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jueves, 8 de marzo de 2018

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER : HISTORIA .- NATIONAL GEOGRAPHIC .- Sufragistas: la lucha por el voto femenino..... Los datos que demuestran lo difícil que es ser mujer en el mundo..... Feminismo, el camino hacia el 8 de marzo.......

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., hoy 08 jueves de Marzo del 2018, celebramos el DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, apelando a la historia;  hemos recogido informaciones de la Revista National Geographic, y Wikipedia; donde se conoce desde los orígenes como las mujeres tuvieron que enfrentar las desigualdades con los hombres, la lucha por conseguir el voto femenino en Inglaterra, que gracias a mujeres decididas como: Emmeline Pankhurst, quien fundó 1903 la Unión Social y Política de las Mujeres (Women's Social and Political Union o WSPU) afín al Partido Laborista independiente. y consiguió el voto femenino en Inglaterra. Murió el 14 de junio de 1928, pocas semanas antes de que la Representation of the People Act (1928) del gobierno Conservador, la cual extendía el voto a todas las mujeres mayores de 21 años el 2 de julio de 1928
National Geographic, describe todos los episodios de mujeres que lucharon por la igualdad de género, que todavía constituye un tabú en muchos países de África; pero las Naciones Unidas ha tomado el toro por las astas, y nos dice que: " ...Este año, el Día Internacional de la Mujer llega justo después de que se iniciara un movimiento global sin precedentes por los derechos, la igualdad y la justicia de las mujeres. Dicho movimiento ha tomado la forma de marchas y campañas mundiales, incluidas las campañas #MeToo y #TimesUp en los Estados Unidos y campañas homólogas en otros países, sobre temas que van desde el acoso sexual y el feminicidio hasta la igualdad de remuneración y la representación política de las mujeres.
Haciéndose eco del tema prioritario del próximo 62ª período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, el Día Internacional de la Mujer también prestará atención a los derechos y el activismo de las mujeres rurales, que representan más de una cuarta parte de la población mundial y se están quedando atrás en cada medida de desarrollo.
Únase a nosotras para transformar el impulso en acción, para empoderar a las mujeres en todos los contextos, rurales y urbanos, y para homenajear a las activistas que están trabajando sin descanso para reclamar los derechos de las mujeres y realizar su pleno potencial."
#AhoraEsElMomento

http://www.unwomen.org/es/news/in-focus/international-womens-day
http://www.nationalgeographic.com.es/mundo-ng/los-datos-que-demuestran-dificil-que-ser-mujer-mundo_11268
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/actualidad/feminismo-camino-hacia-8-marzo-dia-mujer_12468
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/sufragistas-lucha-por-voto-femenino_12299
http://www.nationalgeographic.com.es/temas/genero/fotos

En el paso del siglo XIX al XX, Gran Bretaña asistió a la dura pugna de las mujeres para que se reconociera su derecho a votar; derecho que no alcanzaron hasta febrero de 1918

En manos de una ley masculina
La policía de Manchester arresta a una sufragista durante una protesta en la calle, hacia 1905, en pleno apogeo de las acciones en favor del voto femenino. La joven detenida viste la toga que acredita su condición universitaria.
Foto: Past Pix / SSPL / Age fotostock

Un parlamento de hombres
La petición de Mary Smith para poder votar se discutió en el marco de la reforma electoral británica aprobada en 1832. En la imagen, la Cámara de los Comunes en 1834. Óleo por George Hayter.
Foto: Granger / Album
La reina Victoria y su esposo, Alberto de Sajonia, con sus nueve hijos
La familia real y el voto femenino
"Ddejad que las mujeres sean lo que Dios quiso: una buena compañera para el hombre, pero con deberes y vocaciones totalmente diferentes", escribía la reina Victoria de Inglaterra en 1870. La mujer que estuvo al frente de Gran Bretaña desde los 18 años, entre 1837 y 1901, rechazaba el voto femenino: "Si las mujeres se “despojaran” de sí mismas al reclamar igualdad con los hombres –decía–, se convertirían en los seres más odiosos, paganos y repugnantes, y seguramente perecerían sin protección masculina". La actitud de sus hijas fue diferente, en especial la de Luisa, que se relacionaba con las sufragistas (de forma privada, debido a la posición de su madre) y cuya cuñada lady Frances Balfour fue una prominente sufragista.
Foto: Bridgeman / Aci

