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sábado, 15 de mayo de 2010

LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA.... CAPÍTULO LIV.- EL BANDOLERO "EL TORO BRAVO" Y SU AMADA "DOS DIENTES DE ORO" VIAJAN A CHOCÁN.

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior, el bandolero Samuel Morocho, más conocido como "El Toro Bravo" tuvo un amoroso encuentro con la bella ecuatoriana "Dos dientes de oro", y cunado iban a iniciar su segunda "rueda" de su dichoso amor, escuchan a los lejos que venían unos jinetes hacia la casa de la "raya" que en aquel momento constituía el "nido de amor" de ellos.

Ella estaba totalmente desnuda y aun sentía dolor en su vagina por el desfloramiento que había tenido unos momentos antes con su entrega total a su hombre el bandolero "El Toro bravo"; él, había empezado de nuevo a acariciarla y besarla dulcemente y cuando estaba mamando sus erectos pezones de ella; llegaron los intrusos jinetes. Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma, que viene a ser "El Rey de la Tinieblas": Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la Obra Literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación , impresión y distribución literaria. Con Reconocimiento de Derechos de Autor por INDICOPI, con Partida Registral No. 00392-2010. Asiento 01, con fecha de 27 de Marzo de 2,010. Fuente: Archivos del blog.

Al llegar los intrusos jinetes, estos observaron que los caballos de Samuel Morocho y "Dos dientes de oro" no habían sido desensillados; esto motivó al "El mono" apearse rápidamente de su caballo y se dirigió hacia la casita con chaveta abierta en mano, luego dio un fuerte puntapié a la puerta y la derribó hacia adentro.

El intruso entró con ánimos de matar al bandolero Samuel Morocho y al ingresar los encontró totalmente desnudos, este espectáculo encegueció sus iracundos ojos y atacó si mirar a quien, y justo la chaveta fue directo al pecho de "Dos dientes de oro" y como ella tenía puesta una gran cadena de oro, y esta llevaba un medallón de la Virgen del Cisne que colgaba hasta la altura de los senos, revotó el ataque sin lograr herir al cuerpo,porque el puntazo dio en el medallón, pero por la fuerza del golpe ella cayó de espaldas al piso.

Para eso, ya Samuel Morocho se había puesto su pantalón, y como tenía los cojones bien puestos, levantó su puñal y respondió al ataque contándole de cuajo el brazo izquierdo al malvado intruso; luego de su segundo ataque en defensa propia le abrió el estómago y salieron los intestinos; ante semejante cuadro de carnicería humana el otro ecuatoriano retrocedió y huyó, el atacante "El mono" ya moribundo pidió perdón a "Dos dientes de oro" y dijo:
-----"Amigaaaaa..... perdónameee...no quise .. hacer..te.. da..ño..."-----

Luego dio un estirón a su maltrecho cuerpo y murió.

Lo que minutos antes era una silenciosa habitación para hacer el amor, se convirtió en un lugar macabro con un muerto despedazado. Enseguida Samuel Morocho y "Dos dientes de oro" se visten y conversan y ella dijo:
-----"Samucho, a este hombre yo lo conocí en Cariamanga, fue un amigo de mi primo Andrés, pero yo desconozco el lugar en donde vivía, todo esto ahora es una desgracia"------

Samuel Morocho, ya repuesto del sorpresivo ataque el que el finado propinó a "Dos dientes de oro", lo que queda claro que él reaccionó así, creyendo que ella había sido herida de muerte y jamás iba permitir que alguien mate a la amada de su corazón; sin proponérselo se había enamorado de ella, entonces Samuel dijo:
------"Amada mía, por un momento pensé que te había matado ese hombre, ya que caíste de espaldas al suelo, y esa es la razón de mi reacción y traté con todas mis fuerzas eliminar al atacante"------

Luego, la pareja mas tranquilos, revisan la "medalla milagrosa" que le salvó la vida a ella; en efecto la punta de la chaveta fue certera al corazón; y por esas casualidades " de que nadie muere la víspera sino el día", no había que apresurar que ella fuese a tocar las Puertas de San Pedro; el chavetazo se estrelló contra la Medalla y casi llega a traspasar. En el pecho de ella se había formado una redondela roja, mas o menos del tamaño de la Medalla, eso se debió a la fuerza del golpe del chavetazo.

