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sábado, 11 de diciembre de 2010

LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA... CAPÍTULO LXXXIV.- EL BANDOLERO HUAMÁN SE REFUGIA EN SU REDUCTO Y ES ACOSADO POR FANTASMAS DEL MÁS ALLÁ...SATÁN

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de la Casa de la Loma tiene un Fantasma y como informamos en el capítulo anterior el bandolero Huamán es perseguido sin tregua por un grupo de jinetes de Chocán, capitaneados por Fermín, quienes llegaron a Socchabamba y visitaron dos casas y no encontraron al bandolero; se tomaron su tiempo descansado y con la información de un rastreador que a la vez es un ex-jinete que perteneció al grupo del bandolero Huamán, quien describe con lujo de detalles que el caballo que lleva sobre su lomo al huidizo bandolero Huamán se dirige a Cuchayo.

Los jinetes de Chocán arrancaron la marcha hacia Cuchayo, sabían que habían perdido entre 6 a 14 horas, pero eso no los amilanaba, estaban seguros que esta vez darán "caza" al temible bandolero y contando a la vez con dos oriundos de la comarca como guías, aparentemente todo indicaba que esta incursión se coronaría con el éxito.
Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma, que viene a ser "El Rey de la Tinieblas": Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la Obra Literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación , impresión y distribución literaria. Con Reconocimiento de Derechos de Autor por INDECOPI, con Partida Registral No. 00392-2010. Asiento 01, con fecha de 27 de Marzo de 2,010 . Fuente: Archivos del blog.

Sin embargo la realidad era totalmente diferente porque las fuerzas negativas tomaron posición a favor de individuos que hacían tanto daño y prologan su existencia que es un sendero dirigido a la maldad. No hay otra explicación razonable, porque si un individuo es malvado, cruel y a la vez un cobarde quien ataca sin piedad a alguien que se le cruza en el camino.

Es la reacción justa que buscando un halago de la justicia se le aplique la sanción pertinente y con todo el peso, de tal suerte que sirva como escarmiento al infractor para que se arrepienta de sus malévolos actos. Esta apreciación teórica en algunos casos es utópica porque dista mucho de ser real, en el caso específico del bandolero Huamán, ya que este personaje fundamenta su accionar delincuencial en la sorpresa traidora, unida a la emboscada encubierta en alevosía con calculada premeditación asesina.

Con todos estos antecedentes los personales malévolos perduran en el tiempo y ocupan el espacio de sus víctimas, abandonado siquiera un mínimo punto de justicia para liquidarlos por ser gérmenes de la maldad.

Ahora, vamos a Cuchayo, el bandolero Huamán completamente solo y sin apoyo de ningún compinche por que casi la mayoría de ellos murieron en la fracasada incursión en Chocán y con dos sobrevivientes que regresan como aliados de la gente de Chocán y claman venganza por haberlos abandonado, no tiene otra alternativa de sobrevivencia que esconderse en su cueva secreta, y aquel refugio era la único que le quedaba con una ventaja para él, que nadie más sabía de su existencia de la bendita cueva.

Aquel lugar que vamos a llamarle "La cueva de la quebrada grande", en efecto era una especie de gruta que se había formado por acción de la naturaleza que cuando existía más agua en ese riachuelo .

En efecto había una laguna y el agua caía desde una pendiente de dos metros, originando una fuerza cuya reacción era un remolino que golpeaba un costado de la laguna cuya pared era de roca viva y con el constante movimiento el agua labra la piedra y puede perforarla; justamente eso sucedió en este lugar y con el tiempo bajó el nivel de la corriente de agua y quedó al descubierto la profunda "herida" que el agua había hecho a la peña.

En Socchabamba es común pensar de la gente que cuando se encuentra una excavación hechas a roca muy fuerte o peña viva por la naturaleza le dan efectos mágicos y le agregan nombres tales como: "Cueva del diablo", "Cueva del embrujo" o "La cueva de la viuda", etc. etc., , pero esta cueva que parece nadie la había descubierto a excepción del bandolero Huamán la llamaremos "La cueva de la quebrada grande".

Esta quebrada en cuya ubicación estaba la cueva no había sido visitada por el bandolero Huamán por muchos años, entonces primero tuvo que limpiar la entrada flanqueada por dos troncos de higuerón que estaban llenos de musgos; trabajosamente los arrancó de los troncos de madera muy madura, luego ingresó a la cueva, pero tenía un mal olor, algo así como a excrementos y el piso estaba cubiertos de estos, el personaje no se explicaba el ¿porqué de ese olor tan desagradable?, encendió un cerillo de fósforo y cual seria su sorpresa, pues habían cientos de "mashos" (así se llama en Socchabamba a los murciélagos) adheridos a las partes altas de la cueva, eran sus domicilios en la paredes litoclasas, ya que la grieta tenía una profunda herida y todas las partes altas estaban llenas de los "mashos" (murciélagos) que son mamíferos quirópteros que al observar la luz salieron despavoridos en vuelo rasante que casi atropellan al bandolero, quien no tuvo otra reacción que tirarse tumbado al piso y por su encima salieron los "mashos" y con ya eran las 6:30 p.m. del día los mamíferos alados abanderaron su hogar para salir en la búsqueda de sus alimentos.

