Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., la Agencia Espacial Europea - ESA, ha puesto a disposición de los interesados 100,000 imágenes que captó la Sonda Rosetta en su viaje épico hacia: El cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, a 720 millones de kilómetros de La Tierra.
Esta maravillosa realización tecnológica única, fue captada por el instrumento OSIRIS de Rosetta; que cubrió con su cámara de alta resolución como se logró "aterrizar"(acometear) sobre la superficie del cometa de la sonda Philae, el 12 de noviembre del 2014 y trabajó hasta el 30 de setiembre del 2016.
http://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/a-disposicion-publico-archivo-completo-imagenes-mision-rosetta_12878/1
http://www.esa.int/esl/ESA_in_your_country/Spain/Completado_el_archivo_de_imagenes_de_Rosetta
http://www.esa.int/esasearch?q=Philae&r=informaciones_locales_espana
http://www.esa.int/esl/ESA_in_your_country/Spain/!Philae_ha_aparecido
Las cámaras, tanto las de ángulo estrecho como las de ángulo amplio, han proporcionado casi 100.000 imágenes durante el épico viaje de 12 años de la sonda espacial Rosetta
A 2,1 kilómetros de la superficie
La cámara de ángulo estrecho del instrumento OSIRIS de la sonda espacial Rosetta captó esta vista detallada del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko a una distancia de 2,1 kilómetros de la superficie del cometa, el pasado 2 de septiembre de 2016. La imagen muestra una mezcla de polvo fino y rocas.
Imagen: ESA / Rosetta / MPS for OSIRIS Team MPS / UPD / LAM / IAA / SSO / INTA / UPM / DASP / IDA
Roca solitaria
Una gran roca en una región polvorienta de Hatmehit, en el lóbulo pequeño del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. La imagen fue tomada el 20 de septiembre de 2016 a 1,8 kilómetros de distancia de la superficie del cometa.
Imagen: ESA / Rosetta / MPS for OSIRIS Team MPS / UPD / LAM / IAA / SSO / INTA / UPM / DASP / IDA
¿Dónde está Philae?
Resulta fácil distraerse con la extraña característica que sobresale en el centro de la imagen y que podría ser una parte desprendida de la estructura en capas del cometa, pero esta imagen también incluye la presencia, aunque mínima, del módulo de aterrizaje Philae. ¿Dónde está? La imagen fue tomada el 30 de agosto de 2016.
Imagen: ESA / Rosetta / MPS for OSIRIS Team MPS / UPD / LAM / IAA / SSO / INTA / UPM / DASP / IDA
¡Aquí está Philae!
El módulo de aterrizaje Philae aparece en la parte superior izquierda de la imagen: únicamente se distingue una de las tres patas de Philae por encima de la roca, de ahí la dificultad de detectar el aterrizador en la superficie caótica del cometa. La imagen es del 30 de agosto de 2016.
Imagen: ESA / Rosetta / MPS for OSIRIS Team MPS / UPD / LAM / IAA / SSO / INTA / UPM / DASP / IDA
Roca intrigante
Imagen tomada el 17 de septiembre de 2016 por la cámara de ángulo estrecho del instrumento OSIRIS a 1,9 kilómetros de distancia de la superficie del cometa, que muestra una intrigante roca con una cara muy plana, en la parte inferior de la imagen.
Imagen: ESA / Rosetta / MPS for OSIRIS Team MPS / UPD / LAM / IAA / SSO / INTA / UPM / DASP / IDA
Alec Forssmann
22 de junio de 2018
A disposición del público el archivo completo de imágenes de la misión Rosetta
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha puesto a disposición del público todas las imágenes en alta resolución y los datos básicos de la pionera misión Rosetta alrededor y en la superficie del cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko, formado por dos lóbulos y que flota como un islote espacial a la deriva. Las impactantes imágenes, suministradas a la ESA en mayo por el equipo responsable de la cámara del instrumento OSIRIS de la sonda espacial Rosetta, han sido procesadas y publicadas en el Archive Image Browser y en el Planetary Science Archive. Las últimas imágenes publicadas incluyen las emblemáticas fotografías de la búsqueda del aterrizador Philae, que se desprendió del orbitador Rosetta en noviembre de 2014, pero sus arpones no consiguieron anclarse a la superficie del planeta, por lo que rebotó y cayó en un lugar indeterminado. También incluyen las fotografías del descenso final de Rosetta en la superficie del cometa.