La mártir del sufragismo británico
Emily W. Davison fue atropellada en la pista de Epsom el 5 de junio de 1913 durante una protesta; murió tres días después. Tenía 40 años y tan solo faltaban 5 para que se aprobara el voto femenino. El Daily Mirror decidió colocar la noticia en portada.
Foto: Bridgeman / Aci

En octubre de 1906, varias militantes de la WSPU fueron arrestadas mientras protestaban en la Casa de los Comunes
El espectáculo debe continuar
Conscientes de la necesidad de llamar la atención de la opinión pública, las tácticas de las sufragistas fueron cada vez más espectaculares. Desde un dirigible, Muriel Matters lanzó miles de proclamas sufragistas sobre Londres. Dos sufragistas se hicieron enviar por correo a Downing Street para presentar una petición al primer ministro. Marion Wallace Dunlop se coló en el Parlamento y grabó en un pasillo un pasaje de la Declaración de Derechos, mientras que Leonora Cohen destruyó la vitrina que contenía las joyas de la Corona en la Torre de Londres. Una de estas acciones tuvo un trágico final: Emily Wilding Davidson murió en 1913 bajo el caballo del rey cuando intentó colgarle una cinta sufragista durante el Derby de Epsom.
Foto: Bridgeman / Aci

Millicent Fawcett, fundadora de la NUWSS, la principal organización sufragista
Fawcett rechazaba las acciones violentas de la organización de E. Pankhurst, la WSPU. Para Fawcett era un error intentar conseguir con la violencia lo que debía basarse "en la creciente conciencia de que nuestra demanda es de justicia y de sentido común".
Foto: Bridgeman / Aci
Las sufragistas son alimentadas a la fuerza en la cárcel. Litografía de Achille Beltrame, 1913.
Holloway, el estigma del gobierno británico
El 5 de julio de 1909, Marion Wallace Dunlop, militante de la WSPU detenida en la cárcel de Holloway por grabar la Declaración de Derechos en un muro del Parlamento, se convirtió en la primera sufragista que se declaraba en huelga de hambre para exigir que la considerasen prisionera política. Ayunó durante 91 horas hasta que fue liberada, atendiendo a que su vida estaba en riesgo. Muchas militantes siguieron el ejemplo de Marion, que había tomado tal decisión por iniciativa propia. Como respuesta, en septiembre de ese año el gobierno introdujo la alimentación forzosa bajo supervisión médica.
Foto: Look and learn / Bridgeman / Aci

Broche de Holloway
Fue creado por Sylvia Pankhurst, una de las hijas de la líder de la WSPU, en 1909 como protesta por los encarcelamientos de sufragistas en la cárcel del mismo nombre.
Foto: Bridgeman / Aci

Emmeline Pankhurst y su hija Christabel en la cárcel, con el uniforme de las prisioneras
Emmeline Pankhurst, líder de la WSPU, que también estuvo detenida allí, escribió: "Holloway se convirtió en un lugar de horror y tormento con escenas repugnantes de violencia a cualquier hora, ya que los médicos iban de celda en celda desempeñando su terrible oficio. Nunca olvidaré mientras viva el sufrimiento que experimenté durante los días que aquellos gritos retumbaban en mis oídos".
Foto: Bridgeman / Aci Día Internacional de la Mujer

El hombre que aprobó el voto
En febrero de 1918 se aprobó la ley que concedía el sufragio a las mujeres mayores de 30 años y se extendía a todos los hombres de más de 21. El primer ministro Lloyd George, junto a las obreras de una fábrica de municiones en Manchester, en 1918; a su derecha aparece la líder sufragista Flora Drummond, de la WSPU. 
Foto: Bridgeman / Aci
Ainhoa Campos Posada
6 de febrero de 2018

Sufragistas: la lucha por el voto femenino
El viernes 3 de agosto de 1832 se discutió una petición muy especial en el Parlamento británico: la de Mary Smith, de Standford, que defendía que, como ella pagaba los mismos impuestos y estaba sujeta a las mismas leyes que cualquier hombre, debía tener el mismo derecho a elaborarlas mediante la elección de representantes y a aplicarlas en los tribunales de justicia.
Demasiado, sin duda, para sir Frederick Trench. El honorable diputado señaló que, si se establecían jurados paritarios, hombres y mujeres se verían forzados a situaciones dudosamente morales como estar encerrados toda una noche deliberando. Cuando se le replicó que: "Es bien sabido que el honorable y galante diputado suele pasar noches enteras en compañía de damas sin que ocurra nada indigno", Trench no contestó más que: "Sí. Pero nunca estamos encerrados".


