es en honor del Papa que tanto admiro".
Por otra parte, Don Gonzalo. después de haber delegado su autoridad a su cuñado mediante un documento escrito privado ante un abogado; se dedicó de lleno a tramitar todas las gestiones para el viaje del próximo sábado, y llegó aquel día, toda la familia acudió al Aeropuerto Internacional, como no podía ser también asistió Rodolfo fingiendo una descarada hipocresía que era la persona indicada que cuidaría los intereses en él confiados.
El avión despejó rumbo al País del Norte, llevando a cientos de pasajeros muy felices ya que muchos de ellos iban a realizar el viaje placentero de toda su vida; entre ellos estaban la familia de Don Gonzalo; el viaje fue normal, transcurridas 8 horas llegaron al Aeropuerto Internacional del país anfitrión, luego del desembarque y superados los tramites de visado, salieron del recinto y tomaron una unidad móvil (Ban), prevista en los planes de la Agencia de Viajes que los llevó al hotel seleccionado en este caso de 4 estrellas, donde se alojarán por varios días hasta  seguir a otras ciudades de acuerdo a lo programado.
Todo era felicidad en la familia y así continuaron por aproximadamente 45 días, tiempo previsto para las vacaciones, Doña Inés nunca dejó de orar y siempre llevaba la imagen del Juan Pablo II y no la dejaba ni para ir a los restaurantes. Ella decía por si misma:
---"Tu eres mi compañía en este viaje y no nos abandones".
Mientras tanto en la Ciudad de Chilcapampa, el encargado de cuidar los intereses de la familia viajera, Rodolfo libre y sin ninguna oposición preparaba su macabro plan de apropiarse  de todas las propiedades para lo cual se conectó con autoridades corruptas y sin escrúpulos  como un notario público y lo más importante el Inspector de Registros Públicos de la Propiedad era su dilecto amigo.
Entonces, alistó la documentación pertinente incluyendo las hojas de papel en blanco firmadas por Don Gonzalo y Doña Inés, con todo esto llamó al notario público (quien tenía fama en la adulteración de documentos) para preparar una escritura pública donde los esposos transferían todas sus propiedades por el valor de 550,000 reales a favor de Rodolfo y como tenía cheques en blanco firmados por Don Gonzalo, llenó por ese valor y lo cobró y lo depositó de nuevo a la cuenta corriente de la empresa, lo que que acreditaba que en efecto Don Gonzalo recibió los 550,000 reales.
Luego con los documentos firmados en blanco se elaboró una minuta de transferencias a favor de Rodolfo, dando por consentido con sus firmas desprenderse de sus propiedades en presencia de notario público y  los "vendedores", quien dio "Fe" que ellos firmaron; con la documentación en "regla" se acercaron a la Oficina de Registros Públicos, y se conectaron con el Inspector y Registrador corrupto, quien no tuvo ninguna observación y aceptó la documentación por estar en "regla" según ley.
Por la noche los tres "jinetes de la injusticia" se reunieron en el mejor restaurante de la Ciudad y celebraron el "gran negocio" de Rodolfo, al final él, les entregó un cheque abultado a cada uno por los "servicios prestados", se cuidó que estos montos terminen la liquidez de los fondos de la empresa y no cumplan con el pago de la primera cuota de los gastos de viaje ( su plan era inmovilizar en el extranjero a toda la familia), no quedó ningún real en las cuentas ni derecho a sobregiros.
A los 25 días, la Oficina de Registros Públicos, notificó a Rodolfo que sus "propiedades" han sido registradas conforme a ley.
Volviendo al País del Norte, al finalizar sus vacaciones la familia de Don Gonzalo, se disponía a regresar a la Ciudad de Chilcapampa y tuvieron necesidad de hacer compras de souvenirs como recuerdos del viaje. Don Gonzalo y su familia, ingresaron a una Tienda Artesanal y eligieron los productos que su gusto comprarían y al momento del pago presentó su tarjeta de crédito que gustosamente la recibió el dueño del negocio, la ingresó al registro para la transacción comercial y no tenía fondos.
En el País del Norte, esa acción se concidera como un fraude y es penado con cárcel, pero como no habían retirados los productos, el empresario llamó en privado a Don Gonzalo y le dijo:
--- Señor, su tarjeta de crédito ha sido anulada; tal vez creyó sorprenderme; aquí es penado con cárcel, pero no te denunciaré por que tienes familia que te espera, vete de mi negocio y tu tarjeta será decomisada y entregada a las autoridades, te sugiero desaparezcas antes que me arrepienta y regresa por donde ingresastes.
Don Gonzalo, replicó:
--- Señor, usted se ha equivocado, soy un empresario y esa tarjeta tiene validez para usada en cualquier parte del mundo.....
No lo dejaron terminar de responder, por que el personal de seguridad a empujones los retiraron del negocio y con tremenda vergüenza, Don Gonzalo, llamó por teléfono a Rodolfo y él personalmente le respondió:
 --- Escúchame Gonzalo, será mejor que consigas un trabajo, aun que sea de barredor de pisos de los "gringos", por que aquí en Chilcapampa no tienes nada, todas tus propiedades han sido transferidas a ni nombre y naturalmente tus tarjetas de crédito y cuentas corrientes a tu nombre se han anulado y también anulé la cuenta de tus boletos de viaje y ahora son nulos, saluda en mi nombre a Inés y un abrazo a los sobrinos, adiós...(que tal cinismo)
Don Gonzalo, casi se desmaya escuchando semejante vejamen, pero lo consideró como una broma y considerando que era su cuñado a quien dejó la responsabilidad de sus negocios y nunca será él, quien se apropie de sus bienes sin su consentimiento, pero recién recordó que olvidó sobre su escritorio documentos firmados en blanco; pero no creo que sería capaz de semejante atropello.
Se puso de acuerdo con su familia y de inmediato fueron al Aeropuerto Internacional para regresar a Chilcapampa; al llegar a la oficina de registro de boletos de viaje fueron rechazados por que habían sido anulados desde Chilcapampa, según argumento por falta de fondos de la Agencia de Viajes.
Don Gonzalo, recién entendió lo expresado por su cuñado Rodolfo, aún así, no informó del todo a su familia, pero estaban inmovilizdos y sin dinero y se dio cuenta que tampoco podían regresar al hotel por no disponer de efectivo para los gastos, no había ni para el taxi.
Entonces, DonGonzalo, llamó en privado a su esposa y le dijo:
--- Inés, parece que Rodolfo se ha apoderado de nuestras propiedades y nos ha canceladas todas nuestras cuentas bancarias y tarjetas de crédito y lo más grave nos ha inmovilizado por que los boletos de regreso han sido anulados y en este momento no tenemos dinero ni para tomar un hotel de dos estrellas, tal vez a ti te haga caso llama a tu hermano y dile que actualice los boletos y cuando estemos allá arreglaremos los documentos de transferencia.
Doña Inés, recibió como un baldazo de agua fría, tan desgarradora noticia y muy aferrada a la imagen del Beato Juan Pablo II, contestó:
--- Dios mío y ahora que vamos a hacer, conozco a mi hermano siempre ha sido así, codicioso e envidioso de los demás; siempre quería ser millonario sin hacer méritos para lograrlo, creo que no contestará mi llamada; sin embargo tengo junto a mi corazón la imagen de Juan Pablo II y él rogará a Dios que nos ayude.
Repentinamente pasó por allí un trabajador de limpieza vestido totalmente de blanco y haciendo su trabajo logró reconocer a la familia muy preocupada y que eran sus paisanos y viéndolos en tremendos apuros se acercó y les dijo:
--- Amigos, ustedes son mis paisanos,parece que no pueden viajar y como ya es muy tarde, tengo el turno de noche. así que pueden pernoctar sobre los sillones de espera de pasajeros son amplios y muy cómodos, más tarde les traeré las frazadas de pilotos y almohadas de azafatas para que descansen hasta mañana y durante el día alguien puedan ayudarlos.
Don Gonzalo, su esposa e hijos aceptaron de inmediato y muy felices la ayuda del trabajador que se identificó como paisano y nunca dijo su nombre y como las oficinas del Aeropuerto se cierran a las 23:30 horas y admiten del algún pasajero que perdió su boleto se quede hasta las primeras horas del siguiente día.
Como arte de magia, en el salón de espera ya estaban las frazadas y almohadones sobre  los sillones listos para la familia, se acomodaron y se durmieron plácidamente, el supuesto paisano nunca más apareció.
A las 5:00 de la mañana se reanudaron las actividades en el Aeropuerto y llegaron la mismo salón de espera una sacerdote vestido de blanco púrpura y tres monjas igualmente con hábitos blancos, quienes esperaban viaja a Chilcapampa; ellos tenían 10 boletos para otros religiosos, pero estos no llegaban y la partida estaba anunciada a las 5:30 a.m.; como aún había tiempo rápidamente Doña Inés entabló conversación con las monjas y les hizo conocer su tragedia que se iba a convertir; si ellos no viajaban, y ella nunca dejó de abrazar la imagen del Papa Juan Pablo II.
Las monjas observaron con su placer la imagen del Beato Juan Pablo que lo tenía su flamante amiga, y en esos instantes llegó un nuevo sacerdote quien también viajaba a Chilcapampa y les informó que los demás religiosos no podrán viajar los cinco restantes por que tenían que atender una emergencia en otra  ciudad que ha sido inundada con miles de damnificados.
Entonces, la monja que actuaba como coordinadora conversa con los sacerdotes delante de Doña Inés y les dijo:
--- Reverendos Padres, hay una familia de 5 miembros que viven en Chilcapampa aquí presentes y no pueden viajar, por que abusivamente les han anulado sus boletos de viaje por falta de fondos y como nos sobran 5 boletos, hagamos la transferencia a nombre de ellos para que viajen con nosotros y llegando allá arreglaremos como nos devolverán los gastos.
El sacerdote de más edad con sotana Blanca dio una mirada a la familia y de inmediato dio su autorización y con los pasaportes de la familia de Don Gonzalo, hicieron las gestiones que a Dios gracias aceptaron los funcionarios del Aeropuerto. De inmediato se embarcaron todos, al subir al avión Don Gonzalo y su familia los ubicaron en al Clase A y los religiosos se fueron a la Clase Económica.
El avión despegó rumbo a Chilcapampa y después de 8 horas de travesía llegaron al Aeropuerto de Chilcapampa, pero antes de bajar Don Gonzalo se fue al otro lado del avión para arreglar con los religiosos y agradecerles haberles permitido regresar a su patria, y presentarles un plan de devolución del dinero de los pasajes, pero no estaban y preguntó a la Azafata sobre 5 religiosos entre hombres y mujeres y ella le contestó que nunca subieron religiosos al avión.
Asimismo la aeromoza, dijo :
--- Señor usted y su familia den Gracias a Dios por que subieron al avión equivocado que nunca correspondió el viaje Chilcapampa y como vino vacío, ustedes se beneficiaron y tómenlo como un regalo de cortesía de al Compañía de Aviación
Don Gonzalo no sabía si estaba soñando, pero al ver parte de la Ciudad de Chilcapampa, agradeció a la aeromoza y conversó con su familia, que todo era un misterio como ellos lograron regresar a casa, la Señora Inés se arrodilló y dio Gracias a Dios invocando el nombre del Beato Juan Pablo II que les hizo el milagro de regresarlos a casa y al unisono, todos ellos dijeron:
 ¡¡¡ Esto es un Milagro del Beato Juan Pablo !!!
 
 
 

Información de la Canonización de los Beatos Juan Pablo II  y  Juan XXIII:
El Vaticano canoniza el domingo a Juan XXIII y Juan Pablo II
 El Vaticano canoniza mañana a dos de sus papas más recientes, Juan XXIII y Juan Pablo II, que subirán a los altares de la Iglesia Católica como santos, en una ceremonia que se espera multitudinaria y con asistencia de decenas de jefes de Estado y de Gobierno. Los actos del 27 de abril, minuciosamente preparados y que han hecho que Roma y la Ciudad del Vaticano estén abarrotadas de cientos de miles de peregrinos, turistas y delegaciones oficiales, son el punto final de un reglado proceso de canonización.

A Juan Pablo II los fieles ya le habían ascendido a los altares tras el "santo subito" (santo ya) que resonó tras su muerte en la Plaza de San Pedro en 2005; en el caso de Juan XXIII su causa de canonización se había ido quedando atascada en la llamada "fabrica de los santos" hasta la llegada del papa Francisco.

Los dos futuros santos están tan próximos en el tiempo que sus causas se entrelazan, hasta el punto de que el segundo, el polaco Karol Wojtyla, fue el encargado de decretar las "virtudes heroicas" y la beatificación de Angelo Roncalli.

No obstante, ambos pontífices han atravesado un complejo proceso de canonización, requisito imprescindible para ser santo católico.

La primera etapa de este proceso es ser reconocido Siervo del Señor y, para ello, los postuladores de la causa presentan a la Santa Sede un informe que, tras su examen, tiene que emitir el decreto "Nihil Obstat".

Con este decreto se inicia oficialmente el proceso, al no darse ningún impedimento para que de comienzo, y se nombra al protagonista "Siervo del Señor".

La Santa Sede comenzó a estudiar el caso de ambos pontífices con celeridad.

El proceso del papa Bueno, como se conocía a Juan XXIII, comenzó en 1965, dos años después de su muerte, mientras que el del polaco fue el mismo año de su fallecimiento, en 2005, por deseo expreso de su sucesor, Benedicto XVI, quien eliminó el requisito canónico de esperar cinco años tras la muerte para comenzar la causa.

La siguiente etapa consistía en recibir el reconocimiento de sus "virtudes heroicas", un título que les convertiría en Venerables Siervos del Señor.

Para que esto suceda, una comisión jurídica vaticana se reúne para estudiar la ortodoxia de los textos que publicaron en vida y para atender a diversos testimonios de personas que han presenciado sus vidas.

Acto seguido, el relator del proceso, nombrado por la Congregación para la Causa de los Santos, elabora un documento denominado "Positio".

Se trata de un compendio de los relatos y de los estudios llevados a cabo por la comisión y que, una vez aprobado por el pontífice, concede a las diferentes causas el título de Venerable, el segundo paso hacia la santidad.

Juan XXIII fue Venerable más de tres décadas después de su muerte, en 1999, mientras que Juan Pablo II lo hizo cuatro años después de morir, en 2009.

Ya Venerables, el siguiente trámite es el de su beatificación.

Ser beato o bienaventurado supone representar un modelo de vida para la comunidad y, además, implica que el beato tiene la capacidad de ejercer de intermediario entre los cristianos y Dios.

Por esta razón, para alcanzar este grado, es imprescindible el testimonio de un milagro que se haya llevado a cabo gracias a la intercesión del Venerable.

