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domingo, 6 de febrero de 2022

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCXLVII.- Griseldo regresó en la madrugada por su entierro y fue atrapado por el vigilante; el intruso a machetazos salió de la trampa y empezó un desafío a muerte entre el vigilante y Griseldo fue quien perdió y murió degollado...

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el bandolero Rodrigo López Huamán, quien era el caporal de los terrenos de la viuda Edilsa Flores Morocho, estaba trabajando para capturar al ex pastor Griseldo, quien en cualquier momento regresará por su entierro que dejó en su casucha, ya que aún no conocía que el tesoro fue descubierto y repartido entre sus ex compañeros; para asegurar la vigilancia Rodrigo dispuso que un pastor, haga el turno de trabajo por la noche para vigilar, si se preocupó por el vigilante si sabía manejar machete, que seguramente Griseldo los enfrentará..............

Aquí en la imagen observamos una típica casa en la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; es una construcción de adobe con techo de tejas rojas y a dos aguas, sobre el techo distinguimos un fantasma que viene a ser el "El Rey de las Tinieblas" : Satanás, seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para comprender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA", esta imagen será nuestro símbolo de identificación y el logotipo en creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Partida Registral Nº 00393-2010, Asiento 01, con fecha 27 de marzo de 2010 por INDECOPI.


Este es el símbolo de Marca Perú, que distingue para todos los productos elaborados por peruanos.

