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domingo, 5 de febrero de 2023

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCXCVII.- Un grupo de jinetes bandoleros, compuesto por 8 miembros; están planeando asaltar a la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo, en Socchabamba, ya ellos hicieron un pacto con sangre para mantener su lealtad entre ellos...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior, el asaltante Simeón, quien huía para librarse del acoso de cuatro mujeres (viudas), quienes fueron las convivientes de los cuatro compinches, quienes desaparecieron al ser asesinados por huestes satánicas; Simeón encontró a dos viajeros en una casa donde les preparaban comida, se hicieron amigos y ellos lo reclutaron para servir como guarda espaldas de un hacendado ecuatoriano; pues, parece que la suerte favoreció a estos tres peruanos, por que, mucho después, según se comentó, que el hacendado murió y ellos se quedaron con la hacienda.... sigamos la historia..............

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.


Todo indica que la codicia por los tesoros de la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo; no cesaba, por que la dinámica de los movimientos de los seres humanos no se detiene, tanto así para hacer el bien, o como para apropiarse por la fuerza de lo ajeno.
En un pueblo muy lejano, que hasta su nombre se pierde; había un grupo de 8 jinetes, quienes se reunieron bajo el techo de la vivienda, que era propiedad de uno de ellos; el propósito de la reunión, era acordar realizar un largo viaje en dirección a Socchabamba, cuyo objetivo era asaltar a la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo, el jefe del grupo les dijo:
--- Muchachos, los he reunido para acordar un plan que realizaremos un viaje de tres días seguidos contando sus noches para llegar a Socchabamba y si llegamos sanos asaltaremos a la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo, cuya vivienda está llena de tesoros, que si lo logramos nos enriqueceremos y nunca más trabajaremos.
Uno de los convocados, le preguntó:
--- Hombre ¿Cómo sabe usted, sobre el adinerado hombre, si nosotros estamos muy lejos?, y ¿Qué peligros se ciernen sobre nosotros para trotar tan largo camino?
El jefe del grupo, quien era cascarrabias y no admitía que le cuestionen, le respondió:
--- Hombre, si no estuviese seguro de la existencia de los tesoros que dispone esa familia; pues, nunca los hubiese llamado; yo lo supe por boca de otros bandoleros que se acobardaron igual que usted amigo.
El preguntón, se sintió ofendido y le replicó:
--- Jefe yo no soy cobarde, sino que pienso en la seguridad, por que ya hemos tenido duros fracasos dirigidos por usted, y no quiero que este viaje sea un más....
Ahora, el jefe era el ofendido, que al cuestionar su liderazgo y no podía permitir y le respondió:
--- Gustavo (así se llamaba el preguntón), sino estás de acuerdo quedas fuera del grupo y en este momento sales de la reunión, yo no quiero pusilánimes, sino hombres fuertes y decididos para la lucha; por que es nuestra actividad principal que la hacemos peleando contra el infortunio, y hemos logrado cuantiosos tesoros y esta vez lo lograremos de nuevo.
Pero, Gustavo era el "cerebro" del grupo, él era quien calculaba tiempos y distancias, puntos de entrada y de escape, que lo hacía con tal precisión que siempre ganaban; él no siendo el jefe actuaba como tal, parece que ambos personajes se excedieron y era el momento de limar asperezas y fue Gustavo, quien dijo:
--- No jefe, discúlpeme, pues si iré con ustedes, por que a mi me sobran los cojones y la inteligencia.
El jefe entendió que Gustavo estaba arrepentido y  por su puesto no era nada modesto en lo que afirmaba, por que; además, de inteligente era un hombre bravo y decidido y le respondió:
--- Gustavo, si efectivamente eres inteligente y te necesitamos en el campo y eres parte indispensable de nuestro grupo; no te preocupes, es usual cruzar palabras entre nosotros, todo quedó olvidado.
Después de restablecer la cordialidad en el grupo, se elaboró el plan para el largo viaje, estableciendo rutas poco frecuentadas y descansar siempre en las hoyadas; las provisiones como los alimentos, útiles de cocina como ollas, mates y cucharas, ya que ellos mismos se cocinarían sus comidas, para no despertar sospechas de los transeúntes que se cruzarían con frecuencia en las rutas.
Entonces, después que ellos elaboraron su plan, fue Gustavo, quien dijo:
--- Muchachos, nosotros tenemos que firmar un pacto para que nunca nos separaremos, por lo que propongo hacer un corte en la muñeca izquierda de sus manos, cada uno de nosotros y la rozaremos con nuestra propia sangre que nos unirá para siempre.
La idea no era descabellada, por que era usual que gente de un grupo de delincuentes se pasara a otro grupo llevando información confidencial y eso originará disputas violentas con muertes de los afectados, por los datos que adquirían los rivales, poniéndoles vulnerables al ataque por traición.
Pues, la iniciativa de Gustavo, le pareció muy acertada al jefe, quien apoyándola, dijo:
--- Gustavo, siempre tienes ideas brillantes, y me parece que de verdad tenemos que ser leales y eso lo sellaremos mediante un "pacto", para que nadie lo puede destruir o sólo con la muerte; así que saquen sus chavetas y nos haremos un corte en la muñeca izquierda, yo les enseñará como se hace.....
Efectivamente, el jefe sacó su puñaleta que brillaba por el filo que disponía, que terminaba en una punta que parecía a una aguja, él se hizo una pequeña incisión en la vena y que rápidamente fluyó sangre y como Gustavo ya había efectuado lo mismo, ellos cruzaron sus muñecas y sellaron con sangre el pacto del grupo.
Todos los demás, muy perplejos de lo que estaban observando y  casi a regañadientes; tuvieron que hacer lo mismo y al final unieron sus muñecas sangrantes rozando sus heridas una sobre la otra, formando una "torre de muñecas sangrantes", después se desinfectaron con agua de congonas (planta medicinal que cura heridas).

