Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., la Revista National Geographic, ha elaborado un reportaje con 242 imágenes de las aves; que ellos han fotografiado y/ han sido partícipes de concursos de fotografías de aficionados y conservacionistas en el mundo entero.
http://www.nationalgeographic.com.es/animales/pajaros/fotos/6http://www.nationalgeographic.com.es/animales/aves/fotos/1
El registro fósil muestra que las aves evolucionaron junto a los dinosaurios durante el período Jurásico hace 160 millones de años. El fósil más conocido es el archeopteryx, que era aproximadamente del tamaño de un cuervo.
Las aves son animales vertebrados generalmente adaptados al vuelo, aunque muchos también pueden correr, saltar, nadar y bucear. Algunos, como los pingüinos, han perdido la capacidad de volar, pero conservaron sus alas como vestigio. Las aves se encuentran en todo el mundo y en todos los hábitats y cuentan con una gran diversidad de tamaños, siendo el ave más grande es el avestruz que puede llegar a a alcanzar los 2,5 metros de altura, y el más pequeño el colibrí, con apenas unos escasos centímetros.
Todo en la anatomía de un pájaro refleja su capacidad para volar ya que en su momento la evolución obró para que colonizaran el cielo. Sus alas, por ejemplo, están perfectamente diseñadas para erigirse en vuelo: el borde delantero es más grueso que el borde trasero, y están cubiertos de plumas que se estrechan hasta un punta.
Los huesos y los músculos del ala también están altamente especializados. El hueso principal, el húmero, que es similar al del brazo de un mamífero, es hueco en lugar de sólido. Los poderosos músculos de vuelo del hombro de las aves se adhieren a la quilla, un hueso exclusivo de esta clase de animales. Por otro lado las plumas de la cola obedecen a un diseño que permite controlar la dirección.
Las aves tienen un sistema digestivo único que les permite comer cuando pueden -por lo general durante el vuelo- y digerir el alimento más tarde.
Incluso la forma en que un pájaro se reproduce está relacionada con el vuelo; en lugar de acarrear con el peso de un embrión en el interior de sus cuerpos, ponen sus huevos y los incuban en un nido.
Dumpster Diver
Fotografía ganadora en la categoría: Nature
Un águila calva se deleita con restos de carne en los contenedores de basura de un supermercado en Dutch Harbor, Alaska, EE.UU.
Foto: Corey Arnold / World Press Photo 2018
Attack of the Zombie Mouse
Fotografía finalista en la categoría: Environment
Un albatros juvenil de cabeza gris en la Isla Marion, Territorio Antártico Sudafricano, resulta lesionado después de un ataque de ratones de una especie invasora que comenzó a alimentarse de polluelos y juveniles de albatros vivos.
Foto: Thomas P. Peschak / World Press Photo 2018
Back in Time
Fotografía finalista en la categoría: Environment
Una fotografía histórica de una colonia de pingüinos africanos, tomada a fines de la década de 1890, es un marcado contraste con la disminución de los números vistos en 2017 en el mismo lugar, en la isla de Halifax, Namibia. La colonia una vez contó con más de 100,000 pingüinos.
Foto: Thomas P. Peschak / World Press Photo 2018 Pájaros
150 millones de años
Fósil del género Archaeopteryx, de unos 150 millones de años de antigüedad.
Foto: O. Rauhut, LMU
El fósil más antiguo
El fósil, descubierto en 2010, ha resultado ser el representante más antiguo que se conoce del género Archaeopteryx.
Foto: O. Rauhut, LMU
Lago Nakuru, Kenia
El Lago Nakuru, declarado como Parque Nacional de Kenia en 1968, es un santuario para las aves. En especial, para los flamencos que ocupan la orilla atraídos por las algas: miles de ellos de un precioso color rosado que forman uno de los espectáculos naturales más bellos de África. Al lago también llegan rinocerontes y centenares de búfalos, jirafas, gacelas…
Foto: AP
Plumaje de arcoíris
Representación artística de la nueva especie Caihong juji, realizada por Velizar Simeonovski. Con la cresta ósea y el plumaje de arcoíris atraía a los de su especie.
Ilustración: Velizar Simeonovski, The Field Museum, for UT Austin Jackson School of Geosciences
¿Todas las lechuzas son iguales?
Las lechuzas conforman una familia de aves con muy pocas especies (se estima que 16). De todas las especies, la más abundante es la lechuza común o Tyto alba pero, ojo, hay descritas 46 subespecies de Tyto alba, y algunas son candidatas a convertirse en especies por tener diferencias significativas.
Foto: KevinDS / Seo BirdLife
¿Cómo duermen las lechuzas?
Como todas las rapaces, de pie. Suelen hacerlo, lógicamente, durante el día. Son más activas al amanecer y al atardecer.
Foto: Gtres
¿Cómo vuelan las lechuzas?
En silencio. Sus plumas tienen una estructura especial que permite que la fricción con el aire sea amortiguada. Así pueden jugar con el efecto sorpresa a la hora de cazar. Son, además, especialistas en volar lento, lo cual les permite localizar mejor a sus presas.
Foto: Gtres
¿Cómo comen las lechuzas?
Son carnívoras y suelen alimentarse de pequeños mamíferos como los ratones o topillos. Por eso, en muchos países europeos, se han considerado aliadas de la gente del campo. De hecho, existen y auténticas redes de postes y de cajas nido para permitir que las lechuzas coman los ratones que afectan a los cultivos. Incluso existen graneros adaptados para que aniden. Engullen a sus presas por completo pero no digieren ni la piel, ni el pelo ni los esqueletos. Este tipo de desechos son regurgitados posteriormente en una bola conocida como egrapópila. Si te encuentras una especie de bola y huesos oscura y poco brillante, es que hay una lechuza por la zona.
Foto: Gtres
¿Cómo ven las lechuzas?
A diferencia de la mayoría de las aves, los ojos de la lechuza están en posición frontal: así pueden calcular la profundidad y observar la realidad en tres dimensiones. Para poder ver lateralmente, su cuello les permite girar la cabeza 180 grados a cada lado. Su vista tiene casi el doble de sensibilidad a la luz que la del ser humano y nota todo lo que se mueve así que, para despistarla, lo mejor es permanecer completamente quieto. Sus ojos también funcionan bien a la luz del día pero los destellos repentinos -por ejemplo, de coches- pueden cegar su vista momentáneamente
Foto: Gtres
¿Migran las lechuzas?
Las residentes en España no, aunque en invierno hay llegada de lechuzas europeas. En cualquier caso, y por lo general, las lechuzas son sedentarias y muy cosmopolitas. No en vano, se la conoce como lechuza de campanario en muchos sitios (y no nos olvidemos de que en inglés se denomina búho de granero).
Foto: Gtres
¿Cómo escuchan las lechuzas?
Con la oreja en la cara. Las lechuzas son conocidas por su prodigioso sentido del oído y si éste tiene un elemento característico es su disco facial. Además de cumplir con las típicas funciones de una cara, el disco actúa como una suerte de antena parabólica que capta y distribuye el sonido hacia los dos oídos del ave, convenientemente escondidos a ambos lados de la cara. Por así decirlo, la cara de la lechuza es una gran oreja parabólica.
Foto: Gtres
¿Qué clima prefieren?
Son sedentarias así que se adaptan a las variaciones climáticas. Cuando mayores problemas tienen es en invierno, debido a la escasez de comida y a la necesidad de mayor aporte energético que tienen. Tampoco les viene bien un exceso de lluvia, sobre todo en época de cría. Como tantas otras especies, los episodios de clima extremo que lleva aparejado el calentamiento global hacen mella en su superviviencia
Foto: Gtres
¿Dónde viven?
Las lechuzas viven en territorios que, en invierno, llegan a abarcar unas 5.000 hectáreas (o unos 7.000 campos de fútbol). En verano, suelen reducirlo a 350 hectáreas. Siempre es el mismo. Como mínimo, cada área de acción cuenta con un nido, un par de sitios dormir posada y un número indeterminado de lugares para visitar de forma ocasional. Los territorios no son necesariamente circulares, pueden adoptar casi cualquier forma y, al pasar toda su vida en ellos, las lechuzas se los aprenden al dedillo: memorizan los mejores sitios para cazar, las mejores rutas de vuelo, el mejor lugar para anidar..
Foto: Gtres
¿Dónde anidan?
No construyen nidos. Son cavernícolas y aprovechan todo tipo de oquedades, ubicados sobre todo en edificios de entornos rurales. Por algo se les llama lechuzas de campanario o, en inglés, búhos de granero. No es que tengan querencia por estos dos tipos de construcciones pero son las que mejor les proveen de lo que necesitan: un refugio donde se sentirse seguras y protegidas de la lluvia y del viento, y altura. Las lechuzas suelen preferir lugares a la menos tres metros sobre el suelo.
Foto: Gtres
¿Cuántos tipos de lechuza hay en España?
Lógicamente, la subespecie más extendida en España es la Tyto alba, la lechuza común, presente en toda la península, Baleares, Ceuta y Melilla, y en las islas canarias occidentales. La subespecie gracilirostris está presente en Fuerteventura, Lanzarote y Alegranza. Por último se puede ver a la subespecie guttata, más oscura, que suele comportarse como invernante y que procede del este y centro de Europa.
Foto: Tatavasco / Seo BirdLife
¿Cuánto pesa?
Alrededor de medio kilo, entre 430 y 620 gramos.