Los asistentes rieron, y así se cerró el primer debate sobre el sufragio femenino de la historia de Gran Bretaña. Los defensores de los derechos de las mujeres eran una minoría: el movimiento feminista estaba en pañales. A las mujeres se les negaban los derechos civiles y políticos de los que disfrutaban los hombres, y aunque solteras y viudas gozaban de más libertades que las casadas –las cuales no podían tener propiedades, redactar testamentos, ni ostentar la custodia de sus hijos– también estaban sujetas a grandes restricciones. No podían ejercer profesiones como la medicina o el derecho, ni acceder a puestos de la administración. Y por supuesto, tampoco podían votar.
En la mentalidad de la época esta subordinación era parte fundamental del orden social. Los hombres, mejor dotados intelectual y físicamente, debían encargarse de la esfera pública mientras las mujeres ocupaban la privada bajo su protección. Las propias mujeres compartían esta opinión, y la transmitían de madre a hija. Apenas se producían muestras de protesta; en 182, los tempranos activistas William Thompson y Anna Wheeler se preguntaban: "Vosotras, las más oprimidas y degradadas, ¿cuándo os daréis cuenta de vuestra situación, os organizaréis, protestaréis y pediréis su arreglo?".
El voto era un derecho minoritario en regímenes parlamentarios: en Gran Bretaña se restringía al 20 por ciento de los hombres
Pero incluso aquellos que denunciaban lo injusto de la situación no se planteaban reivindicar el voto. A principios del siglo XIX, éste era un derecho minoritario en regímenes parlamentarios: en Gran Bretaña se restringía al 20 por ciento de los hombres. Estaba muy extendida la idea de que sólo aquellos con las mejores capacidades y aptitudes eran indicados para elegir a los gobernantes. Únicamente los círculos más radicales defendían el sufragio universal masculino; en general, reinaba el convencimiento de que tal responsabilidad debía recaer en hombres bien educados y acostumbrados a gestionar propiedades. Esta selecta minoría sabría decidir lo mejor para el resto de hombres, y por supuesto, para las mujeres, consideradas eternas menores de edad.


Comienza la lucha

Sin embargo, Inglaterra y el resto del mundo occidental estaban adentrándose en una época de profundos cambios económicos, políticos y sociales que pronto se dejaron sentir en la causa de las mujeres. Si en 1830 las feministas eran pocas y descoordinadas, treinta años después el movimiento había ganado fuerza y había dado con una causa esencial: la concesión del voto. Sólo cuando las mujeres participaran en la elección de sus representantes y, por tanto, en la elaboración de leyes, podrían derogar aquellas que las rebajaban a ciudadanas de segunda.
La expansión de la educación aumentó el público lector de libros y periódicos, cuyo contenido alcanzaba mayor difusión. Los ideales feministas comenzaron a tener cada vez mayor publicidad y a ganar más adeptos. En la década de 1860 empezaron a multiplicarse las asociaciones que defendían el voto femenino. Como argumentaba el filósofo John Stuart Mill, en un país gobernado por la reina Victoria, que había demostrado su gran capacidad como gobernante, ¿por qué no se iba a conceder a las mujeres los mismos derechos que a los hombres?


Estas primeras organizaciones creyeron tener una oportunidad de oro para conseguir sus propósitos. Una nueva ley electoral, aprobada en el año 1867, extendía el derecho a voto a un tercio de los hombres adultos. Pero en el articulado se refería a los mismos con la palabra men (hombres) en lugar de males (varones), por lo que se podía interpretar que el término englobaba a los dos sexos. Así que las sufragistas animaron a las mujeres a participar en las elecciones: una de ellas, Lily Maxwell, apareció en el registro de votantes gracias a un error y acudió a su colegio electoral para votar por un candidato afín a las sufragistas. Para evitar que su caso fuera el primero de muchos otros, meses después se aclaró que la ley no se refería en ningún caso a las mujeres.
Aunque perdieron la apuesta, su causa ganó en publicidad, para gran preocupación de los antisufragistas. Éstos opinaban que las mujeres estaban representadas por sus maridos y que, por otra parte, eran extremadamente influenciables por ellos, de manera que concederles el sufragio equivaldría a dar dos votos al esposo. Peor aún: en el caso de que defendieran causas distintas, se sembraría la discordia en los hogares. Por otro lado, el derecho al voto sería solo el principio: si las mujeres empezaban a votar, temían, pronto querrían ser diputadas y miembros del gobierno. Y eso sería perjudicial tanto para los intereses de la nación como para la salud de sus mujeres, que probablemente se resentiría a causa de la intensa actividad propia de la política.

