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domingo, 25 de noviembre de 2018

La Historia del Amor Cruel : Capítulo : CCCLXXI.- El Supervisor Comercial de Planta del Supermercado "Mercado Gigante", cambia de parecer, ante la queja que Olzagon hizo a la Gerencia General y otorga todas las facilidades en espacio y personal para la instalación del mobiliario de exhibición de los productos para la venta...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capítulo anterior; Olzagon estuvo muy preocupado con la pésima atención que le hizo el Supervisor Comercial de Planta del Supermercado "Mercado Gigante", quien es el encargado de la exhibición y venta de los productos y servicios que ofrece el supermercado a sus clientes; y además  quien tenía poco interés por los nuevos productos que servirán como apoyo a la comercialización de productos del hogar y uso industrial con herramientas; que justamente había vendido Olzagon, y lo demostró asignándole un espacio reducido, lo que motivó el reclamo del joven vendedor, pero como no tuvo respuesta favorable, recurrió a la Gerencia General y éste funcionario si estaba muy entusiasmado y apoyó a Olzagon, con la orden que el mencionado Supervisor se ponga a las ordenes del joven vendedor Olzagon...


Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Olzagon, con las buenas noticias, regresó al área comercial, ya con muchos clientes y fue al despacho del Supervisor Comercial de Planta, justo ya estaban allí sus jefes: Conrado y Homero, discutiendo acaloradamente con el soberbio Superior; quienes al verlo llegar, se alegran por que pensaban que estaba descansando por orden de Clorinda Manzanares, quien había solicitado el día completo para él; hubo un silencio de los tres personajes, los saludó y mirando fijamente al Supervisor, le dijo:
--- Señor Supervisor, yo como vendedor le presento a mis jefes: El Señor Conrado es Supervisor de Personal y asesor principal de la Gerencia de la Empresa Import & Export, S.A., y el Señor Homero es el Supervisor de Ventas de la misma empresa; ellos tienen la autorización del Gerente General para dar inicio a la instalación del mobiliario de exhibición y ventas...
Olzagon, hace un pausa y agregó:
--- Señor Supervisor, acabo de venir de la Gerencia General y por orden suya, usted ahora nos llevará al área comercial, asignándonos, tres veces más que el ridículo espacio señalado, que ya le reclamé; no quise pasar por encima de su autoridad, por que deseo mantener las mejores relaciones comerciales con usted, pero su soberbia me obligó y pudo más; y le recomiendo que en este momento vayamos afuera, que los funcionarios de mi empresa no pueden perder tiempo en discusiones estériles...
El Supervisor Comercial de Planta, se sintió muy ofendido, y creyendo que el joven vendedor se estaba burlando de él, y en forma por demás despreciable, contestó:
--- Ni usted, ni sus jefes van a doblegar mi autoridad, yo decidí ese lugar para sus productos y será así... usted jovencito ya sabe lo que pienso...
Olzagon, tragando saliva por la garganta seca, quien tenía que demostrar ante sus jefes, que él si estaba bien parado en el piso,  le interrumpió así:
--- Señor Supervisor, no sea testarudo, le juro que no entiendo la animadversión por nuestros productos que ni siquiera los conoce, por razones de estrategia comercial jamás deseo tenerlo como mi enemigo; si duda de lo que acabo de decirle, tan solo llame al Gerente General, y él le confirmará sus ordenes hacia usted, por favor no haga el papel de todopoderoso que lo está haciendo parecer como un personaje ridículo...
El Supervisor, cambió de color la piel de su rostro por lo encolerizado que se encontraba y se puso cenizo, con las venas y arterias abultadas por el cuello, cogió el teléfono y llamó, sin darse cuenta que lo hizo con tono de voz activada en alto volumen y preguntó:
--- Buenos días Señor Gerente General, de acuerdo a mis atribuciones ya decidí un espacio, para los nuevos productos; que dígase no les tengo mucha fe, por que no es la línea comercial del supermercado...
Pero, él, fue interrumpido por el Gerente General, quien le replicó así:
--- ¿Quién se ha creído usted como para contradecir mis ordenes? Bajo su responsabilidad no haga perder tiempo al joven vendedor Olzagon y los funcionarios que ya deben haber llegado para el inicio de las instalaciones comerciales, ellos tendrán todo el espacio que sea necesario; esa es mi orden ¡¡¡ Me entendió !!!
