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domingo, 8 de marzo de 2009

HUANCABAMBA ................... UNA BELLA TIERRA CON MUCHOS MITOS. CAPÍTULO X . LOS OJOS DEL MUERTO


Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., nuestra serranía piurana es rica en "cuentos" sobre los "entierros" que son verdaderas fortunas enterradas por hombres ricos del pasado, cuyos caudales fueron acumulados de libra en libra y de sol en sol, como antes no habían bancos, estos "ahorros" se iban llenando poco a poco en baúles, y cofres, desde luego el "ahorrista" para evitar el saqueo de los ladrones, tejía una serie de leyendas que su fortuna había sido hecho compactada con el diablo; amigos lectores los invito a leer la siguiente leyenda:(imagen de un ojo humano)...
------------------ LOS OJOS DEL MUERTO ------------------------
Francisco, Manuel y José habían decidido asistir a una "mesada" allá en el caserío de Lucho. El que comandaba este grupo era Francisco, ya que según él en su chacra que tenían en Lucho había un gran entierro dejado por el difunto su bisabuelo.
Días previos a este viaje, compraron todo lo necesario para la "mesada". Anochecía ya, cuando los tres amigos llegaron a la casa de don Polo Huamán, persona que tendría a cargo el manejo de la "mesada". Era casi la medianoche cuando don Polo ordenó a los tres amigos shingar el fuerte y amargo tabaco, dicéndoles:
---- Shinguen, shinguen. cholos, que el compadre no demora en venir, hay que estar con el ánimo fuerte para que no no nos vaya a dar la "canillera".
Truc, truc, truc el líquido , marrón y espeso, fue pasando por la garganta hasta la última gota.
Rato después de haber ingerido el tabaco, se sintió un fuerte olor a azufre y a carne podrida.
----Velay pué (pues), el difunto Zenón ya esta cerca y viene montado en una hermosa mula negra.
Efectivamente, todos sintieron un intenso frío que les calaba los huesos y como si por el aire volaran miles de abejas . Don Polo, presuroso, cogió un frasco de agua florida y escupiendo al aire digo:
Te pago esta florida
Por que tú ya ni eres de esta vida
Como ahora vives en el infierno
Con este maíz y miel de palo
Le pido al Divino Señor
te dé el descanso eterno.
La noche, que estaba negra tinta, se volvió clara con sus miles de estrellas en el firmamento. Después de haber efectuado los respectivos "pagos", don Polo se dirigió con paso lento al grupo, y dijo:
---- Lo que voy a decir, sobre todo es para usted don Panchito. El difunto su bisabuelo es le mismito lucifer; cierto es que en esta chacra ha dejado enterrado un enorme baúl, y está que puja con libras esterlinas y soles de nueve décimos. El muy pendejo ya viene, y a donde se meta allí están las riquezas guardadas por él.
Casi al instante, dos enormes candelillas de color azul se posaron en medio de la "mesa", y como si fueran dos pelotas de jebe saltaron lejos y se perdieron en una especie de cueva formada por la acción de las lluvias.
---- Don Pancho, ¿quiere que le diga una cosa? Esas dos candelillas que llegaron hace un momento a la "mesa" son los ojos de su bisabuelo, han venido a darnos "luces sobre la existencia del "entierro".
Casi a cinco metros donde se encontraba instalada la "mesa", con la claridad de la luna se veía un camino de herradura por el cual caminaba una mula de un color negro tinto, que botaba chispas por el hocico y sobre su lomo iba montado un jinete vestido totalmente de negro, el mismo que se introdujo en la cueva.
Don Polo, con voz estentórea ordenó:
---- Don Pancho, vaya usted y coja de la mesa esa espada con cabeza de cóndor, y vaya a la cueva que le difunto su bisabuelo le va a indicar dónde ha dejado enterrada su inmensa fortuna.
Don Pancho, temblando de pies a cabeza y refutando el pedido de don Polo, con tono irónico respondió:
---- ¿Por qué tengo que ir yo? Si somos tres, mande usted a Manuel o José ,
Don Polo , ante tal negativa, y con voz en alto respondió:
---- Debe usted saber, mi amigo, que de los tres el que tiene las pelotas rayadas es usted. Así que no proteste, y métase entre "dedo y espalda" cuatro dedos ralos de ese buen yonque que ustedes mismos han traído. Ustedes mismos han llegado hasta acá para sacar el "entierro" de su bisabuelo, y ahora le entró a usted la mariconada. Por si acaso , le hago la siguiente recomendación: "Cuando usted llegue a donde hay un molle seco haga un alto, y siga caminado de retroceso porque allí a la entrada de la cueva está esperándolo su bisabuelo para indicarle el lugar del "entierro". Si usted camina de frente va a ver a su bisabuelo convertido en el mismo diablo, y usted se puede "tapiar", no queremos tener un loco esta madrugada ; tenga este par de cigarrillos de tabaco de guaña, y vaya fumando porque al diablo le gusta el humo de tabaco".
Don Pancho, con paso lento y con espada en mano se encaminó al lugar indicado. Cuando estuvo frente al molle viejo encendió un cigarrillo y prosiguió su marcha de retroceso. Cuando estuvo casi en la entrada de la cueva escuchó una voz hueca, una voz de ultratumba que decía:
---- Anda y mete tu espada allí en el "culo" del molle, y donde la espada se hunda allí escarba , mis riquezas las he dejado enterradas a dos estados.
Don Pancho, para tener más valor prendió el segundo cigarrillo y metiéndose dos soberanas cachetadas para perder el miedo, regresó para cumplir al pie de la letra lo dicho por el difunto su bisabuelo. Ya estando al pie del molle comenzó a hundir la espada en distintas direcciones, y hubo el momento en que la espada se hundió hasta la cacha. Al poco momento llegaron sus amigos y don Polo . Al unísolo, los tres preguntaron: "¿Cómo te fue? ¿Tu bisabuelo te dijo algo? ¿Te indicó el lugar donde están enterradas sus riquezas?".
---- ¡Claro !, ¡Claro!, Aquí donde está metida la espada está el "entierro". Me ha dicho que está a dos estados.
Don Polo, experto en estos menesteres , dijo:
---- Por la gran puta, el tiempo no nos a va alcanzar, ya falta poco para amanezca; como ya tenemos ubicado el lugar, hoy por la noche regresamos y comenzaremos a excavar el lugar.....
Por la noche, todos estuvieron en el lugar indicado y provistos de picos, lampas y una petromax encendida empezaron la acción excavadora para encontrar el codiciado entierro.
Lampada tras lampada fueron sacando la húmeda tierra. Ya casi era la medianoche cuando recién habían cavado un estado. Todos estaban extenuados; para tener más ánimo y fuerzas, de rato en rato bebían el fuerte y apetecido yonque de primera.
Poco faltaba para amanecer, y fue don Pancho el que con su pico tocó como con una madera. Desde el fondo del hoyo, loco de alegría decía:
---- Al fin lo encontré, al fin lo encontré, ahora sí somos inmensamente ricos. Se acabaron para nosotros las pobrezas.
A través de una rústica escalera que había confeccionado, don Pancho subió a la superficie para decirles: "Necesitamos varios lazos para amarrar el baúl, les cuento que está " a ful" de monedas. Vaya, vaya don Polito, y traiga de esas sogas de cuero con las que enyuga sus toros".
Rato después, don Polo llegó con varias sogas. De nuevo, don Pancho se introdujo en el hoyo y cuidadosamente amarró el pesado baúl; luego, subiendo nuevamente a la superficie , entre los cuatro comenzaron a jalarlo.
La tarea fue titánica, y tras muchos esfuerzos lograron sacar a la superficie el enorme baúl. A los moradores del lugar les llamó mucha la atención ver la petromax encendida toda la noche , y como ya tenían conocimiento sobre la existencia de tal "entierro" no faltaron los chismosos. Y justo cuando iban abrir el baúl llegaron los que no habían sido invitados. Al momento escucharon un bramido; luego enorme remolino envolvió al baúl y lo llevó al fondo del hoyo, dejando a los invitados con la miel en los labios.
Otros serán los que verán "LOS OJOS DEL MUERTO", y se arriesgarán a sacar las riquezas dejadas por el difundo don Zenón.
Amigos que fascinante es esta leyenda, gracias a la información de mi dilecto amigo don Moisés Gonzalo Cordova Guerrero estamos disfrutando de estas hermosas leyendas.
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

1 comentario:

Anónimo dijo...

OHH Guillermo, que interesante tu "cuento" del diablo con dinero terrenal, y que se mostró con sus ojos para señalar el "entierrito", cosas y supersticiones de la gente crédula, como es posible que una fortuna enterrada no haya sido descubierta, y que se recurra a un brujo para encontrarla y al final ndie la tuvo, eso s un puro cuento.