Al papa italiano se le adjudicó en el año 2000 la curación de la religiosa italiana Caterina Capitano, que estuvo a punto de morir por una peritonitis aguda y que tras encomendarse a Juan XXIII, consiguió sobrevivir.

Asimismo, a Wojtyla se le atribuyeron numerosos milagros aunque para su beatificación, en 2011, fue imprescindible el caso de la monja francesa Marie Simon Pierre, aquejada de parkinson -la misma enfermedad que padecía el papa polaco- y cuya curación, según los médicos convocados por el Vaticano, "carece de explicación científica".

Con la asignación de estos supuestos milagros realizados por intercesión divina de los pontífices, Juan XXIII y Juan Pablo II subían oficialmente a los altares como beatos de la Iglesia Católica, el primero en el año 2000 y el segundo en el 2011.

Pero aún tendrían que afrontar el paso definitivo para la culminación de este complejo proceso, la canonización, su proclamación como Santos, para la cual es requisito imprescindible la realización de un nuevo milagro que debe producirse después de su nombramiento como beatos.

Es aquí donde se da otra de las particularidades que han caracterizado la causa de Roncalli y Wojtyla. En el caso del italiano, el papa Francisco, en 2013, decidió decretar su santidad a pesar de que aún no se había certificado ese segundo milagro.

No fue el caso de Wojtyla, quien intercedió, según la Iglesia, en la curación de una mujer costarricense aquejada de un grave aneurisma cerebral por el que los médicos le dieron un mes de vida.

Esta mujer, Floribeth Mora Díaz, que participará en la ceremonia del domingo, aseguró haber escuchado la voz del papa polaco que le decía "levántate, no tengas miedo" cuando se encontraba ingresada en un hospital y, tras estas palabras, comenzó su curación inexplicable para la ciencia.
Diario del Vaticano.

Biografía de Juan Pablo II

Ciudad del Vaticano, 26 abril 2014 (VIS).- Karol Józef Wojtyła, conocido como Juan Pablo II desde su elección al papado en octubre de 1978, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kms. de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojtyła y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga murió antes de que naciera él.
Fue bautizado por el sacerdote Franciszek Zak el 20 de junio de 1920 en la Iglesia parroquial de Wadowice; a los 9 años hizo la Primera Comunión, y a los 18 recibió la Confirmación. Terminados los estudios de enseñanza media en la escuela Marcin Wadowita de Wadowice, se matriculó en 1938 en la Universidad Jagellónica de Cracovia y en una escuela de teatro.
Cuando las fuerzas de ocupación nazi cerraron la Universidad, en 1939, el joven Karol tuvo que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química (Solvay), para ganarse la vida y evitar la deportación a Alemania.
A partir de 1942, al sentir la vocación al sacerdocio, siguió las clases de formación del seminario clandestino de Cracovia, dirigido por el Arzobispo de Cracovia, Cardenal Adam Stefan Sapieha. Al mismo tiempo, fue uno de los promotores del ''Teatro Rapsódico'', también clandestino.
Tras la segunda guerra mundial, continuó sus estudios en el seminario mayor de Cracovia, nuevamente abierto, y en la Facultad de Teología de la Universidad Jagellónica, hasta su ordenación sacerdotal en Cracovia el 1 de noviembre de 1946 de manos del Arzobispo Sapieha.
Seguidamente fue enviado a Roma, donde, bajo la dirección del dominico francés Garrigou-Lagrange, se doctoró en 1948 en teología, con una tesis sobre el tema de la fe en las obras de San Juan de la Cruz (Doctrina de fide apud Sanctum Ioannem a Cruce). En aquel período aprovechó sus vacaciones para ejercer el ministerio pastoral entre los emigrantes polacos de Francia, Bélgica y Holanda.
En 1948 volvió a Polonia, y fue vicario en diversas parroquias de Cracovia y capellán de los universitarios hasta 1951, cuando reanudó sus estudios filosóficos y teológicos. En 1953 presentó en la Universidad Católica de Lublin una tesis titulada ''Valoración de la posibilidad de fundar una ética católica sobre la base del sistema ético de Max Scheler''. Después pasó a ser profesor de Teología Moral y Etica Social en el seminario mayor de Cracovia y en la facultad de Teología de Lublin.
El 4 de julio de 1958 fue nombrado por Pío XII Obispo titular de Olmi y Auxiliar de Cracovia. Recibió la ordenación episcopal el 28 de septiembre de 1958 en la catedral del Wawel (Cracovia), de manos del Arzobispo Eugeniusz Baziak.
El 13 de enero de 1964 fue nombrado Arzobispo de Cracovia por Pablo VI, quien le hizo cardenal el 26 de junio de 1967, con el título de San Cesareo en Palatio, Diaconía elevada pro illa vice a título presbiteral.
Además de participar en el Concilio Vaticano II (1962-1965), con una contribución importante en la elaboración de la constitución Gaudium et spes, el Cardenal Wojtyła tomó parte en las cinco asambleas del Sínodo de los Obispos anteriores a su pontificado.
Los cardenales reunidos en Cónclave le eligieron Papa el 16 de octubre de 1978. Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22 de octubre comenzó solemnemente su ministerio petrino como 263 sucesor del Apóstol Pedro. Su pontificado ha sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia y ha durado casi 27 años

Juan Pablo II ejerció su ministerio petrino con incansable espíritu misionero, dedicando todas sus energías, movido por la ''sollicitudo omnium Ecclesiarum'' y por la caridad abierta a toda la humanidad. Realizó 104 viajes apostólicos fuera de Italia, y 146 por el interior de este país. Además, como Obispo de Roma, visitó 317 de las 333 parroquias romanas.
Más que todos sus predecesores se encontró con el pueblo de Dios y con los responsables de las naciones: más de 17.600.000 peregrinos participaron en las 1166 Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Ese numero no incluye las otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas [más de 8 millones de peregrinos durante el Gran Jubileo del año 2000] y los millones de fieles que el Papa encontró durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el resto del mundo. Hay que recordar también las numerosas personalidades de gobierno con las que se entrevistó durante las 38 visitas oficiales y las 738 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 246 audiencias y encuentros con Primeros Ministros.

Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud. En las 19 ediciones de la JMJ celebradas a lo largo de su pontificado se reunieron millones de jóvenes de todo el mundo. Además, su atención hacia la familia se puso de manifiesto con los encuentros mundiales de las familias, inaugurados por él en 1994.
Juan Pablo II promovió el diálogo con los judíos y con los representantes de las demás religiones, convocándolos en varias ocasiones a encuentros de oración por la paz, especialmente en Asís.

Bajo su guía, la Iglesia se acercó al tercer milenio y celebró el Gran Jubileo del año 2000, según las líneas indicadas por él en la carta apostólica Tertio millennio adveniente; y se asomó después a la nueva época, recibiendo sus indicaciones en la carta apostólica Novo millennio ineunte, en la que mostraba a los fieles el camino del tiempo futuro.
Con el Año de la Redención, el Año Mariano y el Año de la Eucaristía, promovió la renovación espiritual de la Iglesia.

Realizó numerosas canonizaciones y beatificaciones para mostrar innumerables ejemplos de santidad de hoy, que sirvieran de estímulo a los hombres de nuestro tiempo: celebró 147 ceremonias de beatificación -en las que proclamó 1338 beatos- y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Proclamó a santa Teresa del Niño Jesús Doctora de la Iglesia.
Amplió notablemente el Colegio cardenalicio, creando 231 cardenales (más uno ''in pectore'', cuyo nombre no se hizo público antes de su muerte) en 9 consistorios. Además, convocó 6 reuniones plenarias del colegio cardenalicio.

Presidió 15 Asambleas del Sínodo de los obispos: 6 generales ordinarias (1980, 1983, 1987, 1990, 1994 y 2001), 1 general extraordinaria (1985) y 8 especiales (1980, 1991, 1994, 1995, 1997, 1998 (2) y 1999).
Entre sus documentos principales se incluyen: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas,11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas.
Promulgó el Catecismo de la Iglesia Católica, a la luz de la Revelación, autorizadamente interpretada por el Concilio Vaticano II. Reformó el Código de Derecho Canónico y el Código de Cánones de las Iglesias Orientales; y reorganizó la Curia Romana.
Publicó también cinco libros como doctor privado: ''Cruzando el umbral de la esperanza'' (octubre de 1994);''Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal'' (noviembre de 1996); ''Tríptico romano - Meditaciones'', libro de poesías (marzo de 2003); “¡Levantaos! ¡Vamos!” (mayo de 2004) y “Memoria e identidad” (febrero de 2005).

Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las 21.37, mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado en la octava de Pascua y domingo de la Misericordia Divina.
Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto pontífice, más de tres millones de peregrinos rindieron homenaje a Juan Pablo II, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de San Pedro.
El 28 de abril, el Santo Padre Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005.

Fue beatificado por Benedicto XVI el 1 de mayo de 2011, que en su homilía lo recordó así:

''Hoy resplandece ante nuestros ojos, bajo la plena luz espiritual de Cristo resucitado, la figura amada y venerada de Juan Pablo II. Hoy, su nombre se añade a la multitud de santos y beatos que él proclamó durante sus casi 27 años de pontificado, recordando con fuerza la vocación universal a la medida alta de la vida cristiana, a la santidad, como afirma la Constitución conciliar sobre la Iglesia Lumen gentium''.

''El nuevo Beato escribió en su testamento: ''Cuando, en el día 16 de octubre de 1978, el cónclave de los cardenales escogió a Juan Pablo II, el primado de Polonia, cardenal Stefan Wyszy½ski, me dijo: ''La tarea del nuevo Papa consistirá en introducir a la Iglesia en el tercer milenio''. Y añadía: ''Deseo expresar una vez más gratitud al Espíritu Santo por el gran don del Concilio Vaticano II, con respecto al cual, junto con la Iglesia entera, y en especial con todo el Episcopado, me siento en deuda. Estoy convencido de que durante mucho tiempo aún las nuevas generaciones podrán recurrir a las riquezas que este Concilio del siglo XX nos ha regalado. Como obispo que participó en el acontecimiento conciliar desde el primer día hasta el último, deseo confiar este gran patrimonio a todos los que están y estarán llamados a aplicarlo. Por mi parte, doy las gracias al eterno Pastor, que me ha permitido estar al servicio de esta grandísima causa a lo largo de todos los años de mi pontificado''. ¿Y cuál es esta ''causa''? Es la misma que Juan Pablo II anunció en su primera Misa solemne en la Plaza de San Pedro, con las memorables palabras: ''(No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!''. Aquello que el Papa recién elegido pedía a todos, él mismo lo llevó a cabo en primera persona: abrió a Cristo la sociedad, la cultura, los sistemas políticos y económicos, invirtiendo con la fuerza de un gigante, fuerza que le venía de Dios, una tendencia que podía parecer irreversible. Con su testimonio de fe, de amor y de valor apostólico, acompañado de una gran humanidad, este hijo ejemplar de la Nación polaca ayudó a los cristianos de todo el mundo a no tener miedo de llamarse cristianos, de pertenecer a la Iglesia, de hablar del Evangelio. En una palabra: ayudó a no tener miedo de la verdad, porque la verdad es garantía de libertad. Más en síntesis todavía: nos devolvió la fuerza de creer en Cristo, porque Cristo es Redemptor hominis, Redentor del hombre: el tema de su primera Encíclica e hilo conductor de todas las demás''.

''Karol Wojtyla subió al solio de Pedro llevando consigo la profunda reflexión sobre la confrontación entre el marxismo y el cristianismo, centrada en el hombre. Su mensaje fue éste: el hombre es el camino de la Iglesia, y Cristo es el camino del hombre. Con este mensaje, que es la gran herencia del Concilio Vaticano II y de su ''timonel'', el Siervo de Dios el Papa Pablo VI, Juan Pablo II condujo al Pueblo de Dios a atravesar el umbral del Tercer Milenio, que gracias precisamente a Cristo él pudo llamar ''umbral de la esperanza''. Sí, él, a través del largo camino de preparación para el Gran Jubileo, dio al cristianismo una renovada orientación hacia el futuro, el futuro de Dios, trascendente respecto a la historia, pero que incide también en la historia. Aquella carga de esperanza que en cierta manera se le dio al marxismo y a la ideología del progreso, él la reivindicó legítimamente para el cristianismo, restituyéndole la fisonomía auténtica de la esperanza, de vivir en la historia con un espíritu de ''adviento'', con una existencia personal y comunitaria orientada a Cristo, plenitud del hombre y cumplimiento de su anhelo de justicia y de paz''.

Biografía de Juan XXIII

Ciudad del Vaticano, 26 abril 2014 (VIS).- El beato Angelo Giuseppe Roncalli nació y fue bautizado el día 25 de noviembre de 1881 en Sotto il Monte, diócesis y provincia de Bérgamo (Italia). Fue el cuarto de catorce hermanos. Su familia vivía del trabajo de los campos, cultivados en régimen de aparcería. La vida familiar era de tipo patriarcal: dos hermanos con sus respectivas familias vivían bajo un mismo techo guiados por el barba (tío) Zaverio, anciano soltero que gobernaba con sabiduría el trabajo y la marcha de la gran familia.
Al tío Zaverio, padrino de bautismo, atribuirá Angelo Roncalli su primera y fundamental formación religiosa: ''Él dio a su ahijado, sin intención de convertirlo en sacerdote, todo cuanto pudría servir con la máxima edificación y eficacia a la preparación no de un simple sacerdote, sino de un Obispo y de un Papa, como la Providencia había querido y decidido'' Así escribirá de él el Papa Juan en 1959. El clima religioso de la familia y la fervorosa vida parroquial, guiada por el párroco don Francesco Rebuzzini, fueron la primera -y fundamental- escuela de vida cristiana, que marcá la fisionomía espiritual de Angelo Roncalli.

Recibió la confirmación y la primera comunión en 1889 y, en 1892, ingresó en el Seminario de Bérgamo, donde estudió hasta el segundo ano de teología y donde empezó a redactar los apuntes espirituales que escribiría hasta el fin de sus días y que han sido recogidos en el Diario del alma. Aquí empezó su practica de la dirección espiritual asidua. El 1 de marzo de 1896 don Luigi Isacchi, director espiritual del Seminario de Bérgamo, lo admitió en la Orden Franciscana Seglar, cuya Regla profesó el 23 de mayo de 1897.

De 1901 a 1905 fue alumno del Pontificio Seminario Romano, gracias a una beca de la diócesis de Bérgamo. En este tiempo hizo, ademas, un año de servicio militar. Fue ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1904, en Santa María in Monte Santo, de Piazza del Popolo, en Roma. En 1905 fue nombrado secretario del nuevo Obispo de Bérgamo, Mons. Giacomo Maria Radini Tedeschi. Desempeñó este cargo hasta 1914, acompañando al Obispo en las visitas pastorales y colaborando en múltiples iniciativas pastorales: Sínodo, reacción del Boletín diocesano, peregrinaciones, obras sociales. A la vez era profesor de historia, patrología y apologética en el Seminario, asistente de la Acción Católica femenina, colaborador en el diario católico de Bérgamo y predicador muy solicitado por su elocuencia elegante, profunda y eficaz.

