Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., la Revista National Geographic, nos alcanza un reportaje, del hallazgo de más de 140 momias de niños y llamas que fueron sacrificados, ofreciéndolos como ofrenda a los dioses, para que calmen su furia con las intensas lluvias de la Corriente del Niño.
Semejante hecho histórico, para muchos les parece una monstruosidad sin justificación, pero para los chimús que vivieron en la costa norte del Perú, a mediados del siglo XV, puede que fuere una necesidad para complacer a los dioses y mitigar los efectos desastrosos del fenómeno climático del Niño.
National Geographic.- sustenta así: "Hoy, más de 550 años después de este evento sacrificial, nos parece
una monstruosidad aberrante sin justificación, pero para los chimúes que
vivieron en la costa norte de Perú a mediados del siglo XV puede que
fuera una necesidad: sacrificaban lo que más valoraban para complacer a
sus dioses y el sacrificio infantil podría ser entendido como una medida desesperada ante una catástrofe mayor que experimentó el poderoso reino chimú, cuya hegemonía se apoyaba en la agricultura intensiva.
"La motivación para un sacrificio tan masivo es un tema para futuras investigaciones, pero hay evidencias arqueológicas que lo asocian a un fenómeno meteorológico
(fuertes lluvias e inundaciones) que pudo tener un impacto en la
estabilidad económica, política e ideológica de uno de los más poderosos
estados en el Nuevo Mundo durante el siglo XV", afirman Gabriel Prieto,
John Verano y otros autores, en el primer estudio científico sobre el
evento sacrificial de Huanchaquito-Las Llamas, publicado el pasado 6 de
marzo en PLOS ONE...."
https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0211691
A mass sacrifice of children and camelids at the Huanchaquito-Las Llamas site, Moche Valley, Peru
https://www.nationalgeographic.com.es/historia/sacrificio-masivo-ninos-y-llamas-peru-siglo-xv-conclusiones-cientificas_13983
Hoy, más de 550 años después de este ritual de sacrificio, a muchos les parece una monstruosidad sin justificación, pero para los chimúes que vivieron en la costa norte de Perú a mediados del siglo XV puede que fuera una necesidad para complacer a sus dioses y mitigar los efectos desastrosos del fenómeno climático del Niño
Víctimas de un sacrificio
Esqueletos de niños y camélidos,
enterrados por la arena arrastrada por el viento, en el sitio de
Huanchaquito-Las Llamas. Todos los entierros se encontraban
relativamente a la misma profundidad.
Foto: Gabriel Prieto, John Verano et al. / PLOS ONE
Esqueleto de un niño
Entierro infantil habitual, boca
arriba y con las piernas flexionadas. En la cabeza conserva restos de
tejido. El cuerpo fue depositado en dirección noroeste, hacia el océano.
Foto: Gabriel Prieto, John Verano et al. / PLOS ONE
Una llama sobre un cuerpo humano
Camélido de color marrón claro
yaciendo sobre un cuerpo humano. El pelo de los camélidos del sitio
Huanchaquito-Las Llamas se ha conservado muy bien.
Foto: Gabriel Prieto, John Verano et al. / PLOS ONE
Huellas humanas y animales
Ejemplos de huellas humanas (huella
con sandalia de un adulto y huella descalza de un niño) y de camélidos,
que quedaron impresas en el lodo húmedo.
Foto: Gabriel Prieto, John Verano et al. / PLOS ONE
Modificación craneal
La comparación entre los diferentes
cráneos ha revelado distintas formas de modificación craneal, lo que
sugiere que los niños pertenecían a distintos grupos étnicos y procedían
de diferentes regiones geográficas.
Foto: Gabriel Prieto, John Verano et al. / PLOS ONE
Cortes realizados por el verdugo
Ejemplos de elementos biseccionados del hueso esternón.
Foto: Gabriel Prieto, John Verano et al. / PLOS ONE
Sitio de Huanchaquito-Las Llamas, junto a la ciudad de Chan Chan
Mapa de la costa norte de Perú que
muestra la extensión del reino chimú y la ubicación geográfica del sitio
arqueológico Huanchaquito-Las Llamas.
