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domingo, 9 de abril de 2023

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capitulo DCCVI.- Gustavo, estuvo asombrado de las comodidades, que ofrecía la casa de los ganaderos, él tuvo un descanso de un sólo sueño, que le permitió recuperar energías; al amanecer los dueños de casa lo esperaban en el corredor de la casa...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; los viajeros Gustavo y los dos ganaderos, fueron visitados en la choza por seis pastores, con quienes compartieron las novedades tales como enterrar a dos muertos y d
esayunar; Gustavo fue presentado como el caporal de los terrenos; después ellos continuaron el viaje en dirección al potrero grande, compartieron el almuerzo en otro sector de los terrenos y al anochecer llegaron a la casa grande, donde residían los ganaderos, fueron recibidos por dos hermosas mujeres ambas solteras que eran hermanas de Pablo Campos, quien las presentó a Gustavo...  ..sigamos la historia..........


Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.

Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

Luego de la presentación de las hermanas mujeres a Gustavo por Pablo Campos, fue un recibimiento cordial, Liborio Huamán con los dos bolsicos llenos de billetes al hombro, desapareció misteriosamente pues nadie lo detectó, fue algo como arte de magia, seguramente él fue a guardar y ocultar los bolsicos con los billetes.
Gustavo, ingresó a la sala en compañía de Pablo Campos y sus dos hermanas; al estar allí se percibió como un lugar acogedor con muebles de madera forrados con cuero fino, la mesa del comedor era muy espaciosa, cubierta con un elegante mantel bordado, cuyos filetes colgados con adornos elaborados a crochet, estaban servidos los platos de loza y cubiertos de alpaca, y al centro tres botellas de licor y lámparas de alumbre que iluminaban como un crisol resplandeciente, habían 8 sillas igualmente de madera con asientos extendidos y cojines forrados en cuero fino, el piso estaba cubierto con lozas de piedra perfectamente ensamblados.
En esos instantes, el ambiente fue invadido por el aroma de sabrosos aliños (aderezos), cuyas cocineras apuraban los fogones de la cocina preparando la cena.
Luego, Pablo Campos, invitó a Gustavo a salir al patio trasero, donde había construido una chorrera de agua limpia, que circulaba por una acequia que venía desde la quebrada, era para que se lave las manos o si prefería podía bañarse.
Pues, se asearon todos, por que el cuerpo había sudado, aún sólo cabalgando; las jóvenes mujeres les entregaron toallas para secarse y pasaron de nuevo a la sala.
Liberio, ya apareció, portaba una botella de licor abierta, la sirvió en copas e invitó a los recién llegados pero las jóvenes mujeres se sirvieron jugos de frutas y levantado los brazos hicieron el brindis..
Liberio Huamán brindó así:
--- ¡¡¡ Brindemos por un nuevo anochecer, que Dios nos bendiga nuestro esfuerzo, protegiéndonos de las acechanzas enemigas.. SALUD !!!
Los tres hombres chocaron y bebieron sus copas todo el contenido de una sola vez, luego pasaron al comedor; Gustavo seguía asombrado por las comodidades de aquella casa, que probablemente muchas casas del pueblo lo quisieran tener; los ganaderos trabajaban duro y parejo, a cambio disfrutaban de los frutos de su esfuerzo viviendo con holgura y bienestar.
En esos instantes, se abrió la puerta que comunicaba con la cocina y aparecieron las cocineras, ellas muy bien vestidas con trajes largos y blancos portaban azafates llenos de platos de comida, saludaron y dejaron las viandas sobre la mesa del comedor y se retiraron; pero, no por mucho tiempo, por que regresaron con azafates lleno de jarros con café humeante y jugos, igual sirvieron para cada cual y se retiraron.
Estando la mesa servido fue Pablo Campos, quien dijo:
--- Vamos a orar por la mesa servida.
Todos se pusieron de pie y oraron agradeciendo a Dios por el sustento otorgado.
Luego se sentaron y cada quien cogió los cubiertos para servirse, era un plato de sopa que consistía en trozos de carne de res con hueso, granos de arroz, frejol verde y trozos de yuca, era un caldo delicioso; el segundo plato era un estofado de gallina con yucas sancochadas, a Gustavo le sirvieron la pechuga completa de una gallina por ser el invitado de honor, habían otros platos al centro de la mesa como mote sancochado, frejoles y yucas a disposición de quien desee repetir y para asentar se sirvió jarros lleno de café de olleta; además jarros de jugos naturales que usualmente eran para las damas.
Durante la cena, hubo mucha conversación; Pablo Campos, relató a sus hermanas, de como llegó a conocer a Gustavo, a quien le propusieron ser el caporal de los terrones; para no alarmarlas se les ocultó, que ellos fueron víctimas de seguimiento de bandoleros y por su puesto, esperaban que las hermanas no lleguen a conocer que murieron dos bandoleros, o que lo sabrían sería como un chisme.
Gustavo, si se dio cuenta que Pablo Campos protegía a sus hermanas; pero, no estuvo de acuerdo, que no se les haya informado sobre los bandoleros, era un asunto pendiente, que en cualquier momento la casa sería víctima de asaltos; ya que huyeron dos bandoleros, quienes en acto de venganza podrían perpetuar un asalto en las semanas o tal vez en días venideros.