Foto: Andy Chilton / Seo BirdLife
¿Dónde se pueden observar?
La lechuza común se extiende por casi todo el mundo. Solo falta en regiones muy frías (por ejemplo, el Ártico) y en puntos desérticos o excesivamente áridos. Tampoco se la puede ver en algunas islas del Pacífico, en casi toda Indonesia o al norte de los Himalayas. Está presente en Europa, excepto Escandinavia e Islandia . De hecho, es la única especie de la familia Tytonidae -titónidos- presente en Europa.
Foto: Lubos Houska / Seo BirdLife
¿Las lechuzas son búhos?
Los búhos, las lechuzas, los mochuelos, los autillos o los cárabos pertenecen al mismo orden de aves, los estrigtiformes o rapaces nocturnas. Este orden se divide en dos familias, los titónidos o lechuzas; y los estrígidos (Strigidae), que incluye al resto. Así que no, las lechuzas no son búhos. La confusión viene del inglés, donde todas las rapaces nocturnas se denominan owl (por ejemplo, lechuza es barn owl o búho de granero. El cárabo uralense es Ural owl
Foto: AnjaCP / Seo BirdLife
¿Y en qué se diferencian las lechuzas de los búhos?
Depende de la especie. Si hablamos de búho real, el más común en la península, la diferencias fundamentales están en los ojos -amarillos en el caso del búho, negros en el caso de la lechuza-, y en que el búho es de mayor envergadura. El búho real no tiene disco facial tan marcado y presenta unas plumas a ambos lados de su cabeza (los penachos). Por cierto, aunque lo parezca, los penachos no son orejas.
Foto: Kevin DS / Seo BirdLife
¿Cuánto mide?
Entre 32 y 40 centímetros de altura. Más o menos lo que mide un periódico en España.
Foto: Jean van der Meulen / Seo BirLife
¿Cuántos tipos de lechuza hay en España?
Lógicamente, la subespecie más extendida en España es la Tyto alba, la lechuza común, presente en toda la península, Baleares, Ceuta y Melilla, y en las islas canarias occidentales. La subespecie gracilirostris está presente en Fuerteventura, Lanzarote y Alegranza. Por último se puede ver a la subespecie guttata, más oscura, que suele comportarse como invernante y que procede del este y centro de Europa.
Foto: Seo BirdLife
Gavia stellata
Foto: Jari Heikkinen / MontPhoto 2017
La gran reserva africana de aves
En Tanzania viven 1.100 de las 2.500 especies de aves de África. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: grulla coronada, tejedor búfalo de cabeza blanca, marabú, carraca lila, tejedor vitelino, martín pescador pío, buitre del Nilo, pintada común y cálao terrestre.
Foto: Age fotostock; Awl images
El arca de Noé
Con casi el 40% del país protegido, Tanzania es el hogar de una gran variedad de animales. Desde que el Área de Conservación del Ngorongoro se separó del Serengeti en 1959 su fama no ha dejado de crecer. Veinte años más tarde fue declarado Patrimonio de la Humanidad. En la fotografía, flamencos y búfalos en la laguna del cráter de Ngorongoro.
Foto: Milko Marchetti / Age fotostock
Ursus arctos
Foto: Jari Peltomäki / MontPhoto 2017
Great gray owl
Premio del público en la categoría: Vida Salvaje
Un gran búho gris se abalanza sobre una presa que se sale del encuadre de la imagen en un campo de New Hampshire.
Foto: Harry Collins / National Geographic Nature Photographer of the Year 2017
White figthers
Tercer puesto en la categoría: Vida salvaje
Dos garzas pugnan por alguna razón mientras un águila posada en la cercanía se mantiene posada con total indiferencia ante el espectáculo.
Foto: Bence Mate / National Geographic Nature Photographer of the Year 2017
Mother´s Love
Segundo puesto en la categoría: Vida salvaje
Un flamenco rosado caribeño adulto alimenta a su polluelo en Yucatán, México. Se da en esta especie de aves que ambos progenitores se alternan en la alimentación de los polluelos realizando un trabajo conjunto: al principio con un alimento líquido que recibe el nombre de leche de cultivo, y posteriormente con comida regurgitada.
Foto: Alejandro Prieto / National Geographic Nature Photographer of the Year 2017
Aquila adalberti
En el año 2001 sólo se encontraban 10 parejas de águilas imperiales ibéricas en el entorno de Sierra Morena, cantidad que para el año 2015 ya había aumentado a 91 parejas, lo que representa un incremento de 810%.
Foto: CSIC/EBD
Gypaetus barbatus
Se observó con el Quebrantahuesos en el Pirineo Aragonés, que pasó de 15 territorios ocupados en 1988 a 67 en el 2017, lo que representa un aumento del 347 %.
Foto: CSIC/EBD
Gypaetus barbatus
El método es susceptible de ser aplicado con otras especies, no sólo de aves rapaces. La elección adecuada del territorio donde disponer el alimento adicional representa una de la claves de su éxito.
Foto: CSIC/EBD
Athene noctua
Foto: Jonathan Díaz Marbá / MontPhoto2017
Pandion haliaetus
Foto: Lasse Kurkela
Underwater
Alcatraces del norte se disparan a través del las aguas del Atlántico como torpedos. Estas aves elegantemente diseñadas por la selección natural para desenvolverse tanto en el aire como en el agua perforan la superficie del océano a una velocidad de alrededor de 100 kilómetros por hora en la búsqueda de su comida favorita: el arenque y la caballa.
Foto: Felipe Foncueva / European Treasures of Nature Photo Competition 2017
Whooper Swans
Los intrusos no son bienvenidos: este par de cisnes fanáticos unen sus fuerzas para expulsar a un invitado no deseado. A finales de marzo, había muy pocos lugares libres de hielo en este lago del este de Finlandia, por lo que el fervor con el que los cines defendieron su pequeña parcela de territorio no es sorprendente.
Foto: Olli Immonen / European Treasures of Nature Photo Competition 2017
Bearded Vulture
Un quebrantahuesos -Gypaetus barbatus- se desliza majestuosamente sobre el cielo de los Alpes franceses. Con una envergadura de casi tres metros, el quebrantahuesos es la ave de rapiña más grande de Europa, y una de las más raras.
Foto: Bertrand Muffat Joly / European Treasures of Nature Photo Competition 2017
David and Goliath
¡Un intento infructuoso de conseguir el desayuno! Probablemente esta pequeña garceta hubo de esperar a encontrarse con un pescado menos escapadizo. Una y otra vez, el pez de la imagen logró escapar de los embates de su atacante emplumado al saltar del agua...
Foto: Bruno De Lorenzo / European Treasures of Nature Photo Competition 2017
Great skua
¡Cuidado, skúa! Si un intruso se acerca demasiado a su nido, estos grandes skúas, también conocidos como págalos, no entenderán la broma. Los Skúas mantienen a cualquier visitante no deseado lejos sin darles demasiado margen de maniobra. Con sus poderosos picos y garras afiladas, estas aves beligerantes tienen algunos "argumentos" contundentes para disuadir a otros.
Foto: Christian-Schmaler / European Treasures of Nature Photo Competition 2017
El guabairo sobre el neumático
Fotografía finalista en la categoría: Fauna salvaje urbana.
Jaime buscaba serpientes cuando tropezó con este chotacabras. Sus plumas moteadas imitaban los colores de la camioneta. A la noche siguiente, instaló su cámara y esperó a que el ave regresara. "Estaba seguro de que no vendría", explica, "pero finalmente, después de horas, llegó y pude capturar ese hermoso momento".
El plumaje críptico de estas aves dificulta la distinción entre especies y, en consecuencia, se descubren nuevas especies de chotacabras bastante a menudo. Su color les dota de una gran capacidad de camuflarse que les permite mezclarse, ya sea entre la hojarasca, el barro o las huellas del un neumático de automóvil, mientras duerme y anida.
Foto: Jaime Culebras / Wildlife Photographer of the Year 2017
Turismo ornitológico en el archipiélago balear
El turismo ornitológico está de moda. Son muchos los aficionados que viajan alrededor del mundo buscando los mejores lugares para la observación de aves, una actividad que combina el amor por la naturaleza con bellos paisajes. Desde hace unos años, los parques naturales de las Islas Baleares se han convertido en un destino deseado por los amantes de las aves.
Foto: BalearsNatura
Avistamiento de aves en Islas Baleares
Su ubicación y la gran variedad de paisajes, con bosques de acebuches, humedales y playas con dunas, convierten al archipiélago balear en un lugar escogido por aficionados a observar aves. Se pueden observar más de 300 especies diferentes tanto endémicas como otras que nidifican y pasan el invierno.
Foto: BalearsNatura
Parque Natural Serra de Tramuntana, Mallorca
La Sierra de Tramuntana es uno de los paisajes naturales más emblemáticos de las Islas Baleares. Ocupa la zona noroeste de Mallorca y es desde 2011 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Existen varias zonas de avistamiento de aves en la sierra; pero dos especies destacan por encima del resto, el águila pescadora y el buitre negro.
Foto: BalearsNatura
Parque Natural S'Albufera, Mallorca
En la bahía de Alcúdia, en Mallorca, encontramos la zona húmeda más extensa de todo el archipiélago balear. Sus 1.650 hectáreas lo convierten en uno de los mejores lugares para el avistamiento de aves como el avetorillo, la cigüeñuela o el carricerín y, en invierno, patos y garzas. Está declarada Zona de Especial Protección para las Aves y forma parte de la Red Natura 2000.
