- El aislamiento de la perdiz blanca de los Pirineos la mantiene estable y con una diferenciación genética con respecto a otras poblaciones europeas.
La perdiz blanca de los Pirineos se mantiene estable. EFE/Carlos García
La población de perdiz blanca de los Pirineos se mantiene estable y su aislamiento en la zona pirenaica ha provocado una diferenciación genética con respecto a otras poblaciones europeas de perdiz, según ha constatado el Servicio de Biodiversidad y Protección de los Animales en su último censo.
La perdiz blanca es una de las pocas especies de aves que viven en perdiz blanca originarias del Ártico.
De las veinte subespecies catalogadas, la ‘Lagopus muta pyrenaicus’ habita en los Pirineos a caballo entre Francia, Andorra y España, siendo en Cataluña donde reside la mayor parte de la población.
Según los técnicos de Medio Natural de la Generalitat, el aislamiento en los Pirineos, concentrado sobre todo en la zona del Puigmal-Canigó, ha provocado una diferenciación genética con respecto a otras poblaciones europeas, incluso de las más cercanas, en los Alpes.
Este fenómeno está reduciendo la diversidad genética aún más, si la comparamos con el resto de los Pirineos.
Junto con las perdices blancas de Japón y algunas cordilleras al sur del Himalaya, las perdices de la zona pirenaica se encuentran en el límite meridional de la distribución mundial.
Vulnerables a los efectos del cambio climático
Su origen ártico hace que vivan en los Pirineos recluidas en las zonas alpinas, a partir de los 2.300 metros en la zona oriental y los 2.200 metros en la zona axial, un hecho que, según los técnicos, las hace vulnerable a los efectos del cambio climático.
La perdiz blanca es una especie protegida por la legislación catalana, estatal y europea.
Desde hace una década, el Servicio de Biodiversidad y Protección de los Animales de la Generalitat realiza censos primaverales para determinar las densidades de machos territoriales y censos de verano para obtener datos sobre el número de crías por hembra.
Los datos del primer semestre de 2016 muestran una cierta estabilidad, aunque las poblaciones más orientales tienen índices más débiles que en la zona axial pirenaica.
En este primer recuento primaveral han censado tres sectores ubicados en el Parque Natural de las Cabeceras del Ter y del Freser; Alt Pirineu; Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.
Según Medio Natural, la metodología es compleja porque hay que acceder a zonas elevadas y llevar a cabo la localización de los machos territoriales mediante la detección de su canto desde puntos fijos de escucha, antes de la salida del sol.
Si las condiciones meteorológicas lo permiten (ausencia de viento, nieve o lluvia) sólo con una mañana se puede censar una zona o sector, lo que corresponde a unas 70 hectáreas.
Los censos se hacen de forma conjunta y coordinada con el Office Nationale de la Chasse et de la Faune Sauvage (ONCFS) de Francia y con el gobierno de Andorra, así como con el Parque Natural de las Cabeceras del Ter y del Freser; del Alt Pirineu, Aigüestortes i Estany de Sant Maurici; los Servicios Territoriales de Girona y el Cuerpo de Agentes Rurales. EFEverde
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