El Archive Image Browser contiene, además, imágenes captadas por la Navigation Camera de la sonda espacial, mientras que el Planetary Science Archive contiene datos disponibles para el público de todos los once instrumentos que tenía Rosetta, además de otros datos de la ESA de misiones de exploración del Sistema Solar. La última serie de imágenes en alta resolución de la cámara del instrumento OSIRIS de Rosetta cubre el periodo comprendido entre finales de julio y el 30 de septiembre de 2016, cuando la sonda espacial llevó a cabo su última maniobra, estrellándose de forma controlada en la región Ma'at, situada en el lóbulo menor del cometa y donde hay pozos activos de más de cien metros de diámetro y de entre cincuenta y sesenta metros de profundidad. Las cámaras, tanto las de ángulo estrecho como las de ángulo amplio, han proporcionado casi 100.000 imágenes durante el viaje de 12 años de la sonda espacial Rosetta. "Tener todas las imágenes archivadas para que puedan ser compartidas con el mundo es una sensación maravillosa. También nos complace anunciar que todas las imágenes de OSIRIS están disponibles bajo la licencia de Creative Commons", expresa Holger Sierks, el principal investigador de dicha cámara.
Cometa
Agencia Espacial Europea
NATIONAL GEOGRAPHIC
AGENCIA ESPACIAL EUROPEA - ESA
Completado el archivo de imágenes de Rosetta
21 junio 2018
Todas las imágenes en alta resolución y los datos de apoyo de la misión Rosetta en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko ya están disponibles en los archivos de la ESA. El último lanzamiento incluye imágenes emblemáticas de la localización de Philae y del descenso final de Rosetta sobre la superficie del cometa.
Las imágenes fueron entregadas por el equipo de la cámara OSIRIS a la ESA en mayo y, tras su procesamiento, se han publicado tanto en el buscador de imágenes de archivo como en el Archivo de Ciencia Planetaria.
El buscador de imágenes de archivo también incluye imágenes capturadas por la cámara de navegación de la sonda, mientras que el Archivo de Ciencia Planetaria contiene datos públicos de los once instrumentos científicos a bordo de Rosetta y de otras misiones de exploración del Sistema Solar de la ESA.
El último lote de imágenes en alta resolución de la cámara OSIRIS de Rosetta va de finales de julio de 2016 hasta el final de la misión, el 30 de septiembre de 2016. Con él, las imágenes del teleobjetivo y la cámara de gran angular ascienden a 100.000, tomadas a lo largo de los 12 años de viaje por el espacio, con sobrevuelos de la Tierra, Marte y dos asteroides antes de llegar al cometa.
La trayectoria de la sonda alrededor del cometa fue modificándose durante los dos últimos meses de la misión, acercándola cada vez más a su destino mediante una serie de órbitas elípticas. De esta forma se obtuvieron algunas imágenes espectaculares a tan solo dos kilómetros de la superficie, que destacaban con todo detalle el contraste entre el terreno suave y polvoriento y el material del cometa, fracturado y más consolidado.
Un conjunto de imágenes especialmente memorable de este periodo estuvo protagonizado por el módulo de aterrizaje Philae, tras el enorme esfuerzo realizado los años anteriores para determinar su ubicación. Con Rosetta volando tan cerca de la superficie, el polvo y el gas que escapaban del cometa y la topografía del terreno hacían muy difícil conseguir una línea de visión clara del lugar donde debía de hallarse Philae, pero finalmente se logró fotografiar a pocas semanas del final de la misión.
Durante las últimas horas de la misión, mientras Rosetta se acercaba cada vez más a la superficie del cometa, efectuó un barrido de una fosa antigua y, por último, envió imágenes de lo que sería su hogar definitivo. E incluso cuando la nave ya había dejado de enviar datos, el equipo fue capaz de reconstruir una imagen final a partir de los últimos paquetes de telemetría enviados por Rosetta a unos 20 m de la superficie.
“Tener todas estas imágenes finalmente archivadas y poder compartirlas con el mundo es una sensación maravillosa —reconoce Holger Sierks, investigador principal de la cámara—. También nos complace anunciar que todas las imágenes de OSIRIS ahora están disponibles con licencia Creative Commons”.
“El último conjunto de imágenes completa el rico acervo de datos que la comunidad científica ya está explorando para llegar a entender el cometa desde todos los puntos de vista (no solo a partir de sus imágenes, sino también en lo relativo al gas, el polvo y el plasma) y estudiar el papel que los cometas en general tienen en nuestras ideas de formación del Sistema Solar —apunta Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta de la ESA—. Ciertamente quedan muchos misterios por resolver, y muchos otros por descubrir”.