Foto: BalearsNatura
Parque Natural S'Albufera des Grau, Menorca
Este parque suma, desde Mahón hasta Es Mercadal, más de 5.000 hectáreas, lo que lo convierten en el más extenso de Menorca, y en uno de los más espectaculares de Islas Baleares. Dependiendo de la estación, se pueden observar distintas especies de aves, y durante todo el año puede contemplarse el milano real, el águila pescadora, la garcilla bueyera, el somormujo lavanco y la curruca cabecinegra.
Foto: BalearsNatura
Parque Natural de Ses Salines, Ibiza y Formentera
El Parque Natural de Ses Salines ocupa un territorio común entre Ibiza y Formentera, incluyendo el estrecho que las separa. Sus dimensiones lo convierten en uno de los parques naturales más extensos de España con 16.000 hectáreas. En sus paisajes, más de 200 especies de aves aguardan a los aficionados a avistar aves, entre las que destacan los flamencos, que se han convertido en el principal símbolo del parque. Los flamencos llegan entre agosto y octubre y se quedan hasta bien entrado el invierno, cuando migran hacia Málaga o Francia.
Foto: BalearsNatura
Silent wings
Primer premio por votación popular en la categoría: Aves
"Este arrendajo euroasiático (Garrulus glandarius) volaba de manera silenciosa a través de un bosque de cuento de pinos silvestres en el parque nacional de Muddus. Siendo uno de los córvidos más comunes de Escandinavia, el arrendajo es un ave muy cautelosa y tímida. La región de Muddus es una zona que está situada al norte de la distribución de esta especie en Suecia".
Foto: Erlend Haarberg / MontPhoto 2017
Peregrine's lunch
Primer premio en la categoría: Aves
"Conduciendo por un camino rural, observé una pareja de halcones peregrinos (Falco peregrinus) mientras cazaba una paloma bravía (Columba livia domestica). La hembra fue la primera en comer hasta quedar satisfecha, y seguidamente el macho cogió las sobras del banquete y voló con ellas".
Foto: Markus Varesvuo / MontPhoto 2017
Aix galericulata
Foto: Gtres
'Clamator glandarius'
El críalo europeo (Clamator glandarius), pariente del cuco, es una especie muy rara en el ámbito del parque natural, con escasa nidificación en Cataluña y más frecuente en la depresión del Ebro.
Foto: Departament de Territori i Sostenibilitat, Generalitat de Catalunya
Pavo cristatus
Foto: Gtres
Hunter
Primer premio en la Categoría: Comportamiento Animal
Esta imagen de una gran garza azul , Ardea herodias, capturando a una pequeña tortuga marina que acaba de eclosionar de un huevo enterrado en la arena de la playa de la isla de Floreana, se alzó como ganadora en la categoría Comportamiento Animal.
Foto: Ivan Dario Vasquez / Galapagos Conservation Trust 2017
Feed me
Segundo premio en la Categoría: Comportamiento Animal
El fotógrafo James Robins ganó con esta imagen de un sinsonte de las Galápagos- mimus parvulus - alimentando a su polluelo, el segundo premio en la categoría Comportamiento Animal. En la actualidad existen siete subespecies de sinsonte en las islas, y estas se diferencian ligeramente por su tamaño, coloración y motas de color en su plumaje. Se cree que estas aves fueron algunas de las que sirvieron a Charles Darwin para inspirar su teoría de la evolución por selección natural.
Foto: James Robins/ Galapagos Conservation Trust 2017
Walking on water
Ganador Absoluto
Los jueces quedaron impresionados por el detalle capturado en esta fotografía en la que una pardela aparentemente camina sobre el agua a la búsqueda de comida en la costa de la Isla Fernandina.
Foto: McKenna Paulley / Galápagos Conservation Trust 2017
In flight
Segundo premio
La imagen esta gaviota de las Galápagos, Creagrus furcatus, ha sido galardonada también con el primer premio en la categoría retrato animal. También conocida como gaviota tijereta o gaviota de cola bifurcada se trata de una especie endémica del archipiélago, aunque también puede verse en las costas continentales de Ecuador y Perú.
Foto: Carlos Cuenca Solana / Galápagos Conservation Trust 2017
Cámara trampa
Imagen procedente de una cámara trampa, en la que aparece la críptica forma de un posible perico nocturno, comparada con una imagen inequívoca de un perico nocturno.
Foto: John Young / Australian Wildlife Conservancy (AWC)
Fotografía de 2013
Fotografía de un perico nocturno vivo, tomada por John Young en 2013 en el estado de Queensland, en el noreste de Australia.
Foto: John Young / Australian Wildlife Conservancy (AWC)
Pluma de un perico nocturno
Pluma de un perico nocturno, hallada en el verano de 2017 en la reserva natural de Kalamurina, en el sur de Australia.
Foto: Australian Wildlife Conservancy (AWC)
Nido de águila audaz
John Young y Keith Bellchambers examinan un nido de águila audaz.
Foto: Australian Wildlife Conservancy (AWC)
Nido de pinzón cebra
Pluma de perico nocturno hallada en un nido de pinzón cebra.
Foto: Australian Wildlife Conservancy (AWC)
Bold eagle
Después de varios días de constante lluvia, el águila calva estaba empapada. En el puerto holandés en la isla de Amaknak, en Alaska, Estados Unidos , las águilas calvas se reúnen para aprovecharse de las sobras de la industria pesquera. La especie estaba disminuyendo dramáticamente hasta que en la década de 1960 se redujo su persecución. Este hecho junto a la protección sus hábitats y la prohibición del plaguicida DDT han conseguido recuperar cierta parte de sus poblaciones. Sin embargo algunas amenazas aún persisten. Entre ellas se incluye el envenenamiento por plomo. Y tristemente la prohibición del uso munición plomada para los cazadores ha sido recientemente derrogada. "Cuando el águila se acercó más, bajé la cabeza", dice Klaus, "mirando a través de la cámara para evitar el contacto directo con los ojos." Se acercó tanto que el resultado fue este íntimo íntimo realzado por la luz de un día lluvioso.
Nikon D200 + 200–400mm f4 lens + 1.4x extender; 1/80 sec at f10; ISO 500.
Foto: Klaus Nigge - Wildlife Photographer of the Year
Resplendent delivery
Tyohar observó un par de resplandecientes quetzales guatemaltecos desde el amanecer hasta el atardecer durante más de una semana, mientras entregaban frutas y algún insecto ocasional o lagartija a sus dos polluelos. Los quetzales generalmente anidan en un bosque más denso, pero esta pareja había escogido un árbol en una área parcialmente explotada en el bosque nuboso costarricense de San Gerardo de Dota. La luz adicional le facilitó a Tyohar captar el color iridiscente del deslumbrante plumaje esmeralda y carmesí del macho y las serpentinas de su cola, a pesar de su rápido y errático patrón de vuelo. La luz sin embargo hacía también más fácil para los pájaros ver Tyohar. Es por lo que el fotógrafo llegó un día antes del amanecer y se sentó en el mismo lugar con la misma chaqueta. El resultado fue que la pareja de quetzales aceptó su presencia para continuar, como si él no estuviese allí, alimentado a su prole.
Al octavo día, los padres alimentaron a los polluelos al amanecer como de costumbre, pero ese día no volvieron durante varias horas. A las 10 de la mañana los pollos ya llamaban insistentemente a sus padres. Tyohar comenzó a preocuparse, pero entonces ocurrió algo maravilloso. El macho llegó con un aguacate silvestre en su pico. Aterrizó en una rama cercana, exploró alrededor, y luego voló al nido. Pero en lugar de alimentar a los pollitos, voló de nuevo a su rama con el aguacate todavía en su pico. En cuestión de segundos, un pollo salió del nido hacia la rama mas cercana y fue recompensada. Momentos después la hembra hizo exactamente lo mismo con una rama aun más lejana. Su pollo volvió a seguirla. La familia entonces voló junta por el bosque lluvioso dejando a Tyohar privado de su presencia para siempre, pero emocionado a la vez.
Canon EOS 5D Mark III + 300mm f2.8 lens; 13200 sec at f4; ISO 800.
Foto: Tyohar Kastiel - Wildlife Photographer of the Year
Aptenodytes forsteri
Foto: Kira Morris
Avifauna en las islas
En verano las Lofoten se convierten en un paraíso para los ornitólogos. En los abruptos islotes de Værøy y Røst anidan miles de aves marinas, entre las que abundan gaviotas, cormoranes, pigargos y frailecillos como los de la imagen.
