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domingo, 29 de enero de 2023

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCXCVI.- Simeón, quien huía de su casa, encontró en el camino a dos jinetes, se unió a ellos y viajó al Ecuador como guarda espaldas de un hacendado; fue un regalo del destino y la suerte le favoreció en su nueva vida......

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; Simeón quien era un temible asaltante; hizo un plan para asaltar a la Familia Sánchez Calderón y Mulatillos en Socchabamba; estuvieron en una cantina  celebrando con sus compinches, allí los abordaron los huestes satánicos, quienes eran defensores del señor Sánchez; ellos disfrazados de "prostitutas", los sedujeron y los llevaron a un precipicio, murieron los cuatro compinches, Simeón se salvó; quien al regresar a su casa encontró a las cuatro esposas de sus compinches, quienes le reclamaron la desaparición de sus maridos y como Simeón nunca estuvo consciente que ellos habían muerto, ante tal acoso de las mujeres que lo amenazaron con denunciarlo a la policía, él huyó de la ciudad y tomó el mismo camino que lo había conducido por la mañana para regresar a su casa.... sigamos la historia.................

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Simeón, quien fue un asaltante en la ciudad, con amplios antecedentes delictivos como: asesinatos, extorsiones y asaltos; pero, en el campo rural, era un neófito, nunca hizo un crimen; pero, él si quería experimentar esos rumbos aún desconocidos, ya tenía un plan para asaltar a la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo en Socchabamba; pero, tuvo tropiezos por que los huestes satánicos trataban de impedirle asaltar al señor Sánchez.
Simeón, ahora un fugitivo que nunca había experimentado esta experiencia, por la desaparición misteriosa de sus cuatro compinches; cuyas convivientes le pidieron explicaciones por la ausencia de sus maridos; él no tenía una respuesta valedera para ellas, por que nunca estuvo consciente, que las "prostitutas" los sedujeron llevándolos a un precipicio y allí murieron ellos; él se salvó, pero tampoco tenía una explicación de como seguía viviendo.
Él, huyó de su casa y tomó el camino ya conocido y buscaba una casa donde le preparen comida y vaya que la encontró, avistó una casa desde el altillo donde él había llegado y se le observaba con el techo humeante, estaba al otro lado del altillo; él llegó a la vivienda, saludó a la dueña, quien el hizo pasar a la sala; allí encontró a dos viajeros, quienes como él, habían buscado que les preparen comida; la anfitriona los presentó, ya el aroma de la cocina invadía el ambiente.
Los tres viajeros, se sentaron junto a una pequeña mesa, la dueña de casa les sirvió un exquisito estofado de gallina con yucas sancochadas, comida  que era toda una delicia; además, les sirvió un jarro de limonada para asentar el almuerzo y empezó la comelona, quienes llenaron sus hambrientos estómagos y quedaron muy satisfechos.
Después de almorzar, vino la conversación, ellos se hicieron amigos, empezó una larga charla; Simeón les preguntó:
--- Amigos, ¿Para qué lugar están viajando ustedes?
Uno de ellos le contestó:
--- Nosotros estamos viajando al Ecuador y usted amigo, ¿Para dónde va?
Simeón, quien no tenía ruta conocida, simplemente estaba huyendo y les contestó:
--- Amigos, realmente no tengo un destino fijo, por curiosidad estoy siguiendo este camino como una nueva experiencia.
Los dos amigos se miraron entre ellos, y el que había hablado, le dijo:
--- Amigo, justo tenemos un puesto para ti; pues, te invitamos que nos acompañes hacia el Ecuador, por que nosotros vamos como guarda espaldas de un hacendado y él pidió tres, así contigo lo completamos, el hacendado quiere proteger  su hacienda de los asaltantes.
Simeón, muy sorprendido por la oferta de trabajo, que los flamantes amigos le prometían; pues, él paró la oreja y le convenía, quien expresó:
--- Amigos, yo nunca he trabajado de guarda espaldas, más era o lo hacía del bando contrario....
Los dos hombres al escuchar la respuesta de Simeón, son sonrieron a carcajadas y uno de ellos, le dijo:
--- Hombre, nos has hecho reír; pues, para tu información somos de la misma cofradía, por que nosotros estamos huyendo de la ciudad, ya que la policía nos pisa los talones; por lo que, bien vale la pena ausentarnos un tiempo; pues, ahora tenemos en el potrero de la dueña de casa tres caballos, los ensillaremos y por la tarde trotaremos y que llegando a la raya (frontera) estaremos salvos, por que allá nadie nos conoce y aprovecharemos el día claro para llegar a nuestro destino.
Simeón, nuevamente sorprendido de los bien organizados que estaba estos hombres; por su puesto que le gustó y les contestó:
--- Amigos, si me gustó la oferta del trabajo que es completamente nueva para mi; pero, tendrán que tener paciencia conmigo, por que yo nunca he montado un caballo, tal vez la acémila corcovee y me tire al camino.
Los otros viajeros son sonrieron de nuevo y muy felices, que ya tenían un compañero para viajar a esas tierras de la aún desconocida hacienda ecuatoriana.
Uno de ellos le contestó:
--- Amigo, no te preocupes por el caballo, por que nosotros tampoco hemos sido jinetes, te ayudaremos, tu irás en medio de nosotros, por si acaso al caballo se le ocurriera corcovear; pero, no hay razón para que lo haga, por que es el más manso de los caballos; además, trota a paso ligero es muy elegante cuando pisa terreno llano.
Efectivamente, los tres nuevos jinetes, pagaron la cuenta de la comida a la dueña de casa, que los atendió como a reyes, uno de ellos le adicionó una propina por el pasto brindado a los caballos.
Ellos fueron al potrero, halaron a los caballos, los ensillaron, y siendo las 18:00 horas de la tarde (hora de la Oración), partieron rumbo al Ecuador.
Los jinetes lo hicieron muy bien; trotando y conversando avanzaron a pesar que la noche era muy oscura; siendo aproximadamente las 22:00 horas, ellos llegaron a Socchabamba, parece que la noche se había oscurecido más y el trayecto donde trotaban ellos era un poco distante de la casa de la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo; sin embargo, los dos jinetes si conocían por habladurías que existía un señor Sánchez lleno de tesoros; pero, Simeón no conocía este lugar (que estaba en sus planes truncados), uno de esos amigos, comentó:
--- Estamos pasando cerca de la casa del ricachón Sánchez, si tuve planes para "visitarlo", pero una moza(amante) me advirtió, que muchos bandoleros quisieron asaltarlo y murieron por ataques misteriosos de espíritus diabólicos(huestes satánicos); pues, atendí la recomendación de mi mujer y sigo vivo, por que desistí del intento.
Simeón, quien justamente se había salvado de morir, por un misterio que él, desconocía de como llegó al filo de un precipicio, les contestó:
--- Amigos, yo soy un sobreviviente de ese ataque de seres infernales; tenía un plan de "visitar" este lugar y nos emborrachamos tanto que no recuerdo de como llegué al filo de un precipicio; ahora, recién entiendo que estuve con cuatro muchachos y a ellos nunca más lo vi; por esa razón estoy huyendo y gracias a ustedes ya tengo trabajo.
El otro jinete, quien era más ronco al hablar, pasó saliva por su garganta y dijo:
--- Amigo, te has salvado de las garras del demonio, y tuviste mucha suerte al sobrevivir; creo que tu suerte cambió al canto de un gallo bendito, que cuando lo hace corre a los demonios(huestes satánicos); seguro que tus amigos no tuvieron tu misma suerte y fueron halados por los espíritus diabólicos, quienes seducen transformándose en diversas formas y maneras para engañar a los humanos, a esos nadie los detiene son superiores a las fuerzas corporales humanas, sólo los monjes jesuitas los destruyen.
Simeón, recordó que ellos fueron visitados por unas atractivas "prostitutas" y la que él cogió se sentó sobre sus rodillas y su cuerpo era muy frío; pero como él estaba ebrio la soportó, les comentó:
--- Amigos, ahora que recuerdo, en la cantina donde bebía con mis amigos, nos visitaron "prostitutas", ellas era seis, nos cogimos una cada uno de nosotros y sobraba una que pedía los tragos; más no recuerdo, que habíamos bebido tanto que perdí el conocimiento.
Los jinetes, con esas historias fuertes, que rodeaban el misterio de la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo, ellos continuaron su ruta, ya el camino era llano, ya no habían ni hoyadas o pendientes; ellos llegaron a los límites de Socchabamba, con una bajada y llegaron a los llanos de Aragoto, continuaron por las laderas de Huara y finalmente llegaron a la hacienda Gigante, ya eran las 05:00 horas de la madrugada, vaya pues, hicieron una gran trotada.
Siendo las 07:00 horas de la mañana, llegaron a la raya (frontera), el río Calvas, estaba muy crecido, estaba lloviendo con intensidad en los páramos; era muy peligroso cruzar esa impetuosa corriente de agua embravecida, por que los jinetes se apearon, desensillaron sus caballos y con sogas largas los amarraron al pasto; era época de lluvias, los jinetes se acomodaron debajo de un frondoso árbol de faique y estar allí para esperar que baje el caudal del río, que seguían discurriendo con espantosa fuerza, se observaba grandes troncos de árboles que eran arrastrados como papelitos y las aguas estaban completamente turbias, cuya agua no se podía beber.
En el medio ambiente, hacía un calor infernal y los tres jinetes tenían sed, por lo que Simeón, que si tuvo experiencia para estos casos, les dijo:
--- Amigos, voy a sacarme la camisa y usaremos los sombreros de ustedes, uno recoge agua turbia, la echa sobre mi camisa, que hará las veces de un cedazo, el agua limpia caerá sobre el otro sombrero y con ese líquido será el que bebamos.
Los tres trabajaron, tal como lo indicó Simeón y efectivamente, el agua que se coló de la camisa era más limpia y con ella aplacaron su sed.
Los viajeros, ya muy hambrientos, pasadas las 13:00 horas del día, cuando el celaje estaba lleno de nubes negras anunciando un eminente aguacero; la corriente del río bajó, ensillaron los caballos y partieron hacia el Ecuador.
Hubo comentarios posteriores, que estos tres peruanos triunfaron, por que el hacendado, que los contrató los quería mucho, repentinamente él murió y como no tenía familia cercana, ellos heredaron la hacienda................
Continuaremos....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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