Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capítulo anterior; después de un arduo día de trabajo y trajines diversos; ya salieron de la oficina de la Gerencia: Zoraida Fuentes Plata y su joven amante Olzagon, ellos van a la casa de descanso como solía llamar Zoraida a una residencia en un barrio exclusivo, donde ella pernoctaba algunas noches que quería descansar en absoluto silencio, ya que dormía completamente sola; ella normalmente vivía en otro barrio con su familia, que ninguno de ellos estaba vinculado con los negocios, parece que la misma empresaria los mantenía a distancia por no ser aptos para los negocios, ahora será una noche de placer.... sigamos la historia...............
Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices.
Este es el símbolo de la novela: La Historia del Amor Cruel.
Fuente: Archivos del blog: A vuelo de un Quinde.
Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según: Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
La empresaria Zoraida Fuentes Plata y su acompañante el joven Olzagon, subieron a la camioneta, Zoraida le ordenó al chofer llevarlos a la casa de descanso, era un trayecto de unos 50 minutos, en el que los amantes conversaban de negocios para dar la apariencia al chofer que sólo había una amistad entre ellos.
Sin embargo, Zoraida, estaba excitada se sentó abierta de piernas mostrando sus rodillas redondos tan suaves como la mejor seda china; el joven macho puso a propósito su mano izquierda sobre la rodilla derecha de la hembra haciendo adrede un cruce y seguían parlando de los negocios, con el movimiento del carro la mano del joven macho iba avanzado hacia arriba hasta que llegó a los genitales de la hembra, tocó la trusa totalmente húmeda, que a veces el transito de la camioneta facilitaba el avance erótico, estando allí, el joven macho comenzó acariciar por encima de la trusa esos genitales que hervían de ardientes.
Por su puesto Zoraida, no se quedaba atrás, también estiró su brazo izquierdo y cuya mano se posesionó sobre la bragueta del joven macho, igualmente lo acariciaba por encima del pantalón al pene que ya estaba erecto; ella se mordía los labios controlándose, hasta que llegaron a la residencia, rápidamente se bajaron; el mayordomo estuvo muy pronto allí; saludándolos y preguntó si iban a cenar, para ordenar a las cocineras.
Fue Olzagon, quien ya era conocido y supuestamente el mayordomo conocía que él era amante de su patrona, quien le dijo:
--- Creo que no necesitamos cenar, por que tuvimos un almuerzo opíparo.
Zoraida, afianzó la sugerencia del joven Olzagon y como la patrona, dijo:
--- Muy cierto, aún estamos con el sabor de los platillos, envié a las mujeres a su domicilio y usted mismo puede retirarse.
Zoraida, viendo al chofer, le dijo:
--- Guarde la camioneta en el garaje y mañana antes de las 07:00 horas regresa a recogernos.
Los dos amantes subieron las gradas y llegaron al patio e ingresaron a la gran sala, allí se sentaron esperando que el personal se retire, que sucedió en los minutos siguientes; estando completamente solos, Zoraida por precaución aseguró todas las puertas desde el interior, que si podrían ser abiertas desde afuera con un juego de llaves que sólo lo manejaba el mayordomo.
Entonces, fue la anfitriona, quien le dijo:
--- Mi príncipe ¿Puede acompañarme a mis aposentos?, que tanto deseo descansar....
El joven Olzagon le siguió a la escultural y bella dama, llegaron a la puerta del dormitorio, ella abrió la puerta, le cogió por la cintura al joven macho, lo levantó en peso, el joven cedió dócilmente a las travesuras de la hembra, lo cargó hasta su cama, quien tendió el cuerpo del joven sobre sus gigantes brazos, apegó su boca a los labios del joven y le dijo:
--- Amor de mi vida, hoy seré tuya y te llevaré a mi alcoba.
Ella era alta y con mucha fuerza, se llevó al joven como una alforja a la cama y lo tendió encima de las frazadas y comenzó a desvestirlo, aflojando los botones de la camisa, bajó a la cintura aflojó la hebilla del cinturón(correa) desabotonó la bragueta, fue a los pies, le retiró el calzado y desde allí haló el pantalón que cedió y lo sacó, le dejó en calzoncillos.