Aquellos años fueron, además, el tiempo de un profundo encuentro espiritual con los grandes pastores: san Carlos Borromeo (de quien publicó las Actas de la visita apostólica realizada a la diócesis de Bérgamo en 1575) y san Francisco de Sales. Fueron los años del gran aliento pastoral, aprendido viviendo junto a ''su'' Obispo Mons. Radini Tedeschi. ''Él sí que era digno de ser Papa'', anotará Juan XXIII en su diario. Tras la muerte del Obispo, en 1914, don Angelo prosiguió su ministerio sacerdotal dedicado a la docencia en el Seminario y a varias ramas de la pastoral, sobre todo asociativa.

En 1915, cuando Italia entró en guerra, fue llamado como sargento sanitario y nombrado capellán militar de los soldados heridos que regresaban del frente. Al final de la guerra abrió la ''Casa del Estudiante'' y trabajó en la pastoral de estudiantes.

En 1919 fue nombrado Director espiritual del Seminario. En 1921 empezó la segunda parte de la vida de don Angelo Roncalli, dedicada al servicio de la Santa Sede. Llamado a Roma por Benedicto XV como Presidente de Italia del Consejo Central de las Obras Pontificias para la Propagación de la Fe, recorrió muchas diócesis de Italia organizando Círculos de Misiones. En 1925 Pio XI lo nombró Visitador Apostólico para Bulgaria y lo elevó al episcopado con el título de Areopoli. Su lema episcopal, programa que le acompañó durante toda la vida, era: ''Oboedientia et pax''.

Marchó a Bulgaria tras ser ordenado Obispo el 19 de marzo de 1925 en Roma. Nombrado Delegado Apostólico, permaneció en Bulgaria hasta 1935. Visitó las comunidades católicas y tejió relaciones respetuosas con las otras comunidades cristianas. Actuó con caritativa solicitud aliviando los sufrimientos causados por el terremoto de 1928. Sobrellevó en silencio las incomprensiones y dificultades de un ministerio marcado por la marginalidad. Afinó su confianza y entrega en Jesús crucificado.

En 1935 fue nombrado Delegado Apostólico en Turquía y Grecia. Era un vasto campo de trabajo. La Iglesia católica tenía una presencia activa en muchos ámbitos de la joven república, que se estaba renovando y organizando. Mons. Angelo trabajó con intensidad al servicio de los católicos y se destacó por su dialogo y talante respetuoso con el mundo ortodoxo y con el mundo musulmán. Al estallar la II Guerra Mundial se hallaba en Grecia, que fue devastada por los combates. Procuró dar noticias sobre los prisioneros de guerra y salvó a muchos hebreos con el ''Visado de tránsito'' de la Delegación Apostólica. En diciembre de 1944 Pio XII le nombró Nuncio Apostólico en París.

Durante los últimos meses de la guerra y los primeros de paz ayudó a lo prisioneros de guerra y trabajó en la normalización de la vida eclesiástica de Francia. Visitó los grandes santuarios franceses y participó en las fiestas populares y en las manifestaciones religiosas más significativas. Fue un observador atento, prudente y lleno de confianza en las nuevas iniciativas pastorales del episcopado y del clero de Francia. Se distinguió siempre por su búsqueda de la sencillez evangélica, incluso en los asuntos diplomáticos más intrincados. Procuró ser sacerdote en todas las situaciones.
 Lo animaba una piedad sincera que se transformaba todos los días en prolongado tiempo de oración y de meditación. En 1953 fue creado Cardenal y enviado a Venecia como Patriarca. Le lleno de alegría poder dedicar sus últimos años al ministerio directo pastoral, deseo que lo acompañó a lo largo de toda su vida sacerdotal. Y fue un pastor sabio y emprendedor, a ejemplo de los santos pastores a quienes siempre había venerado, a ejemplo de san Lorenzo Giustiniani, primer patriarca de Venecia. Al tiempo que avanzaba su edad, aumentaba su confianza en el Señor, entregado a una laboriosidad pastoral activa, emprendedora y gozosa.

A la muerte de Pio XII, fue elegido Papa el 28 de octubre de 1958, con el nombre de Juan XXIII. Su pontificado, que duró menos de cinco años, lo presentó al mundo como una auténtica imagen del Buen Pastor. Manso y atento, emprendedor y valiente, sencillo y activo practicó cristianamente las obras corporales y espirituales de misericordia, visitando a los encarcelados y a los enfermos, recibiendo a hombres de todas las naciones y credos y cultivando un exquisito sentimiento de paternidad hacia todos. Su magisterio, sobre todo sus encíclicas Pacem in terris y Mater et magistra, fue muy apreciado.

Convocó el Sínodo Romano, instituyó una Comisión para la revisión del Código de Derecho Canónico y convocó el Concilio Ecuménico Vaticano II. Visitó muchas parroquias de su diócesis de Roma, sobre todo las de los barrios nuevos. La gente vio en él un rayo de la bondad de Dios y lo llamó ''el Papa de la bondad'' Lo sostenía un profundo espíritu de oración. Su persona, iniciadora de una gran renovación en la Iglesia, irradiaba la paz propia de quien confía siempre en el Señor. Falleció el 3 de junio de 1963, por la tarde, en un profundo espíritu de abandono en Jesús, deseoso de su abrazo y rodeado de la oración cordial del mundo, que parecía haberse parado para recogerse en tomo a él y respirar con él el amor del Padre.
Fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de septiembre de 2000. Su fiesta litúrgica quedó fijada el 11 de octubre, día de la apertura del Concilio Vaticano II.

En la homilía Juan Pablo II lo recordó así: ''Contemplamos hoy en la gloria del Señor a otro Pontífice, Juan XXIII, el Papa que conmovió al mundo por la afabilidad de su trato, que reflejaba la singular bondad de su corazón. Los designios divinos han querido que esta beatificación uniera a dos Papas que vivieron en épocas históricas muy diferentes, pero que están unidos, más allá de las apariencias, por muchas semejanzas en el plano humano y espiritual. Es muy conocida la profunda veneración que el Papa Juan XXIII sentía por Pío IX, cuya beatificación deseaba. Durante un retiro espiritual, en 1959, escribió en su Diario: "Pienso siempre en Pío IX, de santa y gloriosa memoria, e, imitándolo en sus sacrificios, quisiera ser digno de celebrar su canonización" (Diario del alma, p. 560)''

''Ha quedado en el recuerdo de todos la imagen del rostro sonriente del Papa Juan y de sus brazos abiertos para abrazar al mundo entero. ¡Cuántas personas han sido conquistadas por la sencillez de su corazón, unida a una amplia experiencia de hombres y cosas! Ciertamente la ráfaga de novedad que aportó no se refería a la doctrina, sino más bien al modo de exponerla; era nuevo su modo de hablar y actuar, y era nueva la simpatía con que se acercaba a las personas comunes y a los poderosos de la tierra. Con ese espíritu convocó el concilio ecuménico Vaticano II, con el que inició una nueva página en la historia de la Iglesia: los cristianos se sintieron llamados a anunciar el Evangelio con renovada valentía y con mayor atención a los "signos" de los tiempos''.

''Realmente, el Concilio fue una intuición profética de este anciano Pontífice, que inauguró, entre muchas dificultades, un tiempo de esperanza para los cristianos y para la humanidad''.
"En los últimos momentos de su existencia terrena, confió a la Iglesia su testamento: "Lo que más vale en la vida es Jesucristo bendito, su santa Iglesia, su Evangelio, la verdad y la bondad". También nosotros queremos recoger hoy este testamento, a la vez que damos gracias a Dios por habérnoslo dado como Pastor''.
 
Dos Santos Pontífices que han contribuido de manera indeleble a la causa del desarrollo de los pueblos y de la paz, el Papa a la hora del Regina Caeli.
(RV).- (Con audio) Después de la solemne concelebración Eucarística, durante la cual se invocaron entre los santos, por primera vez, a San Juan XXIII y San Juan Pablo II, el Papa Francisco, tras agradecer la presencia de tantos fieles y autoridades, invitó a rezar a la Madre de Dios a través de la oración del Regina Caeli que sustituye el Ángelus en este tiempo pascual.
(María Fernanda Bernasconi – RV).
Texto completo de la alocución del Papa Francisco antes de rezar el Regina Caeli
Queridos hermanos y hermanas, antes de concluir esta fiesta de la fe, ¡deseo saludar y darles las gracias a todos ustedes!
Agradezco a los hermanos Cardenales y a los numerosísimos Obispos y sacerdotes de todas partes del mundo. Mi reconocimiento va a las Delegaciones oficiales de tantos países, venidas para rendir homenaje a dos Pontífices que han contribuido de manera indeleble a la causa del desarrollo de los pueblos y de la paz. Un agradecimiento especial va a las Autoridades italianas por su preciosa colaboración.
¡Con gran afecto saludo a los peregrinos de la Diócesis de Bérgamo y de Cracovia! Amadísimos, honren la memoria de dos Santos Papas siguiendo fielmente sus enseñanzas.
Agradezco a todos los que, con gran generosidad han preparado estas jornadas memorables: a la Diócesis de Roma, con el Cardenal Vallini; al Ayuntamiento de Roma, con el Alcalde Ignazio Marino; a las fuerzas del orden y a las diversas Organizaciones; a las Asociaciones y a los numerosos voluntarios. ¡Gracias a todos!
Mi saludo va a todos los peregrinos – aquí en la Plaza de San Pedro, en las acalles adyacentes y en otros lugares de Roma –; así como también a cuantos están unidos a nosotros mediante la radio y la televisión; y gracias a los dirigentes y a los agentes de los media, que han dado a tantas personas la posibilidad de participar.
A los enfermos y a los ancianos, hacia los cuales los nuevos Santos estaban cerca de modo especial, llegue mi saludo especial.
Y ahora nos dirigimos en oración a la Virgen María, que San Juan XXIII y San Juan Pablo II han amado como verdaderos hijos suyos.
Regina caeli…
https://www.youtube.com/watch?v=Z1koIC-ngco&feature=player_embedded#t=1077616



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    San Juan XXIII y San Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado, el Papa en su homilía de canonización.

    2014-04-27 Radio Vaticana
    (RV).- (Con audio) En su homilía de la solemne Misa de canonización de los Papas San Juan XXII y San Juan Pablo II el Papa Francisco recordó que en el centro de este domingo, con el que se termina la octava de Pascua, y que Juan Pablo II quiso dedicar a la Divina Misericordia, están las llagas gloriosas de Cristo resucitado.
    El Obispo de Roma también afirmó que estos nuevos Santos no se avergonzaron de la carne de Cristo, no se escandalizaron de él, de su cruz; no se avergonzaron de la carne del hermano, porque en cada persona que sufría veían a Jesús. Fueron dos hombres valerosos, llenos de la parresia del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia.
    Además, el Papa Francisco destacó que ambos fueron sacerdotes, obispos y Papas del Siglo XX. Conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron. En ellos, Dios fue más fuerte; fue más fuerte la fe en Jesucristo Redentor del hombre y Señor de la historia; en ellos fue más fuerte la misericordia de Dios que se manifiesta en estas cinco llagas; más fuerte la cercanía materna de María.
    Juan XXIII y Juan Pablo II colaboraron con el Espíritu Santo para restaurar y actualizar la Iglesia según su fisionomía originaria, la fisionomía que le dieron los santos a lo largo de los siglos, dijo también el Santo Padre Francisco. Y pidió que no olvidemos que son precisamente los santos quienes llevan adelante y hacen crecer la Iglesia.
    En la convocatoria del Concilio – prosiguió – Juan XXIII demostró una delicada docilidad al Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un guía-guiado. Éste fue su gran servicio a la Iglesia; fue el Papa de la docilidad al Espíritu.
    Y en este servicio al Pueblo de Dios, Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia. “Me gusta subrayarlo ahora – añadió Francisco – que estamos viviendo un camino sinodal sobre la familia y con las familias, un camino que él, desde el Cielo, ciertamente acompaña y sostiene”.
    (María Fernanda Bernasconi – RV).

    Texto de la homilía del Papa Francisco
    En el centro de este domingo, con el que se termina la octava de pascua, y que San Juan Pablo II quiso dedicar a la Divina Misericordia, están las llagas gloriosas de Cristo resucitado.
    Él ya las enseñó la primera vez que se apareció a los apóstoles la misma tarde del primer día de la semana, el día de la resurrección. Pero Tomás aquella tarde, como hemos escuchado, no estaba; y, cuando los demás le dijeron que habían visto al Señor, respondió que, mientras no viera y tocara aquellas llagas, no lo creería. Ocho días después, Jesús se apareció de nuevo en el cenáculo, en medio de los discípulos, y Tomás también estaba; se dirigió a él y lo invitó a tocar sus llagas. Y entonces, aquel hombre sincero, aquel hombre acostumbrado a comprobar personalmente las cosas, se arrodilló delante de Jesús y dijo: «Señor mío y Dios mío» (Jn 20,28).
    Las llagas de Jesús son un escándalo para la fe, pero son también la comprobación de la fe. Por eso, en el cuerpo de Cristo resucitado las llagas no desaparecen, permanecen, porque aquellas llagas son el signo permanente del amor de Dios por nosotros, y son indispensables para creer en Dios. No para creer que Dios existe, sino para creer que Dios es amor, misericordia, fidelidad. San Pedro, citando a Isaías, escribe a los cristianos: «Sus heridas nos han curado» (1 P 2, 24; Cf. Is 53, 5).
    San Juan XXIII y San Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado. No se avergonzaron de la carne de Cristo, no se escandalizaron de él, de su cruz; no se avergonzaron de la carne del hermano (Cf. Is 58,7), porque en cada persona que sufría veían a Jesús. Fueron dos hombres valerosos, llenos de la parresia del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia.
    Fueron sacerdotes, y obispos y Papas del Siglo XX. Conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron. En ellos, Dios fue más fuerte; fue más fuerte la fe en Jesucristo Redentor del hombre y Señor de la historia; en ellos fue más fuerte la misericordia de Dios que se manifiesta en estas cinco llagas; más fuerte la cercanía materna de María.
    En estos dos hombres contemplativos de las llagas de Cristo y testigos de su misericordia había «una esperanza viva», junto a un «gozo inefable y radiante» (1 P 1,3.8). La esperanza y el gozo que Cristo resucitado da a sus discípulos, y de los que nada ni nadie les podrá privar. La esperanza y el gozo pascual, purificados en el crisol de la humillación, del vaciamiento, de la cercanía a los pecadores hasta el extremo, hasta la náusea a causa de la amargura de aquel cáliz. Ésta es la esperanza y el gozo que los dos papas santos recibieron como un don del Señor resucitado, y que a su vez dieron abundantemente al Pueblo de Dios, recibiendo de él un reconocimiento eterno.
    Esta esperanza y esta alegría se respiraba en la primera comunidad de los creyentes, en Jerusalén, como se nos narra en los Hechos de los Apóstoles (Cf. 2, 42-47) que hemos escuchado en la segunda Lectura. Es una comunidad en la que se vive la esencia del Evangelio, esto es, el amor, la misericordia, con simplicidad y fraternidad.
    Y ésta es la imagen de la Iglesia que el Concilio Vaticano II tuvo ante sí. Juan XXIII y Juan Pablo II colaboraron con el Espíritu Santo para restaurar y actualizar la Iglesia según su fisionomía originaria, la fisionomía que le dieron los santos a lo largo de los siglos. No olvidemos que son precisamente los santos quienes llevan adelante y hacen crecer la Iglesia. En la convocatoria del Concilio, San Juan XXIII demostró una delicada docilidad al Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un guía-guiado, guiado del Espíritu. Éste fue su gran servicio a la Iglesia; por eso a mí me gusta pensar en él como el Papa de la docilidad al Espíritu Santo.
    En este servicio al Pueblo de Dios, San Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia. Me gusta subrayarlo ahora que estamos viviendo un camino sinodal sobre la familia y con las familias, un camino que él, desde el Cielo, ciertamente acompaña y sostiene.
    Que estos dos nuevos santos pastores del Pueblo de Dios intercedan por la Iglesia, para que, durante estos dos años de camino sinodal, sea dócil al Espíritu Santo en el servicio pastoral a la familia. Que ambos nos enseñen a no escandalizarnos de las llagas de Cristo, a adentrarnos en el misterio de la misericordia divina que siempre espera, siempre perdona, porque siempre ama.