El ofuscado Supervisor recién se dio cuenta, que el parlante de extensión exterior estaba activado, pero todos los allí presentes escucharon todo; muy avergonzado y ante la orden superior, por el intercomunicador interno llamó a sus coordinadores de área y llegaron tres y les dijo:
--- Señores, por orden de la Gerencia General, asignen el espacio suficiente para la exhibición de los nuevos productos que ofreceremos a nuestros clientes, estos señores harán todo el trabajo bajo sus responsabilidad, nosotros seremos observadores...
Y mirando con cierta humildad a Olzagon le dijo: 
--- Señores lamento mucho mi comportamiento, yo trabajo muy estresado en función a los espacios, que ya me resultan muy reducidos para tantos productos que tenemos; ustedes ganaron y debo reconocer la tenacidad del joven vendedor Olzagon; ojalá se tenga éxito con la nueva línea comercial de ustedes, están servidos...
Olzagon y sus jefes, agradecieron el cambio de actitud del Supervisor y Homero, le dijo:
--- Agradecemos su atención señor Supervisor, ya tenemos en el área de estacionamiento un camión con los materiales y equipos y los operarios encargados de la instalación; sugiero a usted designar al personal del supermercado que coordinen, además de los señores aquí presentes, que tendrán entrenamiento en el uso y venta de los productos que ofreceremos y todo será bajo nuestro costo.
El supervisor, ya muy apaciguado como una mansa paloma, le contestó:
--- Muy bien señor, creo que los tres empleados aquí presentes, serán los encargados de todo cuanto ustedes instalen, vuelvo a repetir están ustedes servidos.
De inmediato, después de despedirse, salieron las 6 personas de la Supervisión Comercial y se dirigieron a la zona donde se instalarán los mostradores y anaqueles; los operarios del supermercado desocuparon un gran espacio que precisamente lo escogió Homero, quien además salió al área de estacionamiento y trago los equipos, pero no instalaron nada para evitar rozar con los numerosos clientes ya presentes en el área comercial.
Con todos los paquetes sobre el piso del espacio señalado para su instalación, totalmente sellados y etiquetados, Homero designó a dos de sus operarios que se quedarán como guardianes hasta la noche; ya se había logrado el espacio requerido(obra de Olzagon); se calculó que en la primera noche se avanzaría con el armazón, y en la segunda noche con el acabado, y en la tercera noche con la instalación de los productos y durante el día por estos tres días  recibirán entrenamiento los servidores del supermercado que se encargarán de la venta.
Con esos planes, Homero coordinó con Conrado y Olzagon en regresar a la Supervisión, para informar al Supervisor todo lo que se va hacer y solicitar el permiso de ingreso de sus operarios, que trabajarán desde el momento que el supermercado cierra sus puertas a la atención al público.
El Supervisor estaba accesible y cooperador, le incomodó un poco el trabajo nocturno, pero era lo recomendable y designo a tres empleados que se quedarán como supervisores en la instalación y un empleado de seguridad interna para la vigilancia.
Con la armonía en el camino de ese trayecto, que era lo deseable y parece que se logró limar asperezas; que tuvo ciertos sesgos prepotentes, ya superados, los tres personajes se despidieron con un abrazo al supervisor y salieron, dejando sus equipos para el trabajo nocturno.
Al salir, apareció Alberto Carmona Rivera, Supervisor de Compras, quien es amigo personal de Conrado, se dieron un fuerte abrazo y Conrado le dijo:
--- Amigo, ya se coordinó con el Supervisor Comercial de Planta, para que hoy en la noche se inicie las instalaciones, creemos que se necesitará tres noches íntegras y en la cuarta se ofrecerá un brindis y tu serás el padrino de la placa recordatoria.
Alberto, al escuchar "padrino" se apresuró a contestar y de paso dijo:
--- Amigo, yo seré un invitado y lo acepto, pero el padrino será el Gerente General y tal vez: por qué no, tu Gerente......
Continuaremos.............
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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