Notas para los editores Las imágenes de OSIRIS están publicadas bajo licencia Creative Commons Atribución CompartirIgual 4.0 (CC BY-SA 4.0). En
https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/?
se puede consultar una copia de esta licencia.
Para más información:
Matt Taylor
ESA Rosetta project scientist
Email: matt.taylor@esa.int
Holger Sierks
Max Planck Institute for Solar System Research in Göttingen, Germany
Email: sierks@mps.mpg.de
Markus Bauer
ESA Science and Robotic Exploration Communication Officer
Tel: +31 71 565 6799
Mob: +31 61 594 3 954
Email: markus.bauer@esa.int
Al reconstruir el descenso final se vio que la sonda aterrizó suavemente en la superficie a tan solo 33 m del punto previsto.
Este nivel de precisión vuelve a demostrar el excelente trabajo realizado por los especialistas en dinámica de vuelo participantes en la misión.
El lugar del aterrizaje, situado dentro de una antigua fosa en la región de Ma‘at, en la ‘cabeza’ del cometa, recibió el nombre de Sais en honor a la ciudad donde fue descubierta la Piedra de Rosetta original.
Se tomaron numerosas fotografías de la fosa colindante, capturando increíbles detalles de sus paredes estratificadas, que contribuirán a descifrar la historia geológica del cometa.
La imagen final fue tomada a unos 20 m por encima del punto de impacto. Además, recogieron datos una serie de instrumentos de análisis de polvo, gas y plasma.
A medida que la sonda se acercaba a la superficie, se vió cómo aumentaba la presión del flujo de gas procedente del cometa. Los diferentes rastreos revelaron temperaturas de entre −190 y −110 ºC a unos pocos centímetros por debajo de la superficie. Es muy probable que esta variación se deba a sombras y a la topografía local a medida que Rosetta sobrevolaba el cometa.
La última medición de emisiones de vapor de agua tuvo lugar el 27 de septiembre y se estima que el cometa emitía el equivalente de dos cucharadas de agua por segundo. Durante su periodo más activo en agosto de 2015, los cálculos llegaban al equivalente de unas dos bañeras de agua por segundo.
Las primeras indicaciones de las lecturas espectrales no muestran diferencias significativas en la composición de la superficie a las altas resoluciones obtenidas durante el descenso, y tampoco se hallaron pruebas obvias de pequeñas acumulaciones de hielo cerca del punto de aterrizaje.
Las mediciones también sugieren un aumento en el número de minúsculos granos de polvo, posiblemente de una millonésima de milímetro, cerca de la superficie.
La última observación de la coma de gas que rodea al cometa tuvo lugar el día antes del descenso final, confirmando que seguía emitiéndose dióxido de carbono, incluso a mayores distancias que cuando el cometa se acercaba al Sol.
Las mediciones del campo magnético hasta unos 11 m por encima de la superficie del cometa confirmaron las observaciones previas, que indicaban su naturaleza de cuerpo no magnético.
Durante el descenso no se recogieron grandes partículas de polvo, un resultado ya interesante en sí mismo. Las primeras impresiones indicaban que la producción de vapor de agua era demasiado baja para levantar de la superficie granos de polvo por encima de un tamaño detectable.
“Es estupendo contar con estas primeras informaciones procedentes del último conjunto de datos de Rosetta —reconoce Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta de la ESA—. Las operaciones terminaron hace más de dos meses y ahora los equipos de los instrumentos están inmersos en el análisis de los enormes conjuntos de datos recopilados durante los más de dos años de Rosetta junto al cometa”.
“Más adelante, los datos de este periodo quedarán disponibles en nuestros archivos, al igual que los datos de Rosetta”.
https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/?
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Cuando la ciencia toca un cometa: las últimas palabras de Rosetta
15 diciembre 2016 La sonda Rosetta de la ESA completó su increíble misión el día 30 de septiembre, recopilando imágenes y datos sin precedentes hasta el momento del contacto con la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
La señal de Rosetta desapareció de las pantallas del control de la misión de la ESA a las 11:19:37 GMT, confirmando así que la nave había llegado a la superficie del cometa y que se había desconectado 40 minutos antes, a 720 millones de kilómetros de la Tierra.
