Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., , la Revista National Geographic, ha elaborado un reportaje de las 15 maravillas naturales del Continente Africano.
National Geographic, dice : "Su naturaleza y biodiversidad son abrumadoras: árboles milenarios, desiertos, islas y archipiélagos, ríos y lagos míticos, montañas legendarias, selvas, sabanas, el león, el leopardo, el búfalo y el rinoceronte. Un ecosistema único. Tal vez por ello, África fue el continente que más vio crecer el turismo durante el 2017 (según la Organización Mundial del Turismo, 62 millones de llegadas).
Es difícil resumir un continente –las listas son finitas, pero la geografía no–. De todas formas, con esta galería os queremos mostrar algunas de las maravillas naturales de África. Si estáis pensando en un viaje, con estas imágenes os acabaréis por decidir..."
África, siempre estará nombrada con su emblemático río: Río Nilo, la importancia que cobró desde el Antiguo Egipto, se la elaborado un amplio reportaje sobre la vida junto al Río Nilo desde hace miles de años.
África, siempre estará nombrada con su emblemático río: Río Nilo, la importancia que cobró desde el Antiguo Egipto, se la elaborado un amplio reportaje sobre la vida junto al Río Nilo desde hace miles de años.
http://www.nationalgeographic.com.es/viajes/grandes-reportajes/maravillas-naturales-africa_12294
https://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/la-vida-junto-al-rio-nilo_6359/1
https://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/la-crecida-del-nilo_8421/1
Parecen una fantasía; pero por fortuna existen, son reales y las podemos visitar. Te contamos dónde.
Erg Chebbi, Marruecos
Imagina recorrer en camello las altas dunas, dormir en el desierto rodeado de kilómetros y kilómetros de silencio y bajo las estrellas. Imagina despertar y ver cómo con el sol la fina arena se va tiñendo de colores. En algunos lugares, las dunas del desierto de Erg Chebbi alcanzan hasta 150 metros de altura. Forma parte del Sáhara y se extiende desde Marruecos hasta Argelia. De forma sorprendente, en los inviernos lluviosos se forman algunos lagos en los que se concentran diferentes especies de aves migratorias.
Foto: Gtres
Avenida de los Baobabs, Madagascar
Antoine de Saint-Exupéry no viajó a Madagascar; pero al ver este paisaje de baobabs, uno no puede dejar de pensar en el asteroide B612, el hogar del principito. Este paraje, entre Morondava y Belon’i Tsiribihina, en la región de Menabe, se conoce como “La avenida de los baobabs” porque concentra una treintena de ejemplares de este asombroso árbol que es, junto a los lémures, símbolo de Madagascar. Los baobabs son árboles que pueden llegar a más de ochocientos años de edad y alcanzan alturas de treinta metros.
Foto: AP
Cráter de Ngorongoro, Tanzania
Tal vez estemos antes lo más parecido al edén. Este lugar en Tanzania es uno de los espacios naturales más importantes, e imponentes, de todo África. Una fauna única y los rastros de los primeros humanos se mezclan en un lugar increíble. La zona de conservación de Ngorongoro es un espacio protegido con una extensión de 8.288 km², al oeste de la ciudad de Arusha, en las tierras altas volcánicas de Tanzania. El cráter de Ngorongoro y la garganta de Oldupai no sólo tienen una gran importancia medioambiental (es el hábitat para elefantes, leones, leopardos, búfalos y rinocerontes...), sino que son uno de los escenarios principales en la investigación de la evolución de la especie humana.
Foto: Gtres
Cataratas Victoria, Zambia y Zimbabwe
La Unesco incluyó a las Cataratas Victoria entre los lugares Patrimonio de la Humanidad en 1989. Un parque nacional en el lado de Zambia y otro en el de Zimbabue velan por su protección. Cuando el viajero se aproxima al Parque Nacional de Mosi-oa-Tunya, en Zambia, o, bien, al Parque Nacional de las Cataratas Victoria en Zimbabuea, comprende por qué Mosi-oa-Tunya (“el humo que truena”) es el nombre local con el que se conocen estas cataratas: un ensordecedor rumor llena el ambiente. Es el mismo ruido que sorprendió a David Livingstone cuando las alcanzó en 1855 y las bautizó con el nombre actual.
