REPRODUCCIÓN DE UN MEGALOCEROS, POR CHARLES R. KNIGHT. 1906.
PENSAMIENTO SIMBÓLICO
Este hallazgo sugiere que esta especie humana era capaz de tener un pensamiento simbólico muy parecido al de la nuestra, el homo sapiens. "Cuando limpiamos el hueso apareció un patrón con forma de cuñas o galones enlazados y nos convencimos de que era un dibujo intencionado que probablemente esconde un significado simbólico. El patrón en el hueso nos indica que quien lo dibujó seguía un plan. Representa una imagen abstracta, un símbolo que puede representar una idea o incluso una narración expresada de forma abreviada. Este símbolo podía ser leído probablemente por otros neandertales que entenderían su significado, algo que ninguno de nosotros, humanos actuales, podemos hacer. Estamos claramente ante lo que suele llamarse pensamiento simbólico, comunicación con símbolos", ha explicado Leder.
Al principio, los arqueólogos pensaron que el objeto había sido grabado por un miembro de nuestra especie (aunque algunos componentes del equipo ya postularon a los neandertales como los autores), pero la datación del hueso y de los restos de hogueras hallados junto a él, llevada a cabo por el Laboratorio Leibniz para la Determinación de la Edad y la Investigación de Isótopos de la Universidad de Kiel, proporcionó una antigüedad de 51.000 años. Por lo tanto, los investigadores afirman que únicos autores de los grabados pueden haber sido los neandertales, ya que los homo sapiens llegaron a Europa hace unos 45.000 años.
EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LA ENTRADA DE LA CUEVA DEL UNICORNIO.
Al principio, los arqueólogos pensaron que el objeto había sido grabado por un miembro de nuestra especie, pero la datación del hueso y de los restos de hogueras hallados junto a él proporcionó una antigüedad de 51.000 años.
Los arqueólogos analizaron el fósil y comprobaron que antes de ser grabado con líneas ordenadas de un modo geométrico, el hueso fue hervido para facilitar la tarea. Asimismo realizaron un experimento con huesos de vaca para intentar reproducir el dibujo y comprobaron que realmente el tallado resultaba muy difícil si antes no se hervía el hueso un par de veces. También comprobaron que la forma de realizar los símbolos era realizando una incisión vertical primero y unas líneas perpendiculares después. Todo ello les llevó hora y media.
ESCANEO MICROCT CON MARCADO DE LAS MUESCAS DEL HUESO DE CIERVO. LAS SEIS MUESCAS QUE CREAN EL PATRÓN EN ÁNGULO ESTÁN MARCADAS EN ROJO, LAS QUE LAS ACOMPAÑAN, EN AZUL.
¿HUBO CONTACTOS?
De hecho, los autores del estudio descartan la influencia sapiens en este caso ya que "los neandertales eran cognitivamente muy parecidos a los sapiens, por lo menos no inferiores", según Leder. "Pero lo que me parece más intrigante de todo es que antes de hace 45.000 años no se conoce ni un solo dibujo que represente la naturaleza, por ejemplo animales, como sí los vemos después en las famosas cuevas de España y Francia o en las pequeñas esculturas unos cuantos miles de años después, todas asociadas al homo sapiens. Parece como si antes de esa fecha las únicas representaciones artísticas de los humanos, fueran de la especie que fueran, se limitasen tan solo a patrones abstractos y símbolos", continúa el investigador. Por su parte, Antje Schwalb de la Universidad Técnica de Braunschweig, que también participa en el proyecto de investigación, cree que los neandertales eligieron a propósito el hueso de un ciervo gigante para realizar esta talla, puesto que dada la gran envergadura de este animal (sus astas podían llegar a medir cuatro metros) pudo tener una gran importancia simbólica para ellos.
UN GRUPO DE NEANDERTALES ANTE UNA CUEVA. DIBUJO DE 1940.
Antje Schwalb de la Universidad Técnica de Braunschweig, que también participa en el proyecto de investigación, cree que los neandertales eligieron a propósito el hueso de un ciervo gigante para realizar esta talla.
Pero hay otros especialistas como Silvia Bello, del Centro para la Investigación de la Evolución Humana del Museo de Historia Natural de Londres, que no descartan que sapiens y neandertales intercambiasen conocimientos de este tipo en fechas anteriores a 51.000 años, ya que, según ella, existen pruebas del contacto entre ambas especies en fechas anteriores, incluso en una fecha tan lejana como hace unos 100.000 años, según postulan algunos estudios. Bello considera, sin embargo, que esta posibilidad "no minusvalora las capacidades cognitivas de los neandertales. Es al contrario. La capacidad de aprender e integrar una innovación en tu propia cultura, de adaptar conceptos abstractos, es una muestra de complejidad mental. El hueso de Einhornhöhle acerca el comportamiento neandertal al del homo sapiens", concluye.
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