Una carrera de fondo

Aunque los antisufragistas eran mayoría, poco a poco crecía el apoyo a la causa del voto femenino. En 1869 se daba un paso fundamental en Estados Unidos: Wyoming aprobaba el sufragio femenino. Mientras, en Gran Bretaña se empezó a permitir a las mujeres formar parte de las juntas de educación de distrito, cuyos miembros eran elegidos mediante votación. En 1894 esto se extendió a los consejos locales, lo que hizo menos extraña su imagen a pie de urna. Y en 1881, una nueva conquista mostraba cómo el voto femenino se acercaba a Gran Bretaña: la isla de Man, un dominio británico, concedía el voto a las mujeres viudas y solteras.
En 1869 se daba un paso fundamental en Estados Unidos: Wyoming aprobaba el sufragio femenino
Cada vez más personalidades prominentes miraban con simpatía a las organizaciones sufragistas, pero no se veían capaces de comprometer sus objetivos políticos defendiendo la causa de las mujeres. Conscientes de la necesidad de organizarse para ejercer presión y ganar apoyos, en 1897 diferentes organizaciones sufragistas constituyeron la Unión Nacional de Sociedades por el Sufragio Femenino (NUWSS en inglés), de la mano de Millicent Fawcett.
Sus miembros se dedicaron principalmente a tratar de ganar para su causa a los representantes políticos y a organizar mítines a pie de calle. Aunque hoy en día no nos lo parezca, entonces para una mujer era difícil romper el tabú y hablar en público. Margarette Nevinson, sufragista convencida, veía los discursos en la calle como algo vulgar y violento: se había educado a las mujeres en la necesidad de ser discretas fuera de sus hogares, y convertirse en el centro de atención les resultaba, como poco, extraño y vergonzoso.
Parte de la audiencia opinaba igual, y en ocasiones recibía a las oradoras con una lluvia de insultos, de objetos y hasta de golpes: la sufragista Charlotte Despard continuó su discurso en uno de estos mítines a pesar de que un huevo le había dado en plena cara. A otras muchas se les contestaba con comentarios sexuales, ya que se las consideraba moralmente equivalentes a las prostitutas. Frecuentemente la policía tenía que protegerlas de la masa enfurecida.
Carreras como la de medicina empezaron a admitirlas en sus aulas, y miles de ellas formaban parte de las juntas de educación y de distrito
Tampoco era fácil para las mujeres asistir como público. Cuando el padre de Esther Knowles se enteró de que había ido a una concentración sufragista, montó en cólera y pegó una paliza a su madre, que había dado su permiso. Pero fueron muchas las personas que conocieron las reivindicaciones feministas a través de estos actos, que de atraer a unos pocos curiosos pasaron a ser multitudinarios a principios del siglo XX. Un siglo que abría cada vez más caminos a las mujeres: carreras como la de medicina empezaron a admitirlas en sus aulas, y miles de ellas formaban parte de las juntas de educación y de distrito, comparadas con las pocas decenas de 1870.

Heroínas en la cárcel

Pese a las mejoras, para algunas sufragistas el voto seguía pareciendo lejano; eso era lo que opinaban las fundadoras de la Unión Sociopolítica de Mujeres (WSPU), creada en 1903 por Emmeline Pankhurst para luchar con más efectividad por la conquista del voto. Emmeline consideraba que para alcanzar este objetivo la organización debía funcionar como un ejército: sus órdenes nunca debían ser cuestionadas.
Las peticiones de democracia interna fueron desestimadas siempre por Emmeline, que expulsó a todos los que se mostraban en desacuerdo con sus decisiones; incluso una de sus hijas, Sylvia, tuvo que abandonar la organización por su tendencia a colaborar con el Partido Laborista. Y es que la líder se había comprometido a no colaborar con ningún otro partido político hasta que las mujeres obtuvieran el voto. Tampoco admitía la militancia de los hombres. Así, la WSPU fue perdiendo cada vez más miembros: en 1914 eran 5.000 frente a los 50.000 de la NUWSS presidida por Fawcett.


