Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capítulo anterior; Clorinda Manzanares, después de haber permitido sodomía erótica en su hasta ese instante ano virgen, que no lo disfrutó al haber sido follada por primera vez, pero tampoco lo rechazó, y permitió a su pareja el joven Olzagon, disfrutar de una prolongada eyaculación, y como era para ella su primera experiencia de sexo anal, quiso experimentar y envió todas sus fuerzas corporales a ese lugar lujurioso y escurrió con las paredes anales la última gota de semen de su macho; después ella empezó a narrar que tuvo experiencias e intentos fallidos de sus anteriores parejas, que pretendieron perforarle su erótico ano y ella nunca lo permitió...
Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen las consistencias del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derechos de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.
Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.
Clorinda Manzanares, poseedora de un cuerpo anatómico y bello y lleno de sorpresas; siendo una mujer soberbia, caprichosa y arrogante, se acostó con el joven provinciano Olzagon y eligió bien, y como él, aún tenía 20 años de edad, mantenía la suficiente fuerza corporal y resistencia sexual para satisfacer todas las necesidades de la hembra.
Clorinda Manzanares, estaba intentado cambiar su vida y no ser más: una turista vagabunda y niña mimada de la familia y convertirse en una mujer normal, dedicada al trabajo y conocer como funciona una empresa, por ser ella la única heredera de la cuantiosa fortuna empresarial de sus padres, quienes residían en París..
Clorinda Manzanares, eligió al País de Cunante, y empezó muy bien, trabajando en un modesto puesto de Jefe de Recursos; hasta que apareció el exitoso vendedor el joven Olzagon, quien le impactó al instante que lo conoció cuando le entregó ropa para las ceremonias del Aniversario Empresarial..
Manifiestamente, Clorinda Manzanares, acostumbrada a ganar y disfrutar de sus caprichos; en el desarrollo del almuerzo empresarial, al observar y sentir que la joven mesera María Elena Ramos: declaró públicamente estar enamorada de Olzagon; ella en acto de soberbia no iba a permitir que se le escape su juvenil pareja, y haciendo uso de ventajosa posición, por ser la dueña de la empresa, se llevó a Olzagon a su casa, sin importarle los sentimientos de la bella mesera, hubo incomodidad del Gerente General, pero nada pudo hacer, él solo era un empleado más de la empresa.
Ahora, sigamos leyendo las aventuras de Clorinda Manzanares que narraba a Olzagon y ella dijo:
--- Olzagon, parece que desapareció el dolor anal que sufrí cuando me penetraste con ese pene que parece un cañón de fierro, acabo de pasar la mano y está aflorando semen mezclado con sangre, siento cierto escozor; y como te seguía narrando, en otra ocasión, yo estaba de vacaciones en una isla griega del Mar Mediterráneo, estuve allí por 10 días, que los aproveché hasta el último minuto, en esa ocasión yo recién superaba los 21 años de edad, era una aprendiz del sexo, y conocía a un millonario norteamericano, era muy alto casi medía 2 metros, apellidaba Smith; según él, su familia era dueña de un Conglomerado de Empresas con intereses comerciales y económicos en América, Europa y África.
Clorinda, se toma un descanso y dijo:
--- Pero, él siempre vagaba por todo el mundo buscando mujeres bonitas y que respondan a su apetito sexual, según él nunca se cansaba de hacer sexo y lo podía hacer por 24 horas seguidas, todo indicaba que era un pervertido, siendo aún muy joven; por que lo pregonaba de hacer sexo por los tres huecos de la mujer: oral, vaginal y anal...me erizó mi cuerpo...pero me estaba gustando conocerlo..
Clorinda, hace una pausa y dijo:
--- Como ya lo tenía en mi cuarto del hotel, ya era tarde para expulsarlo, y pensé hacer sexo normal con el gigante americano, hubo un previo calentamiento erótico con besos, caricias y abrazos, él pretendió(lo hizo) desvestirme con sus dientes y lo hizo muy bien, y como yo tenía ropa ligera por el insoportable calor en el medio ambiente, era verano, le fue fácil sacarme la blusa que era la única pieza, no usaba brasier(sostén), luego fue a la cintura y desató hábilmente los lazos del cinturón que sostenía mi pantalón corto, y lo jaló hasta sacarlo de mi cuerpo, yo tampoco usaba truza(calzonario), por el calor, quedé como Eva, y él, se desvistió como un rayo, estando desnudos intensificamos nuestras caricias, nos tiramos a la cama y rápido me penetró, lo hizo con arte, tal como tu lo hiciste anoche, me mamaba los senos y mis pezones afloraban gotas de líquidos que me hacían hervir el cuerpo por tener sexo, comenzamos el ritmo del meneo y tal vez pasaron 5 minutos, él eyaculó, yo aún no había sentido nada, solo gritaba cuando él me penetraba con fuerza...
