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domingo, 1 de diciembre de 2024

La Casa de la Loma tiene un Fantasma: Capítulo DCCLII.- Erasmo Huamán, ya en el pueblo y siguiendo el rastro de las pisadas de los caballos de los jinetes muertos, detectó el escondite de los asaltantes, también escuchó a un grupo de cinco individuos en el mercado que comentaban sobre su presencia, él está muy preocupado con esta noticia y que era un secreto......

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con la historia de La Casa de la Loma tiene un Fantasma, y como informamos en el capítulo anterior; la banda de asaltantes en el pueblo realizaban sus reuniones en una disimulada construcción rústica en los límites cuyo lugar quedaba fuera del pueblo; ellos seguían discutiendo sobre la eminente venganza contra quienes mataron a los cuatro jinetes, y después de tanta bulla, lograron un consenso en tomar la misma ruta que la trotaron sus jinetes muertos y será la próxima semana; mientras tanto, en la Hacienda "La Pampa Encantada", hubo una reunión donde el hacendado Luciano Castillo, anunció a sus dos caporales de la próxima saca de 170 reses y envió a Erasmo Huamán al pueblo para comparar víveres y en forma disimulada averigüe; si existían perneadores peruanos (comerciantes de ganado) capaces de toda la compra del lote de reses en venta; en el trayecto Erasmo Huamán, encontró los rastros de los caballos de los jinetes que murieron en el Altillo, los siguió y comprobó que los asaltantes eran del pueblo y continuó husmeando el probable lugar donde se reúnen los bandoleros..... sigamos la historia............


Aquí en la imagen observamos una casa típica de la  Comunidad Campesina de Socchabamba, Ayabaca, Piura, Perú;  Es una construcción de adobe con un techo de tejas rojas y agua, en el techo distinguimos un fantasma que viene a ser " El Rey de las Tinieblas": Satán , seguido de vampiros y una siniestra sombra negra que rodea al misterioso personaje satánico, para entender la narrativa de la obra literaria:  "LA CASA DE LA LOMA TIENE UN FANTASMA ", esta imagen será nuestro símbolo y logotipo de identificación en la creación, impresión y distribución literaria. 
Con reconocimiento de derechos de autor, con Registro Partida Nº 00393-2010, Asiento 01, de fecha 27 de marzo de 2010 por el INDECOPI


Este es el símbolo de  la Marca Perú, que distingue todos los productos elaborados por peruanos.