Zoraida, entró a su baño (era tan grande como el dormitorio) allí se desnudó y se cambió por una bata, se echó colonias, y salió, el joven macho ya estaba completamente desnudo con el miembro viril totalmente erecto, ella le dio una mirada apasionada.
Zoraida, subió a la cama y se colocó encima del joven macho rozando su vulva con la cabeza del glande, que hizo un movimiento y se produjo la penetración desde esa posición, el joven ahora pasivo, gozaba de las actividades eróticas de la hembra que se movía con tanta gracia que nunca se interrumpió el coito.
Era apoteósico observar el ágil cuerpo de Zoraida, dar vueltas en forma giratoria cuyo eje era el pene dentro de la vagina, ella cambio de pose volteó el cuerpo hacia los pies del macho y desde esa posición unió su vulva con el erecto pene y hizo movimientos de entrada y salida, levantó las piernas y giró hacia adelante.
Olzagon, al producirse las varias penetraciones, pudo sentir que la vagina hervía llena de líquidos lubricantes como si fuese una joven de unos veinte años que siempre está húmeda, y atrapaba al pene como dándole un enrollón habilidad propia de ella facilitando una penetración erótica y con tanta agilidad que el pene llegaba hasta el útero.
Como la hembra era muy grande y sus piernas gigantes se doblaba en dos y ofrecía su vagina atrapando al pene ajustadamente que dilataba las paredes vaginales produciéndole más placer ante esa resistencia erótica, habilidad de ella, muy rara en otras mujeres, que solamente sueltan la vagina, ella dominaba los movimientos de vagina con el pene adentro que le permitían ajustar y atrapar.
Zoraida completamente excitada y sin control, comenzó a gemir:
--- Aaaayyyyyyyyyyyyy.... que rico pene, me hace cosquillas a mi vagina.. aaayyyyyyyy.... todo este es una delicia que la gozo......... aaaaaaayyyyyyyyyyy..... que dulzura es todo esto aaaayyyyyyyy....
Zoraida, estiró sus brazos a la espalda del joven macho abrazándole con intensidad y lo atrajo hacia ella, quería que todo el cuerpo del joven macho entre a su vagina, ella siguió con los gemidos:
--- Aaaaaaayyyyyyyyyyy............ que rico es el sexo......... aaaayyyyyyyyyy.... ahora yo mando y me gusta tu pene siempre duro . aayyyyyyyyy ..... voy a devorarte .... aaaaaaaaaaayyyyyyyy.......
El joven macho muy pasivo tenía sus labios succionando el néctar de los dioses de los erectos pezones que se ordeñaban a medida que aumentaba la excitación de la hembra, era otro don de la hembra ofrecer los líquidos de su pezones llenos de líquidos eróticos.
Zoraida, que estaba cada vez más excitada se movía con más agilidad, en el dormitorio solo se escuchaban los gemidos de la hembra y los jadeos eróticos, cuyo sonido asemejaba cuando un becerro succiona la leche de la ubre, parece que ese sonido erótico apasionaba a la hembra que excitada gritaba así:
---- Aaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyy... que ricura es tu pene, me hace despertar pasiones, quiero comerte todo entero .. aaaayyyyyyy... tu pene es duro como un fierro que mi vagina lo atrapa para devorarlo............ aaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyy......
Olzagon, esta vez no intentó cambiar de posición, ahora era él quien le ofrecía su erecto pene, dejó a su hembra encima y que haga lo que sentía más placer, era la noche que ella medía la intensidad de la penetración y satisfacción de su placer, ella siguió moviéndose como una maquina sin control, tanto esfuerzo comenzó a sudar en todo su cuerpo, las primeras gotas del sudor de su rostro cayeron sobre la cara de su joven macho y que resbalaron, por que él estaba amamantando los pezones.
Los jadeos eróticos se intensificaron y los resuellos inundaron el dormitorio, los gemidos de la excitada hembra aumentaban y parece que ella quería recibir su máximo placer en esa posición, que se permitió un resoplido por que gritó así:
--- Aaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy..................