La WSPU desarrolló tácticas militantes que tenían una gran resonancia en la prensa, como interrumpir los mítines de otros partidos, intentar entrar en el Parlamento, presentarse en los domicilios de miembros del gobierno e incluso encadenarse a ellos. Estas acciones conllevaron con frecuencia la detención de sus protagonistas, que se negaban a pagar la multa que se les imponía y por tanto eran encarceladas. A su salida eran celebradas como heroínas, lo que les reportó una enorme propaganda. Sus partidarios se multiplicaron, y en 1908, una gran manifestación en Hyde Park congregó a más de 500.000 personas; incluso el conservador diario The Times afirmó que en el último cuarto de siglo no se había visto acto tan multitudinario.
Las acciones de las sufragistas se volvieron cada vez más espectaculares y, en ocasiones, violentas: como respuesta a la negativa a presentar peticiones al rey, derecho reconocido a sus súbditos, algunas mujeres de la WSPU empezaron a romper a pedradas las ventanas de las propiedades de miembros del Parlamento. Esto fue demasiado para la NUWSS, que decidió romper definitivamente con Pankhurst: para Fawcett era un error intentar conseguir con la violencia lo que debía basarse "en la creciente conciencia de que nuestra demanda es de justicia y de sentido común".

Escisiones internas entre las sufragistas

También se produjeron escisiones dentro de la organización: sufragistas históricas como Charlotte Despard desaprobaban la violencia y la negativa a colaborar con otros partidos, por lo que la abandonaron. La división en el movimiento se tradujo en la designación de quienes integraban el ala radical, las suffragettes, y la moderada, las suffragists.
La reacción del gobierno no se hizo esperar. Cientos de sufragistas fueron encarceladas y sometidas a duras condiciones de reclusión. Para lograr que se les reconociera el estatuto de presas políticas y mejoraran sus condiciones de vida en la cárcel, se declaraban en huelga de hambre. Y esto planteaba un gran problema a las autoridades, que querían evitar a toda costa que se convirtieran en mártires de la causa. La solución fue la alimentación forzosa, un proceso doloroso y peligroso que no hizo más que despertar simpatías por las sufragistas entre la población.
Tres manifestantes murieron a causa de las heridas, y la fotografía de una mujer en el suelo a punto de ser golpeada espantó a la opinión pública
La represión de las protestas en las calles empeoró. El Parlamento había estado discutiendo un proyecto que proponía la concesión del voto a las solteras y viudas, y en noviembre de 1910 se convocó una manifestación para pedir que se continuara estudiando. Para disolver la protesta se recurrió a policías provenientes de los barrios bajos de Londres, lo que hicieron por medio de golpes y agresiones sexuales a los que se sumaron una gran cantidad de transeúntes. Tres manifestantes murieron a causa de las heridas, y la fotografía de una mujer en el suelo a punto de ser golpeada espantó a la opinión pública. La respuesta oficial al Viernes Negro fue culpar a las sufragistas, que animaron a todo el que quisiera a sumarse a la protesta. Como consecuencia, se introdujo una reforma legal que mejoró algo su situación penitenciaria.

Soluciones radicales

Mientras tanto, el proyecto llegaba al debate parlamentario definitivo. Varios ministros del gobierno liberal opinaban que el perfil de mujeres al que se dirigía, propietarias solteras y viudas, votaría mayoritariamente conservador, por lo que se opusieron al mismo. Así, el proyecto que tantas esperanzas había suscitado fue descartado en 1912.
Para Pankhurst ésta era la señal de que había llegado la hora del argumento político más poderoso: el del cristal roto. Una minoría retomó la campaña de daños a la propiedad de manera más extensiva que antes, incluyendo la detonación de bombas e incendios en casas vacías. Como respuesta, el gobierno envió a cada vez más sufragistas a la cárcel, y para evitar los peligros y la poca popularidad de la alimentación forzosa aprobó la ley conocida como "del gato y del ratón" en 1913, que permitía liberar a las presas debilitadas por el hambre para volver a recluirlas una vez recuperadas.
El estallido de la Gran Guerra interrumpió la actividad de la WSPU. Pankhurst abrazó la causa patriótica y se puso a disposición del gobierno
La estrategia del gobierno tuvo éxito ante una opinión pública que desaprobaba los cristales rotos y las bombas. Los actos violentos empañaron la imagen del movimiento y dieron argumentos a quienes defendían que las mujeres eran seres demasiado emocionales para votar. Y aunque la consigna era dañar las propiedades, no la vida, cualquier fallo en la preparación de los atentados habría podido causar daños irreparables.
Nunca sabremos qué habría pasado de continuar así las cosas, porque el estallido de la Gran Guerra interrumpió la actividad de la WSPU. Pankhurst abrazó la causa patriótica y se puso a disposición del gobierno. Sin embargo, la NUWSS continuó su campaña. La actividad política de este grupo y la contribución femenina a la guerra en la retaguardia mientras los hombres luchaban convenció al Parlamento y a gran parte de la sociedad de que las mujeres merecían el voto tanto como sus conciudadanos.