Foto: Gtres
Archipiélago de las Seychelles
Es probable que si imaginas alguna isla paradisíaca se asemeje mucho a algunas de las islas que forman el archipiélago de la República de las Seychelles. Un grupo de 115 islas en el océano Índico que parecen un tesoro. Aquí se encuentra la playa más fotografiada del mundo, la Source d'Argent. Su clima perfecto, que oscila entre los 24 y 32ºC, sus aguas turquesas y cristalinas, la fauna y flora, hacen de este lugar uno de los destinos más prestigiosos del mundo.
Foto: Gtres
Parque Nacional Namib-Naukluft, en Namibia
Que un desierto tenga fama de ser el más antiguo del mundo, dice mucho de lo especial del lugar. Así ocurre con el desierto de Namibia, que se calcula ya existía hace unos 65 millones de años. Todo él es asombroso; pero la zona más conocida es en la que se encuentran las lagunas desecadas. Allí es tan intensa la deshidratación que los pocos árboles del lugar se fueron petrificando y se convirtieron en fantasmagóricas sombras.
Foto: Gtres
Monte Kilimanjaro, Tanzania
Uno de los lugares míticos de África. La montaña, de la que escribió Ernest Hemingway, está situada en el noreste de Tanzania. Formada por tres volcanes inactivos, es el punto más elevado del continente. Además, el Kilimanjaro es conocido por sus famosos campos de hielo en la cumbre que se están reduciendo de forma drástica desde principios del siglo XX y lo convierten en uno de esos paisajes que ya nunca volveremos a ver igual. El monte y las selvas circundantes constituyen el Parque Nacional del Kilimanjaro, Patrimonio de la Humanidad desde 1987, que es el hábitat de muchas especies amenazadas de extinción.
Foto: Gtres
Arrecifes coralinos del Mar Rojo
Estas aguas de resonancia bíblica son una de las mecas del buceo mundial: el golfo del Mar Rojo, con profundidades de más de 2.000 metros, tiene unas aguas de gran riqueza en nutrientes que alimentan a sus corales. Diferentes países de la ribera son ideales para conocer esta belleza de gran valor medioambiental. En la zona egipcia del Sinaí, o al sur de Israel, Sudán o Eritrea podemos encontrar plataformas coralinas que se extienden a lo largo de miles de kilómetros.
Foto: Gtres
Primavera en la provincia Cabo Occidental de Sudáfrica
Este paisaje es asombroso. Y más entre agosto y septiembre, que es cuando acontece esta espléndida floración que convierte la provincia de El Cabo Occidental, en Sudáfrica, en una impresionante alfombra natural. Uno de los mejores lugares para observar este espectáculo es en el West Coast National Park, a unos 90 kilómetros de la capital, Ciudad del Cabo. En el corazón del parque, hay una laguna de origen prehistórico.
Foto: Gtres
Reserva Nacional Masai Mara, Kenia
Si hay un parque nacional en África que destaque sobre todos es este, el de la Reserva Nacional Masai Mara, en la región del Serengueti. Si duda, un imprescindible de Kenia. Tiene este nombre porque la legendaria tribu masái habita la zona y por el río Mara, que lo cruza. La mayor parte del territorio es sabana en la que puntualmente aparecen acacias salpicando el horizonte. La fauna tiende a concentrarse en la zona occidental del valle, donde el acceso al agua es más fácil. Es fácil ver a los “Cinco Grandes”: el león, leopardo, elefante, el búfalo africano y el rinoceronte negro. También se puede ver otros animales como el hipopótamo o la hiena manchada.
Foto: Gtres
El hogar de los gorilas en la niebla
Una basta zona geográfica, entre Uganda, Ruanda y la República del Congo, sigue siendo el hábitat de los últimos gorilas: un espectacular entorno selvático de senderos apenas abiertos por la mano del hombre. Fue la zoóloga estadounidense Dian Fossey, en los años 60, la pionera que logró romper con los prejuicios que existían alrededor de esta especie amenazada por la extinción de la mano de los cazadores furtivos. Para verlos en libertad, hay que ir al Parque Nacional de los Volcanes, en Ruanda, o al Parque Nacional de la Selva Impenetrable de Bwindi, en el suroeste de Uganda.