Foto: AGE Fotostock
Spheniscus demersus
Foto: AP / Koji Sasahara
Reserva Ornitológica de Los Albardales, Madrid
Los Albardales es un carrizal de unas ocho hectáreas de extensión. Actualmente es una Reserva Ornitológica de SEO/BirdLife tras la suscripción de un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de San Martín de la Vega, en la Comunidad de Madrid, en el año 1991. Constituye un humedal formado por un antiguo meandro del río Jarama, y está situada en el Parque Regional del Sureste y la ZEPA “Cantiles y cortados de los ríos Jarama y Manzanares”. Acoge importantes poblaciones invernantes de paseriformes y de otras aves ligadas a humedales en paso migratorio. En invierno se forma importantes dormideros de aves palustres con grandes concentraciones de escribanos palustres, pardillos comunes, trigueros o gorriones morunos pero también durante la época de migración, con especies como golondrinas, aviones olavanderas boyeras, como en invernada. La zona de pradera, inundada de mayo a octubre, sirve de zona de sedimentación durante la migración de numerosas especies muy escasas en el ámbito de la Comunidad de Madrid. Es el caso del carricerín cejudo, que encuentra aquí su única localidad de paso en la región, o limícolas como correlimos, archibebes y combatientes. Desde la década de 1980, SEO/BirdLife ha realizado trabajos de seguimiento en este carrizal, a través del Grupo Local SEO-Monticola. Próxima a la reserva se encuentra otro carrizal, el de Las Minas donde se encuentra una estación de anillamiento de esfuerzo constante que funciona desde 1995. En febrero de 2016 SEO/BirdLife firmó un nuevo convenio de colaboración con el Ayuntamiento de San Martín de la Vega para la custodia del territorio de la Reserva.
Foto: SEO Birdlife / Blas Molina
Reserva Ornitológica del Cercado de El Jarde, Fuerteventura
En el centro de Fuerteventura, al este de Antigua, en la zona conocida por Los Alares, se localiza esta reserva creada en 2005 para proteger una de las especies más emblemáticas del archipiélago, la avutarda hubara. La gestión se hace en colaboración con ganaderos, agricultores y cazadores, propiciando el desarrollo sostenible en una zona esteparia de 209 hectáreas en la que se pueden observar también ganga ortega, corredor sahariano o bisbita caminero.
Foto: SEO Birdlife / Aurelio Martín
Pygoscelis adeliae
Un pingüino de adelie posa para la cámara en las inmediaciones del Monte Siple, en la Antártida. La lucha por la supervivencia será cada vez más encarnizada entre las distintas especies que pueblan la Antártida y otras que llegarán nuevas.
Foto: Jasmine Lee/Australian Antarctic División
Picogordo de Santo Tomé
Un picogordo de Santo Tomé observado en 2011.
http://www.nationalgeographic.com.es/animales/aves/fotos/71
Foto: August Thomasson
Picogordo de Santo Tomé
Un picogordo de Santo Tomé liberado después de su anillamiento.
Foto: Martim Melo
AcuarelaFoto: Martim Melo
Acuarela que representa a un picogordo de Santo Tomé.
Imagen: Peter Nilsson
Reserva de la Biosfera de Gadabedji, Níger
Alberga un conjunto variado de sabanas, depresiones, fosas y dunas de arena.
Foto: UNESCO/ Division des aires protégées
Reserva de la Biosfera de Gadabedji, Níger
El sitio cuenta con una fauna de mamíferos entre los que destacan las gacelas dorcas, los zorros pálidos y los chacales dorados. También una gran biodiversidad de aves.
Foto: UNESCO/ Division des aires protégées
Reserva de la Biosfera de Castro Verde, Portugal
Su flora se caracteriza por un alto grado de endemismo y su fauna comprende unas 200 clases de pájaros, entre los que destacan aves esteparias como la avutarda.
Foto: UNESCO/ Protecção da Natureza, LPN
Reserva de la Biosfera de Castro Verde, Portugal
También se pueden encontrar en su territorio numerosas aves de presa y algunas especies endémicas como el águila imperial ibérica, una de las aves de presa que mayor peligro de extinción corre en el mundo.
Foto: UNESCO/Protecção da Natureza, LPN
Reserva de la Biosfera de Castro Verde, Portugal
La población del sitio se cifra en unos 7.200 habitantes, que viven sobre todo de la producción extensiva de cereales y de la cría de ganado.
Foto: UNESCO/Protecção da Natureza, LPN
Reserva de la Biosfera de Itaipú, Paraguay
La población permanente de la reserva se cifra en unos 450.000 habitantes.
Foto: UNESCO / Itaipu Binacional / Alberto Carosini
Reserva de la Biosfera de Minakami, Japón
La gran diversidad biológica y cultural de la reserva se debe a las diferencias considerables que se dan entre el medio ambiente de las vertientes orientales y occidentales, así como entre las zonas montañosas y las de escasa altura.
Foto: UNESCO / Minakami Town, Gunma Prefecture
Reserva de la Biosfera de la Bahía de Kizlyar, Rusia
Posee diversos ecosistemas marinos y costeros, una zona de estepa desértica, poblaciones de animales en peligro de extinción –como la foca del Caspio– y numerosas especies de aves y esturiones.
Foto: UNESCO / Kizlyar Bay Biosphere Reserve
Reserva de la Biosfera transfronteriza de los Bosques de Paz, Ecuador y Perú
Situado al sudoeste del Ecuador y al nordeste del Perú, este sitio tiene una superficie total de 1.616.988 hectáreas. Abarca territorios de los contrafuertes de los Andes Occidentales cuya altura puede alcanzar hasta 3.000 metros, lo que hace que la reserva posea una diversidad biológica con un elevado índice de endemismo
Foto: UNESCO/Naturaleza y Cultura Internacional
Reserva de la Biosfera transfronteriza de los Bosques de Paz, Ecuador y Perú
Esta región alberga 59 especies endémicas, entre las que hay 14 en peligro de extinción.
Foto: UNESCO/Naturaleza y Cultura Internacional
Bubo bubo
Foto: Imagechina / AP
La hora del almuerzo
Dos pavos reales se alimentan con los granos que cada día los cuidadores depositan en sus espacios.
Foto: AP / Natacha Pisarenko
Struthio camelus
Un avestruz mira a través del tejido abierto de una cerca de malla.
2 de julio de 2016.
2 de julio de 2016.
Foto: AP / Natacha Pisarenko
Reconstrucción artística
Reconstrucción artística y restos esqueléticos del pájaro.
Foto: Ming Bai, Chinese Academy of Sciences (CAS) / Chung-Tat Cheung
Piel escamosa
La piel escamosa de la pata aún es visible.
Foto: Ming Bai, Chinese Academy of Sciences (CAS)
Ala
Vista del ala y las plumas conservadas en ámbar.
Foto: Ming Bai, Chinese Academy of Sciences (CAS)
Pieza completa
La pieza de ámbar al completo.
Foto: Ming Bai, Chinese Academy of Sciences (CAS)
Atrapado en la resina
El pajarillo recién salido del cascarón quedó atrapado en la resina de una conífera.
Foto: Ming Bai, Chinese Academy of Sciences (CAS)
Pata
Vista detallada de la pata del pájaro conservado en ámbar.
Foto: Ming Bai, Chinese Academy of Sciences (CAS)
Plumas asimétricas
La especie Jianianhualong tengi tenía plumas asimétricas, su rasgo esencial, con unos cálamos rígidos y unas barbas más largas en un lado que en el otro.
Foto: Xing Xu
Fósil de troodóntido
Fósil de troodóntido de unos 125 millones de años de antigüedad, hallado en la provincia de Liaoning, en el noreste de China.
Foto: Xing Xu
Reconstrucción de la especie
Reconstrucción de la nueva especie Jianianhualong tengi.
Imagen: Julius Csotonyi
Río Chobe
Un águila pescadora africana (Haliaeetus vocifer) captada en plena pesca. El Chobe concentra la mayor densidad de África de esta magnífica ave.
Sierra Nevada de Santa Marta
El trekking hasta la Ciudad Perdida a través del valle alto del río Buritaca discurre por uno de los escenarios más bellos de Colombia. Amaneceres apoteósicos en los que el sol deshace la niebla matutina que se enreda en las copas de los árboles, donde anidan centenares de especies de aves; cascadas que se descuelgan entre los riscos comidos por la selva; rincones donde el bosque húmedo permanece igual que hace miles de años. Este bosque tropical primario posee una humedad del 85% que mantiene empapado al caminante todo el día.
Foto: Getty Images
Phoenicopterus ruber
Segundo premio en la categoría: Animales en movimiento
Especie: Phoenicopterus ruber
Foto: Ariel Naves / Zoológico de Barcelona
Retrat de família
Tercer premio en la categoría: Animales en grupo
Especie: Cyanocorax yncas
Especie: Cyanocorax yncas
Foto: Víctor Gordillo Galea / Zoológico de Barcelona
Furia
Segundo premio en la categoría: Primer plano
Especie: Circaetus gallicus
Especie: Circaetus gallicus
Foto: Tomás Mayral Hernández / Zoológico de Barcelona
"Racists"
Mención de honor en la categoría: Street Photography
Foto: Sreeranj Sreedhar / Mobile Photography Awards 2016
"Slumber"
Mención de honor en la categoría: Nature & Wildlife
Foto: Anne Highfield / Mobile Photography Awards 2016
"Tricolored Heron"
Mención de honor en la categoría: Nature & Wildlife
Foto: Shirley Drevich / Mobile Photography Awards 2016
Buceros bicornis
Foto: Gtres
"Dream"
Categoría: Natural World
Un búho parece bostezar.
Un búho parece bostezar.
Foto: Mario Gustavo Fiorucci / Smithsonian Photo Contest
"Snow Geese at Bosque del Apache"
Categoría: Altered Images
"En blanco y negro, una desbandada de gansos de nieve parecía encajar perfectamente con el paisaje".
"En blanco y negro, una desbandada de gansos de nieve parecía encajar perfectamente con el paisaje".
