Un Sortilegio Errado: La Familia Culquicondor - Manchay, fue destruída por la maldición de un Gato Negro.- Capítulo II.- Don Liborio aplica tremenda golpiza a su esposa Adelina, a sugerencia de Anselma Mija....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., como informamos en el Capítulo I; el Gato Negro "Luzbel", fue introducido como un "obsequio" en la Familia Culquicondor - Manchay, por Anselma Mija, ex enamorada de  Liborio Culquicondor y éste, se casó con Adelina Manchay, dejando de lado a Anselma Mija, y ésta en represalia por haberse quedado varada, juró venganza contra la felicidad del matrimonio Culquiconodor - Manchay; justamente el Gato Negro "Luzbel", ya empezó su trabajo de destrucción matrimonial..........

 

 Aquí en la imagen observamos: a un Gato Negro, llamado "Luzbel",  cuya propietaria  Anselma Mija; se  lo "obsequió" a Adelina Manchay. Foto: Archivos del Blog: A vuelo de un quinde.

Aquí en la imagen observamos: al Gato Negro "Luzbel", orinándose y defecando heces frente a las ollas de comida. Foto: Archivos del Blog: A vuelo de quinde.

Aquí en la imagen observamos: al Gato Negro "Luzbel", destapando la olla de comida, con una habilidad increíble. Foto: Archivos del Blog: A vuelo de un quinde.

Aquí en la imagen observamos : al Gato Negro "Luzbel", en plena faena mezclando una porción de los alimentos con sus heces. Foto: Archivos del Blog: A vuelo de un quinde.
 

El Gato Negro "Luzbel", después de haber mezclado con sus heces la comida que dejó preparando Adelina Manchay;  se ausentó de la cocina, y se colocó en un rincón de la casa a ronronear, para esperar  y observar los acontecimientos que vendrán a continuación....

Librio Culquicondor, al no recibir su almuerzo en la chacra donde laboraba, optó de ir  a almorzar en su casa, llegó pasado el medio día (13:45 horas) a su casa, lo primero que hizo, fue llamar a su esposa, pero ella no estaba aun continuaba en Jurupe, por que se le había extraviado una ternera del rebaño y tratando de buscarla se le pasó el tiempo y no pudo regresar temprano a la casa, para llevar el almuerzo a su esposo.

Adelina, estaba intranquila como presagiando algo funesto, y esto le generó preocupación, hasta que finalmente apareció la ternera dando mugidos como ella también buscaba a su madre. Adelina con el hato completo de las vacas, emprendió el regreso a su casa.

Pero, en la casa ya estaba su esposo Liborio y con mucha hambre; él, después de sacar un jarro de agua de la tinaja; observó que en la cocina había una olla encima del fogón apagado, por lo que se le hizo "agua la boca", pensando en la suculenta comida que habría en esa olla ya preparada por su esposa.

Entonces, Don Liborio, buscó un mate grande (vasija de la mitad de una calabaza) y con un cucharón de palo(madera) en la mano derecha, destapó la olla con la mano izquierda y salió un aroma de arroz seco(así se suele llamar a una olla de arroz  cocido), metió el cucharón para servirse y llegó un aroma de caca(heces del Gato Negro), pero no le hizo caso, el hambre pedía comida, se sirvió una cucharonada (cucharada llena y algo más) y la colocó sobre el mate y salió el aroma de excremento.

Don Liborio, con el mate servido, salió de la cocina y se fue fuera de la casa, para tener mas visibilidad y con la ayuda de una cuchara más pequeña removió la porción de comida servida y como tenía la nariz muy cerca al plato(mate), pudo apreciar restos de excremento y con un olor muy fuerte, que le originó asco y náuseas .....

Tan impresionado don Liborio, soltó el mate servido como si fuese algo desagradable, como una reacción de autodefensa, que la vasija al caer al suelo se rompió y desparramó la comida por todo el piso y se vieron claramente residuos de excrementos negros(las heces del Gato Negro "Luzbel").

Don Liborio muy indignado; por lo que observaron sus ojos y percibió su nariz, por lo que tenía que pedir explicaciones, a  la que consideraba única responsable: Su esposa Adelina.

Mientras tanto, el Gato Negro "Luzbel", se había subido al soberado y desde esa posición privilegiada, observaba las reacciones que provocaron sus "travesuras demoniacas", que llegaron a colmar la paciencia del dueño de casa.

En esos instantes llegó muy apurada la señora Adelina; encontró a su esposo que echaba chispas de fuego por la boca, quien cegado por la ira que le produjo ver la comida mezclada con excrementos, y le increpó así:

--- Adelina, desde hace tiempo he notado, un sabor muy raro a la comida, y como siempre tenía hambre, la comía sin reclamar, pero  ahora descubrí, que eres una mujer cochina y malvada, por que cocinas la comida mezclándola con excrementos, eso es odio a mi persona, no entiendo por que te portas así conmigo, si yo te escogí por que fuiste mejor que Anselma....

