Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., la Revista National Geographic, ha elaborado un amplio reportaje, del peligro de las inundaciones que se serán afectadas las grandes ciudades, por los efectos del cambio climático, el calentamiento global, los deshielos, y los desastres naturales que continuamente afectan a La Tierra, con el aumento del nivel del mar; incluso ya hay ciudades afectadas por inundaciones, por ejemplo en Los Estados Unidos, hay ciudades de eminente peligro de inundación permanente como Miami.
National Geographic: dice "..Entre las peor paradas por las enormes pérdidas esperadas se encontrarían las grandes ciudades costeras chinas y estadounidenses. Según los cálculos para 2050, las más afectadas en China serán las ciudades de Cantón, Shanghái, Tianjin, Shenzen, Zhanjiang y Xiamen. En Estados Unidos, serán Nueva Orleans, Boston, Nueva York, Miami y Houston, en ese orden. Y aunque sensiblemente menores los efectos en Europa, también podrían verse afectadas ciudades como Estambul, Glasgow, Lisboa, Londres y Hamburgo.
“Los daños se originan como consecuencia de una subida del nivel del mar y de un aumento de los eventos meteorológicos extremos, que es diferente para cada ciudad. A esto se une que en determinadas ciudades existe la posibilidad de subsidencia, es decir, hundimiento del terreno”, explica el investigador..."
Asimismo: Gideon Mendel, un fotógrafo de la República de Sudáfrica interesado por el cambio climático, plasma en sus imágenes la capacidad de destrucción de las inundaciones y el lado más humano de las tragedias medioambientales: la vulnerabilidad de las víctimas.
También : El calentamiento global cambiará también nuestra relación con el agua, tanto dulce como salada.
Igualmente: El reciente desprendimiento de un titánico bloque de hielo en la Antártida de unos 5.000 kilómetros cuadrados en la plataforma de hielo de Larsen C, ha cambiado para siempre el mapa del hemisferio sur.
http://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/grandes-reportajes/el-tiempo-esta-loco-2_6414http://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/actualidad/antartida-divide-icebergs-gigantes-principio-del-fin_11630
http://www.nationalgeographic.com.es/fotografia/visiones-de-la-tierra/deshielo-estival_9467
http://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/asi-afecta-el-cambio-climatico-al-agua-del-planeta_9947
http://www.nationalgeographic.com.es/naturaleza/grandes-reportajes/diario-fotografo-mundo-inundado_8879/1
http://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/megaciudades-peligro_12520
El cambio climático puede poner en riesgo la vida en las mayores ciudades del mundo
Nueva York
20 de marzo de 2018
De no tomarse las medidas adecuadas de adaptación al cambio climático, muchas de las grandes poblaciones de los litorales de todo el mundo podrían encontrase en un serio peligro debido al aumento del nivel del mar.
Es la afirmación que se desprende del estudio liderado por el Basque Centre for Climate Change sobre las 120 mayores ciudades costeras del planeta, que advierte de la suerte que pueden correr grandes metrópolis como Nueva Orleans, Cantón, Shanghái, Boston o Nueva York.
Pese a los esfuerzos puestos en la lucha contra el calentamiento global, el fenómeno del cambio climático no cejará en su empeño por hacer del mundo un lugar más difícilmente habitable por los seres humanos. Es por ello que los científicos no dejan de estudiar los posibles impactos de una de sus consecuencias más directas, el incremento del nivel del mar, y de los posibles efectos para las grandes ciudades costeras del mundo, donde los riesgos, por la superpoblación de estos núcleos urbanos, se multiplican exponencialmente.
"Existe la necesidad cada vez más urgente de invertir en medidas de adaptación frente a futuras subidas del nivel del mar"
Según informa la agencia de noticias SINC, utilizando un modelo que genera distribuciones de probabilidades a lo largo del tiempo para 120 ciudades de 4 continentes, los investigadores han concluido que "existe una necesidad cada vez más urgente de invertir en medidas de adaptación de algunas ciudades costeras frente a futuras subidas del nivel del mar como consecuencia del cambio climático". Así informa Luis María Abadie, autor del estudio del Basque Centre for Climate Change. "Este tipo de inversiones suele necesitar largos periodos de tiempo para su realización”, añade a modo de advertencia.
