Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., la Revista National Geographic, informa sobre los siete mamíferos en peligro de extinción en la Península Ibérica.
National Geographic.- narra : "Los mamíferos constituyen, posiblemente, el grupo de vertebrados de mayor distribución geográfica y diversidad morfológica del planeta. En todo el mundo, en la actualidad, existen cerca de unas 5.400 especies de mamíferos, de la cuales, unas 107 pueden ser encontradas en la Península Ibérica. De estas 107 especies, una docena de ellas son endémicas del territorio español (el término endemismo se emplea para designar a las especies cuya distribución se encuentra restringida a un ámbito geográfico concreto). Y algunas de ellas son las que hacen nuestra fauna de mamíferos un patrimonio único y singular....."
National Geographic.- agrega : "En los últimos 540 millones de años, la Tierra ha padecido cinco episodios de extinción masiva, cada uno de los cuales ha coincidido con procesos que han trastornado el ciclo natural de absorción de carbono en la atmósfera y los océanos. Estas perturbaciones tuvieron lugar durante miles o millones de años, y acabaron dando lugar a la extinción de especies marinas en el mundo...."
National Geographic.- añade : "....Un estudio publicado ayer en Nature Communications asegura que "si no se detiene el uso de combustibles fósiles [como el petróleo, el carbón y el gas natural] por parte de la humanidad, a mediados del siglo XXI se corre el riesgo de alcanzar valores de CO2 que no se habían producido desde comienzos del Eoceno, hace 50 millones de años". Y, de continuar con la tendencia creciente actual, no sólo se podrían agotar los combustibles fósiles, sino que en el año 2400 las concentraciones de CO2 en la atmósfera podrían alcanzar niveles que no ha experimentado la Tierra en los últimos 420 millones de años. Los firmantes del estudio son Gavin Foster, Dana Royer y Daniel Lunt...."
https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/actualidad/futuro-podrian-alcanzar-unos-niveles-dioxido-carbono-sin-precedentes_11361
El ciclo del carbono de la Tierra podría desestabilizarse a partir de 2100 y provocar la desaparición de la mayoría de especies del planeta.
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/calculo-matematico-predice-sexta-extincion-masiva-tierra_11934
El ciclo del carbono de la Tierra podría desestabilizarse a partir de 2100 y provocar la desaparición de la mayoría de especies del planeta.
https://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/grandes-reportajes/7-mamiferos-peligro-extincion-espana_13300
Estas son las siete icónicas especies de mamíferos más amenazadas del territorio español. O se toman medidas urgentes o acabarán por desaparecer
Lince Ibérico
Lynx pardinus
Con pinta de gato salvaje, los linces habitan únicamente en el hemisferio norte. Se conocen cuatro especies diferentes, tres de ellas gozan de muy buena salud, mientras que la cuarta es una de las especies más amenazadas del planeta: el lince ibérico. Se calcula que tan solo quedan 404 ejemplares, una población muy difícil de recuperar debido al deterioro de su hábitat y de su principal base alimenticia, los conejos.
Foto: Alfonso Moreno / WWF España
Desmán ibérico
Galemys pyrenaicus
El desmán ibérico, desmán de los Pirineos, se distribuye entre las zonas montañosas del norte de la península ibérica y sur de Francia. Es un insectívoro semiacuático que habita las proximidades de riachuelos y torrentes, de hábitos principalmente nocturnos, y cuya seña de identidad más característica es su morro con forma de trompeta. Posee unas patas traseras robustas y ágiles y la parte delantera de su cuerpo se asimila a la de un topo, donde destacan unas fuertes patas adaptadas para escarbar. Posee una glándula de almizcle al comienzo de su cola por lo que en ciertos lugares también recibe el nombre de almizclera. El hábitat del desmán ibérico es muy vulnerable; las principales amenazas son la contaminación del agua y la fragmentación de su hábitat debido a la construcción de centrales hidroeléctricas, embalses, y a la extracción de agua. En algunas zonas es perseguido por la errónea creencia de que es dañino para la pesca. La IUCN prevé que debido al cambio climático y al descenso de lluvias por debajo de los 1000 milímetros por metro cuadrado anuales en el futuro , el desmán podría extinguirse en gran parte de la península ibérica.
Foto: AgeFotostock
Murciélago patudo
Myotis capaccinii
Aunque el murciélago ratonero patudo, está presente de forma homogénea a lo largo de su zona de distribución -desde Almería hasta el Mar Negro- se trata de una especie escasa y rara, de la que se desconocen sus poblaciones globales. De tamaño mediano, este murciélago presenta un dorso gris claro y un vientre casi blanco. Esta especie se encuentra íntimamente ligada a zonas acuáticas de marcado ambiente litoral y su óptimo climático es el clima termomediterráneo. Desde al año 2016 está catalogado como una especie vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, siendo su situación en España especialmente crítica, por lo que ha sido incluido en la lista roja de especies amenazadas en nuestro país como especie en peligro de extinción.
