Blog dedicado a cuentos, notas de interés, actividades políticas , sociales, historia, artes culinarias, fiestas patronales, astronomía, ciencia ficción, temas del Medio Ambiente ,y del acontecer Peruano y Mundial desde otro punto de vista ... Muy Personal y diferente!!!. *** Blog Fundado el 03 de Enero del 2008 ***
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EL CUERPO DE CRISTO
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Ef 2: 19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos
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¿Te has preguntado alguna vez dónde acaba exactamente el plástico que tú tiras en el mar? ¿Si vives en Argentina o México, por ejemplo, dónde acaba tu basura?
Erik van Sebille, oceanógrafo de la Universidad de Utrecht, en Holanda, especializado en la circulación de los océanos, diseñó una animación que muestra precisamente eso.
Valiéndose de la información provista por boyas que flotan en el océano y envían mensajes a centros de investigación científica cada seis horas sobre su ubicación y las condiciones del entorno, Van Sebille creó un modelo estadístico de los movimientos de circulación del agua.
Su página -PlasticAdrift- utiliza este modelo para determinar el posible camino y el destino de los trozos de basura plástica flotante en un período de diez años.
Indicando con el dedo un punto en el mapa donde se tira el plástico, la animación muestra en pocos segundos hacia donde se dirigirá.
Así, por ejemplo, puede verse cómo una botella desechada cerca de Acapulco, en la costa de México, puede acabar con más probabilidad en el remolino de basura del Pacífico Norte.
Algunos plásticos van hacia el sur, pero una gran cantidad es empujada hacia el oeste primero (hacia Asia), antes de flotar hacia el norte y terminar en la misma zona.
Más plástico que peces
Cada año, entre 5 y 13 millones de toneladas de plástico acaban en los océanos del mundo.
Según estimaciones recientes, esta cifra está aumentando y se espera que, para 2050, la cantidad de plástico en los mares supere a la cantidad de peces.
El plástico que ingresa en los océanos puede tardar siglos en descomponerse por completo: una botella de plástico común, por ejemplo, demora 450 años.
En el proceso, los trozos más grande se van partiendo en millones de pedacitos microscópicos que quedan en la superficie y luego ingieren los peces y otros animales marinos, y así es como entran en la cadena trófica.
Otros trozos van directamente al fondo del mar, donde contaminan el lecho oceánico y afectan a las especies que viven en las zonas más profundas del océano.
El plástico que queda flotando, no se mantiene cerca de su región de origen, sino que por la acción de las corrientes marinas termina en una de las grandes seis islas de basura distribuidas a lo largo de los océanos del mundo.
Recorrido
El modelo holandés en realidad puede estimar el recorrido del plástico durante más de una década.
La razón por la que se limita a este período, dicen los creadores de la animación, es puramente práctica: la animación se genera más rápido y por ende es una experiencia más amigable para el usuario.
Pero quienes quieren saber qué pasa con la basura en un período más largo, pueden requerir esta información escribiéndole directamente a sus creadores.
Contaminación por plástico, un problema global. Por (*) Dianna Cohen :
En los últimos años la contaminación por plástico se ha convertido en un problema global que necesita ser solventado con extrema urgencia. Mientras que los políticos y los líderes de la industria meditan sobre cómo responder a las consecuencias del cambio climático, la polución plástica, causada mayormente por envases y bolsas de un solo uso, sigue acumulándose los lugares mas recónditos del planeta Tierra.
Esta contaminación afecta la salud humana y animal así como el equilibro de los ecosistemas oceánicos y fluviales. Según hemos podido observar hasta la fecha, el plástico no desaparece, solo se quiebra en pedazos cada vez más pequeños que se reparten en toda la biosfera. La mayor cantidad del plástico contaminante es invisible, no solo porque es demasiado pequeño tras un proceso de fragmentación sino también porque la inmensa cantidad se ubica en alta mar.