La hembra aceleró tanto los movimientos que su vagina soltó el acariciado y deseado orgasmo, ella apegó su boca a los labios del joven y se lo devoró a besos, el joven se mantuvo pasivo y soportó la embestida y peso de la hembra que estiró su cuerpo totalmente bañado en sudor y lleno de intenso placer y dejó de moverse, que esta vez si estaba sofocando al joven macho, que con dulzura le movió el inmóvil cuerpo, se rompió el coito y lo puso al costado.
Olzagon, consideró como un regalo de los dioses hacer sexo con una mujer hermosa, con una piel suave como seda y una anatomía como si hubiese sido esculpida por los dioses, y lograr la satisfacción de ella que gozaba a rienda suelta su excitación, el joven la volteó boca abajo, mostrándole sus gigantes y deseados glúteos, el joven la trepó, abriéndole las piernas, ahora ella era la pasiva hembra para hacer de ella todo lo que se quisiera.
Olzagon, al tener el cuerpo suelto y sin control de la hembra, la penetró desde esa posición, él creyó que estará flácida, y no fue así, por que la vagina estaba llena de líquidos lubricantes, el joven macho se movía penetrándola, la hembra reaccionó interrumpiendo el coito y se volteó boca arriba abrió sus piernas y le ofrecía una vagina totalmente satisfecha.
Zoraida, era su primera vez en esta experiencia sexual actuando como la activa encima del macho y que éste siendo muy joven y con todas las energías mantuvo un pene erecto para que su hembra desarrolle todas sus fantasías en sus movimientos que se agotó completamente; este joven macho ahora era dueño de un monumento anatómico erótico, que por donde se le roce estaba lleno de placer, él se tomó su tiempo.
Olzagon, volteó de nuevo la escultura erótica, por que le apasionaba disfrutar de esos glúteos y comenzó a lamerlos llenos de sudor, que importaba ese sabor algo con sal, ella se abrió de piernas ofreciendo todo lo que tenía, el joven siguió lamiendo y llegó al borde y bajó su lengua hasta el ano, le pasó la lengua, ella sintió algo por que encogió el ano como cerrándolo y después se abrió y se lo ofreció, el joven no quería penetrarla por allí, ya hubo una amarga experiencia, siguió con su lengua por el coxis, avanzó lentamente por toda la columna vertebral y llego a la nuca y comenzó a lamer esa zona por que por allí se detectó la zona erógena.
La hembra reaccionó y levantó sus glúteos ofreciéndole el ano, el joven controlaba sus sentidos, simplemente la penetró por la vagina, ella siempre fuerte hizo un movimiento interrumpiendo el coito y se volteó estando boca arriba le ofreció su extasiada vagina, el joven macho creyó que era suficiente, la penetró lentamente y con dulzura y aceleró sus movimientos y eyaculó enviando el semen a los interiores uterinos.
El joven macho allí se quedó sin interrumpir el coito, ambos descansaron por unos breves minutos, se interrumpió el coito y se colocaron de costado frente a frente y ella le dijo:
--- Amor mío ¿Qué debo hacer o qué quieres a cambio de tanta felicidad y placer que he gozado en tu compañía?
Era el momento buscado por Olzagon y le contestó:
--- Amor de mi vida, probablemente no llegue a verte de nuevo, quiero llevarme un recuerdo, que marque historia en los negocios, un pedido gigante de tu empresa.
Zoraida lo pensó y le contestó:
--- Favor concedido y dime ¿Cuántos contenedores quieres que sea tu mayor pedido?
Olzaogn, tratando con suavidad y lentamente le contestó:
--- Creo que 40 sería lo ideal, pero depende de tu voluntad, y no es ningún compromiso.
Para Zoraida era demasiada mercadería, pero estaba obligada a compensarlo, ella había gozado de tanta felicidad sexual que deliraban sus pensamientos tenerlo todas las noches en su cama y le contestó:
--- Amor mío, mañana sábado tienes que ir a la Sastrería "Don Anton", allí te ocupará toda la mañana, toma la tarde descansa y pasea por la Ciudad, igualmente todo el domingo y el próximo lunes haremos tu pedido en forma pausada para conocer que productos pediremos.
La pareja, ya no hizo sexo, durmieron toda la noche plácidamente, al amanecer Olzagon, se vistió y salió, tuvo que seguirlo Zoraida para abrir las puertas, se despidieron con un apasionado beso........
Continuaremos..................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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