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domingo, 1 de noviembre de 2020

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN : Capítulo L.- Cuando el señor Chonkik, invocó a los dioses pidiendo protección para su hijo Siekik; apareció el "Búho de la Suerte"(Pucu nikosäk ærô), anunciando que tribus vecinas, estaban cerca y listas para atacar la vivienda por el norte y el sur...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los : Orígenes del Señor de Sipán;  Chonkik padre de Siekik, organizó una ceremonia de agradecimiento a los dioses, con el sacrificio de dos venados, en honor por el regreso de su hijo Siekik, quien conquistó nuevos terrenos para el engrandecimiento del Señorío en nacimiento, que era la más grande aspiración del señor Chonkik..


Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.  Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Todo estaba dispuesto; para dar inicio a la ceremonia del sacrificio de dos venados en honor a los dioses por haber permitido el regreso triunfal de Siekik, único hijo del señor Chonkik; ya los animales están en el centro del gran patio, se encendieron mechones para iluminar la oscuridad, ya que aún no aparecen los rayos de la diosa que ilumina la noche (La Luna).
Desde el fondo de la puerta de salida de las cocinas, apareció la señora Mokumac, acompañada de su nuera Nassanchak, quien es la pareja de Siekik, ellas traen las bateas para recoger la sangre y los corazones de los venados, no aparece la mujer hermosa Chosinik ni las demás mujeres.
Entonces, cuando las mujeres avanzan al gran patio, se escuchan los sonidos musicales de la banda compuesta por 12 músicos; quienes empiezan tocando el tambor en forma pausada, como si estuviesen contando los pasos de las mujeres; ya en el centro del gran patio, se encuentran el señor Chonkik, su hijo Siekik, quien extraerá los corazones; Chamokik, quien cortará el pellejo del pecho de los venados, alrededor y formados todos los vasallos dando solemnidad al acontecimiento, todos esperan el inicio de la ceremonia..
Misteriosamente desde el Poniente; aparecen los primeros rayos plateados de la diosa de la iluminación (La Luna), que en aquella fecha estaba en cuarto creciente; aún así sus rayos iluminan el patio central, los músicos se acercan y estando todos los asistentes y participantes y bajo el golpe del tambor empieza el suceso de la ceremonia...
Chamokik, quien ya pidió permiso al señor Chonkik; se acerca al primer venado tumbado y maniatado sobre el piso, él, le tantea el pecho y con una pieza cortante le hace una incisión y corta el pellejo del animal  del tamaño de un puño cerrado, el dolor hace reaccionar al animal que tan solo mueve su cuerpo trabado.
Entonces, Chamokik, hace la venia ante Siekik y le dijo:
--- Oh Gran Guerrero, el venado está listo para que le extraiga el corazón.
Siekik, inclina el cuerpo, casi en cuclillas impulsa su mano derecha a la herida del pecho del animal, usando la fuerza logra ingresar la mano cerrada que va directo al corazón que estaba latiendo, lo arrancó y lo extrajo hacia afuera, luego se levantó e impulsó sus dos manos con el corazón hacia el firmamento levantando la cerviz y allí espera.
El señor Chonkik, que estaba a su costado hace la invocación a los dioses así:
--- "Oh dioses de la claridad y la oscuridad, agradecemos su generosa bondad al permitir regresar sano y salvo a mi hijo Siekik; quien bajo el amparo de ustedes conquistó nuevos territorios, con humildad  aceptamos sus favores por la grandeza de nuestro dominio".
En seguida, Siekik bajó la cerviz y con el corazón en la mano derecha lo depositó en la batea que la sostenía su pareja Nassanchak, quien ya había recogido la sangre, ambos se hicieron la venia.
De inmediato los tambores anunciaron el segundo sacrificio, que igualmente Chamokik, quien cortó el pellejo y Siekik, extrajo el corazón; esta vez era la señora Mokumac quien recogía la sangre.
Entonces, Siekik con el corazón en sus manos, lo elevó hacia el firmamento; esta vez pidió permiso a su señor padre para invocar, él a los dioses, y con venia concedida dijo:
--- "Oh Grandes Dioses, imploro a ustedes la prolongación de la vida de mi padre el señor Chonkik; aún no ha nacido el Señorío, pido a ustedes darle esa oportunidad y humildemente como su hijo continuaré su herencia."
El señor Chonkik, junto a esposa Mokumac; totalmente sorprendidos por la invocación de su hijo, se sonrieron; en seguida Siekik, bajó el corazón y lo entregó a su madre, quien con lágrimas en los ojos y muy emocionada por los acontecimientos y la rápida madurez de su hijo, no dijo palabra alguna, ella sólo correspondía a las venias; en cambio el señor Chonkik, muy sereno se acercó a su hijo, le puso la mano derecha sobre el hombro izquierdo y le dijo:
--- Hijo, el Señorío ya nació y serás el líder de su engrandecimiento, yo soy testigo de tu poder y sabiduría.
Por otro lado; Renkik con los cuerpos sacrificados de los venados junto a los cazadores retiraron los pellejos y vísceras y entregaron la carne en las cocinas para su preparación de la comida.
Al culminar la ceremonia del sacrificio, la señora Mokumac acompañada de Nassanchak; regresaron con las bateas a la cocina para la preparación del potaje principal que será servido exclusivamente a los líderes.
Todas las mujeres trabajaban arduamente bajo la dirección de la esposa de Renkik, entre ellas estaba Chosinik, que efectivamente demostró ser una excelente cocinera; ella, en compañía de dos dos mujeres más se encargaron de guisar y sazonar las carnes; por su puesto el trabajo era mancomunado, en aquella noche el movimiento de las mujeres era febril, se habían parado un número de 06 grandes ollas, que según ellas alcanzará para todos incluidos los vasallos nuevos.