Liborio, hizo una pausa... tenía los labios secos y desde adentro de la boca salía una saliva espesa como espuma y agregó:

--- Hace tres días me encontré con Anselma Mija, y me reclamó por que la abandoné a ella y te escogí a ti; le hice saber que solamente amo a ti, y mira como me pagas el amor que tengo por ti, preparándome comida con excrementos, tal vez quieres matarme, hazlo más fácil, solo agrégale veneno....

Nuevamente don Liborio hizo una nueva pausa y finalizó, así:

--- Ahora entiendo, tu me ocultas muchas cosas, como llegó ese Gato Negro, que estoy muy preocupado de donde lo trajiste, por favor aclárame esta situación: ¿Hay otro hombre en tu vida? y yo mismo me contesto, por que cocinar comida con excrementos es votarme de la casa y ciertamente esa es la opción que tomaré, yéndome a la casa de mi hermana Catalina.

Aquí en la imagen observamos a Don Liborio en plena discusión con su esposa Adelina Manchay, por culpa de la comida mezclada con heces, el Gato Negro "Luzbel", causante de esta desgracia familiar,  se bajó del soberado y se colocó muy cerca de los esposos en pleno pleito. Foto: Archivos del Blog: A vuelo de un quinde.
 

Doña Adelina, totalmente sorprendida e inocente de todo lo que desgraciadamente está sucediendo, permaneció muda sin saber que contestar, pero haciendo fuerzas, alcanzó a replicar así:

--- Por favor Liborio, como puedes creer que te haya preparado comida con excrementos; si en tu delante te serví el desayuno y preparé adelantando el almuerzo una olla con arroz y piezas de carne de gallina, para ganar tiempo, por que tenía que ir a Jurupe con el rebaño de vacas; el único que se quedó en esta casa fue el Gato Negro y apropósito ese gato lo trajo ayer,  Anselma Mija, como un regalo para que cace los ratones del soberado.

Pero, don Liborio, no hizo caso a las explicaciones de su esposa Adelina, su mente en ese momento se fue a Anselma Mija; y todo indica que las fuerzas negras malignas, se han unido para destruir al Matrimonio Culquicondor - Manchay; don Liborio arregló algunas cosas como parte de su ropa y la llenó en una alforja, se la echó al hombro y sin decir nada casi sobándose con el cuerpo de Adelina, salió de la casa, ella lloraba con lágrimas gruesas por la desdicha que le atormentaba ver destruido su matrimonio tan inesperadamente por esa comida con excrementos que ella nunca preparó así.

Adelina, no entendía: ¿Qué demonios se habían metido en la casa? como para que suceda  semejante despropósito, su mente no se concentraba en saber : ¿Quién le hizo ese mal?, hasta ese momento no había una luz que le clarifique tremenda oscuridad malévola.
Hasta, que pasó por su mente, una luz brillante:  que la única causante de esta desgracia era Anselma, usando al Gato Negro "Luzbel", ella reaccionó así: "Si claro ella es; recién entiendo que ellos fueron enamorados, nunca lo supe antes...", pero esta luz llegó muy tarde.......

Don Liborio, al cruzar la calle, justo se encontró nuevamente con Anselma Mija, y como ella ya sabía que su gato ya trabajó, por que Liborio abandonaba su casa, le preguntó:
--- Liborio, veo que abandonaste tu casa: ¿Qué te hizo Adelina?
Don Liborio, no estaba con ánimos para narrar chismes, pero le contestó:
--- Todas las mujeres son iguales, creí que Adelina era diferente...
Rápidamente intervino Anselma para brindarse como la substituta  y agregó:
--- ¡¡¡ No seas un cobarde !!! no huyas de tu casa, primero dale una paliza a la causante de tu desgracia, y después vienes a mis brazos, por que si soy cocinera y de  las buenas y sobretodo sé amar y amar...
Don Liborio, como si fuese guiado por una fuerza oscura, ya no respondió más a Anselma, pero si regresó a su casa, al entrar encontró sollozando a su esposa Adelina y como él estaba cegado por la ira, cogió a la mujer por los hombros y le dijo:
--- Te voy a dar tu merecido castigo por cochina y no saber cocinar....
Y de las palabras, pasó a los hechos, dándole cachetadas en la cara de la indefensa mujer, luego puñetazos en la cabeza, el pecho y la espalda, gritando como una fiera enceguecida:
--- ¡¡¡¡ Este es tu castigo que mereces mujer mala, al marido se respeta y  no se le cocina porquerías !!!!!
La pobre mujer, no se defendía siendo completamente inocente de la cochina comida que apareció en la olla de arroz, ella solo recibía una brutal golpiza, cayendo al piso y quedó tirada al no tener mas fuerzas para mantenerse de pie, y el enardecido  marido siguió pateando su cuerpo caído, atacando sin piedad. El hombre convertido en una bestia sin control, seguía atacando hasta querer matarla.....
El gato negro "Luzbel", observando el episodio se lavaba la cara con saliva que la sacaba de su felina boca,  usando su macabra mano negra y peluda, ............
Continuaremos...........
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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