    San Juan XXIII y San Juan Pablo II, dos Papas santos para la Iglesia Universal

    2014-04-27 Radio Vaticana
    (RV).- Llegó el esperado día de la canonización de los dos Papas Juan XXIII y Juan Pablo II. La Plaza de San Petro, con la Vía de la Conciliación y las calles aledañas están abarrotadas de gente, peregrinos y fieles, muchos de los cuales han logrado dormir unas pocas horas en el mismo lugar.
    Miles de fieles participaron en las numerosas vigilas de oración en diversas iglesias de Roma: fue la “noche blanca” de la capital italiana, del centro de la cristiandad, entre cantos, plegarias, adoración Eucarística y confesiones. Incontables los polacos que han llegado para participar en esta máxima etapa de su pastor, junto a los bergamascos, hijos espirituales de Juan XXIII. Banderas y paraguas de todo el mundo, sumadas a las flores multicolores de la Plaza de San Pedro contrastan con el cielo gris en este histórico día de fiesta, no sólo para la Ciudad Eterna, sino para la catolicidad del mundo.
    Preside esta Solemne Santa Misa el Papa Francisco junto al Papa emérito Benedicto XVI, sentado entre los concelebrantes, quien llegó al atrio de la Basílica Vaticana alrededor de las 9.30 y fue acogido afectuosamente por los aplausos de los presentes.
    Asisten, además, 120 delegaciones procedentes de todo el mundo, con 24 entre Jefes de Estado y Soberanos y 10 Jefes de Gobierno. Los voluntarios son 26 mil junto a 10 mil hombres de las fuerzas del orden. Los puntos de asistencia médica son 16 con 77 ambulancias. Mientras el metro de Roma ha funcionado ininterrumpidamente durante toda la noche.

    Dos Santos

    2014-04-26 L’Osservatore Romano
    Nunca en la historia de la Iglesia de Roma uno de sus obispos ha proclamado santos a dos predecesores tan cercanos en el tiempo como sucede ahora con la canonización de Angelo Giuseppe Roncalli y Karol Wojtyła. Sin ninguna duda Juan XXIII y Juan Pablo II fueron protagonistas, en la segunda mitad del siglo XX, de dos pontificados —el primero breve, el segundo larguísimo, hasta el inicio del nuevo siglo— de los cuales se percibe la importancia ya ahora, incluso antes de que se admita una fundada valoración en perspectiva histórica de este tiempo.

    Y, con todo, el sentimiento de los fieles —pero también la percepción desde fuera, en mundos incluso lejanos—precedió el reconocimiento de la Iglesia, al advertir inmediatamente el carácter extraordinario de estas dos figuras de cristianos, muy distintos entre sí. Uno, radicado en el catolicismo campesino lombardo de finales del siglo XIX, proyectado por la formación romana a tierras de frontera, un Papa tradicional y revolucionario; el otro, fruto maduro y nuevo de una fe antigua y templada por los totalitarismos del siglo XX, primer obispo de Roma no italiano después de casi medio milenio.
    La santidad personal de Roncalli y de Wojtyła —ratificada por procedimientos canónicos iniciados por Pablo VI y Benedicto XVI, pero completados por la decisión de su sucesor Francisco— tiene incluso un significado especial. Es, en efecto, la luz del Vaticano II, medio siglo después de su conclusión, lo que ilumina y une a las dos canonizaciones. Y emblemáticamente las únicas imágenes fotográficas que presentan juntos al Papa Juan XXIII y al joven auxiliar de Cracovia son las de una audiencia al episcopado polaco precisamente en vísperas del Concilio.
    Su santidad se inscribe, por lo tanto, en el contexto del Vaticano II: Roncalli lo intuyó y con sereno valor lo abrió, Wojtyła lo vivió apasionadamente como obispo. El gesto de su sucesor Francisco —primer obispo de Roma que con convicción lo acogió sin haber participado en él— indica entonces no sólo la ejemplaridad de dos cristianos que llegaron a ser Papas, sino también el camino común, por ellos marcado, de la renovación y de la simpatía por las mujeres y los hombres de nuestro tiempo.

     
     

    El Santo Padre felicita a los compatriotas de los dos Papas santos


    Ciudad del Vaticano, 25 abril 2014 (VIS).- El Santo Padre ha enviado un vídeo mensaje a los fieles polacos, compatriotas del Papa Juan Pablo II, y un mensaje escrito a los ciudadanos de Bérgamo, provincia a la que pertenece el pueblo de ''Sotto il Monte'' en el que nació el Papa Juan XXIII.
    En el vídeo mensaje, retransmitido por la Televisión Polaca (TVP) y por la Radio polaca, el Papa reconoce su alegría por haber sido llamado a proclamar la santidad de Juan Pablo II y agradece al Papa polaco ''su incansable servicio, su guía espiritual, el haber introducido a la Iglesia en el tercer milenio de la fe y su extraordinario testimonio de santidad''. Francisco recuerda las palabras que el Papa emérito Benedicto XVI utilizó para describir al Papa Wojtyla en la homilía de beatificación de mayo de 2011: ''Ha abierto a Cristo la sociedad, la cultura, los sistemas políticos y económicos, invirtiendo con la fuerza de un gigante -fuerza que le venía de Dios- una tendencia que podría parecer irreversible. Con su testimonio de fe, de amor y de valor apostólico, acompañado de un gran carisma humano, este hijo ejemplar de la nación polaca ayudó a los cristianos de todo el mundo a no tener miedo de llamarse cristianos, de pertenecer a la Iglesia, de hablar del Evangelio. En una palabra: él nos ayudó a no tener miedo de la verdad, porque la verdad es garantía de libertad''.
    Por otra parte, Francisco, en el texto enviado a los bergamascos, publicado en el periódico provincial de la ciudad ''L'Eco di Bergamo'', en el que el Papa Roncalli colaboró durante sus años de sacerdote, invita a los ciudadanos a ''dar gracias al Señor por el gran don que su Santidad ha sido para la Iglesia universal'', animándoles a ''apreciar la memoria de la tierra en la que se ha germinado. Una tierra hecha de profunda fe vivida en la vida cotidiana, de familias pobres, pero unidas por el amor del Señor, y de comunidades capaces de compartir en la simplicidad''.
    El Papa recuerda que la renovación propuesta por el Concilio Vaticano II abrió un camino y que ''es motivo de alegría especial que la canonización del Papa Roncalli se produzca junto con la del beato Juan Pablo II, que durante su largo pontificado continuó esa renovación''. Asimismo el Papa espera que ''la sociedad civil pueda inspirarse siempre en la vida del Papa de Bérgamo y en el ambiente que lo creó, buscando formas nuevas y adaptadas a los tiempos con el fin de construir una vida basada en los valores perennes de la fraternidad y de la solidaridad''.

     

    ¿Quién era verdaderamente Juan XXIII?
    · Es posible entenderlo solamente partiendo de sus diarios ·

    15 de Marzo de 2014


    «A Juan XXIII se le llama a menudo, de modo simpático aunque restrictivo, el Papa bueno, dando a entender una idea ingenua y ligera de bondad.


    Sus diarios representan, sin embargo, una contribución importante para entregar a la historia la figura espiritual del Papa Juan XXIII en su totalidad: el hombre de origen sencillo y genuino, apasionado estudioso y escritor culto, diplomático experto y sensible, pastor entregado y equilibrado, sacerdote obediente y libre, hombre de Iglesia y de mundo, cristiano devoto y humilde, pontífice clarividente y valiente». Así habló don Enzo Bolis, director de la Fundación Papa Juan XXIII de Bérgamo, al participar el 15 de marzo en Bérgamo en el encuentro «Los diarios Roncalli por los caminos del mundo», convocado con ocasión del regalo de las agendas y diarios de Juan XXIII a trescientas grandes bibliotecas del mundo. Estuvieron presentes también el cardenal Loris Francesco Capovilla, el obispo de Bérgamo, monseñor Francesco Beschi, y Alberto Melloni, director de la publicación de los diez volúmenes de los Diarios de Roncalli.

     
    El terreno de la santidad :
    El Papa Francisco escribe al «Eco di Bergamo» por la canonización de Juan XXIII ·

    25 de Abril de 2014

     
    La santidad de Angelo Giuseppe Roncalli brota de «un terreno hecho de profunda fe vivida en lo cotidiano, de familias pobres pero unidas por el amor del Señor, de comunidades capaces de compartir en la sencillez». Lo escribe el Papa Francisco en un mensaje publicado en «L’Eco di Bergamo», el viernes 25 de abril, con ocasión de la canonización de Juan XXIII
    Queridos amigos bergamascos:
    Acercándose el día de la canonización del beato Juan XXIII, sentí el deseo de enviar este saludo a vuestro obispo Francesco, a los sacerdotes, religiosos y religiosas, a los fieles laicos de la diócesis de Bérgamo, pero también a todos aquellos que no pertenecen a la Iglesia y a toda la comunidad civil bergamasca.

    Sé cuánto queréis al Papa Juan XXIII, y cuánto él quería a su tierra. Desde el día de su elección al pontificado, el nombre de Bérgamo y de Sotto il Monte se hicieron familiares en todo el mundo, y aún hoy, a más de cincuenta años de distancia, estos son asociados a su rostro sonriente y a su ternura de padre.
    Os invito a dar gracias al Señor por el gran don que fue su santidad para la Iglesia universal, y os aliento a custodiar la memoria del terreno en el cual ella germinó: un terreno hecho de profunda fe vivida en lo cotidiano, de familias pobres pero unidas por el amor del Señor, de comunidades capaces de compartir en la sencillez.
    Cierto, a partir de entonces el mundo ha cambiado, y son nuevos también los desafíos para la misión de la comunidad cristiana. Sin embargo, esa heredad puede inspirar aún hoy una Iglesia llamada a vivir la dulce y consoladora alegría de evangelizar, a ser compañera de camino de cada hombre, «fuente del poblado» de la que todos pueden sacar el agua fresca del Evangelio. La renovación querida por el Concilio ecuménico Vaticano II abrió el camino, y es un gozo especial que la canonización del Papa Roncalli se realice junto a la del beato Juan Pablo II, que llevó adelante tal renovación durante su largo pontificado.
    Estoy seguro que también la sociedad civil podrá encontrar siempre inspiración en la vida del Papa bergamasco y en el ambiente que lo generó, buscando modalidades nuevas y acordes a los tiempos para edificar una convivencia basada en los valores perennes de la fraternidad y la solidaridad.
    Queridos hermanos y hermanas, confío mi mensaje al «Eco di Bergamo», donde el joven sacerdote don Angelo Roncalli fue un apreciado colaborador. Cuando más tarde el ministerio le llevó lejos, él recibía siempre las páginas del «Eco», voz y referencia de su tierra. Os pido que recéis por mí, mientras os aseguro mi recuerdo y oración por todos vosotros, especialmente por los que sufren y los enfermos —recordando el hospital de la ciudad que han querido dedicar al Papa Juan XXIII— y por el seminario diocesano, tan querido por él. En la inminencia de las fiestas pascuales os envío a todos la bendición apostólica.

    L´OBSSERVATORE ROMANO.
     

    Cientos de miles de fieles ya llenan Plaza de San Pedro para la canonización
    Mapa

     

    Cientos de miles de fieles ya llenan Plaza de San Pedro para la canonización
    (EFE)–hace 5 horas
    Ciudad del Vaticano, 27 abr (EFE).- Cientos de miles de fieles llenaban ya a rebosar desde las 07.30 de la mañana (05.30 GMT) de hoy, sólo una hora después de la apertura de los accesos, la Plaza de San Pedro, para asistir a la celebración de la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II.
    Mientras, decenas de miles de fieles han visto esfumarse la posibilidad de entrar en la plaza y se agolpan en Via de la Conciliazione, la avenida que une Roma con la Plaza de San Pedro, donde seguirán la ceremonia por cuatro pantallas gigantes colocadas a los lados de calle.
    Otros grupos de peregrinos renunciaron a pesar de llegar durante la madrugada a los aledaños del Vaticano y han preferido dirigirse a las otras pantallas situadas en Castel Sant'Angelo o en las plazas de Roma.
    Miles de peregrinos llegados de toda parte del mundo, pero sobre todo desde Polonia, el país de Juan Pablo II, acamparon durante la toda la noche cerca de San Pedro para poder tener un sitio asegurado en la ceremonia de hoy.
    Cansados, pero muy contentos, se veía a los peregrinos que tras horas de espera conseguían acompañados por los voluntarios acceder a la Plaza.
    Solo queda sitió en San Pedro para las 93 delegaciones, 90 de países y el resto en representación de la Organización Mundial de la Alimentacion y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Unión Europea y la Organización de los Estados Americanos (OSA).
    Unos 23.000 voluntarios y personal de la Protección civil se encuentran en la plaza y en toda Roma para ayudar a los entre 500.000 y 800.000 fieles, pero se cree que podrán ser hasta un millón, que se esperan sigan la ceremonia por las calles.
    Los voluntarios reparten botellas de agua entre los fieles y algunas mantas isotérmica, mientras que miembros de la Cruz Roja y de protección civil tuvieron que atender a decenas de personas que se sintieron mal por el cansancio o bajadas de tensión, entre ellos ancianos y niños.
    A las 09.00 hora italiana (07.00 GMT) se comenzará con el rezo de la "coroncina" de la Misericordia y el rezo de la Letanía de los Santos, mientras que la misa oficiada por el papa Francisco empezará a las 08.00 GMT.
     