Foto: Lee Levin-Friend / Smithsonian Photo Contest
"Keel-Billed Toucan"(Tucán con pico de quilla)
Categoría: Sustanaible Travel
Un tucán piquiverde salvaje se posa en una rama durante una tormenta en Costa Rica. "Capturé esta imagen durante una gira por Costa Rica centrada en documentar su increíble población de aves. Costa Rica comprende menos del 1% de la masa terrestre del mundo, pero el 5% de su biodiversidad. Espero que esta imagen, y otras que capturé allí, animen a la gente a viajar a este país e informarles de la maravillosa herencia de la vida silvestre para así infundirles un mayor aprecio por la naturaleza".
Foto: Dennis Zaebst / Smithsonian Photo Contest
Después del baño
Varios pingüinos de Adelia salen del mar en la Antártida. Durante los meses de invierno emigran al borde del hielo marino en busca de krill y pescado.
Foto: Cristina Mittermeier / National Geographic Creative
Pingüinos de Adelia de una colonia antártica
La población de pingüinos de la costa oriental antártica había sido hasta ahora infrandimensionada por los censos.
Aunque a priori se trata de una buena noticia, no está muy claro que implicaciones a largo plazo puede tener un crecimiento poblacional tan alto.
Foto: Australian Antarctic Division / National Geographic
Pygoscelis adeliae
Los nuevos estudios estiman una población de 6 millones de pingüinos, casi más del doble de lo estipulado con anterioridad.
Foto: Australian Antarctic Division / National Geographic
Trampas mortales
El deshielo prematuro y cada vez más acusado de la Antártida propicia la formación de pequeños charcos de agua, trampas mortales para los pollos que aún no han mudado el plumón por las nuevas plumas impermeables.
Foto: Australian Antarctic Division / National Geographic
"Blood vessels of the African grey parrot"
Técnica utilizada: tomografía computarizada (TC)
Esta imagen muestra una reconstrucción 3D - post eutanasia- de un loro gris africano. El modelo 3D detalla el intrincado sistema de vasos sanguíneos en la cabeza y el cuello del pájaro y fue posible gracias al uso de un nuevo agente de contraste llamado BriteVu. Este agente de contraste permite a los investigadores estudiar el sistema vascular de un sujeto con increíble detalle, hasta el nivel capilar.
http://www.wellcomeimageawards.org/2017/
"Pigeon thermoregulation"
Técnica utilizada: tomografía computarizada (TC)
Todos los animales poseen variaciones únicas en su anatomía que les ayudan a adaptarse a su entorno. Scott Echols es miembro del Grey Parrot Anatomy Project, un proyecto establecido para crear una tecnología que permita estudiar la anatomía de cualquier animal.
BriteVu, es un nuevo agente de contraste desarrollado durante el proyecto, que permite a los investigadores observar mediante tomografía la red de vasos sanguíneos que componen el sistema vascular de un animal. La intrincada red de vasos sanguíneos en el cuello de esta paloma es visible en la parte inferior de la imagen. Este suministro de sangre justo debajo de la piel ayuda a la paloma controlar su temperatura corporal a través de un proceso conocido como termorregulación.
Foto: Scott Echols Scarlet / Imaging and the Grey Parrot Anatomy Project
Spheniscus magellanicus
Foto: AP / Maxi Jonas
Phoeniconaias minor
Foto: AP / Antonio Calanni
Cacatúas negras y rojas en el Taronga Zoo
En el Taronga Zoo se pueden observar una gran cantidad de especies de aves, entre las que se encuentran las cacatúas, animales propios de continente australiano, de Papúa Nueva Guinea e Indonesia. Uno de sus rasgos más distintivos es el penacho de plumas que poseen en la cabeza.
Foto: AP Images
Cochlearius cochlearius
Foto: Gtres
Neophron percnopterus
Foto: Gtres
Un plumaje críptico
Especie gregaria y muy terrestre, el sisón comparte con su pariente, la avutarda, muchas características adaptativas, como el plumaje críptico, las patas fuertes y rematadas en tres dedos preparados para la marcha y una dieta mixta.
Foto: SEOBirdLife
Tetrax tetrax
El sisón tiene un plumaje pardo poco llamativo para camuflarse en los campos de cereal y los pastizales secos que constituyen su hábitat.
Foto: SEOBirdLife
Traje de gala
En primavera, los machos mudan sus plumas para adquirir una vistosa combinación blanca y negra, visible a gran distancia.
Foto: SEOBirdLife
El canto del sisón
En el cortejo se combinan patadas en el suelo, inconfundibles reclamos vocales y saltos con aleteos que generan un característico siseo. Dicho siseo, debido a la existencia de una pluma más corta entre las del extremo del ala, se deja oír también en las aves en vuelo y explica el nombre en castellano de la especie, denominada de forma parecida sisó en catalán y sisão en portugués.
Foto: SEOBirdLife
Surcando el cielo
Una bandada de 10 sisones fotografiada en pleno vuelo durante el invierno.
Foto: Gtres / Roger Tidman
Mirada amenazante
Cual gárgolas de piedra, estos buitres de El Cabo (Gyps coprotheres) dirigen una mirada amenazante desde un acantilado de nidificación artificial cerca de Magaliesburg, Sudáfrica. Estas instalaciones de cría, investigación y rehabilitación están gestionadas por VulPro, una ONG que trabaja por recuperar la población de buitres africanos.
Charlie Hamiliton James
Indispensables
Incluso Darwin los tachó de «repugnantes», pero los buitres tienen más de indispensables que de aborrecibles, porque limpian cadáveres que de otro modo podrían pudrirse y propagar enfermedades.
En la imagen un buitre moteado (Gyps rueppelli) arranca un jirón de tejido traqueal de un ñu muerto.
En la imagen un buitre moteado (Gyps rueppelli) arranca un jirón de tejido traqueal de un ñu muerto.
Charlie Hamilton James
En pleno banquete
La sangre gotea del pico de un buitre moteado. El cuello y la cabeza de esta especie apenas tienen plumas, así se le adhieren menos restos de sangre, tripas y heces mientras se alimenta del cadáver.
Charlie Hamilton James
Para toda la vida
Los buitres son amantes y luchadores. Probablemente se emparejan para toda la vida, que en estado salvaje puede prolongarse 30 años, y son atentos con su consorte.
Charlie Hamilton James
Festín de cebra
Un buitre moteado se apropia de una cebra muerta en el Parque Nacional del Serengeti, en Tanzania, mientras otros miembros de su especie y buitres dorsiblancos africanos (Gyps africanus) se acercan para sacar tajada. Es probable que otros congéneres acudan al festín. En unos minutos pueden dejar limpio el esqueleto.
Foto: Charlie Hamilton James
Disputa por la comida
A la hora de disputarse unos despojos, los buitres combaten con agresividad, también con los de su propia especie.
Charlie Hamilton James
Lucha encarnizada
En el Serengeti, un chacal se enfada ante la insistencia de un buitre dorsiblanco africano por participar de su festín de ñu. Los territorios de alimentación de los carnívoros terrestres, como chacales y hienas, son limitados. Desde el aire, los buitres disfrutan de unas vistas mucho mejores del menú del día: pueden avistar un cadáver a 35 kilómetros de distancia.
Charlie Hamilton James
Buitreman
En este muladar, los buitres encuentran solo una parte del alimento que necesitan, un pequeño desayuno que les da fuerzas para buscarse la vida el resto del día. Cuando Moragrega empezó en esto hace casi 30 años, los buitres se mantenían siempre a una distancia prudencial. Pero el roce hace el cariño y hoy es Buitreman quien, a veces, debe recordarles que no se extralimiten.
Charlie Hamilton James
Centro de recuperación
Un buitre dorsiblanco africano convalece en el centro de VulPro. Posteriormente fue devuelto a la naturaleza.
Charlie Hamilton James
Vista con retrovisor
Conservacionistas de Namibia utilizan un retrovisor telescópico para echar un vistazo al nido arbóreo de un buitre orejudo. Si localizan un pollo de suficiente edad, lo cogen, le colocan una marca en el ala y lo devuelven al nido. Las hembras podrían poner un huevo cada uno o dos años, de modo que la supervivencia de todos los pollos es vital para el futuro de la población.
Charlie Hamilton James
Un cuervo persigue a un búho sin aliento
Mención de honor en la categoría: Animales
El cuervo vio al búho descansando en su territorio y decidió perseguirlo hasta sacarlo del mismo.
Foto: Chia Boon Oo Lawrence
El estudio del frailecillo
Mención de honor en la categoría: Animales
"Esta imagen fue tomada el verano pasado en la isla de Skomer, País de Gales. El lugar es bien conocido por su vida silvestre, y la colonia de frailecillos que en el habita es una de los más grandes en todo el Reino Unido. La foto muestra a un frailecillo atlántico descansando pacíficamente bajo la lluvia". Como la isla de Skomer está habitada, los frailecillos no tienen miedo de los seres humanos, por lo que la gente puede acercarse a ellos. El fotógrafo pudo pensar en la composición adecuada y tomar este tipo de retrato íntimo.
Foto: Mario Suarez Porras
La suerte cambiante de la garza blanca
Tercer puesto en la categoría: Naturaleza en Acción
Se trata este de un notable éxito en la historia de la conservación: la garceta grande grande o garza blanca, escapo del borde de la de extinción en Hungría, cuando en 1921 sólo quedaban 31 parejas reproductoras. Menos de un siglo después, los esfuerzos internacionales de conservación han triunfado. Ahora podemos contar con más de 3.000 parejas en todo el país.
