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martes, 21 de abril de 2009

CÉSAR VALLEJO.....................UN POETA COMPROMETIDO CON EL DOLOR HUMANO. CAPÍTULO V. EL POETA SE SIENTE SOLO

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., el poeta César Vallejo se siente solo; todo ser humano se vuelve triste cuando esta huérfano de cariño, de ese amor maternal, que cuando somos niños, nuestra madre está pendiente que debemos comer nuestros alimentos y nos dice amorosamente: "sírvete", en cambio esos momentos el poeta César Vallejo de aquel almuerzo ya no tiene a sus padres, lamenta en el alma haberse roto su hogar, comparte el almuerzo en casa de un amigo, quien si tiene a su padre, quien con canas y viudez disfruta del almuerzo con alegres movimientos de los cubiertos, el poeta sufre el terrible dolor al usar los cuchillos que lo siente hasta en el paladar, pues él, no tiene un padre presente, tampoco una madre , por lo que el poeta esta buscando un amor propio, a todo trance desea escuchar una palabra de su madre: "Sírvete", pero esta expresión ya nunca llegará, porque no puede salir de la tumba, solo hay miseria de amor; extraordinario el Poema XXVIII del poemario "TRILCE", ruego a ustedes disfrutar de este poema, probablemente con mucha alegría, con mucha melancolía, con tristeza, con afecto, o con rabia por la impotencia dolorosa; eso depende del estado de ánimo en que usted está leyendo:

------------------ POEMA XXVIII ---------------

He almorzado solo ahora, y no he tenido
madre, ni súplica, ni sírvete, ni agua,
ni padre que, en el facundo ofertorio
de los choclos, pregunta para su tardanza
de imagen, por los broches mayores del sonido

Cómo iba yo almorzar. Cómo me iba a servir
de tales platos distantes esas cosas,
cuando habráse quebrado el propio hogar,
cuando no asoma ni madre a los labios.
Cómo iba yo a almorzar nonada.

A la mesa de un buen amigo he almorzado
con su padre recién llegado del mundo,
con sus canas tías que hablan
en tordillo retinte de porcelana,
bisbiseando por todos sus viudos alveolos;
y con cubiertos francos de alegres tiroriros,
porque estánse en su casa. Así, ¡qué gracia
Y me han dolido los cuchillos
de esta mesa en todo el paladar.

El yantar de estas mesas así, en que se prueba
amor ajeno en vez del propio amor,
torna tierra el brocado que no brinda la MADRE,
hace golpe la dura deglución; el dulce,
hiel; aceite funéreo, el café.

Cuando ya se ha quebrado el propio hogar,
y el sírvete materno no sale de la tumba,
la cocina a oscuras, la miseria de amor.

Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
ayabaca@gmail.com
ayabaca@yahoo.com
ayabaca@hotmail.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

OHH GRAN CÉSAR VALLEJO ERES EL MEJOR POETA DEL MUNDO!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Aohora el brujito la pega de poeta, por que será, por que será

Juan dijo...

César Vallejo, nunca habrá otro igual a él, murió en su ley y su identificación con los más desposeídos, lo mató la tuberculosis, tal vez hubo hambre en su estómago por falta de voluntad se seguir viendo ante tanta injusticia en el mundo actual...
Juan