Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; el caporal Erasmo Huamán, fue enviado al pueblo en compañía de dos peones, para comprar víveres y husmear la presencia de perneadores (comerciantes de ganado), que tengan la capacidad de compra para 170 reses, el hacendado Luciano Castillo, le dio instrucciones, que todo lo haga con prudencia y disimulando su presencia; pero, el caporal por iniciativa propia, rastreó los rastros de los caballos que usaron los jinetes quienes murieron en el Altillo, ya descubrió la casucha donde ellos se reúnen; él, sólo arriesgándose visitó por la noche ese escondite y escuchó a los bandidos las voces de su reunión; en el mercado de abastos, también escuchó que un grupo de cinco hombres comentaron sobre su presencia; pero, como aún no se conocían, no llegaron a detectarlo que estaba al costado de ellos; que si le generó mucha preocupación, de como ellos sabían semejante noticia, si sé suponía que todo era un secreto.... sigamos la historia................
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Aquí en la imagen observamos una casa típica de la Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú; Es una construcción de adobe con un techo de tejas rojas y agua, en el techo distinguimos un fantasma que viene a ser " El Rey de las Tinieblas": Satán , seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para entender la narrativa de la obra literaria: "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA ", esta imagen será nuestro símbolo y logotipo de identificación en la creación, impresión y distribución literaria.
Con reconocimiento de derechos de autor, con Registro Partida Nº 00393-2010, Asiento 01, de fecha 27 de marzo de 2010 por el INDECOPI
Este es el símbolo de la Marca Perú, que distingue todos los productos elaborados por peruanos.
Continuando con la historia, al día siguiente, Erasmo Huamán y sus hombres ubicados en el mercado de abastos; él, con tantas preocupaciones en su cabeza. no lograba concentrarse para el inicio de las compras, por lo que se tomó un tiempo, con los peones a su costado, caminaron un buen trecho y llegaron a una esquina y siguieron abandonando el contorno del mercado.
Erasmo Huamán, divisó al frente y ubicó una capilla y vaya que se le ocurrió algo... y una idea le llegó a la mente y se fue al templo, oteó la puerta y estaba abierta, que al ingresar vio a un grupo de hombres vestidos con sotana, él se acercó y los saludó y les preguntó:
--- Buenos días señores, ¿Me podrían informar, cuándo será la celebración de la fiesta en honor al santo patrono?
Uno de los hombres de sotana, le respondió:
--- Señor, creo que Dios está con usted; pues, es la razón que hemos venido a este pueblo para preparar el templo; ya que la próxima semana se inicia la fiesta en honor a San Patricio, por lo que estamos en plena limpieza, para cuando llegue el sacerdote encuentre todo listo, queda usted invitado y traiga a toda su familia.
Erasmo Huamán, sintió que le brilló una luz en su cerebro, se despidió de los religiosos y salió muy feliz, por que era la mejor noticia que acababa de escuchar, afuera sus hombres que lo esperaban compartieron su alegría sin saber la razón y regresaron al mercado.
Erasmo Huamán, oteó de reojo y con disimulo buscando a los cinco hombres que comentaron sobre su presencia; pero, no vio a nadie y empezaron las compras con suma tranquilidad; pues, había mucho trabajo por hacer; el caporal simulando ser un buen comprador preguntaba sobre los precios en los diferentes puestos que vendían los mismos productos y tomaba la decisión y compraba en libras o por media arroba, revisando la lista que recibió y sobre todo las cantidades por comprar.
Fue un día, que les permitió desarrollar sus actividades en armonía, que al atardecer, ya habían llenado las alforjas con los productos comprados.
Para, Erasmo Huamán, la noticia que tuvo en el templo, le dio la confianza y sacó de su cabeza en ubicar perneadores, por que estando próxima la feria patronal, llegará mucha gente y entre ellos compradores y vendedores; por lo que, por lo que se podía escoger a un comerciante de compras mayorista de ganado.
Sin embargo, conforme llegan los comerciantes, también aparecen los bandoleros y asaltantes; por lo que Erasmo Huamán, tenía pendiente esa preocupación, ellos cargaron las alforjas llenas de productos y se fueron al hospedaje, allí tomaron la decisión de comer algo y salieron en dirección a la fonda, allí cenaron, conversaron en voz baja haciendo una siesta y cuando les bajaron sus barrigas, regresaron de nuevo al hospedaje.
Erasmo Huamán, ordenó a sus peones acostarse, les informó que saldrá a husmear un escondite, que le tenía muy preocupado, ya que sus integrantes eran asaltantes.
Erasmo Huamán, corriendo todos los riesgos, salió y se dirigió al lugar de la casa rústica, tomó todas las precauciones, para no ser sorprendido, si llevó dos chavetas para su defensa si fuese necesario, igual que la noche anterior, se apegó a las cercas que rodeaban a la vivienda y llegó a la primera esquina de la casa, observó que nadie la vigilaba desde afuera.
Se ubicó en el filo del cerco y la pared, era el inicio de la casucha y de nuevo escuchó voces fuertes en el interior; pero, por la lejanía, no se escuchaba con claridad ninguna expresión; él, percibió que dos individuos se acercaron a la puerta, conversando o discutiendo conceptos, uno de ellos dijo:
--- "El jefe, ahora a quiere a la Hacienda "La Pampa Encantada"...."
Misteriosamente se apagaron las voces; era precisamente lo que él, quiso escuchar y siendo suficiente, por lo que se retiró antes que lo pudieran descubrir y lo hizo muy rápido, que cuando anduvo unas 100 varas de distancia, salieron de la casucha los seis individuos, por lo que caminó más veloz y se dirigió al hospedaje, que al llegar encontró a sus compañeros durmiendo plácidamente, quienes roncaban retumbando las paredes.
