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domingo, 27 de diciembre de 2020

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN : Capítulo LVIII.- Siekik y Chamokik; batiéndose cuerpo a cuerpo contra los invasores de la tribu Chamasachok, a quienes los vencieron, muriendo todos los invasores en el campo de batalla...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los : Orígenes del Señor de Sipán; la tribu Chamasachok, invadió el flanco Norte de la vivienda del señor Chonkik, sin saber que eran esperados por los defensores de la vivienda, que en grupo de unos 40 guerreros hicieron frente a una masa invasora de más de 100 enemigos, fue toda un batalla campal cuerpo a cuerpo; Siekik a la cabeza peleaba usando su porra y derribaba a cuanto enemigo lo tenía a su alcance, no había que tener piedad estaba haciendo uso de su legítima defensa, y también caían heridos parte de sus hombres.

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I.  Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Renkik y Monkik; quienes eran mandos en los otros flancos, que al detectar que los defensores a cargo de Siekik y Chamokik se batían contra los invasores acudieron en su ayuda, ellos se abrieron para envolver al enemigo, que seguía concentrado batiéndose, por lo que se abrieron y avanzaron alrededor de ellos y los envolvieron, quedando el enemigo en el centro de la batalla.
Monkik, quien fue un gran guerrero, antes de ser vasallo del señor Chonkik, él aplicó su experiencia del ataque por la retaguardia, que justamente lo hizo aquí, cuando algunos guerreros enemigos pretendían retroceder y huir, pero ahora no tenían por donde escapar y estando heridos eran presa fácil para Monkik, quien aplicó su técnica guerrera de limpiar el terreno de enemigos de no dejarlos vivos.
Aquella noche trágica para toda la comarca, por la matanza de guerreros que obedeciendo órdenes morían; ya que solo se escuchaban golpes  sobre las cabezas de invasores y defensores, los gritos y alaridos de los guerreros que caían y los cadáveres ya constituían sombras negras tumbadas sobre el suelo, era un espectáculo deprimente ver la carnicería humana.
El señor Chonkik, como jefe mayor, quien se batía junto a su hijo Siekik, lo hacía con todo su valor, ya que estaba en juego el nacimiento de su Señorío, y no era fácil derribar a tanto enemigo, ellos llegaron en masa y por oleadas aparecían en el campo de la batalla.
Siekik, era imbatible, como todo un líder guerrero, que había aprendido  tanto a combatir siendo aún muy joven; sobre sus pies se contaban por decenas de muertos, lo mismo lo hacía su lugarteniente Chamokik, que entre ellos se entendían perfectamente, habían momentos que se cubrían las espaldas protegiéndose mutuamente, eran dos líderes guerreros unidos por la misma causa.
Seguramente habrían pasado unos 70 minutos (una hora y diez minutos) y ya habían resultados de la batalla, los invasores habían sido vencidos y estaban siendo aniquilados, quienes en número reducido pretendían defenderse, pero todo intento era en vano, por que desde la retaguardia avanzaba Monkik con sus guerreros ilesos, gran estratega en la guerra que había logrado que ninguno de sus guerreros sea herido, y a los costados avanzaba Renkik, quien no siendo un guerrero, por que nunca peleó, esta vez demostró su capacidad de intuición que le permitió atacar con bastante acierto en el sector que él tenía a su cargo.
Entonces, alguien de los invasores gritó a todo pulmón, pidiendo un alto al combate, pero el dialecto era desconocido y como estuvo cerca a Siekik, éste lo derribó con un golpe contundente sobre la cabeza y cayó muerto; pero, si lo escuchó Monkik, quien era un traductor y desde su posición le gritó a Siekik,  y al señor Chonkik, así:
--- Oh Guerreros Siekik y Chonkik, el enemigo se rindió y piden el cese de la batalla.
Y lo que quedaba de guerreros invasores aún vivos, levantaron sus porras en señal de rendición, ya era muy tarde por Siekik y Chamokik, habían tomado la decisión de eliminaron a todos, para demostrar a las otras tribus vecinas que si se atreven invadirlos correrán la misma suerte.
Pero, el señor Chonkik, pensaba diferente, quien había peleado toda su juventud antes de establecerse donde ahora vivía, sabía muy bien las artes de la guerra, cuando el enemigo se rinde, hay que darle opción que sobreviva para que cargue con sus muertos, y gritó a su hijo:
--- Siekik, detén a tus guerreros, los invasores ya no tienen opción de batirse, han perdido a casi todos sus guerreros y los que quedan vivos dales la oportunidad de que recojan sus cadáveres; es honor del vencedor permitir al vencido sepultar a los suyos.