En los dominios de los cuatreros, quienes habían optado por no moverse, esperando que se calmen los ánimos; ellos no iban a renunciar llevarse las reses de los terrenos de la viuda Edilsa Flores Morocho, por que ya lo hicieron por cuatro veces, sólo que esta vez fracasaron por que fueron descubiertos, fue un duro revés para ellos, que nunca antes fueron encontrados con las manos en la masa.
Griseldo, el "fiel pastor", tal como lo creía la viuda Edilsa, estaba compartiendo posada con ellos, quienes le aconsejaron que busque otro trabajo, pero lo que ellos no sabían, era que él enterró el dinero que ellos le pagaban por el robo del ganado vacuno, él no dijo nada temiendo ser asaltado, que cada instante de su vida recordaba su entierro y ya no pudo esperar más y tomó la decisión de ir y bajo riesgo recuperar su entierro, acudiendo al lugar donde lo dejó.
Griseldo, ignoraba por completo que su entierro ya no existía y que un vigilante lo esperaba.
Aquella madrugada, el vigilante se despertó de un reparador sueño; seguramente ya eran las 03:00 horas de la madrugada, cuando Griseldo amparado por la oscuridad de la noche, llegó directo a su casucha, la puerta estaba abierta y como se cerraba desde afuera; él ingresó, encontró un mechero encendido, no tomó en cuenta las precauciones que alguien lo vigilaba, cogió el mechero y se fue al rincón, grande fue su decepción, que sólo encontró un hueco y ya no existía el entierro.
En ese mismo momento, el intruso escuchó, que alguien cerró la puerta desde afuera y fue atrancada, recién reaccionó que había caído en una trampa.
El vigilante, gritó para despertar a los demás peones, así:
--- ¡¡¡ Muchachos, despierten ha regresado el mañoso Griseldo !!!
Todos los peones se levantaron y acudieron a la casucha donde cayó Griseldo.
Naturalmente, Griseldo no se quedó cruzado de brazos, por que él, desenvainó su machete y desde el interior a machetazo limpio atacaba a la puerta, tratando de cortarla, que pretendía destruirla para poder huir y gritando con insultos y palabras gruesas amenazaba a quien le haga frente.
Todos los peones con sus machetes en mano, lo esperaba afuera.
Entonces, Griseldo sabiendo que estaba perdido, desde adentro ofreció parte de su entierro, para que lo dejen escapar; ellos se sonrieron a carcajadas, por que ya no existía el entierro y fue el vigilante, quien le dijo:
--- Griseldo, ya perdiste y por ambicioso perderás la vida; por que los muchachos están contentos con el nuevo caporal, quien ordenó tu captura y morirás en la picota.
Griseldo, que lamentaba haberse arriesgado en vano, rascándose la cabeza en señal de derrota, le respondió:
--- Muchacho, tu no sabes que dispongo de un cuantioso tesoro, lo ofrezco todo para ustedes, a cambio que salga y me vaya para siempre.
El vigilante, quien se la tenía jurada (venganza), riéndose a carcajadas, le contestó:
--- Griseldo, ya nada puedes ofrecer, camina al rincón y sólo hay un hueco, ya nosotros  nos repartimos tu entierro, y tienes razón irás a la tumba, para que no aparezcas para siempre en estos terrenos.
Griseldo, sabía que ya no existía su entierro, pero lo que no sabía, fue que lo descubrió la dueña de los terrenos y volvió a gritar así:
--- Muchachos, acepto que descubrieron mi entierro, pero hicieron mal, en repartirse algo que nos les pertenecía, ya que el tesoro pertenece a la Patrona, déjeme libre y me escaparé y no le informaré que ustedes robaron el entierro.
El que hizo de vigilante, le respondió:
--- Griseldo, para que lo sepas el entierro lo descubrió la señora Edilsa, siguiendo una pita (soguilla) que la encontró en un rincón y el caporal lo desenterró, la patrona dispuso que todo lo encontrado sea repartido en partes iguales a todos nosotros.
Griseldo, al escuchar todo lo que pasó con su entierro, se enfureció y con toda la violencia descargó machetazos contra la puerta que comenzó a ceder; él cegado por la ira, siguió macheteando a la puerta, hasta que cedió la hoja y se cayó al suelo, quien al sentirse libre, el intruso levantó su machete para enfrentar a quien se le cruce en el camino.
Justamente, el peón que hizo de vigilante, conocía el arte de pelear a machetazos y lo desafió al centro del patio y todos los demás peones hicieron ruego con sus machetes erguidos para atacar al mal hechor si pretendía huir.
Griseldo, se despojó del poncho y lo tiró por los aires y cayó al suelo, y vestido en mangas de camisa y pantalón ajustado, levantó el machete aceptando el reto y se abalanzó contra el cuerpo del desafiante vigilante, quien con el cuerpo hacia adelante y abierto de piernas, lo esperó y que el atacante llegó dando un machetazo que no dio en el blanco, sino se descargó la fuerza en el aire, que le hizo perder el equilibrio inclinando su cuerpo hacia adelante, que se salvó de caer por que afianzó el pie derecho sobre el piso; aún así se balanceó su cuerpo que faltó muy poco para caer.
Pero, como estaba exasperado, dio la vuelta y esta vez bajó el machete, para atacar en la parte baja; él puso el arma en punta hacia adelante y como si fuese una lanza para atacar el estómago del retador.
Griseldo, cegado por la rabia, no meditaba sus ataques al rival, sólo pretendía darle en el cuerpo, como le salga el ataque, que justamente el rival, detectó esas debilidades y con pasmosa tranquilidad lo esperaba y le esquivaba el ataque que si se sentía el corte del aire.
Entonces, Griseldo inclinó el cuerpo hacia adelante y sosteniendo el machete estirado desde el brazo derecho en dirección al cuerpo del desafiante, que él creía que daría en el blanco; se lanzó de nuevo, el retador haciendo un movimiento, le quitó el cuerpo y pasó Griseldo con toda su fuerza hacia adelante; los pastores que observaban la pelea, ya la tomaron como un desafío y hacían arengas a favor del vigilante, que ya le escapó dos furibundos ataques al retado.
Pero, Griseldo se mantenía en pie, que en dos ataques que hizo estuvo a punto de irse de bruces, pero le ayudó la pisada fuerte del pie derecho que lo estaba salvando de una derrota humillante, que hasta el momento no se definía el ganador; el único afectado era Griseldo que aportó la fuerza de sus ataques fallidos.
Por lo que; el vigilante quien era un experto machetero, le dio la oportunidad a Griseldo de luchar y vencer, pero como no sucedió nada, ahora fue él, quien le dijo:
--- Griseldo, tu siempre me atacaste y me mandaste a los peores trabajos, por que tenías el favor de la patrona Edilsa, quien nunca conocía tu traición; yo jamás te reclamé, ni te ataqué por lo abusivo que fuiste, pues eso se va acabar y vas a morir bajo el corte de mi machete, que lo sé usar en carnes podridas que no deben andar (caminar) en estos terrenos. ¡¡¡ Defiéndete Mañoso !!!
El vigilante levantó su machete erguido en su mano derecha y se abalanzó contra el cuerpo de Griseldo, dando en el blanco, que descargó el machetazo en el cuello que lo cortó de cuajo, cayendo la cabeza hacia adelante que por la gravedad y su propio peso se descolgó en el pecho del infeliz, que sostenida por la piel de la garganta no cayó al suelo, era un degüello, que el cuerpo inerme cayó al suelo encima de la cabeza.
Fue una muerte espantosa, que no pudieron soportar sus ex compañeros, quienes espantados de lo que veían sus ojos, no lo podían creer que uno de sus compañeros peleaba tan efectivo que mató al mañoso (ladrón de reses), ya que nadie lo quería; así terminó la vida Griseldo, muriendo en su ley totalmente equivocada...................
Continuaremos...................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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