Foto: Gtres
Lago Nakuru, Kenia
El Lago Nakuru, declarado como Parque Nacional de Kenia en 1968, es un santuario para las aves. En especial, para los flamencos que ocupan la orilla atraídos por las algas: miles de ellos de un precioso color rosado que forman uno de los espectáculos naturales más bellos de África. Al lago también llegan rinocerontes y centenares de búfalos, jirafas, gacelas…
Foto: AP
Delta del Okavango, Botsuana
El delta del Okavango es uno de los ecosistemas más asombrosos del planeta. En sentido estricto no es un delta fluvial ya que el río no desemboca en el mar. En realidad, deberíamos hablar de un cono de deyección que se produce en el lugar donde el río Okavango alcanza una llanura sin salida fluvial a ningún océano, quedando la zona inundada durante las crecidas. Sea como fuera, esta extensa superficie (entre 15.000 km2 y 22.000 Km2) es el hábitat de miles de especies. Aquí se encuentra una población de leones nadadores, forzados por las crecidas a zambullirse para poder cazar en el territorio.
Foto: AP
Parque Nacional Tsingy de Bemaraha, Madagascar
La naturaleza es caprichosa. Sobre todo cuando a las formaciones rocosas les da por hacer esculturas, como ocurre con esta espectacular formación kárstica, en el Parque Nacional Tsingy de Bemaraha, en Madagascar. Dos conjuntos destacados: el Gran Tsingy y el pequeño Tsingy, donde la disolución de la caliza ha originado un laberinto natural casi impenetrable de torres afiladas y estrechas cuevas. El parque nacional es uno de los lugares Patrimonio de la Humanidad.
Foto: Gtres
El Nilo, Egipto
Más que un simple río, casi una divinidad que otorga la vida. Con una extensión que supera los 6.800 kilómetros de longitud, el Nilo es el mayor río del continente africano. Sin él, la civilización de Egipto no habría existido. El curso alto del río dio algunos de los episodios más apasionantes en la historia de las expediciones africanas. El explorador británico John Hanning Speke fue el primer occidental en alcanzar las fuentes del Nilo, una zona que se le resistió al mismísimo David Livingstone. Finalmente, fue el galés Henry Morton Stanley quien confirmó la veracidad del descubrimiento de Speke al circunnavegar el lago Victoria. De paso, le dio tiempo de protagonizar uno de los saludos más famosos de la historia: “El doctor Livingstone, ¿supongo?”, fue lo que dijo al encontrarse enfermo al mítico aventurero en su campamento a la orilla del lago Tanganica.
Foto: Gtres
José Alejandro Adamuz
24 de enero de 2018
El continente africano evoca aventura. Su geografía está hecha de viajes míticos que a lo largo de los siglos nos han deparado algunos de los paisajes más espectaculares del planeta. África, como cuna de la humanidad, es un tesoro cultural y antropológico excepcional.
África es el tercer continente en extensión, por detrás de Asia y América. En su territorio vive el 15 % de la población mundial repartida en 54 estados soberanos, 3 territorios dependientes y algunos pequeños territorios dependientes de estados no africanos.
Su naturaleza y biodiversidad son abrumadoras: árboles milenarios, desiertos, islas y archipiélagos, ríos y lagos míticos, montañas legendarias, selvas, sabanas, el león, el leopardo, el búfalo y el rinoceronte. Un ecosistema único. Tal vez por ello, África fue el continente que más vio crecer el turismo durante el 2017 (según la Organización Mundial del Turismo, 62 millones de llegadas).
Es difícil resumir un continente –las listas son finitas, pero la geografía no–. De todas formas, con esta galería os queremos mostrar algunas de las maravillas naturales de África. Si estáis pensando en un viaje, con estas imágenes os acabaréis por decidir.
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