    Cobertura total de la noticia:

    Asisten 800 mil personas a canonización de los Papas

    El Diario de Yucatán - ‎hace 2 minutos‎
    CIUDAD DEL VATICANO (Notimex).- El Vaticano informó hoy que suman 800 mil las personas que participaron en Roma de la ceremonia de canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, presidida por el Papa Francisco. Según comunicó la Gendarmería ...

    Juan Pablo II y Juan XXIII fueron proclamados santos

    Andina - ‎hace 2 minutos‎
    07:23. Roma, abr. 27. Juan Pablo II y Juan XXIII fueron proclamados santos en una ceremonia concelebrada por el Papa Francisco y el papa emérito Benedicto XVI, junto con cardenales y obispos, en un acto seguido por centenares de miles de de ...

    El Papa Francisco proclama santos a Juan XXIII y Juan Pablo II

    Diario de Navarra - ‎hace 3 minutos‎
    Francisco, vestido con el palio símbolo del pastor, ha proclamado santos a Juan XXIII y Juan Pablo II, ante la ovación del alrededor de un millón de personas congregadas en la Plaza de San Pedro y que ocupaban también la Vía de la Conciliación y las ...

    Canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII: papa Francisco los ...

    LaRepública.pe - ‎hace 3 minutos‎
    5:05 a.m. Papa Francisco agradeció a los obispos del mundo y a las delegaciones presentes en la ceremonia. "Gracias a todos", dijo. AHORA oracion a Maria que los santos #JPII y #JXXIII amaron como sus verdaderos hijos, dice #Francisco. — Elisabetta ...

    Francisco proclamó santos a Juan XXIII y Juan Pablo II

    La Nación.com.py - ‎hace 5 minutos‎
    En el llamado "domingo de los cuatro papas", Juan Pablo II y Juan XXIII fueron proclamados santos en una ceremonia multitudinaria en la Plaza de San Pedro del Vaticano. La misa fue oficiada por el papa Francisco. En las primeras filas, el pontífice emérito, ...

    VIDEO: La canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II | El Comercio ...

    El Comercio - ‎hace 5 minutos‎
    Juan XXIII, que reinó entre 1958 y 1963 y convocó al modernizador Concilio Vaticano Segundo, y Juan Pablo II, que lideró la Iglesia Católica por 27 años antes de su muerte en 2005 y cuyos viajes alrededor del mundo lo convirtieron en el pontífice más ...

    Polonia ya reza a su nuevo santo: el patrón de los polacos libres

    ÚltimaHora.com - ‎hace 6 minutos‎
    Polonia fue este domingo el escenario de la otra canonización de Juan Pablo II, aunque para la mayoría de polacos el que fuera papa hasta 2005 ya era un auténtico santo, que apoyó al país en los años más duros del comunismo y guió al sindicato ...

    Juan XXIII y Juan Pablo II se convierten en santos ante miles de ...

    Reuters América Latina - ‎hace 7 minutos‎
    Por Philip Pullella y James Mackenzie. CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) - El Papa Francisco nombró santos a sus predecesores Juan XXIII y Juan Pablo II el domingo delante de cientos de miles de peregrinos admiradores de dos pesos pesados de la ...

    26 de abril de 2014 • 17:56

    Terra Perú - ‎hace 8 minutos‎
    Cerca de un millón de personas se espera que se reúnan el domingo en los alrededores de la Plaza San Pedro para presenciar la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, dos de los Papas más importantes del siglo 20. Juan XXIII, que lideró la Iglesia ...

    Juan XXIII y Juan Pablo II: Dos hombres valerosos que restauraron ...

    Radio Santa Fe - ‎hace 8 minutos‎
    –Los nombres de Juan XXIII, Angelo Roncalli y Juan Pablo II, Karol Wojtyla, ya están inscritos en el “Libro de los santos”. El papa Francisco los declaró santos, acompañado de forma discreta por el papa emérito, Benedicto XVI, situado en un lateral junto a ...

    Francisco canoniza a Juan XXIII y Juan Pablo II, dos papas que ...

    Terra Colombia - ‎hace 10 minutos‎
    El papa Francisco proclamó este domingo santos a Juan Pablo II y Juan XXIII, dos pontífices que "no se dejaron abrumar por las tragedias del siglo XX", durante una ceremonia multitudinaria en la plaza de San Pedro a la que asistió también su predecesor ...

    Francisco celebró la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII

    Télam - ‎hace 10 minutos‎
    La ceremonia se llevó a cabo junto al papa emérito Benedicto XVI. Es la primera vez en la historia de la Iglesia que dos papas participan de una canonización. Imprimir; AccesibleAccesible · Tweet · ampliar. El papa Francisco pidió hoy “honrar la memoria y ...

    Qué días se venera a los nuevos santos Juan Pablo II y Juan XXIII

    lanacion.com (Argentina) - ‎hace 10 minutos‎
    Los flamantes santos Juan Pablo II y Juan XXIII serán recordados en el santoral el 22 de octubre y el 11 de ese mismo mes, respectivamente, mientras que sus imágenes son ahora las mismas que se utilizaron para su beatificación. El 22 de octubre de 1978 ...

    Francisco: Juan XXIII y Juan Pablo II colaboraron con el Espíritu ...

    La Nación Costa Rica - ‎hace 13 minutos‎
    Los papas Juan XXIII y Juan Pablo II fueron proclamados este 27 de abril santos en una ceremonia histórica y multitudinaria. Con la fórmula pronunciada en latín, Francisco pidió que se inscribiese a los dos papas en el libro de los santos y un fuerte aplauso ...

    Angelo Giuseppe Roncalli: Juan XXIII

    Clarín.com - ‎hace 17 minutos‎
    Fue el papa número 261 de la Iglesia católica entre 1958 y 1963. En su dilatada labor apostólica, ocupó cargos de relevancia en el período de preguerra. Etiquetas. HISTÓRICA CANONIZACIÓN EN EL VATICANO. 27/04/14 - 06:08. Para todo el mundo el ...

    Juan Pablo II y Juan XXIII ya son santos

    ABC Color - ‎hace 23 minutos‎
    Ciudad del Vaticano. El papa Francisco proclamó este domingo la santidad de Juan XXIII y Juan Pablo II y pidió, en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de San Pedro, que ambos pontífices sean inscritos en los libros de los santos de la Iglesia. 1; 2.

    Francisco hace santos al Papa Bueno y al Peregrino

    Diario Digital Juárez - ‎hace 25 minutos‎
    Roma— Con la presencia de más de 800 mil fieles como testigos en el Vaticano, entre los que se estimaban 5 mil mexicanos, los Papas Juan Pablo II y Juan XXIII son, desde hoy, santos. En una iniciativa que analistas han interpretado como de alto ...

    Redoblan medidas de seguridad en El Vaticano por canonización ...

    Andina - ‎hace 29 minutos‎
    14:36. Ciudad del Vaticano, abr. 26. A pocas horas de la canonización de Pío XII y Juan Pablo II, las medidas de seguridad en el Vaticano se redoblaron para evitar cualquier contratiempo. Para garantizar la seguridad se desalojó esta tarde a los fieles que ...

    Iglesia católica declaró santos a Juan Pablo II y Juan XXIII

    Prensa Latina - ‎hace 29 minutos‎
    Imagen activa 27 de abril de 2014, 04:30Roma, 27 abr (PL) La iglesia católica sumó hoy dos nuevos santos a sus altares con la canonización de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII en una ceremonia inédita en los más de dos mil años de existencia de esa ...

    El afectuoso saludo del papa Francisco y Benedicto en la ...

    Minutouno.com - ‎hace 30 minutos‎
    El sumo pontífice se acercó a su antecesor y lo saludó y le habló mientras él lo tenía de los hombros. El afectuoso saludo del papa Francisco y Benedicto en la canonización. El papa emérito, Benedicto XVI, reapareció este domingo, tal y como estaba ...

    Las reliquias de Juan Pablo II y Juan XXIII

    InfoBAE.com - ‎hace 33 minutos‎
    Durante el llamado "domingo de los cuatro papas", los dos anteriores pontífices Juan Pablo II y Juan XXIII fueron proclamados santos en una ceremonia en la plaza de San Pedro, con alrededor de 800.000 asistentes. Francisco encabezó el evento, ...

    Francisco proclama santos a dos papas "restauradores" de la ...

    La Prensa Gráfica - ‎hace 37 minutos‎
    El papa Francisco proclamó hoy la santidad de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II y pidió, en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de San Pedro, que ambos pontífices sean inscritos en los libros de los santos de la Iglesia. Archivado en: canonización ...

    Emotivo saludo entre el papa Francisco y Benedicto XVI en la Plaza ...

    TeleCinco.es - ‎hace 39 minutos‎
    Momento emocionante en Roma. Ha sido durante la ceremonia de canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII. El emotivo saludo entre el papa Francisco y Benedicto XVI ha acaparado durante unos breves instantes todas las miradas y ha provocado el ...

    Canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II: EN VIVO

    La Prensa (Nicaragua) (Suscripción) - ‎hace 39 minutos‎
    11:22 GMT - Fin del Reporte EN VIVO - Termina la cobertura de la canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II ante una multitud en la Plaza de San Pedro del Vaticano. 11:19 GMT - A descansar - El papa entra en El Vaticano por una puerta lateral y ...

    El papa Francisco proclama santos a Juan Pablo II y Juan XXIII

    La Prensa (Nicaragua) (Suscripción) - ‎hace 39 minutos‎
    El papa Francisco proclamó este domingo santos a los pontífices Juan Pablo II y Juan XXIII, ante una multitud congregada en la Plaza de San Pedro para asistir a una jornada histórica para la Iglesia católica. "Declaramos y definimos a los beatos Juan XXIII ...

    Francisco proclamó santos a Juan Pablo II y Juan XXIII

    Minutouno.com - ‎hace 40 minutos‎
    Francisco y Benedicto XVI oficiaron juntos la ceremonia de canonización en la celebración de los cuatro papas en la Plaza San Pedro. Francisco proclamó santos a Juan Pablo II y Juan XXIII. Anterior Siguiente. El papa Francisco proclamó este domingo la ...

    Asisten más de 800000 personas a la canonización de los Papas

    Univisión - ‎hace 41 minutos‎
    Miles de viajaron al Vaticano para la ceremonia de canonización de los Papas Juan Pablo II y Juan XXII. El Vaticano informó el domingo que suman 800,000 las personas que participaron en Roma de la ceremonia de canonización de Juan XXIII y Juan ...

    Las mejores fotos de la canonización de los dos papas

    Los Andes (Argentina) - ‎hace 43 minutos‎
    Miles de personas colmaron la Plaza San Pedro y vivieron una jornada histórica para la Iglesia católica. domingo, 27 de abril de 2014. Votá(0); Imprimir · Enviar. imagenes. zoom. Las mejores fotos de la canonización de los dos papas ...

    El Papa es charapa

    EL Peruano - ‎hace 46 minutos‎
    Hoy se realiza la primera canonización simultánea de dos sumos pontífices: Juan XXIII y Juan Pablo II. La relación de este último con el Perú se intensificó con dos visitas del llamado 'Papa viajero'. Han transcurrido cerca de tres décadas desde que Juan ...

    El Vaticano, abarrotado de fieles para celebrar las canonizaciones

    Minutouno.com - ‎hace 47 minutos‎
    Muchos fieles pasaron la noche a la espera de la celebración. Los polacos jugaron de local. El Vaticano, abarrotado de fieles para celebrar las canonizaciones. Con cantos, aplausos, bailes y banderas fieles de todo los rincones del mundo inundaron la ...

    Agencia de Noticias EFE
     
    Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
    ayabaca@gmail.com
    ayabaca@hotmail.com
    ayabaca@yahoo.com
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    21 comentarios:

    RPP Noticias dijo...

    Juan Pablo II y Juan XXIII son proclamados santos de la Iglesia Católica.
    El papa Francisco proclamó este domingo la santidad de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II y pidió, en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de San Pedro, que ambos pontífices sean inscritos en los libros de los santos de la Iglesia.

    Lo hizo en latín, al comienzo del acto en el que la Iglesia Católica eleva a los altares a los dos papas, en una ceremonia que concelebra con el papa emérito Benedicto XVI.

    RPP Noticias dijo...

    Juan XXIII, el ´papa bueno´ y de la paz que convocó el Concilio Vaticano II

    Juan XXIII (1958-1963), elegido para ser un pontífice de transición, se convirtió en un papa revolucionario para la Iglesia al convocar el Concilio Vaticano II y en el "papa bueno" venerado por los fieles.

    Mañana, 27 de abril, llegará el reconocimiento que muchos fieles llevaban pidiendo desde su muerte el 3 de junio de 1963 y será proclamado santo junto con Juan Pablo II (1978-2005), el papa que le beatificó el 3 de septiembre de 2000.

    Como en el caso de Juan Pablo II, la muerte del papa Angelo Roncalli fue acompañado de un intenso fervor popular que pedía su proclamación como santo sin pasar por un proceso, pero su causa de canonización se fue quedando atascada en la llamada "fabrica de los santos" hasta la llegada del actual pontífice, el papa Francisco.

    El 5 de julio de 2013, Francisco decidió aprobar la segunda curación milagrosa por la que subiría a los altares Juan Pablo II, pero también decidió canonizar a Juan XXIII, sin que se estudiase un segundo milagro por su intercesión, como contempla la normativa vaticana.

    El milagro aprobado para la beatificación de Juan XIII fue la curación de una gastritis ulcerosa hemorrágica de la monja Caterina Capitani en el año 1966.

    El sobrino del papa, Marco Roncalli, biógrafo y autor de varios libros sobre el pontífice, explicó a Efe cómo la decisión de Francisco no se puede considerar un "empujón" a la canonización ya que el mismo prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, indicó que había muchos hechos de gran interés, pero que el papa argentino decidió solo "reducir los plazos".
    continuará.......

    RPP Noticias dijo...

    Juan XXIII, el ´papa bueno´ y de la paz que convocó el Concilio Vaticano II
    continuación....
    Marco Roncalli explicó que en una de sus conversaciones con el secretario de su tío-abuelo, el actual cardenal Loris Capovilla, éste le confió que para él esta canonización no era más que "la confirmación de todo lo que vio durante todos esos años: una santidad cotidiana y en una total normalidad".