Al finalizar la cena, todos se levantaron de la mesa y se sentaron sobre los muebles de la sala, se inició una amena conversación y fue la señorita Julia Campos tal como se llamaba la hermana mayor de Pablo Campos, quien dirigiéndose a Gustavo, le preguntó:
--- Amigo, ¿Cómo fue que usted siendo un habitante de la ciudad venga al campo?, tal vez tendrá dificultades, por que aquí todo es diferente.
Gustavo, quien también era un campesino, si no que vestía ropa de la ciudad, le contestó:
--- Señorita, yo soy campesino como todos ustedes, yo no tendré ninguna dificultad, todo lo contrario, al llegar a esta casa, lo considero como parte del Paraíso terrenal, es más; al ser nombrado como caporal, muy pocas veces estaré sentado, mi trabajo será el campo y allí estaré para representar y cuidar los intereses de los dueños que son ustedes.
Julia, se sintió satisfecha con las explicaciones de Gustavo y como tenía asuntos pendientes que atender la mañana siguiente, tales como curar una vaca que parió dos terneros, algo poco usual; pero, la vaca se negaba a dar la teta a una de sus cría, que cuando se acercaba a amamantar la vaca movía las patas impidiéndole que mame, por lo que se tenía que hacer el trabajo dos veces al día amarrándole las patas; aún así las terneras lucían robustas y ella dijo:
--- Amigo caporal, ¿Cuánta experiencia tiene en la crianza de las vacas?, por que tenemos una vaca rebelde, que le niega la teta a una de sus crías.
Gustavo, se sonrió y le contestó:
--- Es muy fácil señorita enfrentarse a vacas rebeldes, hay un truco, esperar que el ternero orine y esa majada, la pasa por la nariz de la vaca madre y al mismo tiempo se le presenta la ternera despreciada: pues la vaca la identificar el olor de la deposición con la ternera le permitirá amamantar.
Julia, soltó la carcajada y comentó:
--- Oh que cochino es usted amigo, que no me atrevería a pasarle por la nariz de la vaca,  la caca de su hijo, que asco me dio náuseas.
Gustavo, también se sonrió y le respondió:
--- No se preocupe señorita, ese es mi trabajo y mañana lo haré con su presencia; a las vacas se les maneja con mañas y trucos, no son rebeldes, sino que reaccionan con acciones propias de animales.
Gustavo, languideció, por que efectivamente estaba muy agotado, detalle que Julia lo detectó, se levantó de su asiento y le dijo:
--- Amigo, voy a preparar su cama, para que descanse, hoy dormirá en el dormitorio de las visitas, ya mañana veremos donde dormirá en el futuro.
Julia, salió de la sala hacia afuera, caminó por el corredor con la ayuda de un mechero y llegó a la puerta que estaba al costado del corredor volteando la esquina, ella abrió la puerta y allí había una cama tendida con matas limpias, una mesita y colgadores en la pared para la ropa, ella sacudió la cama, salió y regresó a la sala, encontró a Gustavo conversando con sus hermanos y Liberio y le dijo:
--- Amigo, despídase que me acompañará para llevarlo a su dormitorio.
Gustavo, se levantó, dio las buenas noches a los presentes y salió en compañía de Julia, al llegar, ella le entregó el mechero y le dijo:
--- Amigo, le deseo unas dichosas noches.
Gustavo, entró a su dormitorio, se acostó con la ropa que llevaba puesta, rápidamente concilió con el sueño, quedándose profundamente dormido, quien roncaba tan fuerte que se escuchaba en parte del corredor.
Al día siguiente; Gustavo se despertó pasadas las 05:00 horas de la madrugada, aún estaba oscuro el ambiente, encendió el mechero y salió al corredor, él tenía urgencia de hacer sus necesidades fisiológicas, pero no sabía adonde hacerlo; pero, llegó la solución, por que se abrió la puerta de la sala y salió un empleado, quien con mechero en mano iba a cumplir sus obligaciones, el caporal se le acercó y le preguntó:
--- Amigo, por favor dígame a donde puede orinar.
El empleado le contestó:
--- Señor caporal, sígame que yo lo llevaré al lugar indicado.
Efectivamente los dos personajes, fueron caminando alumbrándose con los mecheros y llegaron a un lugar algo más alto y un poco más distante de la vivienda, que al llegar el empleado le dijo:
--- Señor Caporal, aquí usted puede orinar, hay ramas verdes para que se limpie, si se ensucia la mano, la acequia queda al frente para que se lave.
Gustavo, se quedó sólo, ya amaneció, eran las 06:00 horas del nuevo día; él hizo sus necesidades fisiológicas, era un foso donde los excrementos caían al fondo, él si cogió dos hatos de hojas verdes para limpiarse el trasero.
Gustavo, totalmente aliviado, teniendo su cuerpo completamente libre de impurezas, regresó a la casa, que al llegar ya encontró levantados toda la familia, quienes sentados sobre el poyo, lo saludaron dándole los buenos días.
Gustavo, pudo apreciar a Julia Campos, que le pareció más hermosa y parece que ella también simpatizaba con él y le preguntó:
--- Amigo, ¿Qué tal durmió? ..................
Continuaremos................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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