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sábado, 15 de junio de 2019

BIBLIOGRAFÍAS : CONQUISTADORES .- NATIONAL GEOGRAPHIC .- La muerte de Alejandro Magno, el mayor conquistador de la historia

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., el mundo de la luz y la cultura como lo fue Grecia, tuvo en Macedonia, que era parte del estado griego, a uno de los conquistadores más grandes de la historia, nos referimos a Alejandro III de Macedonia; más conocido como Alejandro Magno, fue hijo del Rey Felipo II de Macedonia.
Alejandro Magno, tuvo una formación militar a cargo de Clito, y la cultura estuvo a cargo de Aristóteles, filósofo que despertó en Alejandro Magno su gran admiración por la cultura griega y las antiguas epopeyas de la Iliada de Homero, que se convirtió en su libro de cabecera.
Alejandro Magno, es el soberano europeo que conquistó el Imperio Persa: Alejandro lanzó a su ejército, de apenas 40.000 hombres, contra el poderoso Imperio persa.   A pesar de la superioridad numérica del ejercito del rey Darío III, Alejandro lo derrotó en las batallas del Gránico e Issos (333 a.C.), Gaugamela (331 a.C.) y la batalla de la Puerta Persa (330 a.C.).
National Geographic .- narra : "... En este contexto de desconfianza, el hombre más cercano a Alejandro –con el que incluso parece ser que mantuvo una relación afectiva–, Hefestión, enfermó durante unos juegos que se celebraron en la corte. Una semana más tarde murió y, según relatan las crónicas, Alejandro se volvió loco de dolor, se hizo afeitar la cabeza y canceló todos los festejos. Alejandro partió a Babilonia con el cadáver de su amigo, celebró fastuosos juegos funerarios en su recuerdo e hizo construir un gran mausoleo en su honor...."
National Geographic.- agrega: "Un caluroso día de junio, Alejandro Magno moría en su palacio de Babilonia. Incluso a día de hoy aún existe debate sobre las causas de su muerte. Hay quien apunta a unas fiebres y hay quien dice que fue envenenado. Sea como fuere, su muerte prematura a los 33 años impidió que el inmenso imperio que había creado sobreviviera a su desaparición. Luchas sucesorias, en las que sus esposas e hijos fueron asesinados, disgregaron su legado, que se repartió entre sus generales dando origen a los Estados Helenísticos...."

https://www.nationalgeographic.com.es/historia/muerte-alejandro-magno-mayor-conquistador-historia_14363

El 13 de junio de 323 a.C. (algunas fuentes apuntan el 10) murió a los 33 años Alejandro Magno, el conquistador más famoso de la historia. La vida del monarca macedonio fue una sucesión de batallas y logros como la conquista del Imperio persa, el más grande que el mundo hubiera conocido. Pero su legado no le sobrevivió

Una historia inspiradora
Grandes generales de la historia como Julio César o Napoleón se inspirarían en Alejandro Magno.

 
El pupilo de Aristóteles
Escogido por su padre como futuro heredero, fue educado como tal desde su nacimiento y su formación intelectual se encomendó a Aristóteles. El filósofo despertó en el joven una gran admiración por la cultura griega y por las antiguas epopeyas, particularmente por La Ilíada de Homero, que se convirtió en su libro de cabecera.
Foto: CC

Un malentendido histórico
Hefestión fue amigo de la infancia de Alejandro e incluso formó parte del selecto grupo que asistió, junto con el rey, a las clases del filósofo Aristóteles. Por ello, su relación con Alejandro revistió una intimidad fuera de lo común (que bien pudo ser de índole sexual), hasta el punto de que Alejandro le consideraba en público su alter ego y, a veces, los súbditos persas confundían al uno con el otro. Justamente lo que le sucedió a la familia de Darío III, cuando Alejandro fue a conocerles tras haberlos capturado.  
Foto: Print collector / Getty images

La conquista de un imperio
En el año 331 a.C., mientras el derrotado Darío III emprendía la huida –posteriormente fue asesinado por Bessos, un noble persa–, Alejandro completó la conquista de Persia. Entró triunfalmente en Babilonia, Persépolis y Susa, donde se casó con la hija de Dario III, la princesa Barsine-Estatira. En la imagen, la ciudad de Persépolis en la actualidad.  
Foto: SIMON NORFOLK / NB PICTURES / CONTACTO

Poco tolerante con las críticas
La formación militar de Alejandro corrió a cargo de Clito, un militar que fue asesinado por el propio Alejandro. Todo ocurrió años después, cuando se celebraba un banquete en Samarcanda en 328 a.C. Clito le echó en cara que se comparara con los dioses y su creciente "orientalización". A lo que el rey, borracho, respondió terminando con su vida. 
Foto: AKG / Album

Un imperio sin igual
Este mapa muestra la máxima extensión que alcanzó el imperio de Alejandro Magno. Sin embargo, un caluroso día de junio, Alejandro Magno moría en su palacio de Babilonia. Su muerte prematura a los 33 años impidió que el inmenso imperio que había creado sobreviviera a su desaparición debido a las luchas sucesorias. Finalmente, los territorios se repartieron entre sus generales dando origen a los Estados Helenísticos.
Foto: CC
Josep Gavaldà

La muerte de Alejandro Magno, el mayor conquistador de la historia

"Busca, hijo mío, un reino igual a ti, porque en Macedonia no cabes". Con estas palabras se dirigió el rey Filipo II de Macedonia a su hijo Alejandro cuando éste apenas tenía 17 años. Hasta el día de su muerte, el 13 de junio (algunas fuentes dicen que el 10) de 323 a.C., el legado de Alejandro Magno, el soberano que venció a los persas y extendió su imperio hasta la India, inspiraría a grandes generales de la historia como Julio César o Napoleón Bonaparte.