    "Era un hombre capaz de transmitir paz, una paz natural, serena, cordial, una paz que con su elección se manifestó al mundo entero", señaló Francisco al hablar de Roncalli, de quien también destacó su espíritu dialogante y diplomático

    Roncalli fue representante pontificio en Bulgaria, Turquía, Grecia y Francia, antes de ser nombrado patriarca de Venecia y el 28 de octubre de 1958 elegido papa.

    Son muchas las características que ahora hacen que nazcan comparaciones con el papa Francisco, pues tras su elección el 28 de octubre de 1958, con 77 años de edad, elegido para suceder a Pío XII (1939-1958), modernizó la vida en la corte vaticana, flexibilizando el protocolo y facilitando el contacto del papa con la realidad cotidiana.

    Renovó el Colegio Cardenalicio al incluir representantes de zonas del mundo tradicionalmente ausentes e intensificó las relaciones diplomáticas del papado con los líderes políticos mundiales, incluyendo a los soviéticos, por lo que contribuyó a reducir la tensión entre comunistas y cristianos.

    Los biógrafos destacan que Roncalli ayudó a no empeorar la situación de las relaciones entre la Iglesia cubana y el gobierno castrista, y que no hubo ninguna excomunión "ad personam" para el entonces líder cubano, Fidel Castro, como algunos han indicado.

    Publicó ocho encíclicas, entre ellas "Pacem in Terris" (1963), la primera en la historia dirigida a "todos los hombres de buena voluntad", y no sólo a los creyentes.

    Dos meses después del inicio de su pontificado, Juan XXIII convocó a todos los obispos del mundo a la celebración del Concilio Vaticano II, con el objetivo de promover la adaptación de la Iglesia a los nuevos tiempos y el acercamiento a las restantes religiones cristianas.

    Pero para los fieles católicos, el "papa bueno" fue aquel que se asomó por sorpresa el 11 de octubre de 1962, mientras se celebraba la apertura del Concilio, y pronunció el famoso y poético "discurso de la luna".

    "Cuando volváis a vuestros hogares, vuestros niños estarán durmiendo: dadles una caricia sin despertarles y explicadles después que era la caricia del papa", improvisó en un discurso que pasó a la historia.

    El 3 de junio de 1963, poco después de iniciarse el Concilio, Juan XXIII moría tras una larga enfermedad, sin conocer los resultados de la asamblea que marcó el camino de la nueva Iglesia Católica.

    Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, y autor de varios libros sobre la historia de los papas, resumió en declaraciones a Efe el camino a la santidad de Juan XXIII: "No necesitó un segundo milagro porque su milagro fue el Concilio Vaticano II".

    EFE

    NEWS.VA dijo...

    "Ha merecido la pena no dormir para vivir esto", fieles en Roma con los nuevos santos.
    Cuatro Papas, miles de peregrinos, despliegue mediático y de seguridad. Canciones, aplausos, lágrimas, respeto, hermandad y mucha fe. Difícil no emocionarse en un día como hoy. Desde el amanecer de este domingo 27 de abril el micrófono de Radio Vaticano recoge la voz de los fieles llegados a Roma por la canonización de San Juan XXIII y San Juan Pablo II. Muchos han hecho viajes de miles de kilómetros para venir a verles, noches sin dormir, incomodidades, peregrinos en sillas de ruedas, personas mayores.... pero “todo se olvida por ellos”, como dicen los fieles, “debemos agradecerles estar aquí”. “No hemos dormido nada, llevamos aquí desde la noche del sábado para tener un buen sitio, hemos cantado toda la noche y ahora estamos cansados y afónicos, pero ha merecido la pena”. (MZ-RV)

    NEWS.VA dijo...

    Dos Santos Pontífices que han contribuido de manera indeleble a la causa del desarrollo de los pueblos y de la paz, el Papa a la hora del Regina Caeli.
    Después de la solemne concelebración Eucarística, durante la cual se invocaron entre los santos, por primera vez, a San Juan XXIII y San Juan Pablo II, el Papa Francisco, tras agradecer la presencia de tantos fieles y autoridades, invitó a rezar a la Madre de Dios a través de la oración del Regina Caeli que sustituye el Ángelus en este tiempo pascual.
    (María Fernanda Bernasconi – RV).
    Texto completo de la alocución del Papa Francisco antes de rezar el Regina Caeli

    Queridos hermanos y hermanas, antes de concluir esta fiesta de la fe, ¡deseo saludar y darles las gracias a todos ustedes!
    Agradezco a los hermanos Cardenales y a los numerosísimos Obispos y sacerdotes de todas partes del mundo. Mi reconocimiento va a las Delegaciones oficiales de tantos países, venidas para rendir homenaje a dos Pontífices que han contribuido de manera indeleble a la causa del desarrollo de los pueblos y de la paz. Un agradecimiento especial va a las Autoridades italianas por su preciosa colaboración.
    ¡Con gran afecto saludo a los peregrinos de la Diócesis de Bérgamo y de Cracovia! Amadísimos, honren la memoria de dos Santos Papas siguiendo fielmente sus enseñanzas.
    Agradezco a todos los que, con gran generosidad han preparado estas jornadas memorables: a la Diócesis de Roma, con el Cardenal Vallini; al Ayuntamiento de Roma, con el Alcalde Ignazio Marino; a las fuerzas del orden y a las diversas Organizaciones; a las Asociaciones y a los numerosos voluntarios. ¡Gracias a todos!
    Mi saludo va a todos los peregrinos – aquí en la Plaza de San Pedro, en las acalles adyacentes y en otros lugares de Roma –; así como también a cuantos están unidos a nosotros mediante la radio y la televisión; y gracias a los dirigentes y a los agentes de los media, que han dado a tantas personas la posibilidad de participar.
    A los enfermos y a los ancianos, hacia los cuales los nuevos Santos estaban cerca de modo especial, llegue mi saludo especial.
    Y ahora nos dirigimos en oración a la Virgen María, que San Juan XXIII y San Juan Pablo II han amado como verdaderos hijos suyos.
    Regina caeli…

    NEWS.VA dijo...

    San Juan XXIII y San Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado, el Papa en su homilía de canonización.
    En su homilía de la solemne Misa de canonización de los Papas San Juan XXII y San Juan Pablo II el Papa Francisco recordó que en el centro de este domingo, con el que se termina la octava de Pascua, y que Juan Pablo II quiso dedicar a la Divina Misericordia, están las llagas gloriosas de Cristo resucitado.
    El Obispo de Roma también afirmó que estos nuevos Santos no se avergonzaron de la carne de Cristo, no se escandalizaron de él, de su cruz; no se avergonzaron de la carne del hermano, porque en cada persona que sufría veían a Jesús. Fueron dos hombres valerosos, llenos de la parresia del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia.
    Además, el Papa Francisco destacó que ambos fueron sacerdotes, obispos y Papas del Siglo XX. Conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron. En ellos, Dios fue más fuerte; fue más fuerte la fe en Jesucristo Redentor del hombre y Señor de la historia; en ellos fue más fuerte la misericordia de Dios que se manifiesta en estas cinco llagas; más fuerte la cercanía materna de María.
    Juan XXIII y Juan Pablo II colaboraron con el Espíritu Santo para restaurar y actualizar la Iglesia según su fisionomía originaria, la fisionomía que le dieron los santos a lo largo de los siglos, dijo también el Santo Padre Francisco. Y pidió que no olvidemos que son precisamente los santos quienes llevan adelante y hacen crecer la Iglesia.
    En la convocatoria del Concilio – prosiguió – Juan XXIII demostró una delicada docilidad al Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un guía-guiado. Éste fue su gran servicio a la Iglesia; fue el Papa de la docilidad al Espíritu.
    Y en este servicio al Pueblo de Dios, Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia. “Me gusta subrayarlo ahora – añadió Francisco – que estamos viviendo un camino sinodal sobre la familia y con las familias, un camino que él, desde el Cielo, ciertamente acompaña y sostiene”.
    (María Fernanda Bernasconi – RV).

    CONTINUACIÓN.....

    Agencia Peruana de Noticias Andina dijo...

    Roma, abr. 27. Juan Pablo II y Juan XXIII fueron proclamados santos en una ceremonia concelebrada por el Papa Francisco y el papa emérito Benedicto XVI, junto con cardenales y obispos, en un acto seguido por centenares de miles de de peregrinos en Roma en todo el mundo.

    La Plaza San Pedro también contó con la presencia de miembros de las 122 delegaciones extranjeras, con 24 jefes de Estado y 10 jefes de Gobierno.

    Se lucen los tapices de Juan Pablo II y Juan XXIII colgados en la fachada de la basílica de San Pedro, los mismos que se utilizaron en sus beatificaciones.

    Los días que se han asignado para la veneración son el 11 de octubre para Juan XXIII y el 22 de octubre para Juan Pablo II.

    Esta ceremonia comenzó con una ligera lluvia, pero tras la proclamación salió el Sol.

    A las 9.30 horas (de Roma), llegó a la Plaza de San Pedro el Papa emérito Benedicto XVI, recibido con una fuerte ovación, y se situó en el sector izquierdo, junto al resto de concelebrantes.

    El Papa Francisco acudió a saludarlo al inicio de la ceremonia, fundiéndose en un cariñoso abrazo, así como al final, para estrecharle las manos, gesto que Benedicto XVI correspondió sonriente, según informas Europa Press.

    Tras la proclamación, durante la homilía, el Papa Francisco destacó que San Juan XXIII y San Juan Pablo II fueron dos “sacerdotes, obispos y papas del siglo XX”, que “conocieron las tragedias del siglo XX”, pero “no se escandalizaron”.

    Así, el Pontífice ha destacado que Karol Wojtyla y Angelo Giuseppe Roncalli no se abrumaron “porque fueron dos hombres valerosos, llenos de la fortaleza del Espíritu Santo, y que dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia”.

    Expresó, además, que ambos “tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado” y que “no se avergonzaron de la carne de Cristo, ni se escandalizaron de él, ni de su cruz”.

    Agencia Peruana de Noticias Andina dijo...

    Cuando Juan Pablo II visitó el Perú y se sintió “charapa” .
    Lima, abr. 27. Han pasado cerca de tres décadas desde que Juan Pablo II pisara tierras peruanas. No habían transcurrido ni 10 segundos desde que descendió del jet DC-10 y el siervo de Dios ya había estampado sus labios en suelo bicolor.

    “Queridos hermanos. Acabo de pisar tierra peruana. Y al besarla, he querido manifestar mi estima profunda hacia todos sus habitantes que, desde este momento, me acogen con el corazón abierto”, dijo, robándose los aplausos de toda aquella multitud que aguardaba su llegada.

    En pocas horas, Lima se volvió un caos divino. Alrededor de tres millones de ciudadanos –según los medios capitalinos– se habían volcado a las calles para atestiguar el recorrido del Sumo Pontífice.

    “Juan Pablo, amigo, el Perú está contigo”, coreaban personas de todas las edades. Era una fiesta. Desde el mediodía, vecinos del Callao, San Martín de Porres y Lima Cercado habían limpiado largas pistas y adornado sus viviendas como muestra de recibimiento.

    Fueron cinco días históricos de su primera visita. El Papa parecía sentirse más peruano que polaco.

    Al igual que un chasqui, recorrió ocho ciudades del país. El naciente pueblo de Villa El Salvador deliró con su presencia. Arequipa, junto a la Virgen de Chapi, madrugó para verlo. Y cómo no rememorar aquella vibrante frase que eternizó en Iquitos: “El Papa se siente charapa”.

    Agencia Peruana de Noticias Andina dijo...

    Juan Pablo II y Juan XXIII fueron proclamados santos .
    Roma, abr. 27. Juan Pablo II y Juan XXIII fueron proclamados santos en una ceremonia concelebrada por el Papa Francisco y el papa emérito Benedicto XVI, junto con cardenales y obispos, en un acto seguido por centenares de miles de de peregrinos en Roma en todo el mundo.

    La Plaza San Pedro también contó con la presencia de miembros de las 122 delegaciones extranjeras, con 24 jefes de Estado y 10 jefes de Gobierno.

    Se lucen los tapices de Juan Pablo II y Juan XXIII colgados en la fachada de la basílica de San Pedro, los mismos que se utilizaron en sus beatificaciones.

    Los días que se han asignado para la veneración son el 11 de octubre para Juan XXIII y el 22 de octubre para Juan Pablo II.

    Esta ceremonia comenzó con una ligera lluvia, pero tras la proclamación salió el Sol.

    A las 9.30 horas (de Roma), llegó a la Plaza de San Pedro el Papa emérito Benedicto XVI, recibido con una fuerte ovación, y se situó en el sector izquierdo, junto al resto de concelebrantes.

    El Papa Francisco acudió a saludarlo al inicio de la ceremonia, fundiéndose en un cariñoso abrazo, así como al final, para estrecharle las manos, gesto que Benedicto XVI correspondió sonriente, según informas Europa Press.

    Tras la proclamación, durante la homilía, el Papa Francisco destacó que San Juan XXIII y San Juan Pablo II fueron dos “sacerdotes, obispos y papas del siglo XX”, que “conocieron las tragedias del siglo XX”, pero “no se escandalizaron”.

    Así, el Pontífice ha destacado que Karol Wojtyla y Angelo Giuseppe Roncalli no se abrumaron “porque fueron dos hombres valerosos, llenos de la fortaleza del Espíritu Santo, y que dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia”.

    Expresó, además, que ambos “tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado” y que “no se avergonzaron de la carne de Cristo, ni se escandalizaron de él, ni de su cruz”.

    Agencia Peruana de Noticias Andina dijo...

    Juan Pablo II "cambió la ruta de la humanidad", dice su biógrafo .
    Ciudad del Vaticano, abr. 25. El biógrafo de Juan Pablo II, George Weigel, afirmó que el fallecido pontífice "encarnó el drama y cambió la ruta por donde se dirigía la humanidad en el siglo XX".




    En una rueda de prensa en la sala de prensa de la Santa Sede, Weigel subrayó que Juan Pablo II era un maestro "del sufrimiento y del trabajo".




    Destacó que fue "el gran reformador del sacerdocio", ya que en aquella época los seminarios tenían un nivel "muy bajo".




    Manifestó que cuando sucedieron los abusos sexuales había "falta de comunicación entre Estados Unidos y Roma" y que en abril del 2002, "después de que los obispos de Estados Unidos viajaran a Roma", Juan Pablo II "actuó de manera rápida y directa".




    Dijo esperar que la canonización este domingo "despierte las conciencias" y recuerde el mensaje de Juan Pablo II, que anima a "no rendirse" y a "tener esperanza".