El arte es una herramienta clave para transladar temas importantes a la consciencia de mucha gente. El arte puede ser emotivo, estimulante, puede llegar a molestar. Pero lo mejor de todo es que el arte provoca reflexión y pensamiento. La instalación de Alvaro Soler Arpa, artista catalán y embajador de PPC, une todo esto. Estas muestras llevarán el problema de la polución plástica global a miles de viajeros y pasajeros en su camino por el aeropuerto o el metro de Barcelona. Como coalición global de 400 organizaciones, empresas y políticos, desde Plástic Pollution Coalition queremos informar y motivar a tanta gente como sea posible. Es por eso que formar parte de esta exposición es para nosotros un gran honor.
Las criaturas ficticias de Soler Arpa son composiciones de huesos, alambre y subproductos de nuestra cultura de consumo desbocado, es decir, de plásticos. Sus ienen una relación metaforica muy potente con los combustibles fósiles, el denominador común de la contaminación por plástico y el cambio climático. A pesar de ser inquietantes y provocantes, estas esculturas también transmiten esperanza haciendo referencia a la evolución y la renovación constante del planeta.
Nuestro medio ambiente y en general la vida en la Tierra, se rige por un sistema autoregulador que puede perder el equilibrio facilmente al introducir sustáncias contaminantes. Los plásticos son básicamente cadenas largas de moléculas ensartadas artificialmente. Esa artificialidad es la definición misma del “contaminante”. Estas cadenas son tan fuertes que no se biodegradan.
Son impermeables y resistentes a la corrosión. Son suficientemente resistentes como para durar siglos aunque nacieron hace 50 años. El problema de la contaminación plástica comenzó en los años 50 cuando la industria decidió descubrió y decidió poner en uso ese nuevo material tan resistente llamado plástico, para fabricar artículos desechables de uso diario como las pajitas de beber o los contenedores de comida. Dos décadas después, todo parecía estar hecho de plástico, envuelto en embases plásticos y metido en bolsas de plástico para poder llevarlo a casa.
También los recipientes como las botellas de plástico se pusieron “de moda”. Al parecer, nadie pensó en la sostentabilidad de estas costumbres domésticas y comerciales. Los ambientalistas hicieron grandes esfuerzos para atajar la calamidad inminente a la cual nos exponemos por nuestro hábito de usar artículos desechables.
La industria continúa produciendo plásticos de un solo uso y el gran público sigue esta tendencia. Según el biólogo marino y consejero científico de PPC, Wallace J. Nichols “la industria de plástico aumentó la producción. Los beneficios del plástico ascendieron y la vida se volvió “más conveniente”. De esta manera hemos ayudado a fomentar una Vida Tóxica en muy poco tiempo.
Vladímir Vladímirovich Putin - Presidente de Rusia.
Wikipedia.
¿Está justificada la preocupación occidental por la estrategia en política exterior del presidente de Rusia, Vladimir Putin?
A juzgar por la reacción de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ante hechos como la toma y anexión de Crimea por parte de Rusia y el continuado apoyo ruso a los grupos rebeldes en el este de Ucrania, al menos se puede decir que siguen sus movimientos con mucha atención
Los ministros de Defensa de los países miembros de la OTAN están revisando el progreso de su despliegue de tropas hacia el este de Europa, conocido como presencia avanzada reforzada (EFP, por sus siglas en inglés), con el objetivo de tranquilizar a los aliados y disuadir a Rusia de realizar cualquier movimiento hacia el oeste.
La OTAN ha enviado cuatro grupos de batalla con tamaño de batallón, uno a Polonia y los otros tres a cada una de las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania).
Estados Unidos también ha empezado a reintroducir unidades fuertemente armadas en Europa occidental.
Si Moscú puede romper en pedazos el libro de reglas de seguridad de la Europa posterior a la Guerra Fría recortando para sí un trozo de Ucrania (como antes hizo con Georgia), muchos temían que las repúblicas Bálticas, también territorio de la ex Unión Soviética, pudieran ser las siguientes.
Rusia dice que sus propios despliegues militares son una respuesta a estos movimientos de la OTAN.