En febrero de 1918 se aprobó la ley que concedía el sufragio a las mujeres mayores de 30 años y se extendía a todos los hombres de más de 21. La felicidad entre las sufragistas fue enorme, pero no completa. Las campañas continuaron hasta que diez años después, en julio de 1928, se equiparó la edad de voto femenina a la masculina, en una sesión parlamentaria a la que asistieron las protagonistas de la lucha por el sufragio, ya ancianas, como Fawcett y Despard, de 81 y 84 años, respectivamente. Charlotte Despard dijo entonces: "Jamás pensé que vería la concesión del voto. Pero cuando un sueño se hace realidad, hay que ir a por el siguiente".

El 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, pero ¿por qué se escogió justamente esta fecha?

Cartel para la obra de teatro "La nueva mujer", de Sidney Grundy

A finales del siglo XIX, los actos que llevaban a cabo las sufragistas –cada vez más numerosos– estaban a punto de empezar a cosechar éxitos. Este cartel refleja el creciente acceso a la información que estaban experimentando las mujeres. 

Foto: Bridgeman / Aci


Desde hace más de 100 años, el 8 de marzo es un día que celebra los derechos conquistados por las mujeres en todos los ámbitos y conmemora la larga historia de luchas y sacrificios para conseguirlos. En la actualidad, durante esta jornada, se organizan marchas y manifestaciones en todo el mundo para denunciar que todavía queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar esta deseada igualdad real entre hombres y mujeres. Pues muchos datos confirman precisamente esto, que en muchos países nacer mujer es un lastre social.
Algunas de las proclamas que más se escuchan durante la jornada de protesta son la reclamación de la equiparación laboral y salarial, una presencia igualitaria en puestos políticos y empresariales relevantes, el rechazo a la violencia de género, así como la exigencia de más políticas para detenerla: en definitiva, un empoderamiento completo de las mujeres en el marco de la sociedad actual.

Los motivos por los que se estableció un día para reivindicar el lugar de la mujer en la sociedad parece que están claros. Sin embargo, ¿por qué hacerlo precisamente un 8 de marzo? Si echamos la vista atrás, encontramos más de un antecedente histórico, y no está claro cuál fue el más determinante.


Fechas clave de la lucha feminista

En marzo 1857, en el marco de la Revolución industrial, las trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York salieron a la calle a protestar en masa por las duras condiciones de trabajo. Si bien es cierto que en ese momento las condiciones laborales de todos los trabajadores eran durísimas, la precariedad se cebaba especialmente con la parte femenina del sector, cuyos salarios podían llegar a ser menos de la mitad que los de los hombres solo por el hecho de ser mujeres. Las protestas terminaron con la intervención violenta de la policía contra las manifestantes, pero aquella manifestación sentó un primer precedente gracias a su gran repercusión.

En 1907 tuvo lugar la primera Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Stuttgart, Alemania, liderada por Clara Zetkin, donde se fundó la Internacional Socialista de Mujeres. Uno de los primeros objetivos que perseguían era el sufragio femenino.


Para mostrar apoyo a la huelga que las trabajadoras textiles llevaron a cabo en Nueva York en 1908 –una huelga que, junto con la de 1857, pasaría a la historia–, en 1909 una organización de Mujeres Socialistas celebró en EE.UU el primer Día Internacional de la Mujer. Aunque solo tuvo seguimiento en Nueva York y Chicago, se calcula que unas 15.000 mujeres participaron en una marcha que recorrió la ciudad de Nueva York.

En 1910, tuvo lugar el segundo encuentro Internacional Socialista de Mujeres, en Copenhague, Dinamarca. En esta ocasión, se propuso fijar un día simbólico –entorno al 8 de marzo– que sirviera para reivindicar los derechos de todas las mujeres, principalmente el derecho al voto. El siguiente año, se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 19 de marzo en algunos países europeos como Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza.

Los grandes conflictos de una centena de años tan convulsa como el siglo XX ayudaron a afianzar el papel de la mujer, y a lo largo de las siguientes décadas muchas organizaciones de mujeres de otros países se fueron uniendo a las reivindicaciones que se llevaban a cabo durante el mes de marzo. Hasta que en 1975 la ONU reconoció el día de manera oficial.



Es cierto que no resulta sencillo fijar un solo acontecimiento como el motivo por el que se escogió el 8 de marzo, por ello se ha de entender como una lucha en conjunto, un esfuerzo prolongado en el tiempo. Así, se entiende como cada generación ha ido heredando el deber de luchar por sus derechos y por los de las generaciones venideras.