    Reconoció el "acto valiente y sabio" de Francisco al canonizar a Juan Pablo II y a Juan XXIII, dos personalidades "distintas" que tienen en común "el Concilio Vaticano II", porque Juan XXIII lo inició y Juan Pablo "le dio la interpretación con autoridad".




    Resaltó que las principales similitudes entre Francisco y Juan Pablo II pasan porque ambos son "dos pastores de su pueblo", cumplidores de las dos tareas de todo buen pastor: "oración" y "muestra de misericordia".


    Diario del Vaticano dijo...

    El día de los cuatro papas: Cientos de miles de peregrinos asisten a la ceremonia.

    Cientos de miles peregrinos se concentran en la Plaza de San Pedro y las vías adyacentes para seguir en directo la ceremonia que conviertirá a Juan XXIII y Juan Pablo II en el 79 y 89 papas santos proclamado por la Iglesia Católica y que ha dado comienzo a las 10.04 horas de este domingo 27 de abril. El Papa Francisco ha llegado en procesión a las 10.00 horas a la Plaza de San Pedro. Allí ya se encontraba el Papa emérito Benedicto XVI que, vestido con los parámetros sagrados, ha sido recibido con una gran ovación, ha ocupado su asiento hacia las 09.30 horas en el sector izquierdo, y ha salidado al resto de los cardenales concelebrantes en una ceremonia que ya se conoce como la de los cuatro papas. En total hay 150 cardenales, 1.000 obispos y 6.000 sacerdotes.

    Las 122 delegaciones oficiales han comenzado ha llegar hacia las 09.00 horas y los Reyes de España, la reina Doña Sofía con la mantilla blanca reservada a las reinas católicas, han ocupado sus asientos hacia las 09.30 horas, junto con los ministros de Exteriores, José Manuel García Margallo, Interior, Jorge Fernández, y Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.

    Hacia las 09.30 horas han comenzado a abrirse los paraguas ante la presencia de la lluvia. Los fieles han comenzado a entrar hacia las 05.00 horas en la Plaza de San Pedro, donde se han colocado 20.000 sillas en cuatro sectores, y también se congregan en Via de la Conciliacion, y las calles adyacentes. Según el Vaticano, entre 250.000 y 270.000 personas pueden congregarse en estas vías, mientras que el Gobierno italiano estima que hasta un millón de peregrinos se encuentra en Roma para asistir a la ceremonia. Además, 2.000 millones la seguirán en todo el mundo.

    Los peregrinos portan multitud de banderas y pancartas para rememorar a los pontífices. Hay una especial concentración de peregrinos polacos.

    Diario del Vaticano dijo...

    El día de los cuatro papas: Cientos de miles de peregrinos asisten a la ceremonia.
    continuación....
    La ceremonia sigue un rito simplificado y cuenta con las reliquias de sangre y piel de Juan Pablo II y Juan XXIII, respectivamente. La misa en latín ha estado precedida por la coronilla de la Divina Misericordia, que se recita empleando el rosario, y por cantos interpretados por los coros de Roma, Bérgamo, Cracovia y el coro oficial de la Capilla Sixtina.



    El acto ha comenzado con el canto de la Letanía de los Santos y, a continuación, el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato, hace tres peticiones al Pontífice para que inscriba a los beatos --en este caso, Juan Pablo II y Juan XXIII-- en el libro de los Santos. Primero lo pide con "gran fuerza", una vez más con "mayor fuerza" y, por último, con "grandísima fuerza".



    A continuación, el Santo Padre ejercerá toda su autoridad como cabeza de la Iglesia universal a través de una oración: "En honor de la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo y de los santos apóstoles Pedro y Pablo, después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina y escuchando el parecer de muchos de nuestros hermanos obispos, declaramos santos a Juan XXIII y a Juan Pablo II".



    Francisco continuará diciendo que les inscriben en el libro de los Santos y que establecen que sean venerados por toda la Iglesia. Y concluirá: "En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".



    Después, se llevarán hasta el altar los relicarios que contienen las reliquias de los santos, una ampolla de sangre en el caso de Juan Pablo II y un pedazo de piel desprendido durante la exhumación, en el caso de Juan XXIII. Concretamente, la reliquia de Roncalli la portarán familiares del santo, entre ellos, su sobrino, mientras que la del Papa Wojtyla será portada por personas cercanas a él, quizá por aquellas sobre las que obró el milagro.



    Tras la procesión, el cardenal Amato mostrará su agradecimiento al Papa Francisco por la canonización, se cantará el Gloria y se escucharán las lecturas correspondientes al segundo domingo de Pascua. Además, debido a la solemnidad de la celebración, el Evangelio será cantado en latín y griego.



    También se leerán cinco peticiones, la primera de ellas en español --para que la belleza de la vida nueva resplandezca siempre en la Iglesia y que todos los hombres reconozcan en ella a Jesús resucitado y vivo--. A esta le seguirán los ruegos en árabe, inglés, chino y francés, en los que se cita a los hombres de la cultura, de la ciencia y del gobierno.



    Además, en la plegaria eucarística se escuchará por primera vez los nombres de estos dos santos como San Juan Pablo II y San Juan XXIII. La ceremonia durará aproximadamente dos horas y concluirá con el Regina Caeli, oración típica del tiempo de Pascua.



    Las imágenes de los futuros santos que se han colocado durante la ceremonia serán las mismas que se utilizaron para la beatificación y los días que se asignarán para la veneración serán el 11 de octubre para Juan XXIII y el 22 de octubre para Juan Pablo II.



    Poco después, los agentes ubicados en los controles de seguridad han empezado a dejar pasar a los peregrinos que se agolpaban tras las vallas de seguridad para coger el mejor sitio mientras comenzaba a amanecer sobre la Plaza y repicaban las campanas del Vaticano.



    Para que los peregrinos puedan seguir la ceremonia, la organización ha habilitado sillas. La Guardia Suiza y la Gendarmería vaticana han dejado pasar en grupos a los peregrinos provenientes de todo el mundo para que puedan tomar asiento. Miles de peregrinos siguen la ceremonia de pie.

    NEWS,VA dijo...

    Mensaje del Papa Francisco al pueblo polaco por la canonización de Juan Pablo II.

    Con ocasión de la canonización de Juan XXIII y de Juan Pablo II, el Papa Francisco envió un video mensaje al pueblo polaco, retransmitido por la televisión y la radio nacional de Polonia.

    Mensaje del Papa Francisco al pueblo de Polonia
    ¡Queridos compatriotas de Juan Pablo II!
    Ya está cerca la canonización de aquél gran hombre y Papa que ha pasado a la historia con el nombre de Juan Pablo II. Soy feliz de haber sido llamado a proclamar su santidad el próximo Domingo de la Divina Misericordia, como conclusión de la Octava de Pascua. Estoy agradecido a Juan Pablo II, como todos los miembros del Pueblo de Dios, por su incansable servicio, su guía espiritual, por haber introducido a la Iglesia en el tercer milenio de la fe y por su extraordinario testimonio de santidad.
    El Papa Benedicto XVI notó justamente, tres años atrás, el día de la beatificación de su Predecesor, que aquello que Juan Pablo II pedía a todos, es decir, no tener miedo y de abrir de par en par las puertas a Cristo, él mismo lo hizo primero: “abrió a Cristo la sociedad, la cultura, los sistemas políticos y económicos, invirtiendo con la fuerza de un gigante – fuerza que le venía de Dios – una tendencia que podía parecer irreversible. Con su testimonio de fe, de amor y de coraje apostólico, acompañado por una gran carga humana, este ejemplar hijo de la Nación Polaca ayudó a los cristianos de todo el mundo a no tener miedo de llamarse cristianos, de pertenecer a la Iglesia, de hablar del Evangelio. En una palabra: nos ha ayudado a no tener miedo a la verdad, porque la verdad es garantía de la libertad” (Homilía, 01 de mayo de 2011). Me identifico plenamente con estas palabras de Benedicto XVI.
    Todos sabemos que, antes de recorrer los caminos del mundo, Karol Wojtyla creció al servicio de Cristo y de la Iglesia en su patria, Polonia. Allí se formó su corazón, corazón que después se dilató a la misión universal, antes participando en el Concilio Vaticano II, y sobre todo después del 16 de octubre de 1978, porque en él encontraron lugar todas las naciones, las lenguas y las culturas. Juan Pablo II “se dio todo a todos”.
    Agradezco al pueblo polaco y a la Iglesia de Polonia por el don de Juan Pablo II. Todos fuimos enriquecidos por este don. Juan Pablo II continúa a inspirarnos. Nos inspiran sus palabras, sus escritos, sus gestos, su estilo de servicio. Nos inspira su sufrimiento vivido con esperanza heroica. Nos inspira su total confiarse en Cristo, Redentor del hombre, y en la Madre de Dios.
    Durante la reciente visita ad limina Apostolorum de los Obispos polacos, he subrayado que la Iglesia en Polonia continúa teniendo grandes potencialidades de fe, de oración, de caridad, y de práctica cristiana. Puse también de relieve los desafíos pastorales como la familia, los jóvenes, los pobres y las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Espero que la canonización de Juan Pablo II y también de Juan XXIII dé un nuevo impulso al trabajo cotidiano y perseverante de la Iglesia en su patria. Me alegro del hecho que, si Dios quiere, dentro de dos años visitaré por primera vez su país en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud 2016.
    Invito a todos a vivir profundamente la canonización del beato Juan Pablo II y del beato Juan XXIII. Algunos de ustedes vendrán a Roma, pero gracias a los Medios de comunicación muchísimos podrán participar de este gran evento. Por eso, ya desde hoy, quiero agradecer a todos los periodistas de diarios, radio y televisión por el servicio a la canonización del 27 de abril.
    Saludo a todos los compatriotas de Juan Pablo II, también a aquellos que no pertenecen a la Iglesia católica. Los llevo a todos en mi corazón. ¡Dios los bendiga a todos!
    (Traducción del italiano: Mariana Puebla – Radio Vaticano)

    NEWS.VA dijo...

    Francisco saluda al pueblo de Bérgamo, donde nació Juan XXIII
    El Papa Francisco escribe un mensaje a la diócesis y al pueblo de Bérgamo, que se sitúa en el norte de Italia, coincidiendo con la canonización de Juan XXIII, quien naciera en esa localidad en 1881. Refiriéndose al Papa Roncalli, Francisco invita a los bergamascos “a agradecer al Señor por el gran don que fue su santidad para la Iglesia universal” y les exhorta a “custodiar la memoria del terreno en el cual se germinó: un terreno hecho de profunda fe vivida en lo cotidiano, de familias pobres pero unidas por el amor al Señor, de comunidades capaces de compartir en la simplicidad”.
    El Papa Bergoglio recuerda también en su mensaje a la sociedad civil y enfatiza que “podrán siempre encontrar inspiración en la vida de Juan XXIII y del ambiente que lo ha generado, buscando nuevos modos y adaptada a los tiempos para edificar una convivencia basada sobre los valores perennes de la fraternidad y de la solidaridad”.

    Mensaje del Papa al pueblo de Bérgamo

    Acercándose el día de la canonización del beato Juan XXIII, tuve el deseo de enviar este saludo a su Obispo Francisco, a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, a los fieles laicos de la Diócesis de Bérgamo, pero también a todos aquellos que no pertenecen a la Iglesia, y a toda la comunidad civil bergamasca.
    Sé cuánto quieren al Papa Juan, y cuanto él quería a su tierra. Desde el día de su elección al Pontificado, el nombre de Bérgamo y de Sotto il Monte (Bajo el Monte) se hicieron familiares en todo el mundo, y todavía hoy, a más de 50 años de distancia, éstos son asociados a su rostro sonriente y a su ternura de padre.
    Los invito a agradecer al Señor por el gran don que fue su santidad para la Iglesia universal, y los aliento a custodiar la memoria del terreno en el cual se germinó: un terreno hecho de profunda fe vivida en lo cotidiano, de familias pobres pero unidas por el amor al Señor, de comunidades capaces di compartir en la simplicidad.
    Claro, desde entonces el mundo ha cambiado, y son nuevos los desafíos para la misión de la comunidad cristiana. Sin embargo, aquella heredad puede inspirar aún hoy una Iglesia llamada a vivir el dulce y confortante gozo de evangelizare, a ser compañera del camino de cada hombre, “fuente de la villa” de la cual todos pueden sacar el agua fresca del Evangelio. La renovación querida por el Concilio Ecuménico Vaticano II abrió el camino, y es un gozo especial que la canonización del Papa Roncalli se realice junto a la del beato Juan Pablo II, que llevó adelante tal renovación durante todo su largo pontificado.
    Estoy seguro que también la sociedad civil podrá siempre encontrar inspiración en la vida del Papa bergamasco y del ambiente que lo ha generado, buscando nuevos modos y adaptada a los tiempos para edificar una convivencia basada sobre los valores perennes de la fraternidad y de la solidaridad.
    Queridos hermanos y hermanas, confío mi mensaje al “Eco de Bérgamo”, de quien el joven sacerdote Don Ángelo Roncalli fue un apreciado colaborador. Cuando después el ministerio lo llevó lejos, él recibía siempre las páginas del “Eco”, voz y reclamo de su tierra. Le pido que recen por mí, y al mismo tiempo les aseguro que los recordaré y también mi oración por todos ustedes, en particular por los que sufren y los enfermos – recordando el hospital de la ciudad que han querido dedicar al Papa Juan – y por el Seminario diocesano, tan querido por él. En la inminencia de las fiestas pascuales, les envío a todos ustedes la Bendición Apostólica.