Una de las últimas informaciones que recibimos de Rosetta procedía de sus sensores de navegación, informando de un ‘gran objeto’ situado en su campo de visión: el horizonte del cometa.
La señal de Rosetta desapareció de las pantallas del control de la misión de la ESA a las 11:19:37 GMT, confirmando así que la nave había llegado a la superficie del cometa y que se había desconectado 40 minutos antes, a 720 millones de kilómetros de la Tierra.
Una de las últimas informaciones que recibimos de Rosetta procedía de sus sensores de navegación, informando de un ‘gran objeto’ situado en su campo de visión: el horizonte del cometa.
Al reconstruir el descenso final se vio que la sonda aterrizó suavemente en la superficie a tan solo 33 m del punto previsto.
Este nivel de precisión vuelve a demostrar el excelente trabajo realizado por los especialistas en dinámica de vuelo participantes en la misión.
El lugar del aterrizaje, situado dentro de una antigua fosa en la región de Ma‘at, en la ‘cabeza’ del cometa, recibió el nombre de Sais en honor a la ciudad donde fue descubierta la Piedra de Rosetta original.
Se tomaron numerosas fotografías de la fosa colindante, capturando increíbles detalles de sus paredes estratificadas, que contribuirán a descifrar la historia geológica del cometa.
La imagen final fue tomada a unos 20 m por encima del punto de impacto. Además, recogieron datos una serie de instrumentos de análisis de polvo, gas y plasma.
A medida que la sonda se acercaba a la superficie, se vió cómo aumentaba la presión del flujo de gas procedente del cometa. Los diferentes rastreos revelaron temperaturas de entre −190 y −110 ºC a unos pocos centímetros por debajo de la superficie. Es muy probable que esta variación se deba a sombras y a la topografía local a medida que Rosetta sobrevolaba el cometa.
La última medición de emisiones de vapor de agua tuvo lugar el 27 de septiembre y se estima que el cometa emitía el equivalente de dos cucharadas de agua por segundo. Durante su periodo más activo en agosto de 2015, los cálculos llegaban al equivalente de unas dos bañeras de agua por segundo.
Las primeras indicaciones de las lecturas espectrales no muestran diferencias significativas en la composición de la superficie a las altas resoluciones obtenidas durante el descenso, y tampoco se hallaron pruebas obvias de pequeñas acumulaciones de hielo cerca del punto de aterrizaje.
Las mediciones también sugieren un aumento en el número de minúsculos granos de polvo, posiblemente de una millonésima de milímetro, cerca de la superficie.
La última observación de la coma de gas que rodea al cometa tuvo lugar el día antes del descenso final, confirmando que seguía emitiéndose dióxido de carbono, incluso a mayores distancias que cuando el cometa se acercaba al Sol.
Durante las últimas mediciones del campo magnético interplanetario y del viento solar reinaron unas condiciones estables, ofreciendo valores de fondo ‘tranquilos’ que resultarán importantes para la calibración.
A unos 2 km por encima de la superficie se observó un descenso en la densidad del plasma del cometa, sin que se detectaran escapes de gas locales en las fosas de Ma‘at.
A unos 2 km por encima de la superficie se observó un descenso en la densidad del plasma del cometa, sin que se detectaran escapes de gas locales en las fosas de Ma‘at.
Las mediciones del campo magnético hasta unos 11 m por encima de la superficie del cometa confirmaron las observaciones previas, que indicaban su naturaleza de cuerpo no magnético.
Durante el descenso no se recogieron grandes partículas de polvo, un resultado ya interesante en sí mismo. Las primeras impresiones indicaban que la producción de vapor de agua era demasiado baja para levantar de la superficie granos de polvo por encima de un tamaño detectable.
“Es estupendo contar con estas primeras informaciones procedentes del último conjunto de datos de Rosetta —reconoce Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta de la ESA—. Las operaciones terminaron hace más de dos meses y ahora los equipos de los instrumentos están inmersos en el análisis de los enormes conjuntos de datos recopilados durante los más de dos años de Rosetta junto al cometa”.
“Más adelante, los datos de este periodo quedarán disponibles en nuestros archivos, al igual que los datos de Rosetta”.
Nota para los editores
Para saber más, es posible consultar una entrada del blog con información complementaria y más detallada aquí.
Para más información:
Matt Taylor
ESA Rosetta project scientist
Email: matt.taylor@esa.int
Markus Bauer
ESA Science and Robotic Exploration Communication Officer
Tel: +31 71 565 6799
Mob: +31 61 594 3 954
Email: markus.bauer@esa.int
Para saber más, es posible consultar una entrada del blog con información complementaria y más detallada aquí.