Foto: Zsolt Kudich
La carrera de la sardina
Ganador del gran premio
Capturé esta imagen durante la migración de las sardinas a lo largo de la costa salvaje de Sudáfrica. En su periplo, estas son atacadas por las aves del cabo y los delfines comunes. La cacería comienza bajo el agua con los delfines, que han desarrollado técnicas especiales de caza. Con una notable vista, los gansos siguen a los delfines desde el aire antes de lanzarse en una caída libre de 30 a 40 metros de altura para perforando la superficie del agua de agua a una velocidad de 80 km/h para obtener sus presas.
Foto: G. Lecoeur Medio Ambiente
Turnos de comida
Un buitre joven de Rüppell trata de rebanar un pedazo de carne del cadáver de una cebra en el Serengeti. Las aves más dominantes ya han tomado del mismo la mejor carne, dejando la piel y los huesos para otras aves de menor jerarquía.
Foto: Charlie Hamilton James / National Geographic
Diseñado para carroñear
La sangre gotea del pico de un buitre moteado. El cuello y la cabeza de este ave de rapiña se encuentran escasamente emplumados, lo que les ayuda a mantenerse limpios de la sangre, las tripas y la materia fecal que encuentran al adentrar sus cabezas en los cadáveres de los animales de los que se alimentan.
Foto: Charlie Hamilton James / National Geographic
La merienda del Grizzlie
Algunos lugares de Yellowstone son ahora más salvajes de lo que han sido durante todo este siglo. Este es el motivo por el que los Grizzlies, afortunadamente, se están extendiendo por el territorio. En la imagen, tomada en el Parque Nacional Grand Teton, podemos observar como este imponente oso adulto se disputa con una bandada de cuervos una carcasa de bisonte.
Foto: Charlie Hamilton James / National Geographic
Tarde de tormenta
Una tormenta vespertina ilumina el cielo a las orillas del río Wood, en Nebraska, Estados Unidos, donde cerca de 413.000 grullas descansan en sus aguas poco profundas.
Foto: Randy Olson / National Geographic
Linaria cannabina
Foto: Wildlife Photographer of the Year / Isaac Aylward
Tockus leucomelas
Foto: Wildlife Photographer of the Year 2016/ Willem Kruger
Ciconia ciconia
Foto de: Patrick Pleul / Picture-alliance / Dpa / AP
Ardea cinerea
Foto: Christian Naumann / Picture-alliance / Dpa / AP
Grus grus
Foto: AP /Jens Meyer
Fósil de Vegavis iaai
Las figuras b,c,f,g, en color, corresponden a las fotografias del fósil encontrado de Vegavis iaai. Las figuras a, d, e, h, en blanco y negro, a una magen de tomografía computarizada de rayos X.
Foto: UT Austin
Flamenco del Caribe
Foto: Joel Sartore
Fotos: Joel Sartore
Búho nival
Foto: Joel Sartore
Carraca de raquetas
Foto: Joel Sartore
Paloma de Nicobar
Foto: Joel Sartore
Guacamayo jacinto
Foto: Joel Sartore
Loro cacique
Foto: Joel Sartore
Dúcula cerirrubra
Foto: Joel Sartore
Paralizado por el miedo
Normalmente suelen ser las aves las que rehuyen de los felinos. Sin embargo, este pequeño gato que yace en los brazos de su ingenua dueña completamente ajena al miedo del animal, se muestra aterrorizado ante la mirada de un halcón que parece estar pensando por donde empezar a comérselo.
Foto: AP
¡Una pareja de cine!
En esta foto del 21 de julio de 1966, Susie, una chimpancé, corre por los jardines de Castle Combe en compañía de su amigo, un loro de la Polinesia. Ambos aparecieron en la película Doctor Dolittle rodada en un pequeño pueblo de Wiltshire Valley.
Foto: AP
Amor de madre al estilo basset
Estos dos pequeños patos que la pascua trajo a una familia inglesa, se convirtieron en los incondicionales compañeros de este sabueso de ojos somnolientos, cuyas caídas orejas resultaron muy útiles a la hora de combatir el frío.
Foto: AP
Between My Feathers ("Entre mis plumas")
Primer premio de la votación popular en la categoría "Aves".
"Un pigargo europeo (Haliaeetus albicilla) aterrizó y corrió hacia un pez capturado por los cuervos. Pasé 12 horas diarias para conseguir una imagen como esta.
¡Siempre quise retratar el ojo de una ave entre sus plumas durante el vuelo! ¡Es realmente difícil y tienes que tener suerte! Supongo que tuve suerte de capturar esta imagen mientras aterrizaba".
¡Siempre quise retratar el ojo de una ave entre sus plumas durante el vuelo! ¡Es realmente difícil y tienes que tener suerte! Supongo que tuve suerte de capturar esta imagen mientras aterrizaba".
Foto: Mohammad Murad
Air dynamics ("Dinámicas aéreas")o "Aires Dinámicos"
Primer premio de la categoría "Aves".
"Las bandadas de estorninos pinto (Sturnus vulgaris) me han estado fascinando durante más de 15 años. En particular la elevada naturaleza dinámica de la auto organización cuando son atacados por halcones peregrinos, son increíbles en estructura y forma. Pude capturar tan maravilloso momento en Roma próximo a la puesta de sol, cuando más de un millón de estorninos pinto se congregaron allí".
Foto: Jan van der Greef / MontPhoto
Excavaciones en la garganta de Olduvai, en Tanzania. El estrato que aparece en la fotografía E contenía numerosos restos de huevos de avestruz.
Foto: Manuel Domínguez-Rodrigo, Universidad Complutense de Madrid
Avestruz
Los huevos de avestruz, utilizados tradicionalmente para hacer arte, joyería o para transportar agua, son muy gruesos y resistentes y por eso han sobrevivido al extremo clima africano.
Foto: Manuel Domínguez-Rodrigo, Universidad Complutense de Madrid
El águila calva
Varios días de fuertes aguaceros, un fenómeno común en las islas Aleutianas, han dejado empapada a esta águila calva. Las rapaces son menos activas cuando llueve.
Foto: Klaus Nigge
http://www.nationalgeographic.com.es/animales/aves/fotos/164El duelo
Esquivando las garras de su rival, dos águilas calvas baten las alas y se enfrentan por tomar posesión de la percha en la que desean posarse. La que primero lo consiga ahuyentará a la perdedora.
Foto: Klaus Nigge
El resurgir del rey de los cielos
Un ejemplar examina el suelo en busca de alimento dejado por otras aves. La especie estuvo en peligro de extinción en la mayoría de los Estados Unidos contiguos, pero salió de la lista de especies amenazadas en 2007. Hoy se extiende por casi toda América del Norte.
Foto: Klaus Nigge
Cazadora, oportunista y carroñera
«El águila calva es una oportunista –dice Nigge–. Y una carroñera. Aunque algo esté podrido, se lo come». Varias águilas esperan su comida gratuita ante la casa de una señora que les daba restos de pescado y de otros animales.
Foto: Klaus Nigge
Haliaeetus leucocephalus
Las águilas se congregan en un riachuelo cerca de Unalaska. Una de ellas se lanza sobre una presa que flota en el agua. «Los ojos, tan penetrantes –afirma Nigge–, no pierden de vista ni un segundo el objetivo.»
Foto: Klaus Nigge
Cañón del Colca
En la región de Arquipa, en Perú, se hallan dos de las hendiduras más profundas. Junto al cañón del Colca (3.200 metros) está el Cotahuasi que le supera (3.535 metros), aunque el primero es el rey en cuanto a longitud, con más de 200 kilómetros. A su espectacularidad, hay que añadir la posibilidad única de ver sobrevolar la gran colonia de cóndores que habita en sus oquedades. Un lugar privilegiado para contemplar el conjunto es el mirador de la Cruz del Cóndor, imprescindible.
Gtres
Opisthocomus hoazin
El hoatzín es conocido en Colombia como pava hedionda. En su estómago alberga un ejército bacteriano que descompone los vegetales que ingiere, lo que le confiere un olor parecido al estiércol.
Foto: Olivier Grunewald
Ara chloropterus
Decorando el nido
Asomado en su nido, un frailecillo corta una flor para engalanar su hogar provisional de la isla de Skomer, donde crían 6.000 parejas. Los nidos, ubicados en madrigueras, suelen tener un metro de largo como mínimo, para garantizar la seguridad del huevo, y la del polluelo después. No es fácil ver a los polluelos, ya que permanecen ocultos unas seis semanas, hasta que una noche deciden echar a volar y desaparecen.
Foto: Danny Green
Tirarse al cuello... literalmente
Dos frailecillos rivales de la isla de Skomer se pelean desplegando las alas y abriendo el pico. Las disputas surgen casi siempre por la propiedad de un nido. Un mordisco en el pescuezo suele dirimir la lucha.
Foto: Danny Green
Fratercula arctica
Entre los meses de abril y agosto los frailecillos son los amos de los acantilados de la Reserva de Hermaness, siempre envueltos en la bruma. Muchos repiten pareja y nido. A qué se dedican durante el invierno continúa siendo un misterio.
Foto: Danny Green
Preparado para aterrizar
Un frailecillo atlántico lleva comida a su polluelo en las islas Treshnish, en Escocia. Los progenitores hacen hasta ocho excursiones diarias en busca de sustento; cada ave puede llegar a portar hasta una veintena de peces en el pico.
