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domingo, 17 de noviembre de 2019

La Historia del Amor Cruel : Capítulo CDXXII.- Elsa Martinez Linares, es acusada de evasión de impuestos, por el desfalco del Contador que no pagó las contribuciones.............

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, como informamos en el capítulo anterior; Elsa Martinez Linares, quien era una adinerada empresaria, caminaba en compañía  del joven vendedor Olzagon, dentro del terreno donde se construían grandes almacenes; pero ella tenía planes con él para la noche, para compartir un encuentro amoroso en su departamento; había una conversación fluida entre ellos, tanto así, que ella le manifestó que le gustaría conocer la tierra donde él nació, esas expresiones emocionaron al joven vendedor, quien le describió ligeramente el lugar de su nacimiento y el medio ambiente de aquellas comarcas.


Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Elsa Martinez Linares, después de pasear la extensión total de su terreno en plena construcción, decidió regresar a la oficina del ingeniero constructor ella siempre en compañía del joven Olzagon, al llegar el funcionario estaba en pleno diseño de los locales en construcción de acuerdo a las nuevas recomendaciones de la dueña, hubo un intercambio de ideas y llegaron a un acuerdo.
En seguida, Elsa Martinez, llamó a la empresa para saber si necesitaban su presencia, uno de los empleados le contestó que si, por que unos funcionarios de Oficina de Contribuciones le estaban esperando, ella al escuchar aquella noticia se puso nerviosa, pero rápido reaccionó y agradeció la información y le dio instrucciones al empleado que informe a los funcionarios que ella está en camino de regreso para atenderlos.
Rápidamente, ella se despidió del Ing° Constructor y salió con Olzagon para ir a su camioneta, en el trayecto dijo a su acompañante:
--- En este país, el Gobierno te persigue si eres una empresaria de éxito, por que según ellos, estás evadiendo impuestos, si estás en quiebra también eres un evasor por que cierras tus negocios para no pagar beneficios sociales.
Elsa Martinez Linares hace una pausa y agregó:
--- Y están en la tienda oficiales de contribuciones y ellos verán cantidad de clientes, y seguro harán conjeturas del movimiento de caja y compararán con las contribuciones pagadas; felizmente tengo un contador muy cumplido, y en este momento iré a su oficina, para que; en su compañía atender a los funcionarios que me están esperando.
Elsa Martinez Linares y Olzagon, llegaron a la puerta principal y salieron a la calle, allí los estaba esperando el chofer sentado en la camioneta; Elsa y Olzagon subieron al carro, y ella ordenó ir con la premura del tiempo a la Oficina Contable en el centro de la Ciudad.
Al llegar, allí, el Contador acababa de llegar de otras oficinas que él regentaba, quien al ver a la empresaria la saludó así:
--- Buenas tardes señorita Elsa ¿Qué novedades la traen a la oficina?
Elsa, sin tapujos le contestó:
--- Parece que tenemos problemas con los Libros Contables o algo parecido, por que funcionarios de Contribuciones me están esperando, dígame: ¿Cómo estamos con los pagos de Impuestos?
Al contador se puso pálido el rostro, denotando temor o pavor y casi tartamudeando, le contestó:
--- Creo que bien señorita, estamos cumpliendo con nuestras obligaciones................
Pero, Elsa le interrumpió. 
--- Por favor señor, aclare su repuesta, dijo Usted: ..."Creo que bien?. me gusta esa respuesta, si nosotros puntualmente le entregamos el dinero para el pago de los impuestos; no entiendo, por que usted no tiene una respuesta concreta.
El Contador, casi tartamudeando, se franqueó y dijo:
--- Señorita Elsa, no hemos pagado por tres meses, ese dinero se destinó para otros clientes, quienes me ofrecieron devolverlo, pero nunca lo hicieron, Yo no he tomado un solo centavo para uso personal, pero si tomé ese dinero para pagar a otros; pero ya fui a la Oficina de  Contribuciones, y les prometí saldar la deuda en los próximos meses; por eso no entiendo que hacen esos funcionarios en su empresa.