Erasmo Huamán, se acostó con la preocupación que la banda de asaltantes, ya tenían planes contra la hacienda, ya que los escuchó perfectamente mentar su nombre; pero, él estaba muy cansado, concilió con el sueño y acompañó a sus compañeros con el concierto de los ronquidos.
Al siguiente día, que ya era el regreso a la hacienda, los viajeros se levantaron muy temprano, hicieron sus necesidades fisiológicas y se fueron a la fonda a desayunar, al entrar Erasmo Huamán, dio una oteada, todo era normal, pidieron la comida y hubo una conversación siempre en voz muy baja para evitar ser escuchados por alguien indeseable.
Erasmo Huamán, al terminar de comer, él levantó la mirada, para otear a los demás asistentes, y pudo detectar al fondo del salón a los cinco individuos, quienes habían comentado sobre su presencia en el pueblo; pero, como aún no se conocían, ellos comían y conversaban sin ni siquiera mirar donde él, estaba, por lo que bajó la mirada y en voz baja dijo a los peones:
--- Muchachos, hay un grupo de cinco individuos que saben sobre nuestra presencia en el pueblo, ahora ellos están ubicados en el interior junto a esa ventana grande, véanlos con disimulo, voy a pagar la cuenta y nos vamos.
Los peones levantaron la mirada, ahora los individuos también los estaban mirando a ellos; con el pie le rozaron a Erasmo Huamán y bajando la cabeza y en voz muy baja, uno de ellos le dijo:
--- Caporal, ahora ellos también nos miran y lo hacen con una sonrisa como si fuésemos sus amigos, al menos Yo no los conozco a ninguno de ellos.
Pero, el otro peón, quien sabía que tenía familia en el pueblo, pero nunca los visitó por que no los conocía, le dijo:
--- Caporal, mi padre siempre nos conversaba que teníamos familia en el este pueblo y que eran gente que manejaba mucho dinero; pero, nunca supimos quienes eran, estoy viendo a uno del grupo que se parece a mi padre y el otro se parece a mi, hasta el sombreo lo usa de costado, algo que sólo nosotros lo hacemos, Yo vine a la hacienda, desde mi lejana tierra, me ofrecieron trabajo y me quedé; tal vez uno de esos señores sea mi familia.
Erasmo Huamán, no le entusiasmó los supuestos rasgos familiares de su peón y no dio importancia, por lo que pagaron la cuenta y se fueron a la posada; pero, él había olvidado el encargo de Irma, de llevarle un regalo, mirando a su compañeros, les dijo:
--- Muchachos vamos de nuevo al mercado, me faltó algo por comprar.
Los tres personajes se fueron al mercado, Erasmo Huamán, sabía los deseos de una mujer enamorada, fue a un puesto donde vendían alhajas, allí compró dos pares de aretes de plata adornados con piedras, eran de origen extranjero traídos desde Guayaquil, Ecuador; también encontró un calzón algo especial con mangas largas de color rojo, sin pensarlo lo compró, los envolvió y los guardó en una talega muy pequeña que siempre llevaba en su bolsillo trasero izquierdo.
Después, ellos regresaron a la posada, pagaron la cuenta de los dos días del hospedaje y cargaron sus alforjas de los víveres; pero, Erasmo Huamán, se dio cuenta que era mucho peso, y aún siendo ellos tres, no cargarán todo hasta el corralón y serán los caballos y como ya arregló con el dueño y le canceló por el cuidado de las acémilas por dos días, mandó a los dos peones ir al corralón para que ensillen a los caballos y los traigan al hospedaje y él los esperaría allí.
Los peones, fueron por el recado, encontraron a los caballos muy bien repuestos, hablaron al dueño que se retiraban, él, les entregó las llaves de la pieza donde sen encontraban los aperos, luego los ensillaron y se dirigieron a la posada, allí los estaba esperando Erasmo Huamán.
Los tres hombres, cargaron a los caballos, dos de ellos llevaban la mayor parte del peso, los otros los montaron ellos y se fueron rumbo a la hacienda, no hubo mayor inconveniente, ya Erasmo Huamán, temía que los cinco individuos los estuviesen esperando a la salida del pueblo.
Los tres viajeros cabalgando más dos dos caballos cargados con los víveres, trotaron despacio, ya no había ningún apuro, por que estaban regresando a casa con todos los encargos cumplidos.
Cuando ya habían trotado aproximadamente la mitad del trayecto; ellos observaron que avanzaban a todo trote cinco individuos que les seguían los pasos atrás, se percibía que venían corriendo por la polvareda que levantaban las pisadas de los cascos de sus caballos.
Erasmo Huamán, se dio cuenta, que los habían estado siguiendo, y ellos no podían escapar por los caballos cargaban mucho peso, parecían asaltantes; pero, ellos no tenían mayores recursos que sean de interés para el asalto, detuvo su caballo, lo mismo hicieron los demás y les dijo:
--- Muchachos, esos jinetes nos han seguido, y ellos son cinco para nosotros tres, no tenemos machetes, Yo si tengo dos chavetas, nos defenderemos con lo único que poseemos.
Erasmo Huamán, entregó sus chavetas a sus peones, ya fueron alcanzados por los desconocidos jinetes, uno de ellos les dijo:
--- Amigos, no somos gente peligrosa, sólo queremos saber si ustedes son peones de la Hacienda "La Pampa Encantada", por que sabemos que tienen pendiente una saca de más de 170 reses y nosotros estamos dispuestos a comprar todo ese lote en las mismas tierras, sabemos de la calidad de su ganado y les ofrecemos pagar con el precio que nos pidan, en nuestra alforjas está el dinero listo para ustedes.......
Continuaremos.......................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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