Los datos que demuestran lo difícil que es ser mujer en el mundo

Violencia sexual, matrimonio infantil, dirección de empresas, embarazos en adolescentes, mutilación genital... Estos datos muestran la cruda realidad de las mujeres de todo el mundo

Violencia sexual
En todo el mundo, una de cada 10 mujeres menores de 20 años ha sido obligada a mantener relaciones sexuales. Las niñas y mujeres que se han visto sometidas a tales abusos están más expuestas a la violencia doméstica y la explotación sexual.
Matrimonio infantil
Las niñas que se casan corren un riesgo importante de sufrir violencia doméstica. Las menores de 16 años presentan tasas de mortalidad materna más elevadas. La mayoría de los países fija para el matrimonio una edad mínima de 18 años; a veces se permite a una edad inferior con el consentimiento de los padres.
Mutilación genital
La mutilación genital es más frecuente en el África subsahariana y en algunos países árabes, pese a las prohibiciones. Entre sus efectos figuran dolores agudos, dificultades para el coito, infecciones, incontinencia, problemas en el parto, e incluso la muerte.
Techo de cristal
Las investigaciones demuestran que la diversidad de género aumenta la rentabilidad. Las mujeres dirigen el 2 % de las 500 mayores empresas del mundo en términos de cifra de negocio. En 1995, ninguna de las 500 mayores compañías de EE UU la dirigían mujeres; hoy, estas están al mando del 4,6 % de las empresas.
Educación
La brecha global de género en la educación secundaria se estrecha, pero en el África central y occidental solo se matricula el 39 % de las chicas, frente al 46 % de chicos. En las zonas en conflicto, la tasa de abandono escolar de las chicas es 2,5 veces mayor.

Suicidios
La mortalidad materna es la principal causa de muerte entre las adolescentes de más edad, mientras que en Europa y buena parte de Asia, el suicidio se sitúa por delante. En muchos países asiáticos la tasa de suicidio de las chicas adolescentes duplica la media mundial.

Embarazos en adolescentes
El 95 % de los embarazos precoces se da en países con rentas bajas o medias. Las tasas más altas están en América Latina y el África subsahariana. En los últimos 20 años la mayoría de los países ha experimentado un descenso gracias al uso de anticonceptivos.

Política
La aprobación de leyes sobre igualdad de género es más factible si son las mujeres quienes gobiernan. Gracias en parte a los sistemas de cuotas, la proporción de escaños ocupados por mujeres casi se ha duplicado desde 1990, hasta alcanzar el 23 %.


VIH/SIDA
La violencia sexual y las relaciones sexuales prematuras aumentan el riesgo de que las chicas contraigan el VIH. En el África subsahariana, región en la que se concentra el 70 % de los casos de VIH, 3 de cada 4 adolescentes infectados en 2015 eran chicas.
14 de marzo de 2017
Los datos que demuestran lo difícil que es ser mujer en el mundo...


Hombres y mujeres no tienen ni los mismos derechos ni las mismas obligaciones en todas las partes del mundo. La situación dista de ser equitativa para ambos géneros y los datos así lo demuestran. Garantizar educación, protección e igualdad de oportunidades para las niñas es fundamental para solucionar algunos de los problemas más acuciantes del mundo, desde la expansión del sida hasta el ciclo de la pobreza. Pese a los avances en el acceso a la educación, atención sanitaria y empleo, aún queda mucho por hacer para lograr la igualdad de género. Uno de los lugares más terribles para nacer siendo del sexo femenino es Sierra Leona. En este país del África occidental, el mero hecho de nacer niña se traduce en una vida llena de barreras y tradiciones que a menudo dan más valor a su cuerpo que a su mente.


Mujeres Culturas Género


Historia:

Incendio en la fábrica de indumentaria Triangle Shirwaist, barrio de ManhattanNueva York25 de marzo de 1911. El incendiocomenzó a las 16:40 de la tarde con la muerte de 146 personas, sobre todo mujeres, y 71 heridos. La mayoría de las trabajadorasfallecidas eran mujeres recién emigradas de Europa del Este e Italia, entre 16 y 23 años de edad.[1]
Información de Wikipedia.

Incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York
El incendio de la fábrica de confección de camisas Triangle Waist Co. [2] de Nueva York el 25 de marzo de 1911 fue el desastre industrial más mortífero en la historia de la ciudad de Nueva York y el cuarto en el número de muertes de un siniestro industrial en la historia de los Estados Unidos. El fuego causó la muerte de 123 trabajadoras de la confección y 23 hombres que murieron por quemaduras provocadas por el fuego, la inhalación de humo, o por derrumbes.[3] La mayoría de las víctimas eran jóvenes mujeres inmigrantes de Europa del Este e Italia de entre catorce y veintitrés años de edad.[4] [5] [6] La víctima de más edad tenía 48 años y la más joven 14 años.[7]

http://www.unwomen.org/es/news/in-focus/international-womens-day
Acerca del Día Las Naciones Unidas comenzó a celebrar el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo en 1975, Año Internacional de la Mujer. Dos años más tarde, en diciembre de 1977, la Asamblea General adoptó una resolución proclamando un Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, que los Estados Miembros pueden celebrar cualquier día del año siguiendo su tradición histórica y nacional. 
El Día Internacional de la Mujer surgió de las actividades de los movimientos obreros a finales del siglo XX en América del Norte y Europa. Desde entonces, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una dimensión global para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo por igual. El creciente movimiento internacional de las mujeres, fortalecido por cuatro conferencias mundiales de las Naciones Unidas sobre la mujer, ha ayudado a que su conmemoración ofrezca la oportunidad de incrementar el apoyo a los derechos y la participación de las mujeres en las esferas política y económica. 
Información de : ONU MUJERES.

NATIONAL GEOGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

18 comentarios:

Nelly Maldonado dijo...

Gracias..Chema y Milagritos, x el informe,sobre la mujer,desde la remota antiguedad,hasta el presente aun no consigue todo lo q se merece.-muchas veces pienso en las grandes personalidades de mujeres q dieron todo x la humanidad, y soportaron los maltratos a las q fueron sometidas.-sin ellas todo hubiera sido diferente en este mundo.-siempre queda tiempo.-FELIZ DIA DE LA MUJER.-ABRAZOS Y MEJORES DESEOS.-

Silvia Carignano dijo...

Muchas felicidades y gracias <3

Mari Orquidea Blanca Rodriguez dijo...

Mujer
Eres alondra sin lazo
Y nunca pájaro preso.

Eres simplemente un beso
Desde el alba hasta el ocaso.

Eres el seguro paso
Del sincero y diario amor
Fulguras dulce esplendor
Madre, novia, esposa amante;
Eres la flor de un instante y la ternura mayor
Felicidades.......

Sherezade Curren Solikamsk Stróganov dijo...

Muy interesante me gustan mucho Guillermo Dios te bendiga siempre y en cada momento de tu hermosa vida.

Marina Rojas- Higa dijo...

Excelente !! Felicidades y bendiciones! Bello detalle ! Gracias por compartir !

Nelly Elena Chavez Caballero dijo...

Gracias Guillermito

Graciela Noemi Ballestero dijo...

Gracias Guillermo !!!
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Gladis Pacheco Erosa dijo...

Bendiciones..

Isabelita Vigo dijo...

Gracias........

Silvia Carignano dijo...

Feliz Día de la Mujer !!!!!!!

Car Reyes dijo...

Gracias amigo Chema

Doralcira Llacsahuanga Yangua dijo...

Muchas gracias estimado amigo Chemita, un bello detalle, un saludo muy cordial por este DIA DE LA MUJER a las damas de tu familia, que DIOS NUESTRO SEÑOR les bendiga.

Mercedes Negròn Rivas dijo...

Gracias.........

Cristian Camilo Serna Villada dijo...


República de Colombia

GRUPO DE POESÍA LITERARIA VIRTUAL
CASA POÉTICA MAGIA Y PLUMAS

Otorga el presente Reconocimiento literario de excelencia

Diploma y Reconocimiento Académico Universal 2021

GUILLERMO GONZALO SÁNCHEZ ACHUTEGUI

Honorable poeta por su altruismo y dedicación a la cultura poética recibas este diploma académico, por la difusión que has llevado en alto su nación y ponderando los valores y principios van hacia un mundo con paz y prosperidad.



Cristian Camilo Serna Villada
Director General Administrativo

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui dijo...

Cristian Camilo Serna Villada, gracias poeta, por otorgar tan impresionante Diploma con Reconocimiento Académico Universal, por la publicación en homenaje al Día Internacional de la Mujer; galardón que me estimula para seguir adelante, sigo pensando que aún no merezco semejante premio, abrazos Chema.

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui dijo...

https://www.facebook.com/photo.php?fbid=3696603677119203&set=p.3696603677119203&type=3

Charo Sánchez dijo...

Interesante,

Anónimo dijo...

Bravo��muy interesante