Pero la realidad es bastante más complicada. He estado hablando con algunos de los mayores expertos occidentales sobre el ejército ruso para entender qué hay detrás de este esfuerzo de modernización, y para determinar qué amenaza supone realmente y para quién.
"A Rusia le gustaría que pensáramos que su actual militarización y su preparación para el conflicto son una respuesta al hecho de que la OTAN esté haciendo lo mismo, pero simplemente no es cierto".
Esta es la visión de Keir Giles, director del Centro de Estudios de Investigación del Conflicto (un grupo de expertos en seguridad euroasiática) y probablemente el principal observador británico de los asuntos militares rusos.
"La reorganización de Rusia, extremadamente cara, y el programa de rearme", me dijo, "iban ya a toda marcha bastante antes de la crisis de Ucrania, cuando los países de la OTAN estaban todavía desinflando sus ejércitos".
"No fue hasta 2013 que Estados Unidos retiró todo sus blindados de Europa, cuando Rusia estaba ya ocupada invirtiendo miles de millones en actualizar sus fuerzas".
El analista Dimitri Gorenburg, de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, sitúa el comienzo del programa de modernización de Rusia en 2009.
Y fue como respuesta, según él, a las limitaciones evidentes de la campaña militar rusa contra Georgia.
El foco es Ucrania, no el Báltico
Gorenburg dice que el principal objetivo era "la mejora de la velocidad en la toma de decisiones y la comunicación de las mismas a las tropas, y la interoperabilidad entre las distintas ramas del ejército, seguido del remplazo del equipamiento de la era soviética que estaba llegando rápidamente al final de su vida útil".
Los resultados han sido significativos. Según Michael Kofman, del Instituto Kennan (perteneciente al Centro de estudios Wilson, en Estados Unidos), "para 2012, Rusia había reorganizado sus fuerzas armadas, pasando de un ejército de movilización masiva a una fuerza permanente, y empezó a mejorar la calidad de forma transversal".
Esto se vio acompañado de un intenso régimen de exámenes sobre la capacidad de respuesta rápida e innumerables ejercicios, hasta el punto que "para 2014, el ejército ruso había mejorado considerablemente en comparación con su desempeño mediocre en la guerra contra Georgia en 2008", asegura.
Todos los expertos con los que hablé insisten en que el foco inicial del esfuerzo ruso ha sido Ucrania, no el Báltico.
De hecho, Michael Kofman asegura que la guerra en Ucrania impuso requerimientos inesperados sobre el ejército ruso, que se encontró sin fuerzas permanentes en sus fronteras y en una mala posición de cara al conflicto.
"Las fuerzas armadas rusas", dice, "estaban, y todavía están, en transición".
Para responder a la posibilidad de una guerra en Ucrania en el medio o largo plazo, dice, Rusia "ha pasado gran parte de los últimos tres años reposicionando unidades alrededor de Ucrania, construyendo tres nuevas divisiones, recolocando varias brigadas, y creando un nuevo ejército de armas combinadas".
"La intención es que las fuerzas terrestres rusas estén posicionadas al otro lado de la frontera si se necesitan refuerzos en Donbas (en el este de Ucrania), invadir desde varios vectores, o simplemente disuadir a Kiev de creerse que puede retomar rápidamente por la fuerza las regiones separatistas".
Puede ser que Ucrania sea la preocupación estratégica inmediata. Pero, como hace notar Keir Giles, "Rusia está desarrollando su infraestructura militar a lo largo de su periferia occidental, no solo frente a Ucrania, sino también Bielorrusia, los estados bálticos e incluso Finlandia. Se han reorganizado para ser capaces de enviar tropas de combate a la frontera occidental tan rápido como sea posible".
Esto incluye "establecer nuevas unidades pesadas de transporte terrestre para reducir su tradicional dependencia en las líneas de tren para enviar vehículos armados a la zona operativa".
"Esto les da mucha más flexibilidad para moverse en zonas donde las redes de carreteras están mejor desarrolladas, sobre todo al oeste de Rusia, incluyendo al otro lado de la frontera en los vecinos occidentales de Rusia", me dice.