En seguida los amados deciden enterrar el cadáver de "El mono" y rápidamente hecho el entierro, abandonan la casita y parten a Chocán. ¡¡¡¡ Quien iba a pensar que "Dos dientes de oro" se convirtió en la amante y compañera de Samuel Morocho!!!!

Pues, hicieron muy bien en abandonar el lugar, porque el ecuatoriano que huyó regresó mucho después que ellos habían salido con refuerzos dispuestos a todo, y al llegar estos encontraron la casa vacía, se había levantado la puerta y al dar la vuelta hacia atrás , había tierra revuelta y en aquel lugar estaba enterrado el cadáver de su amigo ; discuten entre ellos y deciden quemar la casa y así lo hacen incendian la construcción y regresan de nuevo al Ecuador.

Mientras tanto Samuel Morocho y "Dos dientes de oro" siguen su trayecto hacia Chocán, ambos están completamente agotados y exhaustos ya que no habían dormido en 24 horas y además tenían sobre sus espaldas la tragedia de la casa de la "raya".

Aquí todo quedaba muy claro, ya que Samuel Morocho actúo en defensa propia, él, jamás agredió a nadie, en todo momento él fue el atacado, y siempre salió airoso, pero nunca había matado a alguien; ese cargo de conciencia lo atormentaba sobre manera; se resigna y al fin de todo la vida continúa y hay que seguir luchando para sobrevivir.

Ahora, regresemos a Chocán, ya los emisarios del bandolero "El Chavetazo mortal" llegaron a su destino y lo primero que hicieron fue husmear sobre el cuantioso "entierro" que había sido descubierto y que perteneció a la familia de Juan Morocho Tomapasca; también se informaron que gran parte del "entierro" había sido tomado por Samuel Morocho y que estos caudales fueron enterrados de nuevo en otro lugar en las faldas de una pampa cerca a los Baños Termales; y el resto fue distribuido entre los sobrinos del finado; en realidad estos últimos solo recibieron migajas, ya que no pudieron demostrar fuerza en la lucha por la herencia.

En cambio, Samuel Morocho, se auto proclamó el único y legítimo dueño y heredero del hallazgo perteneciente a su primo Juan Morocho Tomapasca, él, se batió con varios de ellos y los venció a todos en peleas limpias a base de cabezazos y estos eran tan fuertes que en cada contienda ponía fuera de combate a cualquier oponente y con ello hacía honor a su apodo: "El toro bravo", él, siempre decía que era el "segundo toro bravo", porque él había sabido que un pariente suyo vivió en Socchabamba y se llamó así mismo "Toro bravo".

Volviendo a los amados Samuel y "Dos dientes de oro" avanzaban hacia Chocán y ya estando a unos cuantos pasos se encontraron con un jinete que venía en sentido contrario a ellos y muy apresurado y al ver a Samuel le dijo:
----"Jefe, han llegado tres hombres de Samaco, están muy interesados en el "entierro" que usted heredó y dicen que vienen a apropiarse del mismo, pero por ahora no atacarán a nadie, ya que luego de que se vayan a Samaco de nuevo, ellos regresarán con su jefe "El Chavetazo mortal" y como ese hombre de Samaco es su enemigo, he venido a darle alcance para que que usted no sea sorprendido por algún ataque de esos intrusos"----

Desde luego, Samuel Morocho ya sabía de la presencia de los emisarios de Samaco, ya que ellos estuvieron en la fiesta de Mostazas, en donde no fueron bien recibidos, pero lo que le llamaba la atención fue la audacia que esgrimían estos individuos en querer apoderarse de su "entierro"; además recordaba que tuvo un viejo pleito con Juan Cunya ("El Chavetazo mortal"), por unos tesoros que fueron encontrados por él.

Juan Cunya aducía que esos tesoros eran de su propiedad y además en el Ecuador sobre las faldas del Cerro Usaime en una gran fiesta tuvieron una bronca, si bien no hubo un ganador , pero el mas magullado fue Juan Cunya y esto constituía una afrenta cuya humillación tenía que ser vengada...... continuaremos.......
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

1 comentario:

Anónimo dijo...

Guillermo, cada vez nos llevas a tu mundo de los bandoleros, que interesante habrá sido vivir en aquellos tiempos y observar las bandas de asaltantes.. no estoy diciendo que aprecio ese mundo del delito, sino el acoso entre ellos por apoderarse del tesoro de los que trabajaban y creando la riqueza.