WASHINGTON, 28 ago (Xinhua) -- ¿Alguna vez se han preguntado cómo es que saben los perros y los gatos hacia donde sopla el viento? Los investigadores encontraron que esta capacidad se debe, en parte, a sus bigotes.
"La mayoría de los mamíferos tienen bigotes organizados en filas y columnas regulares en sus mejillas. Los científicos han mostrado que los mamíferos marinos, como la foca común, pueden utilizar sus bigotes para rastrear las corrientes marinas", dijo Yan Yu, estudiante de doctorado de la Universidad Noroccidental y uno de los autores del artículo publicado esta semana en la revista Science Advances de Estados Unidos.
"En los mamíferos terrestres, se sabe muy bien que los bigotes pueden estar involucrados en el sentido del tacto. Pero nadie ha examinado si los mamíferos terrestres también podrían utilizar sus bigotes para sentir las corrientes aéreas", dijo.
Por consiguiente, Yu y sus colegas investigaron el papel de los bigotes en la capacidad de los mamíferos para sentir la dirección del viento al colocar cinco ratas de edad similar entrenadas para ubicar la fuente del viento desde un abanico particular en una mesa circular.
A lo largo de la circunferencia de la mesa, cinco aficionados ubicados a la misma distancia fueron ubicados en un semicírculo y prendieron al azar un ventilador para soplar aire a través de una misma "puerta de inicio" ubicado al otro lado de la mesa.
Una rata tenía que correr desde la puerta hacia el ventilador que soplaba el aire y bajar por un agujero del tamaño de una rata en frente del abanico. Todos los agujeros conducen a un túnel debajo de la mesa, donde la rata era recompensada por elegir el abanico correcto.
Después de que las ratas realizaron la tarea con un éxito de cerca de 60 por ciento durante diez días consecutivos, los investigadores les cortaron los bigotes y analizaron los cambios en el comportamiento.
Básicamente, los resultados del equipo mostraron que retirar los bigotes redujo en cerca de 20 por ciento promedio el desempeño de las ratas.
Los investigadores dijeron que la caída del desempeño indicaron que las ratas utilizan más de una entrada para ubicar el abanico, pero claramente todavía dependen en gran medida de sus bigotes para esta tarea.
Para controlar el riesgo de las ratas que buscaban ver o escuchar el abanico, los experimentos se realizaron en una habitación oscura con ruido ambiental.
Para prestar atención a la posibilidad de que las ratas sencillamente se confundieran por quitarles los bigotes, otro grupo de ratas fue entrenado para correr a la luz en lugar de ir hacia una fuente de viento.
En un experimento publicado con anterioridad en la revista Journal of Experimental Biology, el mismo grupo de investigadores encontró que los bigotes se doblan en dirección del viento y que entre más fuerte sople el viento, más vibran y se doblan los bigotes.
Aunque los experimentos sólo se han realizado con ratas, el equipo considera que los bigotes de los perros y los gatos también se puede utilizar para sentir el flujo porque están acomodados de forma muy parecida.
"Tendría sentido que toda clase de animales exploten esta información mecánica, dado que sentir la dirección del viento es importante para muchos comportamientos", como encontrar alimentos y potenciales parejas, así como para evitar depredadores, dijo Yu.
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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