Hijo de Filipo II de Macedonia y de la princesa Olimpia, miembro de la familia real de Epiro, Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno, nació en agosto del año 356 a.C. Escogido por su padre como futuro heredero, fue educado como tal desde su nacimiento y su formación intelectual se encomendó a Aristóteles. El filósofo despertó en el joven una gran admiración por la cultura griega y por las antiguas epopeyas, particularmente por La Ilíada de Homero, que se convirtió en su libro de cabecera. Su formación militar corrió a cargo de Clito, un militar que fue asesinado por el propio Alejandro cuando, años después, en un banquete en Samarcanda, aquel le echase en cara que se comparara con los dioses y su creciente "orientalización".

La conquista de Persia

Durante los primeros años de reinado, Alejandro aumentó la presión sobre los Estados griegos sometidos a Macedonia que, aprovechando la muerte de Filipo, se habían rebelado. Una vez logrado el control de la Hélade, y para seguir las políticas de expansión que ya había iniciado su padre, en el año 334 a.C, Alejandro lanzó a su ejército, de apenas 40.000 hombres, contra el poderoso Imperio persa. A pesar de la superioridad numérica del ejercito del rey Darío III, Alejandro lo derrotó en las batallas del Gránico e Issos (333 a.C.), Gaugamela (331 a.C.) y la batalla de la Puerta Persa (330 a.C.).
Tras conseguir el control de la Hélade, el joven Alejandro lanzó a su ejército, de apenas 40.000 hombres, contra el poderoso Imperio persa
A finales de 334 a.C., Alejandro decidió pasar el invierno en Gordion, la antigua capital de Frigia (Asia Menor). Allí se encontraba un famoso carro real, sujeto a un nudo muy complicado de deshacer. Según el oráculo de Gordion, "quien supiera deshacerlo conquistaría Asia". Algunas fuentes indican que Alejandro desató el nudo pacientemente, y otras afirman que lo cortó con su espada. Esa misma noche estalló una tormenta eléctrica que simbolizó, según Alejandro, que Zeus aprobaba sus planes de conquista.
A su paso por Egipto, Alejandro fue recibido como un héroe tras sus victorias contra los persas. Durante su estancia en el país del Nilo, inició la construcción de varios templos y mostró su veneración a los dioses locales. En Menfis, ante el fervor del pueblo, que lo veía como un libertador, el monarca macedonio fue nombrado faraón de Egipto. Durante su estancia en el oasis de Siwa, sede del célebre oráculo del dios Amón, Alejandro consultó a la divinidad para que le confirmara su origen divino y ratificara que era hijo de Zeus, identificado en esa remota región con el dios egipcio Amón.
En el año 331 a.C., mientras el derrotado Darío III emprendía la huida –posteriormente fue asesinado por Bessos, un noble persa–, Alejandro completó la conquista de Persia. Entró triunfalmente en Babilonia, Persépolis y Susa, donde se casó con la hija de Dario III, la princesa Barsine-Estatira.

Expedición de Alejandro Magno hacia la India

Dueño de Asia central y del actual Afganistán, Alejandro se lanzó a conquistar la India, y aunque se hizo con la parte occidental del subcontinente, tuvo que renunciar a continuar avanzando hacia el este a causa del amotinamiento de sus tropas, agotadas por tan larga sucesión de conquistas y batallas. Tras su campaña en Bactria en el año 327 a.C., se casó con Roxana, hija de Oxiartes, un noble bactriano que se había alzado contra él.
Alejandro tuvo que renunciar a continuar su conquista de la India por el amotinamiento de sus tropas, agotadas por la larga sucesión de conquistas y batallas
Tras su campaña por la India, Alejandro fue plenamente consciente del grado de sofisticación que había alcanzado el Imperio persa. Fascinado por ello, el conquistador llegó incluso a adoptar las costumbres y las formas de vestir de los persas, algo que desagradó sobremanera a sus oficiales macedonios, que incluso llegaron a rebelarse, algo que Alejandro atajó ejecutando a los cabecillas.

El trágico final de Alejandro Magno

En este contexto de desconfianza, el hombre más cercano a Alejandro –con el que incluso parece ser que mantuvo una relación afectiva–, Hefestión, enfermó durante unos juegos que se celebraron en la corte. Una semana más tarde murió y, según relatan las crónicas, Alejandro se volvió loco de dolor, se hizo afeitar la cabeza y canceló todos los festejos. Alejandro partió a Babilonia con el cadáver de su amigo, celebró fastuosos juegos funerarios en su recuerdo e hizo construir un gran mausoleo en su honor.
Cuando murió su amado Hefestión, Alejandro se volvió loco de dolor e hizo celebrar fastuosos juegos funerarios en su honor
Un caluroso día de junio, Alejandro Magno moría en su palacio de Babilonia. Incluso a día de hoy aún existe debate sobre las causas de su muerte. Hay quien apunta a unas fiebres y hay quien dice que fue envenenado. Sea como fuere, su muerte prematura a los 33 años impidió que el inmenso imperio que había creado sobreviviera a su desaparición. Luchas sucesorias, en las que sus esposas e hijos fueron asesinados, disgregaron su legado, que se repartió entre sus generales dando origen a los Estados Helenísticos.

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