Para más información:
Matt Taylor
ESA Rosetta project scientist
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Markus Bauer
ESA Science and Robotic Exploration Communication Officer
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¡Philae ha aparecido!
5 septiembre 2016 A menos de un mes de finalizar su misión, la cámara de alta resolución de Rosetta ha descubierto el módulo de aterrizaje Philae, encajado en una oscura grieta de 67P/Churyumov–Gerasimenko.
Las imágenes fueron captadas por el teleobjetivo de la cámara OSIRIS el 2 de septiembre, cuando el satélite se encontraba a 2,7 km de la superficie del cometa, y muestran claramente el cuerpo principal del módulo y dos de sus tres patas.
Las imágenes también muestran la orientación de Philae, lo que explica por qué resultó tan difícil comunicarse con él tras su aterrizaje el 12 de noviembre de 2014.
Las imágenes fueron captadas por el teleobjetivo de la cámara OSIRIS el 2 de septiembre, cuando el satélite se encontraba a 2,7 km de la superficie del cometa, y muestran claramente el cuerpo principal del módulo y dos de sus tres patas.
Las imágenes también muestran la orientación de Philae, lo que explica por qué resultó tan difícil comunicarse con él tras su aterrizaje el 12 de noviembre de 2014.
“Cuando solo queda un mes de la misión Rosetta, estamos encantados de haber localizado a Philae y de poder verlo con tanto detalle”, reconoce Cecilia Tubiana, del equipo de la cámara OSIRIS, la primera persona en ver las imágenes transmitidas ayer por Rosetta.
Laurence O’Rourke, encargado de coordinar en la ESA los trabajos de búsqueda con los equipos de OSIRIS y SONC/CNES a lo largo de los últimos meses, añade: “Tras meses de trabajo, todo apuntaba cada vez más a este candidato, por lo que me alegro enormemente de que por fin hayamos conseguido esta importantísima imagen de Philae en Abydos”.
El módulo Philae fue visto por última vez al tocar la superficie de la zona conocida como Agilkia, donde rebotó y continuó volando otras dos horas, antes de acabar en un lugar denominado posteriormente Abydos, en el lóbulo inferior del cometa.
Al cabo de tres días, la batería principal de Philae se agotó y el módulo de aterrizaje pasó al estado de hibernación, del que volvió a salir para comunicarse brevemente con Rosetta en junio y julio de 2015, cuando el comenta se acercó al sol y la batería volvió a recibir alimentación.
No obstante, hasta hoy se desconocía la ubicación precisa del módulo. Aunque los datos de alcance de radio limitaban la ubicación a un área de pocas decenas de metros de diámetro, no se habían podido analizar al detalle los distintos objetos identificados como candidatos potenciales en imágenes de una resolución relativamente baja, captadas a mayor distancia.
A medida que la mayoría de candidatos se iban descartando una vez analizadas las imágenes o aplicando otras técnicas, las pruebas apuntaban cada vez más hacia un objeto en particular, que es el que ha terminado por confirmarse gracias a las imágenes tomadas a muy poca distancia de la superficie del cometa.
A 2,7 km, la resolución del teleobjetivo de la cámara OSIRIS es de unos 5 cm/píxel, suficiente para mostrar las características del cuerpo de Philae, de 1 m de diámetro, y sus patas, tal y como puede apreciarse en las fotografías.
Como reconoce Patrick Martin, responsable de la misión Rosetta de la ESA: “Este notable descubrimiento es el resultado de unos trabajos de búsqueda prolongados y meticulosos. Empezábamos a pensar que habíamos perdido a Philae para siempre. Es increíble que hayamos conseguido capturar estas imágenes en el último momento”.
Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta de la ESA, añade: “Esta fantástica noticia implica que, ahora que sabemos dónde se encuentra el punto de aterrizaje, finalmente contamos con la información fidedigna que nos faltaba para poner en contexto los tres días de datos científicos de Philae”.
“Con la búsqueda del módulo finalizada, podemos centrarnos en el aterrizaje de Rosetta y ya estamos deseando obtener imágenes aún más precisas del lugar del impacto”, admite Holger Sierks, investigador principal de la cámara OSIRIS.
