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domingo, 26 de enero de 2020

La Historia del Amor Cruel: Capítulo CDXXXII.- Rudecindo Guevara Galvéz, invitó a la Cafetería "El Sabor del Aroma Cafetero", a Elsa Martinez Linares, y al llegar al asiento ella notó algo...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon, y como informamos en el capítulo anterior; Elsa Martinez Linares, algo resentida consigo misma, al no poder ver más a su amado joven amante Olzagon; para evitar ser extorsionada por su propia familia, quienes querían su dinero a como de lugar, pero ella cortó por lo más doloroso sentimentalmente: no ver más a Olzagon, decisión muy atinada, por que su primo Alfredo Linares acaba de tenderle una trampa; ahora Elsa Martinez Linares, trabaja como de rutina en su empresa, y recibió la visita inesperada del Gerente General de la empresa Import & Export S.A.,  y la invitó a tomar una taza de café y ella sorprendida al principio y finalmente aceptó salir con él a la Cafetería "El Sabor del Aroma Cafetero"...........

Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Recordemos; que don Rudecindo Guevara Gálvez, tal como se llamaba el Gerente General de la empresa Import & Export S.A., tenía una predilección y era un asiduo concurrente a la Cafetería "El Sabor del Aroma Cafetero", y precisamente a este lugar de encanto en la preparación de cafés, esta vez irá con la señorita Elsa Martinez Linares, quien se ha convertido en una de las principales clientes de la distribuidora y tal vez por esa razón, el Gerente General la invitó a beber café. Ellos ya compartieron en el Restaurante del exclusivo Club Empresarial con la hija de los dueños, pero fue muy estricto el protocolo que no hubo tiempo de mantener cierta confianza.
Estando en la oficina de Elsa Martinez Linares y que ella aceptó salir, y después fue ella quien agregó:
--- Nunca he salido a tomar una taza de café, siempre lo hago en mi casa; pues siempre hay una primera vez y tendré el honor de compartir con usted señor Guevara.
Don Rudecindo Guevara Gálvez, se sintió muy halagado por la aceptación en salir solos con la empresaria, que no había ningún otro interés que lo puramente comercial, al menos hasta aquellos momentos así lo parecía...
Entonces, Rudecindo siempre culto y galante le contestó:
--- Señorita Martinez, el honor es mío compartir una taza de café con usted, dígame: ¿Alguna vez ha deseado ir a una cafetería?
Elsa, rápidamente le contestó:
--- Como le repito nunca he bebido una taza de café en la calle, pero si he escuchado a más de una persona, hablar muy bien de la Cafetería "El Sabor del Aroma Cafetero", por lo que hoy me gustaría conocerla.
El Gerente General Rudecindo Guevara Gálvez, casi salta hasta el Cielo, al escuchar el nombre de la Cafetería "El Sabor del Aroma Cafetero", donde según él, sirven el mejor café del mundo, y le contestó:
--- Señorita Martinez, la cafetería que usted acaba de mencionar, es el lugar predilecto para mi persona y le aseguro que usted después de este día, se convertirá en una asidua concurrente cada vez que sienta el sabor del café en sus labios.
Inesperadamente, sonó el tañido (el "tin tan") de las campanas del Mercado Mayorista, anunciando la finalización del día laborable en todas las tiendas; felizmente en la  tienda mayorista de Elsa Martinez Linares, tan solo quedaban 05 clientes por atender, se cerraron las puertas para evitar la entrada de otros clientes.
Elsa y Rudecindo, siguieron conversando y comenzaron a llegar los empleados de la tienda, pidiendo llaves de las cerraduras, autorizaciones para ingresar a ciertos almacenes, claves para asegurar productos sensibles y otras ordenes de rutina para cerrar la tienda; al mismo tiempo fueron atendidos los clientes que estuvieron presentes, ellos salieron con sus paquetes.
Entonces, pidió permiso Elsa Martinez Linares, para ausentarse e ir a la caja a cuadrar cuentas de todo lo vendido durante el día; luego que se hizo todas estas actividades y teniendo todo conforme, Elsa llevó en una bolsa muchos fajos de billetes y regresó a su oficina, allí estaba Rudecindo aguardándola, ella el hizo una mueca como agradeciendo su paciencia; abrió la caja fuerte y guardó los fajos de billetes, la cerró y firmó algunos documentos pendientes y dijo:
--- Don Rudecindo estamos listos, nos vamos...
El visitante se levantó de su asiento y junto a ella salieron de la oficina; antes y luego Elsa echó llave a su puerta, ya afuera vieron que los empleados  ya habían firmado sus tarjetas y se fueron a sus domicilios, solo estaban allí el guardián y el chofer, quienes al ver a la jefa junto con el visitante lo saludaron que les fue presentado por Elsa.
Todos los allí presentes salieron a la calle, en seguida el guardián echó llaves a 14 cerraduras, que había colocado Elsa, dándole seguridad a su negocio.
Elsa Martinez Linares, se le veía muy pequeña ante la talla de casi dos metros de Rudecindo Guevara Gálvez, ella guardó las llaves y mirando a su visitante le dijo:
--- Don Rudecindo iremos en su automóvil, por que el mío lo llevará el chofer a la cochera.
Rudecindo siempre muy atento y educado, le contestó:
--- Será un honor tenerla como pasajera en mi automóvil....
Ambos se rieron a carcajadas, luego Elsa le dio instrucciones al chofer para que lleve el carro a la cochera y al guardián le deseó buena suerte en el trabajo nocturno cuidando la tienda.
En aquella zona, casi todas las grandes tiendas tenían su vigilante nocturno, por lo peligroso que era durante la noche, por que colindaba con los barrios bajos.
Luego, Rudecindo abrió la puerta del copiloto de su automóvil e invitó a subir a Elsa, ella subió y él le cerró la puerta, en seguida dio la vuelta y subió al volante y partieron; en el trayecto hubo mucha conversación, por que había mucha empatía entre ellos; pero por el momento a ninguno de los dos se les cruzó por la mente sentimientos amorosos.
Al llegar a la cafetería, la playa de estacionamiento estaba completamente llena de automóviles; por lo que Rudecindo, quien conocía la zona manejó hasta una cochera próxima, allí entró y estacionó su automóvil, entregó las llaves al empleado, él se bajó y fue hasta el otro lado abrió la puerta e invitó a Elsa a bajar.
En seguida,  dio instrucciones al empleado que estacione su automóvil próximo a la puerta de salida, por que regresará por su carro.
Luego, Rudecindo y Elsa salieron del estacionamiento y caminaron unos 100 metros hasta la cafetería.
Al llegar, fueron recibidos por una anfitriona, quien saludó por su nombre a don Rudecindo y le anticipó que si había un sitio para dos personas y por esas coincidencias muy especiales y tal vez raras, fueron al mismo lugar donde una vez, él fue con Olzagon y también allí estaba otra vez la señorita María Elena Ramos; anfitriona del Restaurante Campestre "El Buen Aire". Ella estaba tomando una taza de café completamente sola, tal como lo fue antes, Rudecindo la reconoció, pero disimuló no haberla visto y siguió por el costado con su invitada, la mesera los ubicó en la mesa y les entregó la cartilla del extenso menú.
Entonces, Rudecindo siempre cortés, esperó que Elsa pase la vista por los platillos allí mencionados y ella pidió:
--- Por favor una taza gigante de café simple sin mezclas.
En seguida; Rudecindo por pura coincidencia también le gustaba lo mismo y lo pidió, no agregaron bocadillos, tal vez por que era la primera vez que salían juntos.
La mesera, recogió y llevó el pedido y se retiró, empezó de nuevo la charla entre ellos y fue Elsa quien dijo:
--- Don Rudecindo, es la primera vez que vengo a esta cafetería, sin embargo usted es muy conocido aquí, por favor dígame: ¿Qué hay de especial en este lugar que está completamente lleno de clientes y casi todos beben café?
Rudecindo, quien efectivamente era un cliente que siempre concurría allí, le contestó:
--- Señorita Elsa, conozco a los dueños, por lo que este lugar tiene una particularidad que los dueños tienen grandes fundos donde cultivan las plantas del cafeto y preparan su propio café; además, ellos coordinan con otros cultivadores cafetaleros quienes les proveen los mejores granos con calidad de exportación; algo que no existe con otras cafeterías. Asimismo aquí usted encuentra candidez y comodidad en beber una taza de café en medio de tanta gente.
Elsa, se sonrió por que le gustó la respuesta de su acompañante y le hizo otra pregunta algo indiscreta que ella lo detectó desde antes de sentarse en la mesa y dijo:
--- Don Rudecindo, al llegar aquí, usted se sorprendió por la presencia de aquella joven muy bonita que está detrás de nosotros, siento su presencia, ella también lo vio a usted y cambió la mirada con disimulo muy discreto, dígame: ¿Quién es ella?
Con las curiosidades femeninas no se puede luchar y don Rudecindo tiene que contestar...
Continuaremos...................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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3 comentarios:

Manuel Diaz Burga dijo...

RIANSE MUCHO. El viejo adagio..La risa es una buena medicina sigue vigente hoy jnvestigaciones médicas han descubierto que la risa produce también beneficios fisiológicos y neurológicos....La risa ayuda a reducir el estrés estimula el sitema inmunológico reduce la presión arterial une a las parejas y mantiene viva la relación., Decimos a las parejas que busquen cosas de las que reirse y que dejen de pelear por nimiedades.,

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui dijo...

Gracias: Manuel Diaz Burga, por su exclente reflexión sobre los efectos de la risa, es muy cierto para reirse se mueven menos músculos que para fruncir el ceño con ira.., quien rié siempre vivirá más años por demostrar que la risa es parte de la vida y acaba con las nostalgias, abrazos Primo, Chema

Manuel Diaz Burga dijo...

Un abrazo primo Chema saludos para la familia