¿Reacción desproporcionada o todo lo contrario?
Dado el foco de Moscú en Ucrania, ¿han reaccionado desproporcionadamente algunos países de la OTAN a la percepción de la amenaza rusa?
Para nada, asegura Keir Giles. Al contrario, insiste, la preocupación es que la OTAN ha reaccionado demasiado débilmente.
"El desafío directo militar proveniente de Rusia, y la confirmación de la disposición a usar la fuerza militar contra sus vecinos", argumenta, "no se ha traducido en que los países europeos adopten un serio interés en defenderse a sí mismos, con pocas excepciones".
Giles añade que la incapacidad de muchos países aliados en la OTAN para cumplir con compromisos incluso simbólicos, como la promesa de gastar el 2% del Producto Interno Bruto en defensa, sin hablar de medidas reales y urgentes como regenerar la capacidad para la guerra de alta intensidad para poder igualar las capacidades en desarrollo de Rusia, "pone de manifiesto la falta de voluntad para reconocer una realidad políticamente inconveniente".
La realidad, según Michael Kofman, es nada menos que la transformación del ejército ruso. "La reforma, la modernización y la experiencia de combate cosechada en Ucrania y Siria tendrán efectos duraderos en las fuerzas armadas rusas", asegura.
"Rusia", afirma, "retiene la capacidad de desplegar una fuerza decisiva en cualquier lugar de su frontera, superando a cualquier ex república soviética. En relación a su arsenal nuclear estratégico, Rusia no está solo a la par que Estados Unidos, sino incluso por delante en su modernización y en la inversión en armas nucleares no estratégicas".
"Mientras, las fuerzas convencionales rusas son ya capaces de imponer costes elevados, incluso a un adversario tecnológicamente superior como la OTAN en un conflicto que sería bastante sangriento para ambas partes".
Esta es, con suerte, una situación impensable. En sus fundamentos, sin embargo, Dimitri Gorenburg cree que "las capacidades convencionales rusas no serán ni cercanamente tan fuertes como las del ejército de Estados Unidos o las fuerzas de la OTAN en su conjunto".
Poner en perspectiva
Por encima de todo es la preparación, la proximidad y la capacidad de concentrar rápidamente un alto poder de fuego lo que da a Rusia una ventaja local inmediata. Pero la OTAN tiene que poner esta amenaza en perspectiva.
Como señala Michael Kofman, "Rusia es una potencia terrestre euroasiática, poniendo en la batalla mucho poder de fuego, pero su fortaleza brilla cuando la batalla es cerca de casa".
El presupuesto de defensa e investigación de la OTAN empequeñece el de Rusia, al igual que la capacidad de base de la Alianza para generar fuerzas y equiparlas en un conflicto prolongado.
"Lo más importante", dice, es que "aunque la OTAN tiene preocupaciones legítimas sobre cómo sería un conflicto a corto plazo contra Rusia, la realidad es que se trata de la alianza militar preeminente en el mundo, en cuyo centro se encuentra un poder militar increíblemente potente, y una batalla sostenida probablemente acabaría de forma desastrosa para Moscú".
El ejército ruso, simplemente, no está estructurado para mantener un territorio sustancial, o para generar las fuerzas necesarias para un conflicto prolongado.
La OTAN necesita estar preparada, piensan los expertos. Si la disuasión va a ser creíble, necesita restaurar su capacidad de combatir guerras de alta intensidad, una capacidad que se ha atrofiado durante las campañas de contrainsurgencia en Irak y Afganistán.
El consenso entre los expertos parece ser que Ucrania hizo sonar las alarmas.
La recién encontrada confianza rusa, sin embargo, no debe confundirse con un deseo de lanzar un ataque militar hacia el oeste.
De hecho, la amenaza inmediata puede llegar de su guerra informativa y de las campañas cibernéticas dirigidas contra Occidente.