El descubrimiento llega a menos de un mes del descenso de Rosetta a la superficie de 67P/Churyumov–Gerasimenko. El 30 de septiembre, la sonda iniciará su misión final en un viaje sin retorno para investigar de cerca el cometa, incluyendo las fosas de la región de Ma’at. Se espera que las observaciones que realice contribuirán a desvelar los secretos de su estructura interior.
Pronto se publicará más información sobre los trabajos de búsqueda que han concluido con el descubrimiento de Philae, así como nuevas imágenes.
Para más información:
Markus Bauer
ESA Science and Robotic Exploration Communication Officer
Tel: +31 71 565 6799
Móvil: +31 61 594 3 954
Correo electrónico: markus.bauer@esa.int
Laurence O’Rourke
ESA lander search coordinator
Correo electrónico: lorourke@esa.int
Cecilia Tubiana
OSIRIS imaging team
Max Planck Institute for Solar System Research
Correo electrónico: tubiana@mps.mpg.de
Holger Sierks
OSIRIS camera principal investigator
Max Planck Institute for Solar System Research
Correo electrónico: sierks@mps.mpg.de
Matt Taylor
ESA Rosetta project scientist
Correo electrónico: matthew.taylor@esa.int
Patrick Martin
ESA Rosetta mission manager
Correo electrónico: Patrick.martin@esa.int
Markus Bauer
ESA Science and Robotic Exploration Communication Officer
Tel: +31 71 565 6799
Móvil: +31 61 594 3 954
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Laurence O’Rourke
ESA lander search coordinator
Correo electrónico: lorourke@esa.int
Cecilia Tubiana
OSIRIS imaging team
Max Planck Institute for Solar System Research
Correo electrónico: tubiana@mps.mpg.de
Holger Sierks
OSIRIS camera principal investigator
Max Planck Institute for Solar System Research
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Matt Taylor
ESA Rosetta project scientist
Correo electrónico: matthew.taylor@esa.int
Patrick Martin
ESA Rosetta mission manager
Correo electrónico: Patrick.martin@esa.int
Misión cumplida: el viaje de Rosetta termina con un arriesgado descenso sobre el cometa
30 septiembre 2016 La histórica misión Rosetta de la ESA ha finalizado según lo previsto, con el impacto controlado sobre el cometa que lleva estudiando más de dos años.
La confirmación del final de la misión llegó al centro de control de la ESA en Darmstadt, Alemania, a las 11:19 GMT (13:19 CEST) con la pérdida de la señal de Rosetta tras el impacto.
La confirmación del final de la misión llegó al centro de control de la ESA en Darmstadt, Alemania, a las 11:19 GMT (13:19 CEST) con la pérdida de la señal de Rosetta tras el impacto.
Rosetta llevó a cabo su maniobra final anoche a las 20:50 GMT (22:50 CEST), iniciando su trayecto para colisionar sobre el cometa desde una altitud de 19 km. El destino de Rosetta era un punto en el lóbulo inferior de 67P/Churyumov-Gerasimenko, cerca de una zona de fosas activas en la región de Ma’at.
El descenso brindó a Rosetta la oportunidad de estudiar el entorno de gas, polvo y plasma más cercano a la superficie del cometa, así como de capturar imágenes de muy alta resolución.
Las fosas son de especial interés, ya que desempeñan un papel importante en la actividad del cometa y ofrecen una mirada única a sus componentes internos.
La información recogida durante el descenso a esta fascinante región se transmitió a la Tierra antes del impacto, dado que la comunicación con la nave ya no es posible.
“Rosetta ha vuelto a entrar en los libros de historia —afirma Johann-Dietrich Wörner, director general de la ESA—. Hoy celebramos el éxito de una misión revolucionaria, que ha logrado superar todos nuestros sueños y expectativas, y que continúa el legado de la ESA como pionera en el estudio de los cometas”.
Álvaro Giménez, director de ciencia de la ESA, añade: “Gracias a este enorme esfuerzo internacional a lo largo de décadas, hemos logrado nuestro objetivo de llevar un laboratorio científico de primer orden a un cometa para estudiar su evolución en el tiempo, algo que ninguna otra misión de este tipo ha intentado siquiera”.
“Rosetta estaba en nuestros planes antes incluso que Giotto, la primera misión de la ESA en el espacio profundo que permitió tomar la primera imagen del núcleo de un cometa cuando pasó junto a Halley en 1986.”
“Esta misión se ha prolongado durante carreras profesionales enteras y los datos recopilados mantendrán ocupados a generaciones de científicos durante las próximas décadas”.
