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domingo, 3 de febrero de 2019

La Historia del Amor Cruel : Capítulo CCCLXXXI.- Olzagon fue acosado por el Supervisor de Personal, para que le narre; si durmió con Clorinda Manzanares, pero él, lo negó todo...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capítulo anterior; Olzagon después de sus exitosas ventas al supermercado "Mercado Gigante", y el posterior entrenamiento al personal encargado de las ventas al público, que igualmente eran exitosas; él fue llamado por el Gerente General, para informarle que se convertirá en su asesor comercial, ya le asignó oficina, luego fue convocado por el Supervisor de Personal, para firmar  un nuevo contrato de trabajo, que lo convertirá en ser un empleado pleno en la empresa; pero momentáneamente seguirá con su maletín y catálogos de vendedor...


Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Conrado, como Supervisor de Personal llevó a Olzagon a su oficina para firmar el nuevo contrato de trabajo; estando allí, Conrado quería saber que hubo en aquella tarde cuando Olzagon salió con la escultural Clorinda Manzanares, pero no sabía como preguntar a Olzagon, tratándose de asuntos muy privados; pero la curiosidad pudo más que la pulcra disciplina laboral y después de firmar los documentos donde se señalaba sueldo,comisiones y el nombre del puesto de trabajo, le preguntó:
--- Olzagon, tengo una curiosidad, dime: ¿Para qué te sacó la dueña Clorinda, en aquel domingo del almuerzo de aniversario?
Para Olzagon, una pregunta a boca de jarro, era por demás incómoda; pero él, ya tenía la suficiente confianza con el supervisor, como para contestarle respetuosamente, pero sin soltar nada de su vida privada y menos comprometer el honor de una mujer, para él era su principio máximo, pero como tenía que contestar, le dijo:
--- Señor Conrado, tal como usted es un eficiente empleado en esta empresa y tiene la confianza absoluta del señor Gerente General; creo que la Señorita Clorinda Manzanares, quiso probar mi lealtad a la empresa, llevándome a conocer empresarios de la localidad para entablar relaciones comerciales informales;  que justo ese día ella,  lo tenía pendiente por atender que muchas veces se tiene éxitos que lo puramente formal; fuimos a una gran oficina, ubicada en el centro de la Ciudad, luego de los primeros contactos, por mutuo acuerdo salimos a un bar a beber unos tragos...
Olzagon, hizo una pausa y tratando que su versión sea creíble y mirando fijamente al Supervisor, agregó:
--- Luego de una rueda de tragos, el ejecutivo empresarial se retiró a su domicilio y la señorita Clorinda me invitó a pasear por el Centro, ya que ella conoce muy poco, entramos a tiendas y grandes almacenes, al anochecer entramos a un Café, y nos servimos algo ligero; después ella optó por ir a descansar a su domicilio y yo me fui a mi casa.
Pero, Conrado tenía la verdadera versión de casi todo lo que sucedió; fue por pura casualidad que unos amigos suyos vieron pasar por su delante a una belleza de mujer acompañada de un humilde joven provinciano, y les causó tanta curiosidad, que optaron por seguirlos hasta su misma casa y después el chofer del taxi que era su amigo, les narró todo lo que él vio, con esos datos le replicó:
--- Olzagon, realmente me sorprende tu lealtad a los miembros de esta empresa, yo esperaba que me narres con lujo de detalles las dos veces que fuiste a la casa de la señorita Clorinda; pero hábilmente me has narrado algo creíble para los que ignoran, pero no para mi, te vuelvo a preguntar: ¿Qué hiciste en la casa de Clorinda?