Se trata de una inversión primordial, según los expertos. Más aún en el periodo de incertidumbre global en la que se encuentra el planeta, en el sentido de que no sabemos como en un futuro pueden afectar estos cambios al desarrollo socio-económico local de algunas poblaciones. El estudio también explica que si las inversiones de adaptación no se hacen efectivas ya, muchas áreas podrían experimentar migraciones de población y abandono, “El peligro aumenta rápidamente con el tiempo y en algunas ciudades podrá alcanzar niveles inaceptables en algunas décadas”, declara Abadie.
Entre las peor paradas por las enormes pérdidas esperadas se encontrarían las grandes ciudades costeras chinas y estadounidenses. Según los cálculos para 2050, las más afectadas en China serán las ciudades de Cantón, Shanghái, Tianjin, Shenzen, Zhanjiang y Xiamen. En Estados Unidos, serán Nueva Orleans, Boston, Nueva York, Miami y Houston, en ese orden. Y aunque sensiblemente menores los efectos en Europa, también podrían verse afectadas ciudades como Estambul, Glasgow, Lisboa, Londres y Hamburgo.
“Los daños se originan como consecuencia de una subida del nivel del mar y de un aumento de los eventos meteorológicos extremos, que es diferente para cada ciudad. A esto se une que en determinadas ciudades existe la posibilidad de subsidencia, es decir, hundimiento del terreno”, explica el investigador.
“Los altos niveles de riesgo en algunas ciudades alcanzarán valores inaceptables para los responsables políticos y las partes interesadas, por lo que la inversión será necesaria. Pero este esfuerzo económico debe tomarse de antemano”, concluye el experto.
Gideon Mendel, un fotógrafo de la República de Sudáfrica interesado por el cambio climático, plasma en sus imágenes la capacidad de destrucción de las inundaciones y el lado más humano de las tragedias medioambientales: la vulnerabilidad de las víctimas
Wilaiporn Hongjantuek, Tailandia
Las inundaciones de Tailandia de 2012, las peores en 50 años, anegaron el pueblo de Wilaiporn Hongjantuek, pero así y todo ella fue a la tienda para abastecer a los suyos.
Foto: Gideon Mendel
Somerset, Inglaterra
Los temporales que azotaron las islas Británicas durante el invierno de 2013-2014 hicieron que se registraran lluvias e inundaciones generalizadas en Inglaterra. En la zona de Somerset Levels, un área muy llana, miles de hectáreas de tierra agrícola, como la explotación de Roger Forgan, quedaron anegadas durante meses.
Foto: Gideon Mendel
Burrowbridge, Somerset, Inglaterra
En Burrowbridge, un pueblo de Somerset, Dave Donaldson y su hija Heather, de 12 años, posan en su casa inundada. Aunque el resto de la familia fue evacuada temporalmente, Dave se quedó para intentar salvar el ganado de una devastación que, en palabras suyas, «parecía la escena de una extraña película de catástrofes».
Foto: Gideon Mendel
Khairpur Nathan Shah, Pakistán
Ahmed, un residente de Khairpur Nathan Shah (Pakistán) que solo dio su nombre de pila, es retratado en el centro de la ciudad durante las inundaciones de 2010. Las autoridades gubernamentales encargadas de la gestión del desastre las calificaron como las peores de la historia de Pakistán y cifraron el número de afectados directos en 20 millones.
Foto: Gideon Mendel
Igbogene, Nigeria
Joseph y Endurance Edem, con su hijo Godfreedom y su hija Josephine, posan delante del portalón de su casa de Igbogene, en Nigeria. En 2012 este país africano sufrió las peores inundaciones que se han registrado en medio siglo. «Tenía miedo –confiesa Josephine–. Creía que íbamos a ahogarnos todos.» La catástrofe natural se cobró al menos 360 víctimas mortales.
Foto: Gideon Mendel
Bayelsa, Nigeria
Aquel mismo año, en el estado de Bayelsa, situado en el sur de Nigeria, Hope y Victor America posaron delante de su casa inundada.
Foto: Gideon Mendel
Muzaffarpur, Bihar, India
Las aguas de inundación rodean una casa y una escuela en las inmediaciones de Muzaffarpur, en el estado indio de Bihar. La población describe las inundaciones de 2007 como las peores que se recuerdan. Se cerraron escuelas, hubo millones de afectados y más de 1.000 personas perdieron la vida.