Foto: AgeFotostock
Foca Monje
Monachus monachus
Esta imagen única de un par de focas monje apareándose es un brote de esperanza en el futuro de esta especie de foca en vías de extinción. Se trata de una de las especies más raras de focas que existen. En otro tiempo fue habitual en los mares Mediterráneo y Negro hasta las costas de Cabo Verde y Canarias. Tras la desaparición del último macho, «Peluso», de las islas Chafarinas situadas en la costa norte de África es sumamente difícil avistar algún ejemplar en las costas españolas.
Foto: WildWonders
Oso pardo
Ursus arctos
De color muy variable: entre marrón muy oscuro y dorado claro, pasando por diversas gamas de grises; y pudiendo alcanzar una altura de 2 metros y un peso de hasta 300 kilogramos, el oso pardo ha sido un habitante característico de los bosques maduros de Europa, Asia y América del Norte. A nivel general la especie se encuentra en una situación vulnerable con extinciones parciales en toda su distribución, coincidiendo las zonas más humanizadas con las subespecies en más alto riesgo de extinción. Así en España, sobreviven tan solo 2 poblaciones de oso pardo, situadas en la Cornisa Cantábrica y los Pirineos; y que respectivamente cuentan con unos 300 y 40 osos respectivamente.
Foto: WildWonders
Visón europeo
Mustela nutreola
Conocido como visón europeo, este mamífero de la familia de los mustélidos es uno de los animales clasificados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como uno de los más amenazados de Europa. Así, hallándose en Peligro Crítico de Extinción, habita en escasas y pequeñas poblaciones aisladas desde España hasta los Montes Urales. El visón europeo siempre ha sido una especie muy perseguida por su pelaje. A principios de los años 90 el censo de población de la especie registraba tan solo unos 500 ejemplares en toda Europa. No obstante su gran declive ha estado motivado por la introducción con fines económicos en Europa de la especie americana, Neovison vison, más oportunista, clasificada en Europa como especie invasora y que, con capacidad de desplazar a la especie europea de su hábitat, es del mismo modo transmisora del llamado parvovirus de la enfermedad aleutiana del visón, mucho más agresivo para la especie europea.
Foto: EfAston
Ballena Vasca
Eubalaena glacialis
La ballena franca glacial o ballena vasca, habita en casi la totalidad del Atlántico norte. Se trata de una ballena barbada, y una de las tres especies de ballenas francas pertenecientes al género Eubalaena. Estas ballenas fueron en el pasado uno de los objetivos mas codiciados de los balleneros vascos. En la actualidad, se encuentran entre las ballenas más amenazadas del mundo: existen alrededor de 400 ejemplares en el oeste del Atlántico Norte; al este del mismo la población es terriblemente escasa, por lo que los científicos creen que en la actualidad la especie podría estar funcionalmente extinta a este lado del océano.
Los 7 mamíferos en peligro de extinción en España
Los mamíferos constituyen, posiblemente, el grupo de vertebrados de mayor distribución geográfica y diversidad morfológica del planeta. En todo el mundo, en la actualidad, existen cerca de unas 5.400 especies de mamíferos, de la cuales, unas 107 pueden ser encontradas en la Península Ibérica.
De estas 107 especies, una docena de ellas son endémicas del territorio español (el término endemismo se emplea para designar a las especies cuya distribución se encuentra restringida a un ámbito geográfico concreto). Y algunas de ellas son las que hacen nuestra fauna de mamíferos un patrimonio único y singular.
En la actualidad, la Península Ibérica alberga un porcentaje de endemismos bastante mayor que el existente en otras regiones europeas, incluso el de las otras penínsulas mediterráneas. No obstante, pese a su importancia y singularidad, algunas de estas especies se encuentran en grave peligro de extinción. Te mostramos en esta galería fotográfica a las especies de mamíferos más amenazados de España y te explicamos porque son tan especiales.
Un cálculo matemático predice la sexta extinción masiva en la Tierra
El ciclo del carbono de la Tierra podría desestabilizarse a partir de 2100 y provocar la desaparición de la mayoría de especies del planeta.
La Tierra vista desde el espacio durante la misión Apolo 17
En los últimos 540 millones de años, la Tierra ha padecido cinco episodios de extinción masiva, cada uno de los cuales ha coincidido con procesos que han trastornado el ciclo natural de absorción de carbono en la atmósfera y los océanos. Estas perturbaciones tuvieron lugar durante miles o millones de años, y acabaron dando lugar a la extinción de especies marinas en el mundo.
Registros históricos
Los científicos construyeron su hipótesis contrastando las mediciones actuales con los datos obtenidos de los registros históricos. Rothman había trabajado anteriormente en el estudio de la extinción del Pérmico, hace unos 250 millones de años, en la que desaparecieron más del 95% de las especies marinas del mundo, entre otros factores, a causa del aumento de los gases de efecto invernadero.