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío.
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Mientras tanto, en el gran patio central, alrededor de un fogón especialmente encendido como una caldera en honor a los dioses, lo seguía atizando las ágiles manos de Siekik, quien al mismo tiempo conversaba con su padre; ante la atenta mirada de Renkik, Chamokik y Monkik y éste último que hacía las veces de traductor, profesor y músico; los demás vasallos desparramados o unidos en pequeños grupos conversaban entre ellos según su dialecto que dominaban.
Después de un descanso, por espacio de unos 50 minutos; nuevamente el señor Chonkik, conversó con Renkik y le dijo:
--- Renkik, que los vasallos formen, por que vamos a invocar a los dioses que nos protejan contra la avaricia y peligros de guerra de las tribus vecinas que nos miran como sus enemigos que les competiremos en el desarrollo de los terrenos.
Renkik, hizo la venia de sumisión, se separó de ellos y fue ante los vasallos, que por cierto eran dispares, ellos habían de casi todas las tribus y hablaban su dialecto, tuvo que recurrir a la ayuda de Monkik, quien apelando a las señas y movimiento de las manos se pronunciaba las ordenes, se les convocó a formar de nuevo y todos se acercaron alrededor de la fogata central, donde el señor Chonkik, reinició las ceremonias e invocó:
--- "Oh Grandes Dioses, durante este tiempo de la oscuridad se hace propicio para el ataque de gentes vecinas, que no nos quieren como un Señorío; nosotros no agredimos a nadie, simplemente hacemos lo que por derecho nos corresponde: conquistar la naturaleza. Os ruego dioses su protección para mi hijo Siekik quien es el nuevo líder de este dominio, también les pido protección para su pareja Nassanchak que juntos levantarán el poderío de este Señorío; mi esposa Mokumac y yo estaremos siempre con ellos, merced dioses por escucharnos."
Era la máxima plegaria dirigida a los dioses, por que algo le anunciaba como una premonición al señor Chonkik, ya que habían muchos ojos vecinos que podrían atacarlos en cualquier momento.
Repentinamente apareció el "Búho de la Suerte "(Pucu nikosäk ærô), que últimamente se había retirado al bosque por varios días; y comenzó a ulular y avisó a Chonkik, que tenía visita no deseada, era una clave que sólo Chonkik la entendía; ante el eminente peligro, él en voz muy baja se acercó a su hijo Siekik y le dijo:
--- Hijo, los dioses nos protegen, ya tenemos visita no deseada; muy seguro enemigos que te han seguido, por la avaricia de querer arrancarte los terrenos conquistados, tenemos que defendernos, ordena a Chamokik, que distribuya a los guerreros, que yo haré lo mismo con Renkik.
El "Búho de la Suerte "(Pucu nikosäk ærô), siguió ululando y con movimientos de aleteo señalaba hacia el norte y el sur de la vivienda que coincidía con montículos (chopes, arbustos y árboles) que facilitaban ocultar a personas; con la experiencia acumulada sin hacer ruido, Chamokik dio ordenes a los 05 guerreros que se distribuyan en medio de todos los vasallos para que activen sus armas (sin crear pánico) que siempre las llevaban colgadas en el pecho mientras trabajaban.
El movimiento de defensa se inició siguiendo lo señalado por el Búho de la Suerte, se repartieron un grupo hacia el norte y el otro hacia el sur.
Una vez más; el búho por orden de los dioses que si escucharon las invocaciones de Siekik y Chonkik, suplió las fallas de Renkik en no haber destinado un grupo de vasallos que hagan de centinelas en puntos de resguardo a la vivienda; pues, había mucho que hacer en este Señorío en nacimiento.
Seguramente los atacantes escondidos y amparados por la oscuridad de la noche vigilaban todos los movimientos de los vasallos de la vivienda; pero, para decepción de ellos ya fueron descubiertos y habían perdido el arma decisiva: La sorpresa, pues su ventaja murió gracias al Búho de la Suerte; ahora los dominios del señor Chonkik estaban alerta esperando el ataque para responder...............
Continuaremos...............
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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