Olzagon, muy nervioso y hasta un poco colérico con las preguntas de su vida privada, y temiendo cometer una lamentable infidencia, se reafirmó en su narración y le contestó:
--- Señor Conrado, creo que estamos llegando a asuntos de mi vida privada, pero aún así: me ratifico, yo no conozco la casa de la Señorita Clorinda, por que nunca he ido allí; tal vez alguien me confundió con otra persona, pero si es probable que la señorita Clorinda en su legítimo derecho de ser soltera, haya invitado a alguien de su confianza a su domicilio, pero esa persona no fui yo....
Conrado, con la curiosidad que lo atormentaba, trató de presionar a Olzagon y le replicó:
--- Olzagon, realmente eres un hueso duro de roer y sigues negando que disfrutaste toda una noche junto a es monumento de mujer, has sido el único privilegiado en dormir con ella; nosotros ni siquiera le levantamos la mirada y me hago la pregunta: ¿Cómo lograste despertar el interés de ella hacia tu persona?
Olzagon, estaba dispuesto a no soltar prenda ni faltar a su principio de guardar su lealtad;  a una mujer que le brindó toda una noche de  placer y será guardado y no cederá ante un curioso supervisor que ya le estaba molestando sus preguntas, pero le soltará algunos indicios para que cese sus indagaciones y le añadió:
--- Usted tiene  razón señor Conrado; la señorita Clorinda es muy hermosa, ella sin ropa es una Eva en persona, además de ser alta en talla, su piel es suave, tersa y un color rosáceo .... Oh perdón me lo estoy imaginando que así debe ser; disculpe señor Conrado mi atrevimiento al describir a la señorita Clorinda...todo es fruto de la imaginación...
Pero, Olzagon sin proponérselo ya cometió una infidencia, que fue celebrada por Conrado, quien riéndose a carcajadas, le dijo:
--- Olzagon, acabas de confirmar que compartiste la cama con ella, como dice el viejo refrán: "El pez por su boca muere", pero tu no has muerto, no te preocupes, todo quedará entre nosotros; además, ella ya está en amores con el Gerente General de la cadena de supermercados"Mercado Gigante", esa es la razón del gigantesco pedido de productos a nuestra empresa, en los negocios todo vale, siempre y cuando sea lícito...
Olzagon, que tanto se había cuidado de alguna manera soltó prenda y no podía retroceder, pero trató de no confirmar que durmió con Clorinda y le contestó:
--- Usted, sabe señor Conrado, que como hombres admiramos a las mujeres bonitas y mi imaginación me llevó a visitar el cuerpo de la señorita Clorinda, supongo que debe ser algo maravilloso verla como una Eva, sería el regalo erótico más dichoso que un hombre pueda recibir...
Conrado, volvió soltar las carcajadas y dijo:
--- Pues, tu Olzagon, has tenido ese regalo erótico en vivo y directo; te felicito, ya que además de exitoso vendedor, también lo haces bien con las mujeres... jajajajajajajaja
Olzagon, también soltó las carcajadas, por que ya no podía ocultar que activamente Clorinda Manzanares; fue su mujer por una larga noche de erotismo sexual, y tratando de esquivar las cada vez más certeras africanas que su jefe le sonsacaba por su propia boca, le contestó:
--- Señor Conrado, yo tengo una imaginación increíble y siempre veo las cosas tal como las quisiera tener a mi alcance; pero a la vez reacciono y piso tierra sabiendo que todo tiene un límite, le aseguro que yo no he recibido ese regalo erótico, solo lo pensé; y creo que ya firmé todos los documentos, así que me voy a ocupar mi nueva oficina, con su permiso señor Conrado.
Pero, Conrado no iba quedar frustrado en saber por confesión propia de Olzagon, que durmió con Clorinda Manzanares y le dijo:
--- No tan rápido Olzagon, falta confirmar la pregunta que te hice, disculpa estoy invadiendo tu vida privada, pero tengo pruebas de testigos que te vieron entrar y salir de la casa de la señorita Clorinda por dos veces y la última fue en la madrugada justo cuando un europeo por la otra puerta intentaba ingresar a la misma casa...
Continuaremos...............
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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