Foto: Danny Green
Reserva de Hermaness, en las islas Shetland
Un frailecillo contempla sus dominios en la Reserva de Hermaness, en las islas Shetland. Estas aves anidan en los acantilados para acceder con rapidez al mar, y se mantienen vigilantes por si aparecen otras aves marinas dispuestas a robarles la comida.
Foto: Danny Green
Billing
Durante el cortejo los frailecillos frotan y entrechocan sus picos en un ritual que los ornitólogos llaman billing. En la isla de Skomer, en Gales, una pareja exhibe el estriado pico naranja y el vivo anillo ocular característico de los frailecillos en época de cría.
Foto: Danny Green
Periquito ventrinaranja, Santuario de Healesville, Victoria, Australia
Neophema chrysogaster
Estado de conservación: en peligro crítico
http://photoark.com
Foto: Joel Sartore
Queensland, Australia
Un casuario asoma entre el follaje en el nordeste de Queensland, en Australia. Las hembras, como la de la imagen, pueden llegar a pesar 75 kilos. Se desconoce la función del casco que luce sobre la cabeza, pero podría ser un ornamento sexual.
Foto: Christian Ziegler
Abrigo de plumas
Los casuarios adultos solo conviven en época de reproducción. El macho (a la izquierda) se distingue por ser de menor tamaño. Su plumaje espeso y suave es perfecto para cobijar a los polluelos.
Foto: Christian Ziegler
Primeras citas
Como parte de su ritual de cortejo, esta hembra convierte un charco en una romántica bañera a la que atrae a posibles parejas. Las hembras grandes y maduras como esta suelen lucir los cascos más impresionantes.
Foto: Christian Ziegler
Un potente juego de piernas
Los pies del casuario son grandes y fuertes: el pie de una hembra adulta puede medir más de 23 centímetros desde el talón hasta la punta del dedo de en medio. En el dedo interior de cada pie han desarrollado una uña modificada temible. Aunque normalmente no son agresivos, pueden propinar una patada peligrosa si se los acosa.
Foto: Christian Ziegler
Un banquete de quandongs
Un macho de casuario se da un banquete de quandongs, una de sus frutas favoritas. Para comerla, la coge con la punta del pico, luego sacude la cabeza y abre el pico de par en par para tragársela entera.
Foto: Christian Ziegler
Velocidad punta
Un pollo de casuario corre en busca de una fruta que ha oído caer al suelo. Estas aves son veloces. Los adultos pueden superar los 50 kilómetros por hora, así que evite ser perseguido por uno de ellos.
Foto: Christian Ziegler
Hora de abandonar el nido
Los dos pollos de casuario de la imagen tienen menos de un año de edad, pero ya tienen que arreglárselas solos. Su padre los ha echado para poder aparearse de nuevo. Con suerte, habrán aprendido a reconocer los alimentos y también los peligros que deben evitar, como los perros.
Foto: Christian Ziegler
Un polluelo halla cobijo entre el plumaje de su padre
Los casuarios nacen cubiertos de un plumón rayado, y hasta los más pequeños tienen protocarúnculas y una zona lisa y brillante en la cabeza donde crecerá el casco.
Foto: Christian Ziegler
Preferencias cromáticas
Un padre observa cómo uno de sus polluelos coge una baya. Los frutos del bosque lluvioso son a menudo de color rojo o azul, igual que el cuello del casuario. ¿Es una coincidencia? Nadie lo sabe, pero parece que estas aves son hábiles encontrando frutos del bosque y que se sienten atraídos por sus colores. Resulta tentador especular que la evolucion confirió a los causarios estas tonalidades porque para ellos son particularmente hermosas.
Foto: Christian Ziegler
Kuranda, Queensland, Australia
Un par de pollos pasa ante una puerta cerca de Kuranda, en el nordeste de Queensland. Ya han perdido el plumón, pero no lucirán el plumaje negro hasta que alcancen la madurez sexual, hacia los cuatro años.
Foto: Christian Ziegler
Isla Wrangel
En agosto, los polluelos de búho nival empiezan a volar, a veces de una forma muy graciosa. Después de caer en picado dentro de un río, este ejemplar joven utiliza las alas como remos para impulsarse hasta la orilla.
Foto: Sergey Gorshkov
Isla Wrangel
Un zorro juguetón expulsa a un ánsar nival de su nido, una táctica para después robarle los huevos. Una colonia de estas aves migra a la isla en mayo, después de pasar el invierno en América del Norte.
Foto: Sergey Gorshkov
Un ave sin clasificar
El hoacín despliega las plumas cuando se pavonea sobre las ramas, pero aletea torpemente al levantar el vuelo. Vive cerca de los pantanos, digiere por fermentación (como las vacas) y es tan extraño que los científicos no saben cómo clasificarlo.
Foto: Tim Laman
Aptenodytes forsteri
Torpedos submarinos
Un pingüino emperador alcanza la máxima velocidad bajo el agua al prepararse para salir disparado desde el mar hasta el hielo.
Foto: Paul Nicklen
Velocidad de escape
Sorprendido en pleno salto, un pingüino demuestra por qué necesita tanta velocidad. Para salir del agua, a veces tiene que saltar casi dos metros de hielo. Una salida rápida también le permite escapar de las focas leopardo, que a menudo acechan en el borde del hielo.
Foto: Paul Nicklen
Lubricación por aire
El denso plumaje del pingüino emperador (unas 15 plumas por centímetro cuadrado, superpuestas como las tejas de un tejado) impide el paso del agua y atrapa el aire en la suave capa inferior de plumón. Una vez liberado, el aire envuelve al ave en una lubricante capa de burbujas.
Foto: Paul Nicklen
Diseñados para bucear
Después de recorrer el mar en busca de comida para sus pollos, los ejemplares adultos nadan por la superficie y llenan de aire su plumaje. A continuación se sumergen, ganan velocidad y se dirigen rápidamente a un agujero en el hielo por donde salen del mar.
Foto: Paul Nicklen
Emperadores del hielo
En una colonia en el helado mar de Ross, los pingüinos padres y su prole aprovechan el breve sol del verano. La distancia hasta el mar abierto varía con las estaciones. En pleno invierno pueden tener que caminar muchos kilómetros sobre el hielo para buscar comida.
Foto: Paul Nicklen
La unión hace la fuerza
La vida es más segura en la colonia, donde hay menos depredadores y los demás compañeros están más cerca.
Foto: Paul Nicklen
Esperando a un líder
El peligro de caer víctima de una foca leopardo al acecho es máximo al zambullirse en el mar. Por eso los pingüinos a veces pasan horas junto a un orificio en el hielo, a la espera de que un ave particularmente audaz se tire al agua.
Foto: Paul Nicklen
Proyectiles acuáticos
Los pingüinos emperador pueden salir disparados por varias razones, como descubrió el fotógrafo Paul Nicklen cuando asustó a este grupo. «Una décima de segundo después de haber tomado la foto, solo podía ver burbujas.»
Foto: Paul Nicklen
Nada que temer
«Estos pingüinos seguramente no han visto nunca un ser humano en el agua –dice el fotógrafo Paul Nicklen–, pero tardaron apenas unos segundos en darse cuenta de que yo no les suponía ningún peligro. Se relajaron y me permitieron compartir un orificio de la banquisa.»
Foto: Paul Nicklen
Nadadores olímpicos
Los pingüinos emperador son capaces de sumergirse hasta una profundidad de 500 metros y permanecer bajo el agua durante 20 minutos sin salir a respirar. «Me cautivaron las hermosas estelas de burbujas», dice Nicklen, quien desafió unas aguas a -2 ºC para captar estas imágenes.
Foto: Paul Nicklen
Tomando impulso
Los pingüinos emperador dan vueltas en las profundidades mientras se preparan para el rápido ascenso a la banquisa. «En cuanto se lanzan –dice Nicklen–, en 30 segundos están todos sobre el hielo.»
Foto: Paul Nicklen
La vida en pareja
Dos adultos se arreglan las plumas en la isla irlandesa de Great Saltee. Los alcatraces suelen formar parejas estables y crían cada año en el mismo lugar. En tierra firme las parejas refuerzan continuamente su vínculo juntando sus picos, picoteándose la nuca y construyendo juntos el nido.
Foto: Andrew Parkinson
Aliados del viento
Las colonias donde los alcatraces atlánticos crían a sus polluelos suelen estar situadas en lugares ventosos como este saliente en Hermaness. La ubicación de la colonia los sitúa cerca de las áreas de alimentación, y las corrientes de aire ascendentes les facilitan el despegue y el aterrizaje.
Foto: Andrew Parkinson
Aves pescadoras
Un ejemplar subadulto de plumaje oscuro está casi listo para abandonar el nido. Los alcatraces engordan rápidamente gracias al pescado (bacalao, arenque, caballa) proporcionado por sus progenitores.
Foto: Andrew Parkinson
Rebajando la tensión
La vida social en una colonia de alcatraces atlánticos es complicada. En medio de un alboroto constante, las familias anidan muy cerca las unas de las otras y a menudo se acicalan entre sí, un acto íntimo que ayuda a calmar tensiones.
Foto: Andrew Parkinson
El espíritu de la contradicción
Maestros de la zambullida pero torpes en tierra, padres afectuosos pero vecinos hostiles… los alcatraces atlánticos son el espíritu de la contradicción. Vinculados desde siempre a las culturas costeras de tradición marinera, hoy prosperan en nutridas colonias del Atlántico Norte.
