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domingo, 31 de enero de 2021

ORÍGENES DEL SEÑOR DE SIPÁN : Capítulo LXIII.- Siekik, aprendiendo las lecciones en los constantes combates contra tribus belicosas; él, tuvo que esperar que sus guerreros estén en condiciones óptimas, para emprender la nueva conquista de terrenos...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con el relato de los: Orígenes del Señor de Sipán; Siekik, después de convencer a los 25 sobrevivientes ilesos de la tribu Chamasachok a pasarse a sus filas como sus vasallos, quienes aceptaron, él se sintió aliviado, ya que eran muy pocos sus vasallos que tuvo hasta tomar los nuevos terrenos que llegaban a 20, quien ahora agregando a los nuevos, ya tenía una fuerza  a su favor de 45  guerreros, que ya su lugarteniente Chamokik los está seleccionando para formar el contingente de la conquista territorial....

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue:  El Señor Chonkik, detrás de él, está su hijo Siekik, y al fondo su esposa Mokumac; y naturalmente  un perro sin pelo, que se convirtió en compañero de los antiguos habitantes de la costa norte; ellos son los personajes que darán el nacimiento al relato en ficción de la Historia: Orígenes del Señor de Sipán; que se sustenta con la presencia de Chonkik I. Derechos de Autor : Resolución Nro. 1328- 2020/DDA-INDECOPI y del Certificado de Partida Registral N° 1134-2020/DDA- INDECOPI, de fecha 16 de diciembre de 2020
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.


Siekik, después del combate, no salió inmediatamente hacia la toma de los terrenos; él, optó por esperar a Monkik, quien junto a 05 guerreros traía las provisiones y cuando éste llegó, no fueron los señalados, sino que agregó por su cuenta a 10 más, llegaron en total 16 vasallos incluido Monkik, quien al presentarse ante Siekik, le dijo:
--- Oh Gran Guerrero, por lo que estoy observando acaba de obtener otra victoria militar, lo que hice bien en agregar 10 vasallos más y todos cargados con provisiones de remedios, comida y armas; vamos a descargar y curar a los heridos, en cuanto  a la comida incluye ollas y tiestos para encender el fogón y preparar los alimentos.
Siekik, quien aún era muy joven, lleno de energía y parece que nunca sentía cansancio ni hambre, y en estos casos la comida nunca se perdona para los combatientes, quienes sometidos a extremas medidas del uso de la fuerza, lucha y choque se desgastan las energía corporales y reponerlas  se consigue comiendo; era justamente lo que faltaba a sus guerreros y le contestó:
--- Monkik, eres un gran guerrero y piensas en todo; yo tal vez, me precipito en la toma de mis decisiones pensando en mi fortaleza corporal, acabo de aprender que primero son mis guerreros y que ellos tienen que comer, para estar en óptimas condiciones y seguir adelante; pues, vamos encender los fogones para preparar los alimentos, destina a los curanderos para que sanen a los heridos.
Monkik, quien era un políglota que dominaba 07 dialectos y con dotes de pedagogía; rápidamente se comunicaba con los vasallos y les ordenaba las acciones que cada cual debía hacer; él buscó y aparecieron 04 curanderos más que se unieron al curandero que ya había recolectado plantas medicinales.
Chamokik, quien estaba en todas partes, ejecutando las órdenes de Siekik y aplicando las suyas y con su gran iniciativa, ya tenía un contingente de 30 vasallos, quienes irán adelante acompañados de los guías y traductores, el resto seguía enterrando a los muertos
Monkik, más los 05 curanderos, quienes aplicando hojas de plantas, que habían machacado en batanes provisionales, formando pastas verdes que aplicaban a las heridas de los guerreros lesionados, la curación lo hacían para todos incluidos la gente de la tribu Chamasachok, ya ellos clasificaron algunos solo tenían golpes sobre sus cuerpos, otros con cortes superficiales y varios con graves heridas sobre la cabeza con hemorragias y sobre la espalda por los porrazos(uso de las porras) recibidos en el combate, pero felizmente todos ellos se repondrían en las próximas horas o días, y como vayan sanando se unirán al contingente de la conquista.
Chamokik, descubrió a 05 guerreros de los recién llegados que habían traído las provisiones que también sabían cocinar y pusieron manos a la obra cocinando el desayuno y que será al mismo tiempo almuerzo para todos.
El tiempo, sigue su curso, ya estamos llegando a las 12:00 horas del medio día, y las humeantes ollas ya cocinaron los alimentos, al mismo tiempo ya concluyó la penosa tarea de enterrar a los muertos en combate, hay movimiento de vasallos, en medidas de seguridad se había destinado como centinelas a un grupo de 10 vasallos quienes permanecían al filo de la cúspide.
Entonces, Monkik quien también se movía en todas las direcciones dialogando con todos, él se acercó a Siekik que estaba haciendo dotes de curandero y seguía limpiando heridas, y le dijo:
--- Oh Gran Guerrero Siekik, los alimentos ya están cocinados, necesitamos la orden para servir, ya que los  mates están listos, y como  había pensando en 35 guerreros, se les servirá a esa cantidad y usted señale a quienes se les servirá primero...
Justo en esos instantes llegó Chamokik, quien no sabía de los alimentos y dijo:
--- Oh Gran Guerrero, ya tengo un contingente de 35 guerreros listos para la conquista.....
Siekik, lo interrumpió y dirigiéndose a Monkik, le dijo:
--- Monkik, acabas de escuchar, sirve los mates para esos 35 guerreros que serán los defensores de nuestras fuerzas en la toma de los terrenos.
Monkik, hizo la venia de sumisión y se alejó a cumplir las órdenes; estando solos Siekik y Chamokik, se pusieron a conversar y fue Siekik, quien le dijo:
--- Chamokik, estoy preocupado, en ¿Quién será nuestro líder que se quedará, después de la toma de los terrenos de la tribu Chamasachok?, sabemos que en ese Asentamiento hay gente belicosa, desconocemos como reaccionarán cuando nosotros lleguemos, dime: ¿Qué piensas sobre esta inquietud mía?
Chamokik, parece que entendió como cierta flaqueza de su líder y había que levantar los ánimos y le contestó:
--- Oh Gran Guerrero Siekik, usted es siempre nuestro único líder, no se preocupe en el próximo líder, ya lo encontraremos en el mismo terreno; ahora, pensemos: ¿Qué les vamos a ofrecer a esa gente?, sabemos que esa gente tiene hambre, por que sus terrenos fueron inundados perdiendo sus cosechas; por ahora no llevamos casi nada, solo las provisiones para nuestros guerreros.
Siekik, lleno de demasiado entusiasmo, no había previsto lo que acaba de escuchar de parte de su lugarteniente Chamokik, él no había imaginado: ¿Qué ofrecer a esos habitantes?, sabiendo que allí no había nada que comer; pero, él recordó su experiencia en los terrenos de Zankoc, quien tenía silos ocultos llenos de comida que nunca le dio a su población y seguramente sus líderes de esa tribu han hecho lo mismo y le dijo:
--- Chamokik, gracias por tus siempre acertados consejos, no sé si recuerdas a la tribu de Zankoc; pues, allí habían almacenes llenos de comida y la población no era servida, todo se había ocultado, pienso que lo mismo debe suceder en la tribu Chamasachok, al llegar lo primero es averiguar sobre la existencia de esos almacenes, seguro que ellos tuvieron lugares ocultos donde se almacenó alimentos, que de existir repartiremos a la población.
No era la respuesta que esperaba Chamokik, pero tampoco había otra solución a la vista, la meta era tomar los terrenos...
Monkik, hizo formar fila a los 35 guerreros ya seleccionados y les entregó un mate lleno de comida a base de yucas sancochadas y carne seca de venado, entre ellos estaban los 25 guerreros que fueron de la tribu Chamasachok, quienes al recibir su mate, empezaron a comer casi desesperadamente y con tanta prisa,  demostrando que ellos no habían ingeridos alimentos por varios días.
Al terminar de desayunar los hambrientos guerreros entregaron los mates que fueron limpiados para servir al resto entre ellos los jefes: Siekik, Chamokik y Monkik; no hay que olvidar que en lugares de guerra o combate los jefes serán siempre los últimos y fue Siekik, quién preguntó:
--- Monkik, ya sirvieron a los heridos de los dos bandos, por que ellos después de los combatientes, serán atendidos y nosotros nos quedamos al último.