A partir de ahí, se planteó si las emisiones actuales de CO2 podrían acabar teniendo un efecto similar. Aunque para ello debería buscar una forma de comparar un evento geológico que pudo durar miles o millones de años con un fenómeno cuyo estudio está limitado a dos siglos, desde el inicio de la industrialización.
Para ello, ideó una fórmula matemática que relacionaba el ritmo y la magnitud de los cambios en el ciclo del carbono con los períodos de tiempo en el que estos se habían producido. Para comprobar si el modelo funcionaba analizó cientos de artículos de geoquímica e identificó 31 eventos producidos en los últimos 542 millones de años en los que se había producido cambios significativos en el ciclo del carbono del planeta debido a causas naturales. Después midió la naturaleza y la duración de esos cambios y los asoció con la cantidad de CO2 absorbido por el océano en aquellos momentos.
Para ello, Rothman aisló un umbral común identificado en la mayoría de los 31 eventos. Los datos mostraban que casi todos fueron muy benignos, sin grandes consecuencias para la estabilidad del planeta. Sin embargo, detectó que hasta cuatro de los cinco períodos en los que se habían producido extinciones masivas habían superado ese umbral, calculado en 310.000 millones de toneladas de CO2, una cantidad a la que, según las estimaciones, llegaremos en 2100. Entonces el planeta volverá a pasar por un período que podría haber experimentado ya en otras cinco ocasiones, aunque esta sería la única vez en la que la humanidad sea testigo de ello.
A partir de ahí, se planteó si las emisiones actuales de CO2 podrían acabar teniendo un efecto similar. Aunque para ello debería buscar una forma de comparar un evento geológico que pudo durar miles o millones de años con un fenómeno cuyo estudio está limitado a dos siglos, desde el inicio de la industrialización.
Para ello, ideó una fórmula matemática que relacionaba el ritmo y la magnitud de los cambios en el ciclo del carbono con los períodos de tiempo en el que estos se habían producido. Para comprobar si el modelo funcionaba analizó cientos de artículos de geoquímica e identificó 31 eventos producidos en los últimos 542 millones de años en los que se había producido cambios significativos en el ciclo del carbono del planeta debido a causas naturales. Después midió la naturaleza y la duración de esos cambios y los asoció con la cantidad de CO2 absorbido por el océano en aquellos momentos.
Para ello, Rothman aisló un umbral común identificado en la mayoría de los 31 eventos. Los datos mostraban que casi todos fueron muy benignos, sin grandes consecuencias para la estabilidad del planeta. Sin embargo, detectó que hasta cuatro de los cinco períodos en los que se habían producido extinciones masivas habían superado ese umbral, calculado en 310.000 millones de toneladas de CO2, una cantidad a la que, según las estimaciones, llegaremos en 2100. Entonces el planeta volverá a pasar por un período que podría haber experimentado ya en otras cinco ocasiones, aunque esta sería la única vez en la que la humanidad sea testigo de ello.
En el futuro se podrían alcanzar unos niveles de dióxido de carbono sin precedentes
De continuar con el consumo actual de combustibles fósiles, en el año 2400 se podrían alcanzar niveles de CO2 en la atmósfera que no ha experimentado la Tierra en los últimos 420 millones de años
Central eléctrica de carbón
Alec Forssmann
5 de abril de 2017
Un estudio publicado ayer en Nature Communications asegura que "si no se detiene el uso de combustibles fósiles [como el petróleo, el carbón y el gas natural] por parte de la humanidad, a mediados del siglo XXI se corre el riesgo de alcanzar valores de CO2 que no se habían producido desde comienzos del Eoceno, hace 50 millones de años". Y, de continuar con la tendencia creciente actual, no sólo se podrían agotar los combustibles fósiles, sino que en el año 2400 las concentraciones de CO2 en la atmósfera podrían alcanzar niveles que no ha experimentado la Tierra en los últimos 420 millones de años. Los firmantes del estudio son Gavin Foster, Dana Royer y Daniel Lunt.
La fuerza del Sol y la cantidad de radiación que emite han incrementado considerablemente a lo largo del tiempo, pero el clima del planeta ha permanecido relativamente estable, sosteniendo la vida durante millones de años. Los científicos asumen que los gases de efecto invernadero, los principales responsables del calentamiento global, se han reducido gradualmente a lo largo de la escala temporal geológica, coincidiendo con el aumento de la producción solar; sólo así se explicaría el equilibrio que ha preservado la vida en la Tierra. Los autores del estudio han llegado a esta conclusión tras compilar unas 1.500 estimaciones específicas de concentraciones de CO2 en la atmósfera, procedentes de 112 estudios publicados que cubren los últimos 420 millones de años. La estabilidad climática a lo largo de la historia fue debida, por tanto, a una disminución prolongada del dióxido de carbono en la atmósfera que prácticamente contrarrestó el incremento de la radiación solar
Contaminación
Cambio climático
Planeta Tierra
NATIONAL GEOGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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