Continuando con la historia, Erasmo Huamán, quien acumuló mucha experiencia en sus tiempos como bandolero y jefe de una banda; donde él, aprendió a rastrear las pisadas de los caballos que le permitían conocer la ubicación de su rivales y esta vez, él, en visita al pueblo, ya ubicó el sendero que lo llevará al escondite en donde se reúnen los asaltantes.
Erasmo Huamán, ya prácticamente estaba ubicando el escondite de los asaltantes, y que siendo un día claro, no despertará sospechas, por lo que para descansar y concentrarse en sus fuerzas corporales, envió a sus dos acompañantes al corralón donde llegan todos los viajeros; él, regresó al seguimiento de los rastros y estando allí; él levantó la mirada, oteando todos los lugares, vaya que tuvo suerte, por que en la parte central de los límites de la pampa, observó una construcción de una vivienda rústica.
Con ese descubrimiento muy bien disimulado, oteó que la puerta muy grande estaba cerrada y por los costados estaba cercada, él pensó en su corralón que tuvo y se dijo: "Allí está la guarida de los bandoleros"., por lo que tuvo que disimular que estaba llegando, por si acaso alguien lo estuviese observando de algún lugar o algo peor le siga sus pasos.
Pues, Erasmo Huamán, estaba en lo correcto, por que en esa casa rústica, era la guarida de los bandoleros y no se encontraban presentes.
Pero, tampoco iba provocar o crear indicios que lo descubran, desde su ubicación observó todos los detalles, para regresar de nuevo ya en la noche, para él ya no había duda, por que los rastros de los caballos lo condujeron a ese lugar, se sintió aliviado que ya ubicó el lugar donde se reúnen los rivales.
Erasmo Huamán, era muy precavido, oteó todos los lugares, cuyas direcciones le permitan detectar, si alguien lo estaba vigilando, con sumo disimulo retrocedió y salió de aquel lugar y se fue al corralón, allí encontró a sus compañeros.
Erasmo Huamán, en todo era muy minucioso, se acercó al guardián lo estudió al ojo y comprobó que si era de confianza, hizo un trato con él para dar de beber y pasto para los caballos, los desensillaron y guardaron los aperos en los almacenes, las alforjas las llevaron al hombro.
Los tres viajeros, salieron a visitar al pueblo, como ellos tenían hambre entraron a una fonda (restaurante con hospedaje), allí pidieron comida y saciaron su apetito, ya satisfechos pagaron la cuenta del consumo y salieron en búsqueda de un hospedaje más discreto, ellos ubicaron uno que era una casa particular, les pareció que era el lugar correcto, hicieron el trato por un par de días, dejaron sus alforjas y cosas personales.
Los viajeros, salieron y caminaron un poco, siendo las 20:00 horas de la noche, retornaron al hospedaje, Erasmo Huamán ordenó acostarse a los peones para que descansen, ya que él, iba a salir sólo y que ellos por ningún motivo abran la puerta a un desconocido y se fue. perdiéndose en la oscuridad.
Erasmo Huamán, había tomado en cuenta todos los detalles de la ubicación de la casa rústica, que siendo un lugar completamente oscuro le permitía llegar sin ser visto.
Erasmo Huamán, se apegó al cerco, que cubría las partes laterales del lugar y así llegar a la vivienda, él caminó muy lento, pero muy seguro y llegó a la casa, vaya que acertó una vez más, por que escuchó en el interior risas y voces. comprobó que todos eran hombres; pues, este era el refugio de los asaltantes, él se dijo:
 "Estos bandoleros son muy astutos, aquí pueden planear todos sus asaltos, sin ser detectados, tendré que hilvanar muy fino para saber que planes tienen contra nosotros..."
Pero: ¿Cómo saber qué están planeando?, además, por las voces que se escuchaba que  ellos son muchos contra él sólo; pues,  habían muchos riesgos enfrentarse contra ellos.
Erasmo Huamán, optó por lo más inteligente, con los datos que ya descubrió, regresó al hospedaje, ya encontró a los dos peones sumamente roncando dormidos, él se acostó para descansar, ya que su cuerpo estaba muy agotado, rápidamente concilió con el sueño y se quedó profundamente dormido.
Al día siguiente, los viajeros se despertaron completamente repuestos, se levantaron hicieron sus necesidades fisiológicas en un lugar que les proporcionó el hospedaje, después se lavaron la cara, remojaron su cabello, se pusieron sus sombreros, salieron y se fueron a la fonda, allí desayunaron y conversaron un rato mientras comían; pero, los peones estaban muy preocupados, por lo que hacía su caporal y uno de ellos le preguntó:
--- Caporal, usted está husmeando algo: ¿A quién está buscando?, ya que en todo el camino siguió los rastros de caballos que fueron y vinieron, que francamente nosotros no lo haríamos.
Erasmo Huamán, sonriente por la inquietud de uno de sus peones, le contestó:
--- Me alegro mucho que te hayas preocupado por mis diferentes movimientos; pues, para tu conocimiento, tuvimos un ataque de bandoleros, nosotros los matamos  y devolvimos sus caballos; por lo que estoy interesado saber de donde llegaron (fueron) y los rastros de los caballos me indicaron de donde salieron, por ningún motivo cuentes estas cosas con amigos que tengas en este pueblo, por que es muy peligroso.
El peón, quien no fue el integrante del grupo de los defensores de la hacienda, se quedó asombrado y sorprendido y confirmó lo que escuchó que comentaban por allí en secreto y le dijo:
--- Caporal, usted tiene muchas cualidades, por que seguir los rastros de caballos es pura inteligencia, por que: Yo, no ato ni desato ... jajajaja...
Erasmo Huamán, dirigiéndose a sus dos peones, les dijo:
--- Ustedes son mis acompañantes y bajo ninguna ocasión o pretexto nos separaremos; hoy empezamos con las compras de los víveres, si pregunto algo a la gente, ustedes no hablarán nada, sólo Yo, soy el encargado de hacer la compra y pagar.
Con las órdenes e instrucciones, los tres viajeros, salieron de la fonda y se dirigieron al mercado de abastos, al llegar ya estaba colmado de vendedores y compradores; los recién llegados observaron la abundancia de las cosas.
Erasmo Huamán, se sonrió al observar que no cargaban las alforjas y dijo a uno de los peones:
--- Hombre, anda hasta la posada y traes tres alforjas para cargar las compras; pues, nos fuimos al desayuno y olvidamos por completo las talegas..... jajajajaja...
Mientras los dos observaban los productos esperando al peón, si le llamó la atención a Erasmo Huamán, ver a un grupo de cinco personas, eran unos individuos que conversaban con un comerciante que vendía productos de talabartería, con disimulo él se acercó al grupo y simuló preguntando el precio de los productos, paró la oreja y escuchó:
--- ".... si escuché que a este pueblo llegó un grupo de tres hombres con el encargo de buscar perneadores(comerciantes de ganado), tenemos que vigilarlos para saber de que hacienda son...."
Erasmo Huamán, que se había vestido como un campesino; pues, nadie sospechaba de él, y siguió escuchando:
--- ".... no debemos perder esta ocasión de la saca de ese ganado y será nuestro, cuando encontremos a esos hombres les diremos que compramos todo lo que ellos venderán...."
Erasmo Huamán, seguía revisando una rienda adornada con botones de plata y regateaba el precio con el vendedor que le permitía escuchar a los supuestos comerciantes; entonces uno de ellos como un vozarrón, que parecía ser el jefe del grupo, les dijo:
--- "..... muy bien, esta vez no fallaremos, debemos estar con los ojos bien abiertos mirando y las orejas paradas para encontrar a esos propios(emisarios encargados de un recado), por que ya llegaron al pueblo y fue ayer...."
Erasmo Huamán, ahora si se asustó que desconocidos ya sabían, que él estaba en el pueblo, y se preguntó de como estos hombres, sabían tanto de lo que para él, era un secreto, por lo que pensó que alguien más, ya conocía sobre la saca del ganado, y esto si era muy peligroso, por lo que tal como se acercó, se retiró del grupo, antes que alguien de ellos lo reconozca o intente hablar con él.
Felizmente su peón, no dio ninguna importancia a lo que él también escuchó, ya llegó el otro peón con las alforjas, se ausentaron muy lejos del grupo para iniciar las compras.
Erasmo Huamán, levantó la mirada con disimulo para ver al grupo de individuos; pero, ellos también habían desaparecido, si se lamentó, que en vez de evitarlos, se hubiese intentado hacer algún contacto con ellos, para saber de como se enteraron de su presencia en el pueblo......
Continuaremos...................
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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