Foto: Gideon Mendel
Los monzones en Tailandia
Entre julio de 2011 y enero de 2012, 65 de las 77 provincias de Thailandia fueron declaradas zona catastrófica. Las inundaciones de origen monzónico que anegaron el hogar de Sakorn Ponsiri cerca de Bangkok «algo tenían que ver con el cambio climático –dice–. Podría repetirse. Tendremos que estar mejor preparados».
Foto: Gideon Mendel
Marigot, Haití
Marie Miracle Andris, de 75 años, posa delante de su casa en Marigot, en el sudeste de Haití. Su hogar se inundó durante el huracán Gustav, uno de los cuatro huracanes y tormentas tropicales que anegaron la isla durante cuatro semanas de la temporada de huracanes de 2008.
Foto: Gideon Mendel
Staines-upon-Thames, Inglaterra
Las inundaciones de 2014 «fueron surrealistas», dice Jeff Waters, quien posa con su esposa, Tracy, en el jardín de su casa de Staines-upon-Thames, Inglaterra. El agua quedó a unos milímetros del umbral de la vivienda.
Foto: Gideon Mendel
Moorland, Inglaterra
Más al oeste, en Moorland, Shirley Armitage corrió peor suerte: la casa, que levantó su padre en 1955, quedó anegada por más de un metro de agua.
Foto: Gideon Mendel
27 de marzo de 2015
Diario de un fotógrafo: un mundo inundado
Los episodios meteorológicos extremos, a veces ligados al cambio climático, parecen omnipresentes en la actualidad. Y sin embargo no siempre es fácil percibir cómo afectan en la vida de las personas. En 2007 empecé a documentar ese impacto tomando fotografías de dos inundaciones que se produjeron con una separación de apenas unas semanas entre ambas, una en Reino Unido y la otra en la India. El contraste entre las consecuencias de una y otra catástrofe y la vulnerabilidad común que parecía unir a las víctimas me impresionaron.
Desde entonces he recorrido el mundo visitando zonas inundadas: Haití, Pakistán, Australia, Tailandia, Nigeria, Alemania, Filipinas y de nuevo Reino Unido. En los paisajes anegados, la vida se trastoca de improviso, y la normalidad queda en suspenso.
El meollo de este proyecto son los retratos. Suelo seguir a mis retratados cuando regresan a sus casas vadeando las aguas, y trabajo con ellos para crear una imagen íntima en sus hogares anegados. Aunque su pose sea normal, su entorno está alterado. A menudo están enfadados por la situación o por la respuesta inadecuada de las autoridades. Muchos desean que el mundo entero sepa lo que les ha ocurrido.
Trabajo con cámaras Rolleiflex antiguas. Para mí, la textura de la película tiene una calidad particular, y el proceso de usar una cámara antigua añade un plus de formalidad y solemnidad a la situación. Para muchas culturas el diluvio es una metáfora antiquísima, una fuerza destructiva ante la cual el ser humano se ve impotente. Conforme la meteorología se radicaliza, lo bíblico se transforma en literal.
Deshielo estival
VEO1julioI2015
Bajo el glaciar Breiðamerkurjökull -parte del Vatnajökull-, la figura de un hombre parece diminuta junto a las paredes de una cueva de hielo. El deshielo estival amplía este túnel, y el caudal del río aumenta hasta colmarlo.
También conocido como el glaciar Vatna, el Vatnajökull es el más grande de todos los glaciares de Islandia, de la cual el 11% de su superficie está cubierta de hielo. De hecho, con un kilómetro de espesor en algunos puntos y de cerca de 8,000 kilómetros cuadrados, se trata del glaciar más grande de toda Europa. Al menos por el momento.
La Antártida se divide en icebergs gigantes: el principio del fin
El reciente desprendimiento de un titánico bloque de hielo en la Antártida de unos 5.000 kilómetros cuadrados en la plataforma de hielo de Larsen C, ha cambiado para siempre el mapa del hemisferio sur
Vista aérea de la grieta en Larsen C
El 10 de noviembre de 2016, científicos de la misión IceBridge de la NASA, un estudio aéreo del hielo polar, obtuvo esta vista aérea de la gran grieta de la plataforma antártica de hielo Larsen C. Ahora, el gigantesco iceberg ya flota a la deriva, según han confirmado desde el proyecto MIDAS, quienes certificaron su desprendimiento entre los días 10 y 12 de julio.
Foto: NASA/John Sonntag
Secuencia de la fractura
Secuencia de la apertura de la grieta en la plataforma de hielo Larsen C de la peninsula Antártica.