Foto: Andrew Parkinson
Reserva Natural Nacional de Hermaness
Unos alcatraces planean sobre la espuma de mar en la Reserva Natural Nacional de Hermaness, en las escocesas islas Shetland. Protegidas por el denso plumaje y la grasa subcutánea, estas aves marinas, que recorren grandes distancias en busca de alimento, tienen la constitución idónea para vivir en aguas frías y turbulentas.
Foto: Andrew Parkinson
Proyectiles aéreos
La visión binocular permite a los alcatraces atisbar cardúmenes profundos. Cuando se zambullen, a velocidades de hasta 110 kilómetros por hora, la cabeza y el pecho quedan protegidos del impacto por unos sacos de aire subcutáneos. Las fosas nasales se sellan herméticamente, lo que les permite hacer inmersiones de hasta 15 metros.
Foto: David Tipling, Biosphoto
Fuera de alcance
Dos adultos encienden las iras de sus vecinos al posarse en las islas Shetland, una escena habitual en una colonia tan bulliciosa. Pero detrás de los clamores territoriales hay un orden formalizado. Los nidos se disponen en una geometría ahorrativa de dos por cada metro cuadrado: el espacio justo para librarse de picotazos.
Foto: Andrew Parkinson
Un cazador nato
La nieve puede ocultar a presas como los topillos, pero esa protección es insuficiente si se compara con las ventajas que la naturaleza ha otorgado al cárabo para cazar.
Foto: Sven Začek
Maestros del sigilo en el aire
La vista agudísima y el plumaje especializado permiten a estas aves volar en la oscuridad y el silencio más absolutos. «A mí me impresionan», confiesa Začek.
Foto: Sven Začek
Siempre a la escucha
La forma cóncava del rostro ayuda a canalizar el sonido hacia sus oídos, extremadamente sensibles.
Foto: Sven Začek
Cuidados paternales
Un macho (a la derecha) entrega un roedor recién capturado a su pareja, que lo llevará hasta el cercano nido. Durante la época de cría son los machos los que más se ocupan de la caza. Las hembras tratan de no dejar solos a los polluelos, ya que eso los pondría a merced de halcones y otras aves hambrientas.
Floto: Sven Začek
La cena servida
Un polluelo dormita junto a lo que será su próxima comida: la cola de una presa capturada por sus progenitores.
Foto: Sven Začek
Celo territorial
Parece todo dulzura mientras acicala a su polluelo, pero que nadie se atreva a acercarse al nido. Los cárabos uralenses son animales territoriales y lo demuestran con agresividad. El ornitólogo finlandés Pertti Saurola explica que ha llegado a un «acuerdo» con las hembras de esta especie: «El precio por anillar y medir a un pollo equivale a seis coscorrones».
Foto: Sven Začek
Al cobijo de un tronco
Objetivo favorito del fotógrafo, la hembra de cárabo uralense que aparece en la mayoría de las fotografías de esta galería, encontró una oquedad natural donde ocultar su nido.
Foto: Sven Začek
Strix uralensis
Son fieros, pueden alcanzar una envergadura alar de hasta 1,20 metros y no dudan en atacar con sus garras. Sin embargo, una hembra de esta ave rapaz accedió a convertirse en musa de un fotógrafo.
Foto: Sven Začek
Nidos de rapaces
Una hembra de cernícalo lleva comida a sus polluelos en un acantilado de la costa meridional de Socotora. Estas aves falconiformes, junto con otras rapaces como el busardo de Socotora, son los principales depredadores terrestres de la isla.
Foto: Michael Melford
Sula leucogaster
Un alcatraz pardo se posa en la costa occidental. Al menos diez tipos de aves marinas crían en Socotora o sus islas menores, haciendo del archipiélago un refugio importante en la región para esta especie.
Foto: Michael Melford
Flamencos del Caribe
Por la tarde grandes bandadas de flamencos abandonan los puestos de cría para pasar la noche en aguas someras.
Foto: Klaus Nigge
Diseñado para los cielos
Un flamenco del Caribe corre para levantar el vuelo y despegar de una laguna somera en Ría Lagartos. Estas aves son hábiles voladoras, en solitario y en bandadas.
Foto: Klaus Nigge
Reserva de la Biosfera de Ría Lagartos, México
Despiertos antes del alba y reunidos en un recinto para ser anillados antes de que inicien sus viajes, un grupo de flamencos jóvenes se apiña en la Reserva de la Biosfera de Ría Lagartos, en México. Las bandadas pueden trasladarse cientos de kilómetros sin dispersarse en busca de comida.
Foto: Klaus Nigge
Una progenie vulnerable
Cuando los pollos tienen un par de semanas, los padres los dejan en la «guardería» y se van en busca de comida, turnándose de día y de noche para alimentarlos. Aunque unos pocos adultos los cuidan, los pequeños son vulnerables al ataque de depredadores, como perros y jaguares.
Foto: Klaus Nigge
Alimentar a la progenie
Los futuros padres fabrican con el pico un montículo de barro para el huevo. Cuando este eclosiona, los orgullosos progenitores alimentan al pollo con «leche de buche», una sustancia rica en grasas y proteínas que ambos padres producen en el tracto digestivo y regurgitan para la cría.
Foto: Klaus Nigge
La vanidad del flamenco
Los pigmentos de las artemias, pequeños crustáceos abundantes en Yucatán, donde han sido fotografiados estos flamencos, dan a las plumas de las aves su tono coralino.
Foto: Klaus Nigge
Sincronización perfecta
Los flamencos, siempre fieles a sus bandadas salvajes, se mueven al unísono cuando perciben una amenaza. Aquí, cerca de Sisal, en México, una avioneta de investigación los está sobrevolando. Varios grupos reproductores importantes viven en los estuarios del mar Caribe, y más allá.
Foto: Klaus Nigge
En busca de pareja
Los flamencos se reúnen para el cortejo en la península de Yucatán, México.
Foto: Klaus Nigge
Más que alimento
Un colibrí incuba los huevos en un nido construido parcialmente con fibras del fruto del árbol balsa, que aparece una vez se marchitan las flores polinizadas.
Foto: Christian Ziegler
Colibrí
Un destello azul y esmeralda advierte de la llegada de un colibrí.
www.naturphoto.de
www.naturphoto.de
Foto: Christian Ziegler
Cisne en Londres
La madre de todas las gallinas
Gallos rojos salvajes, antecedentes del gallo moderno, llenan un corral de Statesboro, Georgia. Remanentes de una población recolectada en el norte de la India a principios de los años sesenta. estas aves podrían ser las últimas de su tipo (en términos genéticos). A medida que los humanos invaden el hábitat de las aves salvajes del sur de Asia, las gallinas que traen consigo se mezclan con la variedad salvaje, contaminando su genoma.
Foto: Vincent J. Musi
http://www.nationalgeographic.com.es/animales/aves/fotos/233De un extremo a otro
Dos pollos de ocho semanas de edad y peso muy diferente, son el fruto de una cría selectiva basada en el tamaño, realizada por el genetista Paul Siegel en el Instituto Tecnológico de Virginia. «Usamos la selección artificial como instrumento para estudiar la selección natural. Sólo la aceleramos.»
Foto: Vincent J. Musi
Zosterops japonicus sobre Clermontia fauriei, Hawai.
En Hawai, un ave alóctona llamada anteojitos japonés (cabeza y cola visibles abajo) roba néctar de la base de una haha‘aiakamanu. En este caso el ave elude el polen y no le hace ningún servicio a la planta.
Mark W. Moffett
Mark W. Moffett
Tetrao urogallus cantabricus
Foto: Carlos Sánchez
Neophron percnopterus
Un ejemplar adulto de alimoche, Neophron percnopterus, se posa en un risco en las montañas de Haggeher al amanecer.
Foto: Oriol Alamany
Foto: Oriol Alamany
Otus socotranus
La taxonomía del autillo de Socotora está en discusión; todo indica que se trata de un endemismo.
Foto: Oriol Alamany
Neophron percnopterus
Los alimoches -Neophron percnopterus- son muy comunes en la isla de Socotora, y es fácil verlos caminando por playas de guijarros en busca de cangrejos.
Foto: Oriol Alamany
Metatada_239
La alarma cunde entre los pingüinos al percibir la peligrosa proximidad de una orca macho, cuya aleta dorsal alcanza los dos metros. Las orcas prefieren los elefantes marinos, pero no hacen ascos a los pingüinos.
Stefano Unterthiner
Metatada_237
Cuando cumplen unos meses de edad, los pollos pierden los atentos cuidados diarios de los padres y tienen que acurrucarse unos con otros en busca de calor y seguridad. La mortandad entre los pollos alcanza hasta el 75 %. Muchos mueren de hambre en invierno.
Stefano Unterthiner
Metatada_233
En verano los pingüinos reales transforman un tranquilo valle bautizado como Jardín Japonés en una estridente colonia de cría de 100.000 aves, donde cada pareja defiende su pequeña parcela de territorio.
Stefano Unterthiner
Elleanthus sp.; Eugenes fulgens (colibrí)
El pico del colibrí tiene un color tan parecido al del polinio de esta orquídea panameña que a menudo la carga pasa inadvertida. Son muchas las plantas que se autopolinizan, pero la mayoría de las orquídeas necesitan la ayuda de los animales para reproducirse.
Foto: Christian Ziegler
Foto: Christian Ziegler
NATIONAL GEOGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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