Marc McCaughrean, asesor científico senior de la ESA, admite: “Más allá del triunfo científico y técnico, el fantástico viaje de Rosetta y su módulo de aterrizaje, Philae, ha conquistado el imaginario mundial, atrayendo a un nuevo público ajeno a la comunidad científica. Ha sido emocionante contar con todo el mundo en esta aventura”.
Desde su lanzamiento en 2004, Rosetta se encuentra en su sexta órbita alrededor del Sol. En su viaje de casi 8.000 millones de kilómetros, la sonda ha sobrevolado tres veces la Tierra y una vez Marte, y se ha encontrado con dos asteroides.
La nave resistió 31 meses de hibernación en el espacio profundo durante el tramo más distante, antes de despertar en enero de 2014 y, finalmente, llegar al cometa en agosto de ese mismo año.
Tras convertirse en la primera nave espacial en orbitar un cometa y en la primera en enviar un módulo de aterrizaje, Philae, en noviembre de 2014, Rosetta ha seguido monitorizando la evolución del cometa durante su máximo acercamiento al Sol y más allá.
“Hemos trabajado durante 786 días en el entorno adverso del cometa, realizando varios espectaculares sobrevuelos cerca de su superficie, hemos sobrevivido a distintas emisiones inesperadas e incluso hemos superado dos momentos en que la nave pasó al ‘modo seguro’ —reconoce Sylvain Lodiot, responsable de operaciones de la sonda—. Las operaciones en esta última fase han sido un desafío aún mayor, pero seguir a su módulo hasta la superficie del cometa es el final perfecto para la increíble aventura de Rosetta”.
La decisión de finalizar la misión sobre la superficie de 67P/Churyumov-Gerasimenko se debe a que Rosetta y el cometa van a volver a abandonar la órbita de Júpiter. A una distancia del Sol muy superior a la alcanzada hasta ahora, la sonda no recibiría energía suficiente como para funcionar.
Además, los operadores de la misión se enfrentaban a un periodo inminente de meses en los que el Sol quedaría cerca de la línea de visión entre Rosetta y la Tierra, lo que habría dificultado cada vez más las comunicaciones con la sonda.
Patrick Martin, responsable de la misión, lo explica así: “Al decidir que Rosetta impactara en la superficie del cometa, incrementábamos enormemente los datos científicos recopilados en la misión mediante una última operación única”.
“Es un final agridulce, pero había que reconocer que la mecánica del Sistema Solar estaba en nuestra contra: el destino de Rosetta estaba sellado desde hacía mucho tiempo. Pero sus espectaculares logros permanecerán para la posteridad y serán utilizados por la próxima generación de jóvenes científicos e ingenieros de todo el mundo”.
Desde su lanzamiento en 2004, Rosetta se encuentra en su sexta órbita alrededor del Sol. En su viaje de casi 8.000 millones de kilómetros, la sonda ha sobrevolado tres veces la Tierra y una vez Marte, y se ha encontrado con dos asteroides.
La nave resistió 31 meses de hibernación en el espacio profundo durante el tramo más distante, antes de despertar en enero de 2014 y, finalmente, llegar al cometa en agosto de ese mismo año.
Tras convertirse en la primera nave espacial en orbitar un cometa y en la primera en enviar un módulo de aterrizaje, Philae, en noviembre de 2014, Rosetta ha seguido monitorizando la evolución del cometa durante su máximo acercamiento al Sol y más allá.
“Hemos trabajado durante 786 días en el entorno adverso del cometa, realizando varios espectaculares sobrevuelos cerca de su superficie, hemos sobrevivido a distintas emisiones inesperadas e incluso hemos superado dos momentos en que la nave pasó al ‘modo seguro’ —reconoce Sylvain Lodiot, responsable de operaciones de la sonda—. Las operaciones en esta última fase han sido un desafío aún mayor, pero seguir a su módulo hasta la superficie del cometa es el final perfecto para la increíble aventura de Rosetta”.
La decisión de finalizar la misión sobre la superficie de 67P/Churyumov-Gerasimenko se debe a que Rosetta y el cometa van a volver a abandonar la órbita de Júpiter. A una distancia del Sol muy superior a la alcanzada hasta ahora, la sonda no recibiría energía suficiente como para funcionar.
Además, los operadores de la misión se enfrentaban a un periodo inminente de meses en los que el Sol quedaría cerca de la línea de visión entre Rosetta y la Tierra, lo que habría dificultado cada vez más las comunicaciones con la sonda.