Foto: ESA / Sentinel 1 / Midas Proyect
Canal de Lemaire
Una puesta de sol sorprendente enrojece el Canal Lemaire, frente a la costa oeste de la Península Antártica. El hielo costero del continente se está desmoronando a medida que aumentan las temperaturas de océano y atmósfera.
Foto: National Geographic / Camille Seaman
Situación de la plataforma de hielo de Larsen C en la península Antártica
La grieta en la plataforma de hielo de Larsen C presenta un crecimiento mucho más rápido que el anticipado por los científicos. Una vez esta llegue a conectar con el mar, originará uno de los mayores icebergs jamás registrados.
Foto: National Geographic /
Un mosaico de hielo
La plataforma de hielo Larsen está situada a lo largo de la costa noreste de la Península Antártica, uno de los lugares de mayor calentamiento del planeta. En las últimas tres décadas, dos grandes secciones de la plataforma de hielo -Larsen A y B- se han derrumbado. Una tercera sección, Larsen C, parece seguir una trayectoria similar, con un nuevo iceberg a punto de formarse.
El mosaico de la fotografía, centrado en la parte norte de la plataforma de hielo de Larsen, está compuesto por cuatro imágenes de satélite a color natural capturadas entre el 6 y el 8 de enero de 2016. En ella se muestran los remanentes de Larsen A y B.
Foto: NASA / Adam
Bahía de Andvord
El flanco oeste de la Península Antártica se está calentando varias veces más rápido que el resto del planeta. El 90% de sus 674 glaciares están en retroceso en la actualidad. También esta aumentando el número de icebergs en el mar como este en la bahía de Andvord.
Foto: National Geographic / Camille Seaman
Glaciar Totten
En la Antártida Oriental, investigadores australianos investigan las grietas del glaciar Totten, otro que ha empezado a parecer vulnerable.
Foto: Camille Seaman
De glaciar a iceberg
Las curvas de este iceberg dan testimonio del rápido derretimiento que ha experimentado desde que fue arrojado por un glaciar en el Canal Lemaire. En los últimos años se ha experimentado al oeste de la península antártica un aumento de 5 ºC durante el transcurso del invierno.
Foto: National Geographic / Camille Seaman
Iceberg A56
El iceberg A56, fotografiado a través de las nubes desde la Estación Espacial Internacional. El mismo ha flotado a través de 1.000 kilómetros desde que se separó de la plataforma de hielo Filchner-Ronne en el año 2000.
Foto: Tim Peake / NASA / ESA
Héctor Rodríguez
16 de junio de 2017
La Antártida se divide en icebergs gigantes: el principio del fin
Lo diremos sin rodeos. A vista de pájaro la plataforma de hielo de Pine Island, en la Antártida, es un tren que se dirige hacia la ruina a cámara lenta. Por supuesto desde una perspectiva humana. En tiempo geológico todo está sucediendo en un abrir y cerrar de ojos.
Hace más de 3 décadas que desde la Universidad de California y el Laboratorio de Propulsión a Reacción -JPL por sus siglas en inglés- de la NASA, se viene avisando de que la Antártida Occidental ha comenzado a derretirse. Ahora, el gigantesco bloque que está a punto de separarse de la plataforma de hielo, conocido como Larsen C, puede ser el precursor de un colapso de todo el continente, el cual, de producirse, inundaría un gran número de ciudades costeras en todo el mundo.
Poco a poco los bordes de Larsen C se desmenuzan con la misma facilidad que los muros de un castillo de arena. En su superficie, ajada de cicatrices, se diseminan grandes grietas que se disputan el espacio con lagunas de deshielo de hasta 400 metros cuadrados.
En las últimas décadas las aguas del mar de Amundsen, también en la parte oeste de la Antártida, se han calentado más de 0,5ºC , y en este tiempo, la velocidad a la que el hielo se está derritiendo y fracturando se ha cuadruplicado. Ya entre 2015 y 2016 un bloque de unos 360 kilómetros cuadrados se desprendió alejándose de la costa del mismo mar.
Las predicciones para el aumento de la temperatura, en este caso para el mar de Wenddell colindante con Larsen C, se sitúan en los 5ºC de media
Sin embargo, en la actualidad las predicciones para el aumento de la temperatura, en este caso para el mar de Weddell colindante con Larsen C, se sitúan en los 5ºC de media. Esta es la razón por la que muchas plataformas más pequeñas de hielo ya han sucumbido por completo. Y también el motivo y por el que Larsen C está a punto de convertirse en una plataforma de hielo que vagará a la deriva por el océano Antártico hasta fundirse en comunión con sus aguas.