Esta es una batalla que ya empezó. Y es una para la que Occidente está igual de mal preparado.
Una singular biblioteca está empezando a tomar forma en la base franco-italiana en la Antártica.
En ella no habrá libros sino muestras de hielo de todos los glaciares amenazados del mundo.
La última muestra fue tomada recientemente por un equipo internacional de investigadores en el glaciar Illimani, a unos 80 kilómetros de La Paz, en Bolivia.
El objetivo del proyecto, bautizado "Memoria del hielo", es estudiar y preservar el hielo antes de que desaparezcan los glaciares por el cambio climático.
Antártica es el lugar obvio para albergar las muestras ya que, incluso con el aumento de las temperaturas, se mantendrá muy fría por mucho tiempo.
"Nosotros queremos guardar este tipo de muestras de glaciar porque son una enciclopedia sobre el clima y el medioambiente", le dijo a la agencia Reuters Patrick Ginot, uno de los glaciólogos que trabaja en esta iniciativa.
Los glaciares acumulan capas de nieve durante miles de años y, el Illimani, por ejemplo, tienen acumulados 18.000 años de hielo.
Contaminantes
Para extraer el hielo en el glaciar boliviano, a más de 6.200 metros de altura, los investigadores utilizaron un taladro especial que les permitió obtener dos cilindros de hielo, uno de 137 metros y otro de 134.
Además de servirles para descifrar la historia del clima, estos trozos de hielo permitirán trazar los cambios en las emisiones contaminantes de La Paz desde hace cientos de años, dicen los investigadores.
Según augura el equipo, los glaciares que están a menos de 5.500 metros "van a desaparecer completamente en los próximos 20 años".
Organizaciones internacionales y gigantes petrolíferos como BP calculan que hacia el año 2035 la demanda global de energía aumentará cerca de un 40%.
Según la compañía, los combustibles fósiles -petróleo, carbón, gas natural y gas licuado del petróleo- satisfacerán dos tercios de la nueva demanda de la energía en el mundo.
Pero un día se acabarán. Por eso cada vez se habla más de las energías renovables.
Algunas de ellas, como el viento, el sol o el agua de lluvia son de sobra conocidas.
Pero existen otras fuentes naturales de generar energía de manera inagotable -y sin dañar el medio ambiente- mucho más inusuales y de las que tal vez todavía no hayas oído hablar.
Es lo que se conoce como tecnologías pasivas, pues las activamos sin ni siquiera ser conscientes de ello.
En BBC Mundo hacemos un recorrido por algunas de ellas.
1. Energía cinética: cómo tus pasos pueden alumbrar una discoteca
Los más de 250.000 viajeros que pisan cada día las baldosas de la Estación Central de Estocolmo, Suecia, generan calor con sus pasos.
Y una empresa de ventilación sueca utiliza ese calor para proporcionar calefacciónal edificio que está justo en frente de la estación.
Gracias a un sistema que permite recuperar el calor, éste se transforma en agua caliente y permite ahorrar al edificio situado justo en frente hasta un 25% de su energía a través del sistema de ventilación del propio metro.
Además, hay discotecas en distintas partes del mundo -desde Holanda hasta Japón- en las que los pasos de baile de los clientes permiten generar energía erétrica.
La empresa holandesa Energy Floors es una de las que lidera este mercado, en el que también participan varias empresas de China.
Funciona de la siguiente manera: con el movimiento de los pies de la gente unas luces LED en la pista de baile se iluminan y funcionan como sistema de alumbrado.
Es algo así como una pista de baile sostenible. ¿Quieres proteger el medio ambiente? ¡Ponte a bailar!
Además, hay algunos pasos peatonales que permiten convertir el caminar de los peatones en electricidad. El sistema fue patentado por la compañía británica Pavegen y se usó en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012.
La idea es poder emplearlo para sistemas eléctricos de la ciudad, como paneles publicitarios o semáforos.
2. La energía limpia que nace de los crematorios
La cremación también puede utilizarse como una fuente de energía sostenible y se aplica desde hace unos cinco años.