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    "Ha merecido la pena no dormir para vivir esto", fieles en Roma con los nuevos santos.
    Cuatro Papas, miles de peregrinos, despliegue mediático y de seguridad. Canciones, aplausos, lágrimas, respeto, hermandad y mucha fe. Difícil no emocionarse en un día como hoy. Desde el amanecer de este domingo 27 de abril el micrófono de Radio Vaticano recoge la voz de los fieles llegados a Roma por la canonización de San Juan XXIII y San Juan Pablo II. Muchos han hecho viajes de miles de kilómetros para venir a verles, noches sin dormir, incomodidades, peregrinos en sillas de ruedas, personas mayores.... pero “todo se olvida por ellos”, como dicen los fieles, “debemos agradecerles estar aquí”. “No hemos dormido nada, llevamos aquí desde la noche del sábado para tener un buen sitio, hemos cantado toda la noche y ahora estamos cansados y afónicos, pero ha merecido la pena”. (MZ-RV

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    San Juan XXIII y San Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado, el Papa en su homilía de canonización.
    En su homilía de la solemne Misa de canonización de los Papas San Juan XXII y San Juan Pablo II el Papa Francisco recordó que en el centro de este domingo, con el que se termina la octava de Pascua, y que Juan Pablo II quiso dedicar a la Divina Misericordia, están las llagas gloriosas de Cristo resucitado.
    El Obispo de Roma también afirmó que estos nuevos Santos no se avergonzaron de la carne de Cristo, no se escandalizaron de él, de su cruz; no se avergonzaron de la carne del hermano, porque en cada persona que sufría veían a Jesús. Fueron dos hombres valerosos, llenos de la parresia del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia.
    Además, el Papa Francisco destacó que ambos fueron sacerdotes, obispos y Papas del Siglo XX. Conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron. En ellos, Dios fue más fuerte; fue más fuerte la fe en Jesucristo Redentor del hombre y Señor de la historia; en ellos fue más fuerte la misericordia de Dios que se manifiesta en estas cinco llagas; más fuerte la cercanía materna de María.
    Juan XXIII y Juan Pablo II colaboraron con el Espíritu Santo para restaurar y actualizar la Iglesia según su fisionomía originaria, la fisionomía que le dieron los santos a lo largo de los siglos, dijo también el Santo Padre Francisco. Y pidió que no olvidemos que son precisamente los santos quienes llevan adelante y hacen crecer la Iglesia.
    En la convocatoria del Concilio – prosiguió – Juan XXIII demostró una delicada docilidad al Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un guía-guiado. Éste fue su gran servicio a la Iglesia; fue el Papa de la docilidad al Espíritu.
    Y en este servicio al Pueblo de Dios, Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia. “Me gusta subrayarlo ahora – añadió Francisco – que estamos viviendo un camino sinodal sobre la familia y con las familias, un camino que él, desde el Cielo, ciertamente acompaña y sostiene”.
    CONTINUARÁ.....

    NEWS.VA dijo...

    Texto de la homilía del Papa Francisco
    En el centro de este domingo, con el que se termina la octava de pascua, y que San Juan Pablo II quiso dedicar a la Divina Misericordia, están las llagas gloriosas de Cristo resucitado.
    Él ya las enseñó la primera vez que se apareció a los apóstoles la misma tarde del primer día de la semana, el día de la resurrección. Pero Tomás aquella tarde, como hemos escuchado, no estaba; y, cuando los demás le dijeron que habían visto al Señor, respondió que, mientras no viera y tocara aquellas llagas, no lo creería. Ocho días después, Jesús se apareció de nuevo en el cenáculo, en medio de los discípulos, y Tomás también estaba; se dirigió a él y lo invitó a tocar sus llagas. Y entonces, aquel hombre sincero, aquel hombre acostumbrado a comprobar personalmente las cosas, se arrodilló delante de Jesús y dijo: «Señor mío y Dios mío» (Jn 20,28).
    Las llagas de Jesús son un escándalo para la fe, pero son también la comprobación de la fe. Por eso, en el cuerpo de Cristo resucitado las llagas no desaparecen, permanecen, porque aquellas llagas son el signo permanente del amor de Dios por nosotros, y son indispensables para creer en Dios. No para creer que Dios existe, sino para creer que Dios es amor, misericordia, fidelidad. San Pedro, citando a Isaías, escribe a los cristianos: «Sus heridas nos han curado» (1 P 2, 24; Cf. Is 53, 5).
    San Juan XXIII y San Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado. No se avergonzaron de la carne de Cristo, no se escandalizaron de él, de su cruz; no se avergonzaron de la carne del hermano (Cf. Is 58,7), porque en cada persona que sufría veían a Jesús. Fueron dos hombres valerosos, llenos de la parresia del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia.
    Fueron sacerdotes, y obispos y Papas del Siglo XX. Conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron. En ellos, Dios fue más fuerte; fue más fuerte la fe en Jesucristo Redentor del hombre y Señor de la historia; en ellos fue más fuerte la misericordia de Dios que se manifiesta en estas cinco llagas; más fuerte la cercanía materna de María.
    En estos dos hombres contemplativos de las llagas de Cristo y testigos de su misericordia había «una esperanza viva», junto a un «gozo inefable y radiante» (1 P 1,3.8). La esperanza y el gozo que Cristo resucitado da a sus discípulos, y de los que nada ni nadie les podrá privar. La esperanza y el gozo pascual, purificados en el crisol de la humillación, del vaciamiento, de la cercanía a los pecadores hasta el extremo, hasta la náusea a causa de la amargura de aquel cáliz. Ésta es la esperanza y el gozo que los dos papas santos recibieron como un don del Señor resucitado, y que a su vez dieron abundantemente al Pueblo de Dios, recibiendo de él un reconocimiento eterno.
    CONTINUARÁ.....

    NEWS.VA dijo...


    Texto de la homilía del Papa Francisco
    continuación.....
    Esta esperanza y esta alegría se respiraba en la primera comunidad de los creyentes, en Jerusalén, como se nos narra en los Hechos de los Apóstoles (Cf. 2, 42-47) que hemos escuchado en la segunda Lectura. Es una comunidad en la que se vive la esencia del Evangelio, esto es, el amor, la misericordia, con simplicidad y fraternidad.
    Y ésta es la imagen de la Iglesia que el Concilio Vaticano II tuvo ante sí. Juan XXIII y Juan Pablo II colaboraron con el Espíritu Santo para restaurar y actualizar la Iglesia según su fisionomía originaria, la fisionomía que le dieron los santos a lo largo de los siglos. No olvidemos que son precisamente los santos quienes llevan adelante y hacen crecer la Iglesia. En la convocatoria del Concilio, San Juan XXIII demostró una delicada docilidad al Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un guía-guiado, guiado del Espíritu. Éste fue su gran servicio a la Iglesia; por eso a mí me gusta pensar en él como el Papa de la docilidad al Espíritu Santo.
    En este servicio al Pueblo de Dios, San Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia. Me gusta subrayarlo ahora que estamos viviendo un camino sinodal sobre la familia y con las familias, un camino que él, desde el Cielo, ciertamente acompaña y sostiene.
    Que estos dos nuevos santos pastores del Pueblo de Dios intercedan por la Iglesia, para que, durante estos dos años de camino sinodal, sea dócil al Espíritu Santo en el servicio pastoral a la familia. Que ambos nos enseñen a no escandalizarnos de las llagas de Cristo, a adentrarnos en el misterio de la misericordia divina que siempre espera, siempre perdona, porque siempre ama.

    NEWS.VA dijo...

    Misa de Acción de gracias por la canonización de Juan Pablo II.
    Ciudad del Vaticano, 28 abril 2014 (VIS).-Esta mañana a las 10,00 en la Plaza de San Pedro, el cardenal Angelo Comastri, vicario general de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano y arcipreste de la basílica vaticana ha celebrado una misa de acción de gracias por la canonización de Juan Pablo II.

    La eucaristía ha estado precedida por el saludo del cardenal Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia (Polonia) ,que fue el secretario del nuevo santo. ''Ayer -ha dicho dirigiéndose a los miles de fieles que llenaban la Plaza- se han inscrito entre los santos dos papas beatos: el primero, Juan XXIII, hijo de la tierra italiana, se mereció el título de Papa Bueno. Fue él quien convocó, hace más de medio siglo, el Concilio Vaticano II. El segundo, Juan Pablo II, hijo de la tierra polaca, el Papa de la Divina Misericordia, dio vida a las decisiones del Concilio e introdujo a la Iglesia en el tercer milenio de la fe''.

    ''Damos gracias a Dios por este don doble. Damos gracias por el testimonio extraordinariamente transparente de amor y servicio de esos dos pastores...Y por este don doble damos las gracias de todo corazón al Santo Padre Francisco porque ya desde el primer año de su pontificado tomó la decisión de canonizar a sus predecesores fijando la fecha en el Domingo de la Divina Misericordia'' , ha añadido el cardenal arzobispo que ha concluido su intervención dando las gracias también en nombre de sus compatriotas a Italia y a todos sus habitantes ''por haber acogido tan cordialmente, hace años, a Karol Wojtyla, como obispo y papa, llegado a Roma 'de un país lejano'. Italia pasó a ser para él una segunda patria y hoy seguramente Juan Pablo II la bendice desde lo alto, como bendice también a Polonia y al mundo entero. En su corazón encontraron lugar todas las naciones, las culturas y las lenguas''.

    Por su parte el cardenal Comastri, rememorando las palabras de Juan Pablo II: ''Los santos no nos piden que les aplaudamos, sino que los imitemos'' ha invitado a los peregrinos a imitar al nuevo santo que tuvo ''el valor de defender abiertamente la fe en Jesús en una época de apostasía silenciosa ... de defender la familia, la vida humana , la paz mientras soplaban vientos de guerra... de salir al encuentro de los jóvenes para librarlos de la cultura del vacío y de lo efímero invitándoles a acoger a Cristo, única luz de la vida y el único capaz de dar plenitud de alegría al corazón humano''.

    NEWS.VA dijo...

    El Papa recibe a los Reyes de España tras las canonizaciones del domingo.
    El Papa Francisco recibió a Sus Majestades los Reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía, este lunes 28 de abril al mediodía en una audiencia privada en el Estudio del Aula Pablo VI, el mismo lugar donde recibió hace unos días a la reina Isabel II.
    El encuentro tuvo lugar un día después de las canonizaciones de Juan XXIII y Juan Pablo II. Los Reyes que ya saludaron al Pontífice el domingo al finalizar la misa en la misma plaza de san Pedro, también se reunieron con el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, a quien acompañaba Su Excelencia el arzobispo Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados.
    Según una nota de la Oficina de prensa de la Santa Sede, durante las conversaciones, que han transcurrido en una atmósfera cordial, se ha hablado de las buenas relaciones entre la Santa Sede y España consolidadas cada vez más según el espíritu de los Acuerdos de 1979. En ese contexto, se ha hecho referencia a algunas cuestiones de actualidad que conciernen la misión de la Iglesia en la sociedad y a la situación del país. Tampoco ha faltado un intercambio de pareceres sobre temas de carácter internacional, en particular sobre algunas situaciones de crisis.
    Esta fue la primera vez que los reyes de España y Francisco se encuentran, ya que en la ceremonia de inicio del Pontificado del Papa Bergoglio, el 19 de marzo de 2013, la Casa Real Española estuvo representada por los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia.
    El Papa Francisco fue el sexto Papa que recibe a los Reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía, que han acudido por decimotercera vez al Vaticano para asistir a las canonizaciones de Juan Pablo II y Juan XXIII.
    La primera vez que los monarcas españoles fueron recibidos en el Vaticano fue en 1962, antes de casarse, en una audiencia con Juan XXIII, a la que acudieron junto al padre del Rey, Don Juan, para solicitar la dispensa papal. Después estuvieron en dos ocasiones como Príncipes -tras la boda, con Juan XXIII y en una Misa de Pascua con Pablo VI-.
    Asimismo, han estado presentes en el Vaticano diez veces más como Reyes: en 1977 cuando fueron recibidos por Pablo VI en su primera audiencia como Reyes; en 1978 con motivo de la Misa de Inicio de Pontificado de Juan Pablo I; y un mes después, en la Misa de Inicio de Pontificado de Juan Pablo II.
    También acudieron en 1981 durante una visita de Estado a Italia; en 1983, con sus tres hijos, a una Misa privada con el Papa Wojtyla; en 1988 en visita de cortesía; en 1998 para el XX aniversario de Pontificado; en el jubileo del año 2000; en 2005 a la ceremonia de exequias tras la muerte de Juan Pablo II; y unos días después a la Misa de Inicio de Pontificado de Benedicto XVI. También fueron recibidos en una ocasión por Benedicto XVI en la residencia de Castel Gandolfo.

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    Fieles polacos e italianos celebran en Roma misas de agradecimiento por las canonizaciones.
    “Los santos no piden que se les aplauda, pero si que se les imite”. Esta exhortación de Juan Pablo II fue recordada la mañana de este lunes en la Plaza de San Pedro por el cardenal Angelo Comastri en la misa de agradecimiento por la canonización de Karol Wojtyla. Estuvieron presentes en la celebración miles de peregrinos polacos acompañados por el cardenal y arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, quien agradeció a todos los que ayudaron al desarrollo de la canonización de los dos Papas. “No se puede leer lo que dicen los corazones de aquellos que se encuentran en la Plaza de San Pedro, pero sin duda "gratitud " es el sentimiento compartido por muchos de los peregrinos.
    El actual arzobispo de la diócesis de Cracovia, el cardenal Stanislaw Dziwisz, agradeció a Italia y a todos sus habitantes por haber recibido tan bien, en su momento, a Karol Wojtyla, cuando llegó a Roma 'desde un país lejano', especificó. “Italia se convirtió en un segundo hogar para él”.
    Durante la celebración, donde estuvo presente el coro de Cracovia , el cardenal Comastri - vicario del Papa para la Ciudad del Vaticano - subrayó el extraordinario testimonio de San Juan Pablo II, "una roca de la fe" , “valiente defensor de la familia”, "plan de Dios y la vida humana en contra de la cultura del derroche y del egoísmo”. Papa que dio voz a los excluidos, que recordó con su vida la belleza del sacerdocio, que fue guiado por María en el camino de la fe y que sabía cómo hablar a los corazones de los jóvenes como un "verdadero padre" y "educador leal”. El cardenal Angelo Comastri recordó lo que se pensó en el funeral de Karol Wojtyla, el 8 de abril de 2005: “Todo el mundo en ese momento nos preguntábamos: “¿Quién fue Juan Pablo II? ¿Por qué le amamos tanto?” La respuesta está en el Evangelio: “La vida de Juan Pablo II ha sido una continua obediencia al Evangelio de Jesús”.
    Por otra parte, pero también esta mañana, se celebró en Roma en la Iglesia de San Carlo al Corso, una misa de agradecimiento por la canonización de San Juan XXIII. La celebración fue presidida por Mons. Beschi, obispo de Bérgamo, quien agradeció en su homilía al Papa por el mensaje que envió a su pueblo saludándoles, horas antes de la canonización. Mons Beschi escribe al Papa: qué grande es la alegría, al igual que la gratitud. Bendigamos al Señor por el don de la santidad del Papa Juan XXIII y el Papa Juan Pablo II. El anuncio de este regalo de la Iglesia, continúa el obispo de Bérgamo en su mensaje al Santo Padre, “nos anima a buscar, con pasión y con gran alegría la semilla del Evangelio, y cultivar lo que se ha sembrado en la vida de cada uno de nosotros, en su vocación y misión en la vida concreta todas nuestras comunidades”.
    Mons Breschi le agradece a Papa Francisco porque “ha hecho que brille en nuestros ojos el gran ejemplo y el precioso legado del Papa, que nació, creció, vivió en nuestra tierra y en nuestra Iglesia diocesana que tanto amó.
    “Querido Papa Francesco”, concluye Mons. Breschi, “nos confía un legado que es para todas las mujeres y hombres del mundo, y que tiene una especial bienvenida para la gente de esta tierra. (MZ-RV)