Imagen: PLOS ONE
El sacrificio masivo de niños y llamas en el Perú del siglo XV se realizó para calmar a los dioses
La primavera del 2018 National Geographic anunció un hallazgo arqueológico estremecedor, realizado en el sitio de Huanchaquito-Las Llamas, en la costa norte de Perú: el sacrificio masivo de más de 140 niños y niñas y más de 200 llamas jóvenes. Fue un evento dirigido por el reino chimú, sin precedentes en todo el continente americano y que ocurrió aproximadamente en el año 1450, antes de la llegada de Cristóbal Colón
a América. Las víctimas del sacrificio fueron conducidas a un mirador
con vistas al Pacífico, a unos 11 metros sobre el nivel del mar y a 350
metros de la costa, donde fueron salvajemente ejecutadas por una mano
experimentada. Así lo certificaron los expertos al comprobar que los
esqueletos de casi todos los niños y niñas presentaban cortes certeros,
tanto por la ubicación como por el ángulo y la dirección de los mismos,
en los elementos del hueso esternón y, además, un desplazamiento de las
costillas que indica que sus pechos fueron abiertos intencionadamente, probablemente para extraerles el corazón.
De hecho, en su obra Relación de las fábulas y ritos de los incas,
Cristóbal de Molina, un clérigo y cronista español del siglo XVI,
describe varias formas de sacrificio infantil por parte de los incas,
incluyendo la extracción del corazón. Los esqueletos de las llamas, de
menos de un año y medio de edad, también muestran cortes transversales a
lo largo de las esternebras, por lo que no cabe duda de que fueron sacrificadas.
Hoy, más de 550 años después de este evento sacrificial, nos parece
una monstruosidad aberrante sin justificación, pero para los chimúes que
vivieron en la costa norte de Perú a mediados del siglo XV puede que
fuera una necesidad: sacrificaban lo que más valoraban para complacer a
sus dioses y el sacrificio infantil podría ser entendido como una medida desesperada ante una catástrofe mayor que experimentó el poderoso reino chimú, cuya hegemonía se apoyaba en la agricultura intensiva.
"La motivación para un sacrificio tan masivo es un tema para futuras investigaciones, pero hay evidencias arqueológicas que lo asocian a un fenómeno meteorológico
(fuertes lluvias e inundaciones) que pudo tener un impacto en la
estabilidad económica, política e ideológica de uno de los más poderosos
estados en el Nuevo Mundo durante el siglo XV", afirman Gabriel Prieto,
John Verano y otros autores, en el primer estudio científico sobre el
evento sacrificial de Huanchaquito-Las Llamas, publicado el pasado 6 de
marzo en PLOS ONE.
¿Fue una medida desesperada para apaciguar a los dioses y mitigar los efectos del Niño?
¿A qué "evidencias arqueológicas" se refieren los
autores del estudio? "La presencia de una gruesa capa de lodo sobre la
arena en la que fueron enterrados los niños y los camélidos, además de
la presencia de huellas humanas y animales, realizadas mientras el lodo
todavía estaba húmedo, sugieren que el sacrificio ocurrió poco después de unas fuertes lluvias e inundaciones,
en una región árida que recibe lluvias insignificantes en condiciones
normales", concluyen los autores, puntualizando que la correlación entre
las fuertes lluvias y el sacrificio "podría ser casual", pero resulta tentador pensar que ambos eventos están asociados, es decir, que "la ofrenda masiva de niños y camélidos pudo haber sido un intento de apaciguar a los dioses y mitigar los efectos del Niño
[un fenómeno climático cíclico que ocurre junto a la costa de los
territorios de Perú y Ecuador y que causa estragos debido a las intensas
lluvias] alrededor de 1400-1450 d.C.".
NATIONAL GEOGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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2 comentarios:
Me regunto si sus rituales era ofrecer la vida de los niños para las tempestades,y los adultos cuando morian donde los enterraban?-.mi curiosidad es saber si algo se ha encontrado,o el tiempo fue profundisando las sepulturas hasta convertirse en alimentar la tierra,y desaparecer,con el paso de los años.-pocas veces se encentran sepulturas masivas.-cuantos misterios aun sin esclarecer.-
Gracias Nelly Maldonado, por tu acertado y preciso comentario, sucede que los antiguos peruanos eran politeístas, y temían a la furia de los elementos, como Sequías, o torrenciales lluvias, y ellos tomaban lo más preciado que eran los niños, descendientes y continuadores de al civilización y como era lo más preciado ofrecían la vida de niños inocentes para calmar la furia de los dioses; esta costumbre no era exclusiva de pueblos americanos, sino que es una costumbre universal
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