Luego la cueva quedó casi completamente vacía con la excepción de algunos pequeños mamíferos que se quedaron en espera de sus padres, entonces el bandolero Huamán se reincorporó y se digo asimismo: "Mierda, aquí hay mashos como diablos en los quintos infiernos" y tal vez no le faltaba razón, para satanás se transforma en vampiro para tentar almas humanas y seducirlas con la intención de llevarlas a su reino de las tinieblas eternas.

Mientras tanto los jinetes de Chocán, ya habían llegado a Cuchayo y con la ayuda y guía de los dos ex-jinetes del bandolero Huamán, rápidamente fueron a inspeccionar los escondites en donde solía ocultarse el bandolero y en todos los lugares visitados no encontraron nada, y ellos se preguntaban: ¿Dónde estará el jinete Huamán si aquí está su caballo?, eso les indicaba que el fugitivo estaba por allí escondido , el problema era saber en que lugar está este escurridizo personaje; los jinetes provistos de mechones tipo antorcha se dispersaron y cada uno empezó a "peinar" cada rincón y así pasó el tiempo y llegamos a la media noche y no hay rastros del bandolero Huamán.

A iniciativa de Fermín nuevamente los jinetes de agrupan y el jefe del grupo trata de apaciguar la impaciencia de su gente y les ordena descansar hasta el día siguiente con la esperanza que al amanecer ofrezca mejor visión a los hombres y así lleguen al lugar oculto en donde se refugia el Bandolero Huamán.

Ahora, regresemos a la "Cueva de la quebrada grande", entonces el bandolero Huamán había decidido desistir en ocultarse en dicha cueva por la insoportable hediondez que emanaba desde el interior de la cueva y sin ventilación hacía un ambiente no apto para cualquier humano que pueda tolerar por un largo tiempo y en aquellos momentos el bandolero escuchó el tropel de los jinetes de Chocán que llegaban en su búsqueda; ante tan apremiante momento de decidir por la vida o la muerte, el bandolero Huamán avanzó hasta la mitad de la profundidad de la cueva y se tumbó al piso y se untó con los excrementos todo su cuerpo con la intención de que nadie lo detecte y allí esperó lo que iba a suceder en los próximos minutos.

Como los hombres de Chocán se dispersaron, uno de ellos llegó hasta la quebrada grande y justo estuvo hasta en la misma entrada de la cueva, ya que el bandolero había limpiado los troncos; el inquieto jinete intentó ingresar a la cueva, e incluso llamó a más compañeros, pero el fuerte ruido del agua al discurrir cuesta abajo impidió oír su voz pidiendo ayuda, porque nadie más lo escuchó pidiendo compañía y además por el fuerte olor que emanaba desde el interior de la cueva, el jinete desistió de su intento de ingresar y se alejó de aquel pestilente lugar, sin saber que en el corazón de la cueva estaba oculta su presa, y así una vez más el bandolero Huamán se salva gracias a la ayuda de la naturaleza.

Sin embargo el amo de las tinieblas Satanás había fijado su residencia temporal en esta cueva cuando se transmigraba como un ser humano común y corriente y esa misma noche regresaba a su escondite, aún con todo el ruido de los jinetes de Chocán en aquella comarca, entonces llega como de costumbre a las 3:00 a.m. que es el límite entre la noche espesa y el próximo amanecer, al ingresar absorbe los hediondos olores de la cueva , hace un ruido espantoso que retumba en toda la cueva y despertó de su profundo sueño al bandolero que fingía de nuevo inquilino de la cueva.

Como Satanás en aquel momento era un humano común, siguió hasta lo más profundo de la cueva, justo pasando por encima del cuerpo del bandolero que estaba tumbado sobre el suelo y éste sintió como una brasa de fuego la pisada del inquilino y al llegar al fondo de la cueva el espíritu malévolo reflejó luces incandescentes en todo su cuerpo; entonces el bandolero Huamán observando semejante fantasma ardiendo y echando fuego, salió aterrado de la cueva y huyó por la misma quebrada (riachuelo) cuesta abajo, ya que no podía tomar otro lugar por el acoso de los jinetes de Chocán que lo esperaban en las pampas de Cuchayo. ... continuaremos.......
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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