Elsa Martinez Linares, se puso fría y muy preocupada por la confesión y franqueza del Contador, que a ella le perjudicaba, y tampoco podía despedirlo, por que en aquellos tiempos, no era tan fácil para desprenderse de alguien que conoce la historia de contribuciones de la empresa, y le contestó:
--- Señor Contador, no si matarlo por sinvergüenza y conchudo, pero no merece morir un perro desgraciado como usted; me ha defraudado, ha roto mi confianza absoluta que tuve en usted y ahora seré acusada de evasora y tiene pena de cárcel según el monto del desfalco de impuestos no pagados.
El Contador en una actitud deplorable, se arrodilló ante la presencia de Elsa y le pidió perdón y prometió ayudar para salir del impasse del pago de impuestos.
Elsa, ante el asco que sintió ver a su Contador humillado por su desgraciada conducta, le preguntó, quienes eran los "beneficiarios" que con su dinero ellos si pagaron, y el Contador le contestó así:
--- Por respeto a la labor profesional, no puedo darle los nombres señorita Elsa.
Pero, Elsa muy enardecida, le respondió:
--- Por favor déjese de hablar estupideces, si usted no es un profesional en su conducta y digame quienes son, para ir a cobrarles mi plata, y si no lo hace me veré en la necesidad de prescindir de sus servicios.
El Contador, ante la presión de la empresaria, le contestó:
--- Señorita Elsa, los favorecidos con su dinero son: Las empresas de su primo Cristóbal, la lavandería de su cuñada Leonor, y las tiendas de las zapaterías de su primo Alfredo; todos ellos me convencieron arguyendo que usted tiene mucho dinero y que si Contribuciones la descubría, usted pagaría en forma callada para no verse involucrada en la evasión de impuestos, yo accedí a cambio de nada, sólo era un favor para ellos.
Elsa Martinez Linares, se enfureció más, por la enclenque actitud de un contador sin criterio profesional, que haya evadidos los impuestos de ella para pagar a otros y eran sus propias familias a quienes ella nunca visitaba por ser ellos de mala calaña y ahora ellos se habían favorecido con una cuantiosa suma de dinero y que tal vez no habría manera de recuperar ese dinero y tranquilizándose le dijo:
--- Me acompañas a la tienda e informarás a los funcionarios que fuiste tu quien desvió el dinero a otros en perjuicio mío.
Pero, el Contador no quería ir y menos atestiguar su falta de ética profesional, por que perdería su licencia contable y sería inhabilitado para ejercer la profesión de Contador y dijo:
--- Señorita Elsa, le trabajaré un año sin cobrar mi mensualidad, pero por favor no me obligue ir ante ellos, por que me suspenderán la licencia contable.
Elsa, siempre astuta como sacar del lobo un pelo, le replicó:
--- Bien, no quieres ir, serán tres años sin sueldo, uno que lo aceptaste por tu propia voluntad y los dos los cobrarás del "préstamo" de los "favorecidos" de mi familia, y serán ellos quienes te pagarán tu mensualidad, aceptas o te denuncio..
El Contador, viéndose perdido aceptó las condiciones y firmaron un documento en papel en blanco con firma y sello de la Oficina Contable.
Elsa, guardó el documento firmado en su cartera y mirando a Olzagon, le dijo:
--- Nos vamos Jovencito a mi empresa....
Elsa Martinez Linares, salió de la Oficina Contable, aturdida y decepcionada, ella tenía mucha fe y confianza en el Contador y la defraudó tan miserablemente, este individuo la traicionó y todavía con los individuos de su propia familia.
Ellos salieron rumbo a la empresa mayorista, al llegar, allí estaban los funcionarios de la Oficina de Contribuciones, muy impacientes de tanto esperar, quienes al verla, uno de ellos le dijo:
--- Buenas tardes señorita Elsa Martinez Linares, la esperábamos desde hace dos horas, está usted acusada de evasión de impuestos.........
Continuaremos.................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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