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domingo, 28 de junio de 2020

La Casa de la Loma tiene un Fantasma : Capítulo DLXIII.- Amalia "Ojos verdes" y Rogelio Campos; continuaron durante la noche arriando a la yunta de bueyes recuperados de las lejanías azules...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Amalia "Ojos verdes" llegó a la casa de su amiga Romelia en compañía de su amante Rogelio Campos y don Fortunato "Fortuna" Campos (esposo de la dueña de casa) que los acompañó, luego de los saludos del regreso y con la yunta de bueyes recuperada; don "Fortuna" ingresó al interior de su casa y sacó una botella de aguardiente de caña que la bebieron celebrando el triunfo de doña Amalia; no participó de los tragos doña Romelia, quien más bien ingresó a la cocina para servir la comida a los recién llegados....


Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Afuera en el corredor de la casa, don "Fortuna" como anfitrión seguía sirviendo los tragos de aguardiente y quedó en él, beber el brindis que le hizo don Rogelio, se sirvió medio jarro y brindó de nuevo con doña Amalia; así continuaron hasta que se terminó todo el contenido de la botella.
Justamente, salía de la cocina doña Romelia con dos mates servidos de sango montado con tortilla de huevos y les dijo:
--- A ver doña Amalia y usted don Rogelio, se van a servir sango de maíz blanco, ojalá les guste esa pobreza (exagerada humildad).
Los aludidos al unísono le contestaron:
--- ¡¡¡ Muchas gracias doña Romelia !!!.
Doña Romelia, dirigiéndose a su esposo don "Fortuna", le dijo:
--- Fortuna, deseas que te traiga la comida o vas a la cocina a comer.
Don "Fortuna", que ya estaba con síntomas de estar mamado (ebrio), le contestó:
--- Si hija, me quedaré con mis amigos, trae mi comida  y otra botella de aguardiente.
Doña Romelia, muy obediente ingresó de nuevo a la cocina y le sirvió la comida al marido y desde un rincón de la sala sacó otra botella de licor y salió y dijo:
--- Fortuna, aquí tienes tu comida, pero la botella del cañazo la vamos a beber todos.
Doña Romelia muy entusiasta, sacó el corcho de la botella y ella misma se sirvió casi medio jarro del licor y brindó con su amiga Amalia, así:
--- Brindo con usted amiga Amalia, por la suerte que tuvo en recuperar su yunta de bueyes, que Dios le ampare siempre ¡¡¡ Salud !!!
Doña Romelia, demostrando que también sabía beber, levantó el jarro y se bebió todo el contenido, y sirvió igual dosis para su amiga Amalia, quien al recibir el jarro, le contestó:
--- Gracias amiga Romelia, por las atenciones recibidas de su parte y a su esposo don "Fortuna" por la compañía que fue primordial en nuestro empeño de recuperar mi yunta de bueyes ¡¡¡ Salud amiga Romelia !!!
Doña Amalia, se bebió su trago y entregó el jarro a doña Romelia, que se sirvió igual contenido y brindó con Rogelio Campos y le dijo:
--- ¡¡¡ Salud don Rogelio !!! Me siento feliz que hayan hecho amistad con mi esposo "Fortuna".
Los cuatro personajes siguieron bebiendo, hasta que se terminaron el contenido de la segunda botella, los recién llegados terminaron su comida y aún así ya estaban  mamados (ebrios) y junto a don "Fortuna" se quedaron dormidos sobre el poyo; pero doña Romelia que había quedado picada (a medio beber), quería seguir con los tragos, pero no tenía con quien; no le quedó más remedio que cargar con su mote con cenizas e ir al chorro de agua para lavarlo.
Después de dos horas, se despertaron los borrachos, todos al mismo tiempo, ya encontraron sobre el poyo  un balde lleno de limonada (yugo de limón con agua) endulzado con el dulce (chancaca) que les aplacó la sed de borrachera y como casi ya estaba llegando el anochecer, regresó doña Romelia y al verlos despiertos, les dijo:
--- Amiga Amalia, creo que deben a quedarse a dormir en mi chosita, por que ya va anochecer, aquí de cualquier manera nos acomodamos y en la madrugada parten a su casa.
Rogelio Campos, escuchó la invitación para pernoctar en aquella casa, pero la yunta de bueyes quedaría expuesta a ser robada de nuevo, y sin esperar que le conteste Amalia, intervino él, y le dijo:
--- Muchas gracias doña Romelia, pero nosotros tenemos que continuar y aprovecharemos la noche halando a los toros para avanzar lo más lejos posible...