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío.
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Pero, todo fue una patraña, por que los embustes eran clásicos en ellos, que viéndose perdidos, que al inicio de la batalla si lograron escapar un grupo de ellos con prisioneros del grupo de los defensores de Chamokik; que los cubrió la oscuridad de la noche que no se distinguían los guerreros faltantes, que aún no habían notado Chamokik ni Siekik, y haciendo caso al señor Chonkik cesaron las hostilidades.
Rápidamente, en previsión por los antecedentes de los invasores;  Siekik y Chamokik, pasando por encima de los cadáveres enemigos, ellos comenzaron a verificar si estaban vivos los 20 guerreros que ellos seleccionaron antes y que eran para la batalla y no habían 05 de ellos, esta ausencia cundió en alarma y el ardid de los atacantes sobrevivientes que estaban cubriendo a su amigos que huyeron con los prisioneros.
Por lo que Siekik, informó a su padre que había sido una argucia del enemigo, quienes si habían logrado tomar prisioneros a 05 de los suyos, por que no se les encuentra ni vivos ni muertos.
El señor Chonkik, con porra en mano, muy agotado y herido en parte de la espalda, cambió de parecer y ordenó extermino total de los que se rindieron, por haber mentido, y que salgan a buscar a los desaparecidos por que serían víctimas de ceremonias de los Chamasachok ofreciéndolos vivos a sus dioses con la sangre y sus corazones.
Efectivamente un grupo de guerreros invasores, muy bien entrenados, aprovechando que eran muy numerosos al comienzo de la batalla, lograron tomar prisioneros y simplemente retrocedieron dejando a sus compañeros en pleno combate; aún no se sabe: ¿Cómo y por qué tan fácil los 05 guerreros de Siekik se dejaron tomar prisioneros?  Y había que salir con urgencia en su búsqueda antes que sean sacrificados con crueldad.
Entonces, Monkik, que conocía los antecedentes de sacrificios humanos de los atacantes, y que él traducía por que entendía casi todos los dialectos, agarró por el cuello a un invasor herido y lo acosó para que declare que harían con los prisioneros y donde se habían ido o estaban escondidos; pero, el invasor que nada tenía que perder por que igual iba a morir se negó a declarar.
Ante esta negativa, Monkik, que conocía partes débiles del organismo para torturar, que vuelven vulnerable a cualquier guerrero, lo atacó, que el invasor no soportando el dolor, esta vez declaró: que sus compañeros que tomaron a los prisioneros eran sacerdotes al servicio de los dioses y que ellos nunca peleaban ante y frente al enemigo, sino que aprovechando el inicio de los combates tomaban prisioneros para sacrificarlos con su sangre y corazones ofrecerlos a los dioses, esa era la misión de los adoradores de los dioses.
Al escuchar Siekik la traducción de Monkik, tomó la decisión de ir rápido y buscar a sus guerreros, junto con Chamokik y sus guerreros, salieron y emprendieron la búsqueda, la noche era muy oscura y no se podía avanzar con rapidez, aún así había que hacerlo, ellos llegaron a una loma que cubría por completo la visión desde la  vivienda del señor Chonkik, era peligrosa saber que había la otro lado.
Siekik, ante este obstáculo de la naturaleza, ordenó a todos a tumbarse sobre el suelo y avanzar rampando hasta llegar a la cima de la loma.
Quienes al llegar a la cúspide, se sorprendieron que los invasores no habían caminado mucho, por que la parte baja que la formaba una pampa (llanura) y habían hecho una fogata y estaban en plenos preparativos de ofrecer a los prisioneros a los dioses por el "Éxito de la invasión".
Estos sacerdotes guerreros, creían que los dioses protegían a sus compañeros y que ellos suponían que ya habían tomado la vivienda del señor Chonkik y en agradecimiento a los dioses se les ofrecería la sangre y los corazones de los prisioneros.
Ante semejante espectáculo, Siekik se puso de acuerdo con Chamokik de atacar sin opción de vida al enemigo y avanzaron rampando, ahora era a cuesta abajo para no hacer bultos que puedan ser descubiertos por el enemigo.
Los defensores llegaron a la parte llana, pero no se levantaron del suelo, había que dar un asalto certero y destruirlos sin que puedan atacar a los prisioneros, quienes estando maniatados no podían defenderse.
Entonces, Siekik y Chamokik seguían avanzado tumbados sobre el suelo y estando cerca a la fogata se levantaron y atacaron sin piedad a todos los enemigos, quienes siendo sorprendidos no tuvieron opción a defenderse muriendo todos ellos; Siekik, recuperó a sus guerreros sanos y salvos...........
Continuaremos........................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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