Nuevamente, Clorinda hace una pausa y agregó:
--- Él, se bajó de mi cuerpo y yo lo consideré normal; pero él, nunca dejó de acariciarme y tal vez después de 15 minutos, volvió a subir con el miembro viril erecto, me penetró con fuerza, yo quería esa energía del gigante que ingresara a mi cuerpo, seguimos moviéndonos y nuevamente él volvió a eyacular, lo hacía con tanta fuerza que sentía que arrojaba semen con juego a mi útero; si bien sentí sensaciones agradables y placenteras como cosquillas a mi vagina y ciertos temblores a mi cuerpo, pero nada más...se bajó de mi cuerpo y se puso de pié....
Clorinda, hace una nueva pausa y añadió:
--- Él , pidió al bar una champaña francesa, que de inmediato los sirvientes atendieron el pedido; él fue quien abrió la botella, la sirvió en dos copas llenas y brindamos bebiendo el contenido de una sola vez, si bien había aire acondicionado, pero el calor exterior ingresaba a nuestro dormitorio, teníamos sed, y de nuevo sirvió las copas llenas y bebimos como si fuesen sodas(bebidas gaseosas), al terminar, él intensificó las caricias a mis glúteos, me los mordía, me pasaba la lengua por todo mi cuerpo y me gustaba todo lo que él hacía, y de nuevo se armó(erección) y me penetró con fuerza, mi cuerpo cedía sin resistencia, no había rechazo, más bien sentía algo agradable en todo mi cuerpo, ya no existía rigidez todo era flácido sin resistencias, él no dejaba de chupar mi pezones y sus labios me producían cosquillas y seguía penetrándome con mi vagina que ardía con sensaciones de cosquillas, era un sopor en todo mi cuerpo...sentía que pajaritos trinaban en mis oídos...se oscurecía mi vista ....
Clorinda, hace otra pausa, y continuó:
--- Él, me penetraba con mas fuerza y mi vagina comenzó a controlar todo mi cuerpo, mi cerebro dejó de funcionar, y desde allí afloraba una sensación de placer total, no lo llegaba a entender pero me gustaba, era el tercer sexo(vez)que estábamos haciendo y poco a poco iba perdiendo el control de mi cuerpo, era como un costal que se movía al ritmo del macho; se adormecían mis glúteos, en vagina sentía cosquillas incontrolables que sentía deseos de gritar a todo pulmón, ya no podía más, y él me cogió de los glúteos para penetrar mi vagina más y más, en aquel instante solté todo el control de mi cuerpo, grité y grité y sentí que la vagina atrapó al pene erecto sintiendo increíble placer; era dulzura, era delicia, era miel, sentía escozor en todo mi cuerpo, exactamente tal como tu lo hiciste las dos veces que me penetraste, eres diferente a esos gigantes; el macho norteamericano, amorosamente me dijo al oído: "Amor, haz sentido tu primer orgasmo" ..
Clorinda, hizo otra pausa y dijo:
--- Efectivamente era la primera vez, que sentía placer, algo que todavía no lo sabía, desde el primer sexo que lo hice a los 16 años de edad con un primo en París, que me hizo cambiar sábanas por la vergüenza que sentía por la sangre que salía de la vagina; el norteamericano aún no había eyaculado y creía que me tenía doblegada, volteó mi cuerpo con fuerza, abrió mis piernas, e intentó meter su pene por mi ano, yo reaccioné sacando fuerzas que casi no tenía lo saqué de mi encima y le di un puñetazo en el mentón, y le dije por ahí nunca; quien perdió el equilibrio y cayó de espaldas al piso, apuradamente se puso su ropa, no se despidió, salió y nunca más lo vi, él tuvo el mérito de hacer toda una hembra.....incluso viajé varias veces a Los Estados Unidos, y a la ciudad donde él tenía su residencia, pero nunca encontré tal dirección, yo estaba encamotada(lujuriosa) por hacer sexo con él, lo perdí para siempre...
Continuaremos.....................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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