Patrick Martin, responsable de la misión, lo explica así: “Al decidir que Rosetta impactara en la superficie del cometa, incrementábamos enormemente los datos científicos recopilados en la misión mediante una última operación única”.
“Es un final agridulce, pero había que reconocer que la mecánica del Sistema Solar estaba en nuestra contra: el destino de Rosetta estaba sellado desde hacía mucho tiempo. Pero sus espectaculares logros permanecerán para la posteridad y serán utilizados por la próxima generación de jóvenes científicos e ingenieros de todo el mundo”.
Aunque hoy termina el aspecto operativo de la misión, el análisis científico continuará durante años y años.
Durante la misión ya han tenido lugar numerosos y sorprendentes descubrimientos: para empezar, la curiosa forma del cometa, que se reveló durante el acercamiento de Rosetta en julio y agosto de 2014. Los científicos ahora creen que los dos lóbulos de cometa se formaron por separado, uniéndose durante una colisión a baja velocidad en los primeros tiempos del Sistema Solar.
Su monitorización a largo plazo también ha mostrado la importancia que la forma del cometa tiene en sus estaciones, en el desplazamiento del polvo por su superficie y a la hora de explicar las variaciones medidas en la densidad y en la composición de la coma, la ‘atmósfera’ del cometa.
Algunos de los resultados más importantes e inesperados tienen que ver con los gases expulsados del núcleo del cometa, incluyendo el descubrimiento de oxígeno y nitrógeno moleculares, así como de agua con un sabor ‘distinto’ a la de nuestros océanos.
Sumados, estos resultados indican que el cometa nació en una región muy fría de la nebulosa protoplanetaria cuando el Sistema Solar aún se estaba formando, hace más de 4.500 millones de años.
Aunque parece que el impacto de cometas como 67P/Churyumov-Gerasimenko no habría producido tanta agua de la Tierra como se creía, otra cuestión candente era si podrían haber suministrado ingredientes considerados clave para el origen de la vida.
Y Rosetta aquí tampoco defraudó, al detectar glicina, un aminoácido que suele encontrarse en las proteínas, y fósforo, un elemento fundamental del ADN y las membranas celulares. Numerosos compuestos orgánicos también fueron detectados tanto por Rosetta en órbita como por Philae sobre la superficie.
En suma, los resultados obtenidos por Rosetta hasta el momento apuntan que los cometas son vestigios de las primeras fases de formación del Sistema Solar, y no fragmentos de colisiones entre cuerpos de mayor tamaño en fases más tardías. Así, ofrecen información sin precedentes de cómo eran los componentes que luego darían lugar a los planetas hace 4.600 millones de años.
Matt Taylor, científico del proyecto prevé que: “Igual que la Piedra Rosetta, de la que toma el nombre esta misión, fue clave para comprender las lenguas antiguas y la historia, el vasto tesoro que constituyen los datos proporcionados por la sonda Rosetta va a cambiar nuestra idea de cómo se formaron los cometas y el propio Sistema Solar”.
“Como es inevitable, ahora tenemos nuevos misterios que resolver. El cometa aún no ha desvelado todos sus secretos y estoy seguro de que nos esperan numerosas sorpresas en este increíble archivo. Así que mejor no despistarse, porque esto es solo el principio”.
Nota para los editores
Rosetta ha sido una misión de la ESA con contribuciones por parte de sus Estados miembros y la NASA. El módulo de aterrizaje de Rosetta, Philae, fue desarrollado por un consorcio liderado por el Centro Aeroespacial Alemán (DLR), el Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (MPS), el Centro Nacional de Estudios Espaciales francés (CNES) y la Agencia Espacial Italiana (ASI). Rosetta ha sido la primera misión de la historia en llegar a un cometa y acompañarlo durante su órbita alrededor del Sol. También ha sido la primera en enviar un módulo de aterrizaje a la superficie de un cometa y, más tarde, finalizar su misión con un impacto controlado sobre él.Los cometas son ‘cápsulas del tiempo’ que contienen materia primitiva de la época en que se formaron el Sol y sus planetas. Al estudiar el gas, el polvo y la estructura del núcleo y la materia orgánica asociada mediante observaciones remotas e in situ, la misión Rosetta resulta crucial para desentrañar la historia y la evolución de nuestro Sistema Solar.
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Correo electrónico: media@esa.int
AGENCIA ESPACIAL EUROPEA - ESA
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui
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