Aquí en la imagen observamos una recreación de lo que fue el joven Siekik, hijo único del líder Chonkik I., se aprecia claramente que el joven tenía el porte, la talla y la pasta para ser el sucesor de lo que estaba construyendo su padre: El Nacimiento de un gran señorío.
Imagen: Archivos del Blog: A Vuelo de un Quinde.

Siekik, era un gran líder, si le faltaba experiencia en algunas  acciones, le sobraba inteligencia y rapidez mental en otras, como ser siempre el último en comer. Ese derroche de sabiduría a su temprana edad militar le granjeaba admiración de parte del mismo Monkik, quien si había ejecutado esas acciones, pensando que eran guerreros en curación y siendo sanados serán incorporados al contingente.
Monkik, le contestó:
--- Oh Gran Guerrero Siekik, usted siempre generoso con sus guerreros, justamente pensando en lo que acaba de expresar, ustedes son los últimos, todos los demás ya están comiendo.
Siekik, recibió su mate, lo mismo hizo Chamokik y Monkik se quedó con el suyo, desde la distancia los guerreros recién incorporados observaban que sus líderes fueron los últimos en recibir su comida, que nunca sucedió en la tribu Chamasachok, esos líderes eran los primeros en todo y a veces arranchaban la comida de sus guerreros.
Después de la comelona, los cocineros recogieron todos los mates, los limpiaron y los guardaron en sus quipes.
Entonces, Siekik, decidió no hacer la toma de los terrenos durante el día, sino a partir de las 18:00 horas (hora de oración) que también él la guardaba, para evitar la exhibición innecesaria, que sería perjudicial dando la ventaja a los defensores del Asentamiento Humano; él pensó era mejor aprovechando la oscuridad, para que ellos sean los que sorprenden por si acaso hayan guerreros armados como guardianes del Asentamiento.
Toda la tarde la emplearon en limpiar las heridas de los lesionados, parece que los curanderos hicieron un eficiente trabajo, y con suerte que del total de 45 heridos de los dos bandos, ya sanaron 25 guerreros, quedando los 20 quienes tenían lesiones más graves, pero ninguno de muerte.
Siekik, se sintió más tranquilo, ya que tenía la tremenda responsabilidad de conquistar terrenos que nunca conocieron, ahora su férrea voluntad estaba por los cielos, sabiendo que ya sumaba 70 guerreros, y dispuso que los curanderos se queden sanando a los últimos 20 lesionados.
Ya llegamos a las 18:00 horas, el firmamento está empezando a oscurecer, Siekik y sus guerreros se preparan para partir.....................
Continuaremos...................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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