Pero, sin que se lo pidan, intervino Amalia, quien si quería quedarse, por que se sentía cansada de tanto trajín caminando en la recuperación de sus bueyes y dijo:
--- Gracias amiga Romelia, yo si quiero quedarme, más bien saque otra botella de aguardiente para seguir bebiendo.
Doña Romelia, que estaba buscando yunta para beber, se dijo así misma: "Para luego es tarde, pues sacaré otra botella", entró a la sala a buscar el trago.
Pero, Rogelio Campos conocedor de la conducta de los ladrones, por ser él uno de ellos; sabía que el tal Samuel "Cimarrón" no iba a quedarse tranquilo al perder la yunta de bueyes, muy seguro intentará recuperar lo sacado de su potrero, aún siendo por los legítimos dueños, y efectivamente hay movimientos en esos lugares y lo primero que hizo fue viajar hasta donde vivían los jóvenes hermanos ladrones, que robaron la yunta, pero ellos no le dieron cara, huyeron al saber que él, llegaba en su búsqueda.
Rogelio Campos, no se equivocaba en sus conjeturas y sabía que la respuesta estaba acercándose, por lo que se levantó del asiento y dirigiéndose a don Fortuna, le preguntó:
--- Don Fortuna: ¿Tiene un potrero que no esté ubicado al nivel del camino real?
Don Fortuna, algo preocupado por la repentina pregunta, le contestó con otra pregunta:
--- ¿Por qué me pregunta eso? La respuesta es que no tengo ningún potrero oculto, todos lindan con el camino real.
Rogelio Campos,  al escuchar la respuesta de don Fortuna, se rascó la cabeza por la incomodidad que le produjo no tener seguridad para los toros; no teniendo otra alternativa, tuvo que hablar la verdad en términos de bandolero:
--- Amiga Amalia y amigos dueños de casa; cuando un ladrón pierde lo robado es la peor humillación de su vida, y tratará por todos los medios de recuperar lo perdido, aún siendo los mismos dueños quienes lo hicieron; por lo que estoy seguro que ahora estamos siendo rastreados y ellos vienen por nosotros, yo amenacé a los hermanos ladrones para que no nos sigan; pero nunca supimos del tal Samuel "Cimarrón", ese hombre está herido en su orgullo, que de su propio potrero hayamos recuperado la yunta de bueyes, ya nos está siguiendo, por lo que tenemos que seguir y perderles el camino... nosotros tenemos que pensar como ellos y les ganaremos con ventaja....
Recién Amalia, doña Romelia y don Fortuna entendieron de como piensan los ladrones, era una conducta desconocida para ellos y recapacitando, ya no bebieron más, se abrazaron despidiéndose, los viajeros cargaron sus bolsicos, Amalia haló a sus bueyes, era lo más acertado, avanzar lo máximo posible para desanimar a los ladrones que los sigan y rastreen, cuanta razón tenía el bandolero Rogelio Campos.....él pensaba como ellos...
Como lo había previsto Rogelio Campos, a media noche en la casa de don "Fortuna" comenzaron a ladrar los perros sintiendo a extraños, y los más bravos eran los perros del finado Concepción Huamán que se habían quedado en esa casa y fueron estos perros que no se dejaron acosar por los ladrones que pretendían ingresar a la casa por la fuerza.
El ladrido de los perros, despertó a los dueños de casa, que se levantaron don Fortuna y su esposa Romelia, y como los perros seguían defendiendo la casa, ellos abrieron la puerta de salida de la sala y desde el umbral incitaron a los perros con palabras como: "Uje perro", "Uje perro", parece que los caninos se sintieron motivados con el apoyo de los amos y siguieron atacando al enemigo invisible por la oscuridad de la noche.
Paulatinamente los perros perdieron interés, dejaron de ladrar lo que significaba que los probables intrusos se fueron o se escondieron en algún lugar, no se podía determinar quienes son y que quieren o querían, pero si se podía suponer que eran elementos malos dada su presencia en aquellas horas de la noche. Lo que si era cierto que ellos perseguían a alguien y ese alguien eran doña Amalia "Ojos verdes" halando a su yunta de bueyes.
Pero, don "Fortuna" y su esposa Romelia, ya no estaban tranquilos, a esas horas se presumía que esos supuestos transeúntes podrían ser los ladrones de las lejanías azules, pero para que querían entrar a la fuerza a la casa de doña Romelia.....
Continuaremos.................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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