La grieta en Larsen C mide casi 200 kilómetros de largo y en alguna de sus partes el ancho puede alcanzar los 2.000 metros. En su expansión, cuando llegue al final, dará lugar a uno de los icebergs más grandes jamás registrados, de unos 5.000 kilómetros cuadrados, es decir, casi la superficie de la Comunidad Autónoma de Cantabria.
Según el Proyecto Midas, desarrollado por un equipo de investigación conjunto de las Universidades de Swansea y Aberystwyth, y a través del cual se ha monitoreado la fisura desde 2014, debido al estrés generado por la grieta, se espera que la separación de iceberg se produzca muy pronto.
"Cuando la brecha toma un giro de 90º , como es el caso, la fractura está a la vuelta de la esquina. Es cuestión de semanas”
El profesor de la Universidad de California y científico la NASA, Eric J. Rignot, afirma que el reciente giro de la grieta evidencia su temprana fractura. "Según mi experiencia, cuando la brecha toma un giro de 90º, como es el caso, la fractura está a la vuelta de la esquina. Es cuestión de semanas”.
A primera vista la fractura y desprendimiento de esta sección de Larsen C puede verse como un síntoma del calentamiento experimentado durante los últimos años. Un evento quizá poco significativo, ya que en este periodo hemos sido testigo de glaciares de mayor envergadura.
Sin embargo, la importancia de esta fractura radica en que el hielo que esta a punto de desprenderse se encuentra asentado en una serie de islas. Por el contrario, la gran mayoría del resto de la plataforma descansa sobre una cuenca que se interna hasta los 5.000 kilómetros de profundidad, lo que la hace especialmente vulnerable al aumento de la temperatura del océano. Es en este punto donde la situación se complica pues, de producirse el desarme y rotura en pedazos cada vez más pequeños de tal cantidad de hielo, y de producirse sobre todo, tal y como creen los científicos, a una velocidad cada vez mayor, el nivel del mar aumentaría en más de tres metros inundando ciudades enteras en todo el mundo.
De este modo el derretimiento de la plataforma de hielo de Pine Island es un caso dramático. Con 400 metros de espesor de media, entre los años 1994 y 2015 la cantidad de hielo se ha visto mermada en un 10%. Lo más preocupante es que la retirada de hielo de la plataforma Larsen C, podría afectar al vecino glaciar Thwaites, el cual sería susceptible de desestabilizar la mayor parte de la Antártida Occidental.
“Ahora estos glaciares están desapareciendo cada vez más rápido de la superficie de la Tierra”, afirma Rignot, quien lleva estudiando la región desde hace más de dos décadas a través de aviones y satélites. El científico está convencido de que el colapso de la capa occidental de hielo antártico es inevitable. “Es tan solo una cuestión de tiempo. Lo importante es saber si esto ocurrirá en un periodo de 500 años, o en menos de 100. Y sobre todo, si será la humanidad lo suficientemente rápida como para prepararse a los acontecimientos. “Hemos de despejar la incógnita- afirma el investigador- y debemos hacerlo antes de que sea demasiado tarde”.
La plataforma de Larsen C es solo un pequeño aviso.
Cambio climático Calentamiento global Hielo Antártida Glaciares Icebergs Sostenibilidad Polo Sur Medio ambiente
El tiempo está loco: meteorología extrema
Diluvios casi bíblicos, olas de calor interminables, enjambres de tornados… El tiempo ha cambiado últimamente. ¿Qué está pasando?
Glasgow, Montana, Estados Unidos
Un diluvio se precipita desde el corazón de una tormenta cerca de la localidad de Glasgow, Montana, en julio de 2010. «Sentí que si hubiese podido situarme justo debajo, al mirar hacia arriba habría visto el paraíso», recuerda el fotógrafo Sean Heavey.
Foto: Sean R. Heavy, Barcroft Media / Landov
Phoenix, Arizona, Estados Unidos
La mayor tormenta de polvo que se recuerda se abate sobre Phoenix, capital del estado de Arizona, el 5 de julio de 2011, y reduce a cero la visibilidad. La actividad tormentosa sobre el desierto levantó una pared de polvo y arena de 1,5 kilómetros de altura.
Foto: Daniel Bryant
NATIONAL GEPGRAPHIC
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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