Comenzó también en Suecia, en el crematorio de un pequeño pueblo, Halmstad, cuando se determinó tras una investigación medioambiental que contaminaba demasiado.
Pronto se convirtió en una nueva posibilidad de energía renovable en diferentes partes del mundo, como Reino Unido y Dinamarca.
El objetivo es reciclar el calor que desprenden los hornos y aprovechar esa energía.
El doctor John Troyer, subdirector del Centro para la Muerte y la Sociedad (CDAS, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Bath, Reino Unido, le dijo a BBC Mundo que a ese proceso se le conoce como "captura de calor" y que lo que se utiliza la energía que proviene del gas, y no la del cadáver.
En Redditch, una pequeña localidad del condado inglés de Worcestershire, ese calor permite calentar una piscina pública. El proyecto recibió un premio Green Apple a las prácticas medioambientales en mayo de 2013, poco antes de que se pusiera en marcha.
Y en Austria hay oficinas que obtiene la luz de esa misma fuente de energía.
Algunos planteamientos éticos, sin embargo, cuestionan este sistema, al valorar si es respetuoso con los muertos y sus opositores lo acusan de "escándalo moral".
Según el código de ética de la Federación Internacional de Cremación, creado en 1937, "los productos o residuos de una cremación no se deben usarse con fines comerciales".
3. Basura que se convierte en energía
Los desechos que dejamos en el cubo de nuestra basura también pueden convertirse en una forma interesante de energía renovable.
Este sistema ya funciona en varias provincias de Uruguay y en países europeos como Noruega, en donde fue tan efectivo que incluso llegó a importar basura de otros países.
"Minimiza los impactos ambientales, mediante el control y tratamiento de las emisiones líquidas y gaseosas", declaró la Division de Ingeniería Sanitaria y Ambiental de La Intendencia de Maldonado, en Uruguay, en donde aseguran que obtienen unos 1.500 megavatios por hora cada año gracias a este sistema.
Y es que cuando los componentes quedan reducidos a líquido y biogás (compuesto en un 50% de gas metano), es posible transformarlos en energía reusable.
Ese mismo gas metano es el que aprovecha una ciudad a orillas del lago Kivu, entre Ruanda y la República Democrática del Congo, en donde se ha creado una planta energética de gas natural, un proyecto de la compañía estadounidense Contour Global.
El gobierno de Ruanda espera poder aumentar con esta iniciativa el número de hogares conectados a la electricidad.
Se calcula que en sus aguas hay unos 60 millones de metros cúbicos de metano y 300.000 millones de metros cúbicos de dióxido de carbono.
4. La energía de las algas y las medusas
Pero dentro del mar podemos encontrar otras inesperadas fuentes de energía, como las medusas.
Estos curiosos seres marinos desprenden una proteína verde (GDP, por sus siglas en inglés) que les permite generar luz fluorescente.
Un grupo de científicos de la Universidad de Tecnología de Chalmer, Suecia, investiga este tipo de proteína para crear un dispositivo fotovoltaico que pueda usarse en energía solar y que permite abaratar los costes que requieren este tipo de instalaciones.
También están estudiando como crear aparatos flotantes mecánicos que usen esta fuente de biotecnología.
5. Café, chocolate y otros combustibles naturales
El emprendedor Arthur Kay, en Reino Unido es uno de los últimos actores del movimiento de combustibles limpios y pretende que los emblemáticos autobuses turísticos de Londres llenen sus motores con café.
Kay dirige una compañía, Biobean, que usa los posos de café de grandes cadenas internacionales de cafeterías, como Costa Café, y os convierte en una especie de gasolina.
En ciudades como Londres, donde es vital limpiar la calidad del aire, esta idea podría resultar vital para la salud de muchos ciudadanos.
"Mientras la gente siga bebiendo café, habrá posos que podamos usar", le dijo el empresario a la BBC.
Otras opciones que se han probado es el chocolate (en lugares como Warwick, Inglaterra) o las aguas residuales (en España).