CULTO A SATANÁS
Mientras tanto, en la casa de la Familia Sánchez Calderón y Mulatillo, en aquella fecha, era el día de ceremonias que el señor Sánchez rendía pleitesía al diablo, su proveedor de sus tesoros; era una pieza (habitación) construida en la parte trasera de la casa, totalmente cuidada y no frecuentada, ya había anochecido, se aproximaba el tiempo de la llegada del ser infernal; el señor Sánchez lo esperaba con una mesa triangular cubierta con un mantel rojo y sobre ella, había un pequeño perol de bronce lleno de sangre, del mejor becerro que se sacrificaba, a un costado sobre un mate estaban las vísceras y en un plato especial el corazón. 
Todo este ceremonial, que se preparaba cada seis meses, era parte del "Pacto con Satanás", establecido entre el señor Sánchez y Satanás
Siendo aproximadamente las 22:00 horas de la noche, se apareció un grupo de espíritus diabólicos, quienes transformándose en seres humanos se colocaron al derredor de la casa, eran los huestes satánicos, quienes custodiaban al ser infernal; ellos siempre se adelantaban a esperarlo.
Llegando a la media noche, se sintió como un estruendo tan espantoso, que los perros de las casas vecinas comenzaron aullar, cuyos ladridos eran tan lastimeros que provocaban terror escucharlos; estos caninos habían captado la presencia de Satanás sobre la Tierra y precisamente en Socchabamba, que nadie se atrevía salir de su casa; pero, como los moradores eran agricultores y dormir para ellos era un descanso placentero,  que rara vez alguien de ellos estaba de pie a esas horas, tal vez curioseando lo que sucedía en la casa del vecino señor Sánchez, todos roncaban plácidamente en sus casas.
Seguramente, minutos después de la media noche, el señor Sánchez encendió una vela de forma muy tosca que él la elaboró de grasa de un buey de color negro con astas hacia arriba y puntiagudas; este animal era también criado especialmente para ser sacrificado en honor a Luzbel; eran las reglas diabólicas que se cumplían estrictamente, tal como se las pedía al señor Sánchez.
El señor Sánchez, con la vela en su mano izquierda, esperó la llegada de Satanás, que  hizo su aparición como una sombra negra, sólo se apreciaba un bulto cubierto con un manto que lo ocultaba desde la cabeza hasta los pies, esa misteriosa sombra se acercó a los platos ofrecidos por el señor Sánchez, se escuchó que la sangre fue succionada y las vísceras masticadas, que en ese ambiente se escuchaba, algo parecido cuando los chanchos comen maíz duro, desapareciendo las ofrendas, y el señor Sánchez pronunció estas palabras:
--- "Oh Belcebú, te agradezco la riqueza que me has otorgado y la protección que tus huestes satánicos  efectúan todos los días en mi casa; ellos siempre se adelantan a los asaltantes que no cesan en tratar de llegar; asimismo te agradezco por la vida que la disfruto junto a mi mujer hasta el fin de nuestros días."
El ser infernal, levantó parte de su cuerpo que parecía ser un brazo y lo puso sobre la cabeza del señor Sánchez y se escuchó un voz infernal gutural,  que más parecía como gruñidos algo así:  
--- " Eres mi fiel súbdito y nunca te faltará nada y los huestes satánicos siempre te protegerán.."
Inmediatamente, hubo un cambio sobre el medio ambiente, todo se oscureció y como hubiese explotado una avellana (cohete casero), desapareció esa sombra y sus custodios, dejando un aroma intoxicante de azufre, que el señor Sánchez, abandonó la habitación, salió afuera tosiendo por la pestilencia que dejó el ser infernal al regresar al infierno.
Luego de las ceremonias de pleitesía; el señor Sánchez, quien estando fuera de la casa, se dio varias vueltas al derredor, levantando y estirando sus brazos, y que nunca miraba hacia arriba, sino que tenía sus ojos fijos en el suelo; los perros de las casas vecinas cesaron de aullar.
Era un silencio, que producía pavor, sólo roto por el ulular de las lechuzas, que volaban sobre el aire en busca de sus presas.
Había algo especial, a estas ceremonias, no asistía la esposa del señor Sánchez, ella casi no aparecía, y si lo hacía era sin protagonismo, el pacto que se celebró, asistió el señor Sánchez, tal vez esas eran las condiciones establecidas por el ser infernal, que siempre exigía lo mejor para él; no sabemos como era el dialogo de esposos sobre estas ceremonias, lo cierto era, que si algún asaltante logró acercarse a la vivienda observaba que entraban y salían mucha gente y no interesaba la hora, día o noche o madrugada, siempre ellos observan lo mismo, entonces como atacar si estaban llenos de custodios....
Continuaremos.................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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