18 de Junio de 2024
A finales de 2019, la galaxia SDSS1335+0728, que antes no tenía nada de especial, de repente comenzó a brillar más que nunca. Para entender el motivo, un equipo de astrónomas y astrónomos ha utilizado datos de varios observatorios espaciales y terrestres, incluido el Very Large Telescope (VLT de ESO), para estudiar cómo ha variado el brillo de la galaxia. En un trabajo publicado hoy, concluyen que están presenciando cambios nunca antes vistos en una galaxia, probablemente el resultado del repentino despertar del agujero negro masivo que hay en su núcleo.
"Imagina que has estado observando una galaxia distante durante años y siempre parece tranquila e inactiva", declara Paula Sánchez Sáez, astrónoma de ESO en Alemania y autora principal del estudio aceptado para su publicación en la revista Astronomy & Astrophysics. De repente, su [núcleo] comienza a mostrar drásticos cambios en el brillo, de una forma totalmente diferente a lo que se había observado antes". Esto es lo que le sucedió a SDSS1335+0728 cuando, en diciembre de 2019 [1] aumentó su brillo de forma impactante. Por eso ahora se clasifica como un "núcleo galáctico activo" (AGN por sus siglas en inglés, una región compacta y brillante alimentada por un agujero negro masivo).
Algunos fenómenos, como las explosiones de supernovas o los eventos de disrupción de marea (cuando una estrella se acerca demasiado a un agujero negro y se desgarra), pueden hacer que las galaxias se iluminen de forma repentina. Pero estas variaciones de brillo suelen durar unas pocas docenas o, como máximo, unos pocos cientos de días. Actualmente, más de cuatro años después de que se viera por primera vez su “encendido”, SDSS1335+0728 sigue incrementando su brillo. Además, las variaciones detectadas en la galaxia, que se encuentra a 300 millones de años luz de distancia en la constelación de Virgo, no se parecen a nada de lo que se haya observado antes, lo que apunta hacia una explicación diferente.
El equipo trató de comprender estas variaciones de brillo utilizando una combinación de datos de archivo y nuevas observaciones de varias instalaciones, incluido el instrumento X-shooter, instalado en el VLT de ESO, en el desierto de Atacama [2]. Al comparar los datos tomados antes y después de diciembre de 2019, descubrieron que SDSS1335+0728 ahora irradia mucha más luz en longitudes de onda ultravioleta, óptica e infrarroja. La galaxia también comenzó a emitir rayos X en febrero de 2024. "Este comportamiento no tiene precedentes", afirma Sánchez Sáez, quien también está afiliada al Instituto Milenio de Astrofísica (MAS), en Chile.
"La opción más tangible para explicar este fenómeno es que estamos viendo cómo el [núcleo] de la galaxia está empezando a mostrar (...) actividad", declara la coautora Lorena Hernández García, del MAS y de la Universidad de Valparaíso, en Chile. "De ser así, esta sería la primera vez que vemos la activación de un agujero negro masivo en tiempo real".
La mayoría de las galaxias, incluida la Vía Láctea, cuentan en su centro con un agujero negro masivo (con masas de más de cien mil veces la de nuestro Sol). "Estos monstruos gigantes suelen estar durmiendo y no son visibles de manera directa", explica el coautor, Claudio Ricci, de la Universidad Diego Portales, también en Chile. "En el caso de SDSS1335+0728, pudimos observar el despertar del agujero negro masivo, [que] de repente, comenzó a darse un festín con el gas disponible en sus alrededores, volviéndose muy brillante".
[Este] proceso (...) nunca se había observado antes", confirma Hernández García. Estudios anteriores señalaban que las galaxias inactivas se vuelven activas después de varios años, pero esta es la primera vez que el proceso en sí, el despertar del agujero negro, se ha observado en tiempo real. Ricci, que también está afiliado al Instituto Kavli de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Pekín (China), añade: "Esto es algo que podría ocurrirle también a nuestro propio Sgr A*, el agujero negro masivo (...) ubicado en el centro de nuestra galaxia", pero no está claro con qué probabilidad podría suceder.
Todavía se necesitan observaciones de seguimiento para descartar explicaciones alternativas. Otra posibilidad es que estemos viendo un evento de disrupción de marea inusualmente lento, o incluso un nuevo fenómeno. Si de hecho se trata de un evento de disrupción de marea, este sería el evento más largo y débil jamás observado. "Independientemente de la naturaleza de las variaciones, [esta galaxia] proporciona información valiosa sobre cómo crecen y evolucionan los agujeros negros", dice Sánchez Sáez. "Esperamos que instrumentos como MUSE en el VLT o los del próximo Telescopio Extremadamente Grande (ELT, por sus siglas en inglés) sean clave para comprender [por qué la galaxia está brillando]".
Notas
Información adicional
Esta investigación se ha presentado en un artículo titulado "SDSS1335+0728: El despertar de un agujero negro de ∼ 106M⊙", publicado en Astronomy & Astrophysics.
El equipo está compuesto por P. Sánchez-Sáez (Observatorio Europeo Austral, Garching, Alemania [ESO] e Instituto Milenio de Astrofísica, Chile [MAS]), L. Hernández-García (MAS e Instituto de Física y Astronomía, Universidad de Valparaíso, Chile [IFA-UV]), S. Bernal (IFA-UV y Núcleo Milenio de Investigación y Tecnología Transversal para Explorar Agujeros Negros Supermasivos, Chile [TITANS]), A. Bayo (ESO), G. Calistro Rivera (ESO), F. E. Bauer (Instituto de Astrofísica, Pontificia Universidad Católica de Chile, Chile; Centro de Astroingeniería, Pontificia Universidad Católica de Chile, Chile; MAS; y el Instituto de Ciencias Espaciales, Estados Unidos), C. Ricci (Instituto de Estudios Astrofísicos, Universidad Diego Portales, Chile [UDP] e Instituto Kavli de Astronomía y Astrofísica, China), A. Merloni (Instituto Max-Planck de Física Extraterrestre, Alemania [MPE]), M. J. Graham (Instituto de Tecnología de California, Estados Unidos), R. Cartier (Observatorio Gemini, Laboratorio Nacional de Investigación de Astronomía Óptica-Infrarroja NSF, Chile, y UDP), P. Arévalo (IFA-UV y TITANS), R.J. Assel (UDP), A. Concas (ESO e INAF - Observatorio Astrofísico de Arcetri, Italia), D. Homan (Instituto Leibniz de astrofísica de Potsdam, Alemania [AIP]), M. Krumpe (AIP), P. Lira (Departamento de Astronomía, Universidad de Chile, Chile [UChile], y TITANS), A. Malyali (MPE), M. L. Martínez-Aldama (Departamento de Astronomía, Universidad de Concepción, Chile), A. M. Muñoz Arancibia (MAS y Centro de Modelación Matemática, Universidad de Chile, Chile [CMM-UChile]), A. Rau (MPE), G. Bruni (INAF - Instituto de Astrofísica Espacial y Planetología, Italia), F. Förster (Iniciativa de Datos e Inteligencia Artificial, Universidad de Chile, Chile; MAS; CMM-UChile; y UChile), M. Pavez-Herrera (MAS), D. Tubín-Arenas (AIP) y M. Brightman (Centro Cahill de Astrofísica, Instituto de Tecnología de California, EE.UU.).
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